†
WORLDS
COLLIDE †
Episodio XVIII · BATALLA ABIERTA
Déjame
adivinar.-dijo Yurika-Has estado escondido mirando para ver si era capaz de
salir del paso yo solita, ¿no?
Yo
también me alegro de verte.-dijo Yamiyuki encarando a la pareja de enemigos
mientras subía la guardia-¡Eh, capullos! ¡Poned las manos donde pueda verlas!
¡Nadie tocará a Yurika Kurosu, es nuestra protegida, como bien os habéis
enterado, a saber cómo!
Butcher
y Lithe se pusieron frente a ellos y adoptaron su guardia.
Te
presento a Butcher, la concubina por antonomasia de Shiroi, y a Lithe, el más
bestial y sanguinario a la par que más lerdo de los súbditos del
susodicho.-dijo Yamiyuki-Aunque veo que ya os habéis presentado los unos a los
otros. Éste es el plan: déjame a Lithe y encárgate tú de la pelirroja. Yo no
pego a mujeres.
¿Cómo
me has llamado?-preguntó Butcher.
¡Estoy
harto de tu soberbia!-chilló Lithe.
Te lo
puedo repetir yo, si quieres…-dijo Yurika taimadamente-¡PUTA!
Yurika
saltó hacia Butcher y se dispuso a lanzarle una potente patada en picado, pero
su contendiente creó una pantalla de rayos que se convirtió en una malla
metálica en la que no tardó en enredarse.
Tus
trucos no funcionarán eternamente…-susurró Yurika.
Pensó
en lo que había pasado hacía un momento. Todavía no se lo creía…no obstante, si
no se aferraba a ello, aquella pesada red la dejaría inmóvil a merced de su
sanguinaria contrincante. Lo intentó. Gritó. La patada volvió a ser distinta a
como se esperaba, pero hizo una raja lo suficientemente grande en la red como para
permitirle salir y acercarse corriendo rápidamente hasta su enemiga. Se le
colocó en la espalda, levantó una pierna y la dobló sobre su cuello,
apretándole la nuez.
¡Despídete!-exclamó
Yurika.
La
chica se dobló hacia atrás, arrastrando a Butcher y estampando su cabeza con
fuerza contra el suelo. Estiró la pierna, soltándola y comprobando que había
quedado bastante dolorida.
Bravo.-la
elogió Yamiyuki mientras esquivaba con suma elegancia y arrogancia los ataques
cargados de rabia de Lithe-Luego me explicas cómo has hecho eso.
¿El
gran Yamiyuki Kuroi no sabe hacer una llave con las piernas?-preguntó Yurika
mientras inmovilizaba a Butcher poniéndole un pie en el cuello y otro en un
brazo.
Sabes
tan bien como yo que me refiero a lo de tus piernas.-dijo el chico-Lo he visto
perfectamente.
Yurika
apretó los puños.
Esto…-dijo.
No te
preocupes.-dijo Yamiyuki mientras esquivaba un rayo de Lithe-Hablaremos cuando
hayamos terminado los deberes, ¿te parece? ¡YAAAAAAAAAAAAAH!
Girando
grácilmente sobre sí mismo, el joven lanzó una tremenda patada contra el cráneo
de su adversario, arrojándolo contra el tronco de un árbol. El árbol bajó sus
ramas como si de tentáculos se tratase y apresó al chico. Acto seguido, todas
las hojas comenzaron a brillar con un saturado resplandor del color de la
esmeralda, cayendo sobre su presa como una lluvia torrencial, sin tardar en
volver a su posición original como si nada hubiera sucedido. Lithe quedó
inconsciente.
¡Otra
vez no!-exclamó Butcher-¡Suéltame, maldita!
Claro…-sonrió
Yurika.
Levantó
una pierna. Mientras Butcher rodaba para separarse, la otra joven bajó su
extremidad con la vehemencia de un hacha, golpeándola con el talón en medio de
la columna vertebral.
¡ARGH!-chilló
Butcher.
Se
oyeron sonidos metálicos. Del cielo aterrizaron varios robots de combate. Uno
de ellos cogió a Lithe y se lo llevó volando, mientras que otro hizo lo propio
con Butcher, apartando a Yurika de un empujón.
¡Volveremos
a vernos!-exclamó Butcher-Si salís vivos de ésta…
¿Qué
demonios es todo esto, Yamiyuki?-preguntó Yurika poniéndose en guardia ante los
duros y antropomorfos instrumentos de guerra.
