†
WORLDS
COLLIDE †
Episodio XX · GIROS
Te
daría una última oportunidad para replantearte el destino que estás a punto de
adjudicarte.-dijo Freya-No obstante, no soy así. Te jodes y bailas con lo que
has hecho. ¿Ya te has despedido de todos tus seres queridos? ¿Sí? ¿No? Me da
igual. ¡Ice Needle!
Freya
apuntó a aquella criatura antropomorfa de raza dudosa con su bastón, de cuya
punta comenzó a emanar una blanquecina luz helada mientras salían disparadas
unas brillantes y cristalinas estacas cónicas de hielo. La armadura del
objetivo encajó el impacto, minimizando los daños.
Me
subestimas.-dijo el carcelero.
No
tanto como tú a mí, créeme.-respondió Freya agarrando su bastón con las dos
manos.
Pequeña,
hoy no es tu día de suerte…-el carcelero apretó los puños.
Pero,
¿tú eres imbécil?-preguntó Freya-Es la segunda vez que me llamas “pequeña”. ¿No
te das cuenta de que te saco una cabeza y media?
Yo en
tu lugar no sería tan insolente con tu anfitrión.-respondió el enemigo echando
mano de una de sus armas enfundadas.
No me
has invitado a nada.-le espetó Freya-No eres mi anfitrión, sólo alguien que se
niega a cooperar. ¡Recibe tu correspondiente paliza! ¡Fire…
¡JAJAJAJAJAJA!-rió
el carcelero.
Desenfundó
una ballesta y comenzó a disparar. Una ráfaga de afiladas flechas oscuras
avanzó horizontalmente hacia la chica, quien agitó su bastón, liberando bolas
mágicas que destruyeron las flechas.
Te dije
que no era moco de pavo…-dijo Yurika.
Ahórrate
las frases de madre y mueve el culo si tanto te preocupa lo que me pueda hacer
este inepto.-le contestó Freya-¿Cómo lo derrotasteis la otra vez?
¿Derrotarme?-preguntó
el aludido-¿A mí? ¡Soy invencible!
Lo
cierto es que…-explicó Yurika-…nos las ingeniamos para huir.
Está
bien.-concedió Freya-Si quieres algo bien hecho, hazlo tú. No será que no te lo
advertí, señor…
La
chica apuntó al carcelero con el bastón.
¿Crees
que te va a funcionar la segunda vez algo que no has logrado a la
primera?-preguntó el carcelero sacando una espada-Tu débil magia de frente no
es nada contra mí, ya lo has visto.
¡Shadow
Needle!-exclamó Freya.
El
suelo se recubrió de oscuridad. De él emergieron unas largas y veloces púas
negras desde detrás del carcelero hasta su espalda, provocándole un
desequilibrio y la rotura de su capa.
¿Crees
tú que concentrarte en el frente tanto como crees precipitadamente que tu
oponente hace es una buena estrategia?-lo imitó Freya-Tampoco a ti te iba a
funcionar por segunda vez un truco que he frustrado en primera instancia.
¡Increíble!-pensó
Yurika-¡Ha herido al carcelero! Parece que le ha clavado algo en la espalda…
¡tengo que actuar ahora!
Yurika
saltó y se colocó a la espalda del carcelero. Tomó impulso corriendo hacia él,
saltó, estiró las piernas, las cruzó y…se convirtieron en un enorme taladro
cónico que impactó contra la espalda de aquel bestial homínido, produciendo un
chirrido metálico muy desagradable a la vez que numerosas chispas.
¡Hazle
mella!-exclamó Freya-¡Atraviésalo!
Está
muy duro…-dijo Yurika suspendida en el aire mientras taladraba la espalda del
carcelero en vano.
¡Mierda,
Yurika!-le espetó Freya-¡Es puta magia, no un taladro convencional! No tienes
que cambiar de broca, sólo tienes que intensificar tu magia. ¡El poder mágico
reside en la mente! ¡Muéstrale a este lerdo el poder de tu mente! ¡Partámoslo!
