Episodio 10: ¡La
verdadera final! ¡El alzamiento de la reina victoriosa!
Durante el trayecto, todos hablaron con todos. Kira fue
informada de lo que se intentó hacer en su nombre, se le explicó todo lo que
pasó, todos los pasos dados para su búsqueda y rescate y se le facilitó todo
dato disponible para que atara cabos con sus vivencias sobre lo ocurrido. Mirai
confesó lo que le había dicho a su réplica y se disculpó sinceramente. Aclarado
todo el entuerto y, tras una larga conversación de todos con todos, la caravana
de vehículos llegó, con sus pasajeros sin creerse lo que había pasado, al
estadio. Todo el edificio estaba lleno de policías. Para sorpresa de las
chicas, el público no se había movido.
¡Hiroshi!-exclamó Naoki-¡Narumi! ¡Vamos a los palcos por la
vía oculta! ¡Salgamos de detrás de una pantalla! Ha sido duro, pero el público
nos está esperando… ¿os veis con fuerzas?
Los tres miembros del jurado se miraron y asintieron. Se
giraron hacia los bomberos y la policía, les hicieron una reverencia y
corrieron por los pasillos.
Mamá…-dijo Mirai-…yo…
¡No hables!-dijo la jefa de policía Mai-¡No malgastes tus
energías! ¡Tienes un combate que protagonizar! ¿Quién me iba a decir que mi
hija iba a llegar a la final, como en su día lo hice yo? Ya hablaremos cuando
todo se tranquilice…sea lo que sea, estoy orgullosa de ti, tanto por tus hazañas
en los juegos como por lo que has hecho…sé que debería regañarte por exponerte
al peligro, pero…yo a tu edad hacía lo mismo: me las buscaba gordas intentando
ayudar a quienes me importaban. ¡Ve a cambiarte, corre!
Mirai asintió. Nadia la acompañó a los vestuarios.
Gracias por todo, chicos…-dijo Kira a los bomberos-…mamá, te
debemos una.
La jefa de bomberos levantó el pulgar.
. . .
Nadia y Mirai se estaban cambiando. Iba a tener lugar el
combate final.
¿Estás nerviosa?-preguntó Nadia con su característico
acento.
No sé ni cómo estoy después de todo lo que ha
pasado.-respondió Mirai-¿Y tú?
Más o menos igual…-comentó la francesa-…esto ha sido un
mazazo.
Se oyeron aplausos, vítores y gritos.
¡BUENAS NOCHES, PÚBLICO!-gritaron a coro, con sus
micrófonos, los tres presentadores.
¡Sentimos el retraso!-se excusó Hiroshi.
¡Lo bueno se hace esperar!-añadió Narumi.
¡En breves instantes y, con todos ustedes, el combate final
de esta edición!-exclamó Naoki.
Mirai y Nadia se anudaron sus respectivos cinturones en los
uniformes. Ya estaban listas. Se miraron por última vez y, acto seguido, se
separaron para entrar cada una por una punta del ring.
¡Esta noche y, como novedad especial, la ronda se celebrará
como un único combate!-explicó Naoki-¡Las luchadoras entrarán equipadas con sus
ropas de práctica y se enfrentarán mano a mano! ¡Las luces y la tecnología de
Victoria Flowers os enseñan un duelo de artes marciales al estilo más
tradicional! ¡Las finalistas de este año son Mirai Tategami, cinturón negro de
Taekwondo, y Nadia Bendigkeit, auténtica experta en Francombat! ¡Estas dos
artistas marciales os van a enseñar la fuerza, el valor, la valentía y la
gracia de una mujer enamorada! ¡QUE ENTREN!