Ahí
donde la has visto, Butcher es una muy buena ingeniera.-dijo Yamiyuki-Tiene el
graduado en Ingeniería Mecánica e Ingeniería Electrónica, combina ambas ramas
en un buen dominio de la Robótica y la Mecatrónica y…construye robots por
diversión y para servirle a Shiroi.
¡Muy
interesante!-exclamó Yurika-Y pensar que esa tía es lo que seré yo en el
futuro…
Serás
mucho mejor.-dijo Yamiyuki-Y, sobre todo, no te regalarás a los brazos de una
rata como hace ella. Ah, y…seguro que, con poco, tus robots tendrán mejor
calidad que éstos.
¿Cómo
has dicho?-preguntó Yurika-¿Qué pasa con los robots?
Llevo
años combatiendo contra Shiroi y su corte.-dijo Yamiyuki-Conozco a Butcher…y sus
robots son la mierda, como podrás ver a continuación. ¡HAAAAAAAAAAAAAAI!
Yamiyuki
cargó energía eléctrica en uno de sus puños, golpeó a un robot y lo
sobrecalentó hasta fundirlo por dentro, haciendo que se desplomase. Ante aquel
ataque, el resto de robots se revolucionaron y, sacando armas de fuego y de
cuerpo a cuerpo, se arremolinaron contra la pareja.
¡HA!-gritaba
Yamiyuki-¡HAH! ¡YIAAAAH!
De sus
puños y pies brotaban o bien un ardiente fuego o, en su defecto, una potente
corriente eléctrica, ambos con la suficiente envergadura como para abatir a las
criaturas. Yurika intentó ayudar. Lanzó una patada contra uno de ellos,
apuntando al mecanismo articulado del cuello, que parecía más débil que el
resto del cuerpo, pero estaba demasiado duro para ella.
No
pienses que te falta fuerza.-dijo Yamiyuki-Parece que, por una vez, ha hecho
los deberes y ha mejorado las aleaciones constructivas. Prueba con otra
cosa…con lo que quería que me enseñaras, por ejemplo…
No
estoy segura de…-dijo Yurika.
¡HAZLO
O EL QUE TIENES DETRÁS TE CORTARÁ LA CABEZA CON ESA HOJA!-chilló Yamiyuki.
Con un
penetrante grito de guerra, Yurika giró ciento ochenta grados con una patada.
Su pierna brilló, creció y, por arte de magia, se convirtió en una pesada y
afilada cuchilla que partió a la máquina por la mitad, volviendo la pierna a su
forma original antes de volver a pisar el suelo.
¡Guau!-exclamó
Yamiyuki-¿Es ésa tu magia?
¡Sí!-exclamó
Yurika malhumorada mientras se lanzaba a por otro robot.
Saltó
y, en el aire, su pierna izquierda, flexionada, se convirtió en una pieza con
bisagras que se disparó como un resorte, poniéndose totalmente recta y
golpeando con tal fuerza a su objetivo que le arrancó la mitad superior de
cuajo.
¿Por
qué te pones así?-preguntó Yamiyuki-No lo decía con mala intención…
¡Ya lo
sé!-exclamó Yurika-Pero…todo esto no tendría que estar pasando.
¿A qué
te refieres?-preguntó Yamiyuki.
Te lo
explicaré cuando estas latas nos dejen en paz.-dijo Yurika-Cuanto antes nos
callemos y les demos duro, antes podremos hablar.
Yurika
corrió hacia otro robot, giró sobre sí misma y, a la vez que su pierna se
convertía en un hacha de enorme filo, golpeó con una fatídica patada cortante a
la máquina, inutilizándola.
Bien
pensado.-dijo Yamiyuki-¿Quieres ver una fundición en directo? ¡A las seis, por
favor!
Yurika
se echó hacia atrás con ágiles volteretas aéreas. Yamiyuki se colocó en una
posición de danza.
¿Qué
coño hace?-pensó Yurika con extrañeza.
¡Je t’aime Phlogistic Blizzard!-exclamó Yamiyuki.
Comenzó
a girar sobre sí mismo y a bailar con suma elegancia. Cada vez que ejecutaba un
giro o un movimiento vehemente, de su cuerpo salía disparado un vaporoso y
curvado chorro de brillante fuego que llovía como un sifón sobre los robots,
fundiéndolos y echándolos hacia atrás con mucha fuerza. El césped emitió un
tenue brillo que hizo que los chorros de metal fundido se reflejaran hacia
arriba y lloviera sobre los enemigos, solidificándose en metralla que los
terminó de reducir a un irreconocible amasijo de chatarra.