Harta
de que su compañera no parara de gritarle y de echarle cosas en cara, Yurika se
concentró e intentó avanzar. Finalmente, hizo una grieta en la parte trasera de
la armadura del carcelero.
Mi
turno.-dijo Freya.
Saltó y
apuntó a su enemigo con el bastón.
¡Stone
Rain!-gritó.
Yurika
notó una vibración. Restituyó sus piernas y se apartó, dejando que una lluvia
de rocas cayera sobre el carcelero con objeto de lapidarlo. Tal y como Freya
pensaba, Yurika le había tocado un punto sensible, por lo que no pudo combatir
el hechizo en su totalidad y se vio doblado por el peso de las rocas que caían.
Bien
hecho, Yurika.-dijo Freya mientras corría hacia el carcelero.
¿Qué
haces?-preguntó Yurika-¡Si te acercas a él, te golpeará! ¿No has visto su
espada?
El
carcelero se apartó las rocas de la espalda, desenfundó su gigantesca espada y
lanzó un tajo contra Freya, quien bloqueó el impacto con su bastón, que resultó
ser más duro y resistente de lo que parecía.
Observa
lo que me importa su espada.-dijo Freya-¡YAAAAAAAAH!
Con una
hábil finta, desequilibró al carcelero. Acto seguido, hizo un barrido bajo con
el bastón y le golpeó en un tobillo, arrastrándole el pie hasta levantárselo
del suelo y ocasionando su caída de espaldas. Sin perder ni un segundo, el
altísimo ser lanzó un sablazo desde el suelo para recuperar terreno y poder
levantarse, pero se vio burlado de nuevo por la habilidad de Freya en el manejo
del bastón. Mientras forcejeaba, la joven giró el bastón y lo deslizó
vehementemente hacia abajo, clavándole la punta en un resquicio de la armadura.
Bingo.-Freya
sonrió.
Hizo
palanca con su arma y le saltó una placa pectoral de la armadura, revelando
ropas grises y negras debajo de la misma. Intentó asestarle un golpe letal,
pero recibió una patada y salió volando. Se estabilizó en el aire y lanzó varios
proyectiles mágicos con la punta del bastón mientras caía de pie lejos de él.
Su enemigo respondió destrozándolos con su espada, la cual lanzó tras ello
girando hacia Freya.
¡Qué
marchoso!-comentó Freya-Pero nada cerca de lo necesario para seguirme el ritmo,
lo siento.
El
bastón de la joven se deshizo en motas de negrura. Corrió hacia la espada. Se
deslizó por el suelo bajo ella con las piernas flexionadas y abiertas y, tras
pasarla de largo, estiró el brazo para cogerla con la empuñadura, giró sobre sí
misma mientras la agarraba bien y terminó el giro acercándose hacia el
carcelero para propinarle un sablazo que éste contrarrestó sacando una enorme
hacha de un filo de su cinturón.
Esto ya
parece haberse reducido a ver quién tiene mejor técnica en el manejo de
armas…-dijo Freya-…dime, ¿te sangra mucho la espalda?
¡Cierra
la boca y muérete!-exclamó el carcelero haciendo presión con su hacha para
intentar doblegar a Freya.
Qué
poca fuerza tienes…-se rió Freya-¿el temido carcelero es esta mierda? Ya te he
dejado lucirte, no me digas que no fui amable. ¡Fin del combate!
Freya
ejerció presión con sus manos sobre la espada, atravesando el hacha
perpendicularmente y mandando el trozo cercenado a volar hasta clavarse en el
techo. Sin pararse, lanzó otro tajo, esta vez dirigido al propio carcelero, que
no tuvo oportunidad de defenderse. La gigantesca espada rompió la otra placa
pectoral de la armadura y le hizo un profundo corte en la parte del pecho que
ya tenía descubierta.
¡Habla!-exclamó
Freya-¿Qué es todo esto?
¡AAAAARGH!-chilló
el carcelero.
¡Deja
de fingir!-chilló Freya lanzándole otro tajo-¡Se te ve demasiado entero!
El
hombre cayó hincado de rodillas tras el segundo golpe.
¿Cómo
se llama este mundo?-preguntó Freya-¿Dónde estamos? Cuéntame todo lo que sepas…o
enséñame dónde está la biblioteca de este sitio horrible. ¡Vamos!
Ni
siquiera un grupo de alumnos de élite en el mundo real y autodidactas en la
magia pudimos con él…-pensó Yurika-…diez personas huimos de él…y ella lo está
dominando…como si nada.
¡No hay
biblioteca!-exclamó el carcelero-¡Sólo muerte!
¡No
hables si no es para responder a mis preguntas!-le ordenó Freya.
Le
hundió la espada en un hombro. Acto seguido, la lanzó por los aires y la partió
en dos de una patada, dejando que cada trozo se clavara en un punto del suelo.
Yurika echó a correr hacia el vencido enemigo y, esquivando un fuerte manotazo,
le arrancó algo con lo cual huyó dando volteretas hacia atrás.
¡Tengo
sus llaves!-exclamó Yurika-Se las he visto debajo de la armadura…
¡MALDITA!-chilló
el carcelero.
¡Nunca
se te ocurra darle la espalda a alguien como yo!-dijo Freya girándole la cabeza
hacia ella con las manos.
Tras
forzarle el cuello, echó una pierna hacia atrás y la levantó elegantemente.
Acto seguido, la bajó, describiendo un enorme arco que continuó hasta dar una
voltereta hacia delante con patada con la cual le saltó el casco, revelando un
rostro algo anciano y una larga melena grisácea.
Y
encima eres feo.-comentó Freya.
¡Mierda!-exclamó
Yurika con los ojos como platos.
¿Pasa
algo?-preguntó Freya.
Ése…-dijo
Yurika-… ¡es un profesor de mi universidad! ¡Tomó la baja justo cuando
descubrimos el libro!
Más
incógnitas.-dijo Freya-Genial. Está catatónico…creo que lo hemos dejado seco.
¿Me
disculpas?-preguntó Yurika.
Freya
miró a su compañera. Corrió hacia el hombre y le pateó la cabeza con fuerza
hasta empotrarlo en una pared.
Nos
miraba a las alumnas con caras poco propias de un doctor de su calibre.-explicó
Yurika.
Interesante.-respondió
Freya-Lo mataría, pero algo me dice que aparecería muerto en el mundo real.
Dicho
esto, las ropas de Freya volvieron a ser las que llevaba antes tras un
chasquido de dedos.
Creo
que tengo una ligera idea de qué puede ser todo esto.-dijo Freya-No obstante,
tengo algo que resolver. ¡Mira la hora que es! Será mejor que salgamos. ¿Cómo
salís normalmente?
Cada
vez que damos…un paso importante…-explicó Yurika-…se abre un portal que nos
devuelve a la realidad.
¿Es
poco importante habernos cargado a este papanatas?-preguntó Freya.
Es
demasiado importante, diría yo.-respondió Yurika-¡Mira, ahí está!
Se
abrió un portal de luz roja que las invitaba a cruzarlo.
¿Qué
pasará con las llaves si nos vamos de aquí?-preguntó Freya.
Volverán
a estar en mis manos cuando vuelva a entrar.-respondió Yurika.
Perfecto.-dijo
Freya-Tenemos que utilizar todas y cada una de estas llaves. El tono de voz de
ese vejestorio me lleva a pensar que en este edificio se esconden secretos que
no quería que supiéramos.
¿Vas a
volver a entrar conmigo?-preguntó Yurika.
No
podré, en general.-respondió Freya-Las noches son horarios muy ocupados para mí
ahora mismo. Tendrás que hacer horas extra, supongo.