Increíble…-a
Yurika se le escapó un susurro.
El
chico movía sus manos como si diera órdenes. Todo el metal roto que había en el
suelo comenzó a ascender y a alearse a gran velocidad, formando finalmente una
lanza polifásica en la que se apreciaban claramente trozos de distintos metales
y aleaciones. Dando la orden con una mano, la lanza ascendió a los cielos.
Caerá
sobre esos bastardos.-dijo Yamiyuki sacudiéndose las manos.
Así que
mantienes en secreto que eres una persona mágica hasta con tus camaradas…-dijo
Yurika acercándose lentamente a él cuando se vieron a salvo.
En
absoluto.-dijo Yamiyuki-Soy nulo en la magia. No soy mágico, jamás lo he sido
ni dudo que llegue a serlo. Todo esto es qi, energía espiritual, energía
interna, fruto del cultivo físico y mental de las artes marciales.
¡Venga
ya!-exclamó Yurika-Claro que los artistas marciales tenemos el poder de nuestro
qi y desarrollamos poderes de combate con la práctica. Tú y todos. Pero…lo
normal es dominar algún elemento, tener alguna propiedad física sobrehumana…no
todo eso…
Como
bien sabrás…-explicó Yamiyuki-…el qi es totalmente aditivo y sinérgico. Al fin
y al cabo, soy un Kuroi…seguro que conoces cosas de mi clan.
Ya…-dijo
Yurika.
Y,
bueno, cuéntame…-dijo Yamiyuki-… ¿qué ha sido todo esto?
Como
bien has dicho, es mi magia.-dijo Yurika-De la noche a la mañana, me vi capaz
de convertir mis piernas en todo tipo de objetos destinados a hacer mucho daño,
transformando un movimiento de patada en uno de arma.
Es muy
curioso…-dijo Yamiyuki-…muy elegante, muy útil, muy bonito y muy letal. Jamás
había visto algo así.
Seguro
que Freya sabe hacerlo.-dijo Yurika.
No lo
dudaría.-dijo el chico-Aunque nunca se lo he visto hacer. Y bien, ¿por qué no
tendría que haber pasado lo que ha pasado? Tienes poderes, los usas…es natural,
¿no?
No.-dijo
Yurika-Es decir, sí, eso sí, pero no en mi caso. Sólo tengo poderes en el
libro.
¿En el
libro?-preguntó Yamiyuki-¿El mismo libro de siempre?
Sí…-dijo
Yurika-…cuando lo visitamos por las noches, entramos a su mundo y luchamos con
los poderes que allí se nos confieren. Nunca hemos podido manifestar nuestros
poderes fuera del libro, por lo que inferimos que sólo los tenemos dentro de
él…
Ahora
entiendo por qué tenías tanto interés en la ayuda de Freya.-dijo
Yamiyuki-Bueno, cuanto antes le enseñes el libro, antes podremos ponernos manos
a la obra.
¿Cómo
puedes estar tan tranquilo?-preguntó Yurika-Han venido a secuestrarnos…
Han
venido a secuestrarte.-dijo Yamiyuki-Ha sido la primera vez, pero no será la
última. Conmigo también lo han intentado muchas veces…y con Freya. Recuerdo
que, hace poco, mandaron a Lithe a por ella.
¿Qué
sucedió?-preguntó Yurika.
Que lo
dominó como al perro que es.-corrigió Yamiyuki-No lo mató para que la guiara
hasta el agujero de Shiroi. Lástima que nos saliera el tiro por la culata…nos
atacaron esos dos…
¿Quiénes?-preguntó
Yurika.
No los
conoces.-respondió el joven-Y espero que así siga siendo, créeme, no te merece
la pena.
Si la
magia de la que me dota el libro ha aparecido fuera de él…-dijo Yurika-…estamos
en condiciones de pensar que todo lo demás que hay dentro también aparecerá,
puede que aparezca o ya haya aparecido, ¿no es así?
La
magia en nuestras empresas es cosa de Freya…-dijo Yamiyuki con misticismo-…pero
me atrevería a decir que así es.
Hay un
inconveniente.-dijo Yurika-No podemos sacar el libro de la biblioteca.
¿No es
prestable?-preguntó Yamiyuki.
No es
por eso…-explicó la joven-…la única vez que lo intentamos sacar del edificio,
soltó una descarga negra que nos dejó a todos extenuados. Está protegido…es
como si no quisieran que el libro se moviese de allí. Dentro de la biblioteca,
podemos sacarlo de su estantería, ponerlo en otras, colocarlo en otras mesas,
abrirlo y cerrarlo por donde queramos y cuantas veces queramos, pero…no podemos
sacarlo.