Está
bien.-dijo Yurika-Creo que podré. No hay nada más fuerte que ese hombre en
estas inmediaciones. Me las ingeniaré para venir sola, sin que mis compañeros
se enteren.
Ése es
el espíritu.-dijo Freya.
Salieron
del libro, volviendo al mundo real.
Voy a
colocar el libro en su sitio y nos vamos de aquí.-dijo Yurika.
Freya
miró en todas las direcciones. Nadie había burlado su hechizo. No obstante, vio
algo que antes no estaba ahí.
Eso
es…-dijo Freya con cara de preocupación.
¿Qué
pasa?-preguntó Yurika.
No han
entrado en mi pantalla, pero…-dijo Freya-…alguien ha estado alrededor. Alguien
que sabía lo que hacía.
Señaló
un punto en la mesa de al lado. Había clavada una finísima aguja apenas visible
de no ser por lo que llevaba clavado y que yacía en la mesa. Era un pétalo.
Un
pétalo…-dijo Yurika-… ¿de qué flor será?
Cattleya labiata.-respondió Freya sin ni siquiera
detener sus ojos en ella-Un tipo de orquídea.
¿Conoces
las flores?-preguntó Yurika-Bueno, qué pregunta…serás bióloga, botánica y un
largo etcétera.
Las
flores son una de mis especialidades.-dijo Freya-Reconocería cualquiera de
ellas de lejos y con la más mínima pista.
Bien,
es una orquídea…-comentó Yurika-…pero, ¿qué quiere decir esto?
Algo
que no me esperaba.-respondió Freya.
¿Significan
algo especial para ti las orquídeas?-preguntó Yurika.
Para
mí, todas las flores son especiales.-respondió Freya-No obstante, esta flor…una
orquídea…es el olor de…sí, es ella.
¿Qué
está pasando?-preguntó Yurika.
Una
zorra que goza de mi asco y odio se perfuma asiduamente con una mezcla
exquisita que contiene un toque inconfundible de esencia de orquídea.-dijo
Freya-Probablemente, ni reparó en ello al adquirir la fórmula. No obstante, yo
lo dije en voz alta la primera vez que sentí su olor en el campo de batalla. Es
una arpía, pero tiene buen gusto. Algo me dice que quiere indicarme que ha
estado aquí.
¿De quién
se trata?-preguntó Yurika.
Se ha
mudado recientemente a este país para ejercer su labor científica.-dijo
Freya-Si estás puesta en la actualidad de la investigación japonesa, te sonará.
Aquanika Vinokourov es su nombre. Kazaja. Puta como ella sola. Lleva un
proyecto muy interesante sobre la catálisis enzimática.
Creo
que he leído algo…-dijo Yurika-…pero, dicen las malas lenguas que es…una
asesina en serie.
La
mayor asesina en serie viva de la historia.-dijo Freya-Porque yo no cuento.
Mucho cuidado con todo lo que hagas a partir de ahora: sabe de tu existencia.
¿Corro
peligro?-preguntó Yurika.
Por
partida triple.-le explicó Freya-Shiroi y Aquanika tienen sus ojos puestos en
ti. A eso, súmale tu misión para con el libro.
Mierda.-dijo
Yurika-¿Para qué os habéis plantado en mi vida?
Para
salvártela.-dijo Freya-Ya nos lo agradecerás. No te preocupes, Aquanika va a
dejar de ser una amenaza.
¿Vas a
matarla?-preguntó Yurika.
No.-respondió
Freya-Le dolerá aún más que eso. No obstante, sigue viviendo como si te amenazara.
Ten mucho cuidado. Es, de lejos, demasiado para ti, así que, si la ves
acercarse, llámanos. Si ese carcelero os obligó a huir, Aquanika os obligaría a
traspasar galaxias. Es por eso que es hora de cortar de raíz esa mala hierba.
Te acompaño a tu dormitorio. Hazte la niña buena.
. . .
Muy
buenos días.-saludó Freya por el teléfono a primera hora de la mañana
siguiente-Anoche fue todo un espectáculo.