Entonces
tendremos que acercarnos al libro.-dijo Yamiyuki-Tendremos que reunirnos con
Freya. Lo más probable es que te pida que conciertes una fecha con ella para
colarla por la noche en el campus sin que nadie se entere para que le eche un
ojo.
No
habrá problema.-dijo Yurika-Infiero que es experta en la infiltración y en el
sigilo…
Más que
experta.-subrayó Yamiyuki-Antes de irnos, me gustaría concretar una cosa…
¿De qué
se trata?-preguntó Yurika.
Cuando
hablas en plural de tus historias con el libro…-dijo Yamiyuki-… ¿en quién debo pensar
como el resto?
Compañeros
de la facultad.-dijo Yurika-Hay muchas personas envueltas en el juego del
libro. Todo esto empezó un día que fuimos a la orilla de un lago a rolear…y
tuve una pesadilla esa noche. Soñé que nuestros compañeros de partida nos la
habían jugado a un amigo y a mí, habían prendido fuego a nuestro ala
residencial y me veía obligada a saltar por la ventana…cosa que, para no
habérseme dado mal nunca, resultó en mi paso al estado vegetativo de por vida.
Cuando desperté, vi que todo seguía igual, pero nuestros compañeros de juego,
con los que tuve la pesadilla, estaban…bueno, no estaban, es que lo son…son
unos impertinentes y unos estúpidos, tuvimos una discusión y decidimos dejar de
jugar con ellos. Un día fui a la biblioteca a buscar libros de fantasía para
inspirarnos para un nuevo rol y…lo encontré. Nos acabó absorbiendo y, por lo
que he averiguado, se queda abierto en la mesa mientras nosotros estamos
dentro, por lo que cualquiera que pase por su lado puede ser aspirado también…y
se conoce que el libro es caprichoso y pone a cada persona en el papel de un
personaje de su pérfida historia. Nos hemos visto obligados a derrotar a muchos
compañeros de nuestra facultad que, casualmente, han amanecido al día siguiente
gravemente enfermos o lesionados. Incluso hay enemigos que forman parte de la
historia y que no son de aquí…
Interesante
historia.-dijo Yamiyuki-Y, si tantos problemas os da, ¿por qué seguís acudiendo
al libro?
Porque…-dijo
Yurika-…las únicas noches que hemos prescindido de sumirnos en él, hemos
experimentado fortísimos dolores, alucinaciones, terrores, delirios, fiebre…es
decir, que nos obliga. No es que no aguantemos el dolor…es que el dolor al que
nos somete es irracional. Preferimos luchar y avanzar antes que pasar por semejante
horror.
Bueno…-dijo
Yamiyuki-…entonces sigue como hasta ahora. Si todo el mundo puede entrar, el
día que quedes con Freya seguro que avanzáis en la historia. ¿He de suponer que
avanzáis en las páginas del libro con objeto de llegar hasta el final?
Creo
que sí.-respondió Yurika-Cuando nos disponemos a aventurarnos cada noche, el
libro se abre aleatoriamente ante el tacto de nuestras manos. Es decir,
creíamos que era aleatorio, pero comprobamos que cada día se abría en una
página más avanzada. Lo raro es que…ves el libro y no parece demasiado, no es
mucho más grueso que un libro de texto avanzado o una novela larga, pero no
parece tener fin en sus páginas…
La
magia y sus misterios.-dijo Yamiyuki-Tal vez se trate de un encantamiento que
Freya pueda romper.
¿Estás
seguro?-preguntó Yurika.
No, no
lo estoy, por eso he dicho “tal vez”.-dijo Yamiyuki-He visto a esa chica hacer
grandes proezas con la magia, pero no sé lo que se puede hacer y lo que no.
Yurika
miró su reloj.
La
clase empieza en un minuto.-dijo Yurika-¿Te puedo llamar esta tarde?
Como
gustes.-dijo Yamiyuki sin cuestionarla.
Nos
vemos, pues.-dijo Yurika-La muerte antes que llegar tarde.
La
chica flexionó sus piernas y saltó muy alto, llevando su mochila bien agarrada.
Entre piruetas y tirabuzones, se perdió entre los jardines del campus, que
atravesó corriendo a gran velocidad.
Qué
chica tan peculiar…-dijo Yamiyuki mientras abandonaba el lugar.
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