¿Divertido?-preguntó
Yamiyuki.
Mucho.-respondió
la chica-Te informaré esta tarde. Me pasaré a verte a la universidad…en la
cafetería tendremos tiempo y espacio para charlar. Tenemos dos grandes
problemas que quiero contarte ahora mismo: hay que, uno, asegurar a Yurika y,
dos, quitar a Aquanika del medio ya.
¿Qué ha
pasado?-preguntó Yamiyuki.
No sé
cómo, pero esa arpía se paseó anoche por al lado del libro.-dijo Freya-Me dejó
una señal, una provocación…
¿Qué
era?-volvió a preguntar el chico.
Un
pétalo de orquídea clavado en una aguja senbon sobre una mesa.-respondió Freya-Una
clara declaración que reza “Hola, amiga mía, he estado aquí, mirando el libro
que te ha tragado.”…y eso, junto con el libro y Shiroi, suponen una amenaza por
tres vías para Yurika, que es la más joven y, posiblemente, la menos poderosa
de la alianza. He pensado en ofrecerle una becaría. Si me ayuda en el trabajo,
podrá pasar más tiempo conmigo, estar lejos de peligro y aprender de mí: podría
enseñarle cualquier asignatura de cualquiera de sus carreras. También podría
ser, si no quisiera conmigo, becaria de Metallurgy. Ella podría resguardarla
bien en ese bastión de oficina que tiene. O de las dos, si así lo deseara. Es
superdotada, podrá con lo que quiera.
Nos
reuniremos con ella cuando sea posible, ¿verdad?-dijo Yamiyuki-Me parece bien,
siempre que avancemos.
Avanzaremos.-dijo
Freya-Creo que anoche descubrimos un filón para revelar los secretos del libro
de Yurika. Respecto a la parte de Aquanika…creo que tengo la solución
definitiva. Si no la doblega, le hará explotar la cabeza del dilema. Y se me
ocurrió desde el principio, pero nunca quise hacerlo por razones obvias…
Sorpréndeme.-pidió
Yamiyuki.
Esa
zorra es mercenaria.-dijo Freya-Ata cabos.
¿VAS A
PEDIRLE QUE TRABAJE PARA NOSOTROS?-chilló Yamiyuki entre carcajadas-¿LE VAS A
PAGAR? ¡¿LA VAS A CONTRATAR?! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!
Conozco
las intenciones de la gente con su tono de voz.-dijo dulcemente Freya-La idea
te ha parecido jodidamente genial y lo sabes.
¡Claro
que sí!-exclamó Yamiyuki-¡Será lo más violento, descabellado, paradójico y
explosivo que pudiéramos hacer con respecto al tema de esa mujer! ¡Estoy
deseando ver la cara que se le va a quedar cuando se lo digas! Dime que puedo
acompañarte cuando lo hagas…
Debes.-dijo
Yamiyuki-Lo haré mañana. Sabré dónde encontrarla…esa tía es como el principio de
incertidumbre de Heisenberg, es imposible tenerla pillada por los huevos, pero
sí a pinceladas que son suficientes si somos ágiles.
¿Debo?-preguntó
Yamiyuki.
Soy una
persona con mucha experiencia en la vida.-dijo Freya-De todo hay que sacar jugo
y…si hay que darle varias hostias para que acceda…tendré que ser yo, porque tú
no pegas a mujeres. Concluyo así en que…alguien tendrá que sacarle fotos cuando
le diga que voy a verla en calidad de clienta.
Yamiyuki
se echó a reír.
Nos
vamos a divertir mucho.-respondió Yamiyuki-¿No tiene secuaces o sicarios?
Quiero sangre…
La
habrá.-dijo Freya-Siempre que movemos un dedo acaba habiéndola. Nos vemos esta
tarde en la cafetería de tu facultad, entonces.
Perfecto.-respondió
Yamiyuki-Te dejo, que voy a entrenar.
Hasta
la tarde.-respondió Freya.
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