Cada una entró por una puerta, una frente a la otra. El
público comenzó a aplaudir y a chillar. Algunos lloraban de la emoción. Las
seis chicas restantes se sentaban en el palco, contribuyendo a intensificar los
vítores. Nadia llevaba su uniforme de Francombat, de color rojo, con su
cinturón negro. Debajo, llevaba un top deportivo blanco que le recogía
firmemente los senos. Llevaba su melena rubia recogida en una coleta atada con
un lazo de seda negra. Por su parte, Mirai llevaba un uniforme blanco de
Taekwondo, con la bandera de Corea y la de Japón en la espalda y ribetes negros
decorando las extremidades. Su cinturón negro estaba firmemente atado. Llevaba
un top deportivo negro, y su pelo recogido en una trenza adornada con un lazo
violeta de raso. Comenzaron a acercarse la una a la otra mientras movían la
cabeza a ambos lados para estirar el cuello y se crujían los nudillos.
¡Transcurrido el tiempo que dure este combate, veréis en
directo una declaración de amor por todo lo alto!-gritó Hiroshi-¡No lo
olvidéis!
¡Por la fuerza, por el honor, por el deporte y por el
amor!-gritó Narumi-¡La final de Victoria Flowers se va a llevar a cabo!
¡COMBATIENTES, DAOS LA MANO!-gritaron los tres a la vez.
Nadia y Mirai se dieron la mano y chocaron sus puños.
Estoy muy emocionada.-dijo Nadia-Quiero luchar como si no
hubiera mañana, aunque pierda. Esto es maravilloso, me alegro mucho de haber
venido a Japón. Todas sois unas chicas estupendas, espero que nunca nos
olvidemos.
Si me lo dijeran dos veces, igual me pensaría el echarme a
temblar.-dijo Mirai-Jamás pensé que estar en la final era tan opresor…tengo el
corazón en un puño, pero pienso soltarlo en la primera patada. Muy buena suerte
y…que gane la mejor. Jamás olvidaré a alguien como tú.
Las dos chicas se pusieron en esquinas opuestas del ring.
¡VICTORIA FLOWERS, VIGÉSIMA EDICIÓN, RONDA FINAL!-exclamaron
los tres presentadores con emoción en sus rostros-¡EL COMBATE COMIENZA YA!
Los tres hicieron un vehemente gesto, blandiendo sus manos
como si fueran cuchillos. Narumi disparó una bengala. Cuando el corazón se
abrió en el aire, Nadia y Mirai corrieron, con sus pies descalzos, la una hacia
la otra.
¡YIAAAAH!-gritó Mirai, más para liberar la tensión en su
cuerpo que para imprimir fuerza, mientras lanzaba su primera patada.
¡HAAAAAAAAAAAH!-gritó Nadia mientras bloqueaba la patada con
el antebrazo.
¡Qué rigidez!-exclamó Naoki-¡Qué fuerza! ¡Me siento como
cuando estaba en el dojo! ¡Observad qué ortodoxia, qué belleza!
Sin darle tiempo a Mirai a retirar la pierna, Nadia giró la
muñeca, le agarró el pie y, girando sobre sí misma, se pegó a su contendiente,
golpeándole con un codo en la corva y obligándola a caer al suelo. Apoyando las
manos en el suelo, Mirai se intentó defender de la luxación de pierna de Nadia,
logrando en el último instante romper su agarre y volver a ponerse en pie, tras
lo cual contraatacó con una patada circular a media altura.
¡Brillantes movimientos!-exclamó Naoki.
Nadia paró la patada juntando sus puños, tras lo cual lanzó
una patada frontal baja que Mirai esquivó con un ágil salto hacia atrás del que
remontó con una patada lateral con un pequeño salto. La chica francesa hizo una
cruz con sus brazos, pero el justiciero pie de la joven gótica golpeó con
suficiente fuerza como para hacerla retroceder forzosamente y perder el
equilibrio.
Sin perder un segundo, Mirai aprovechó para atacar con
fuerza. Giró sobre sí misma y, justo cuando iba a terminar los trescientos
sesenta grados, saltó y propinó una acelerada patada giratoria aérea a su
contrincante, tumbándola.
¡Es mi oportunidad!-exclamó Mirai.
La joven hizo alarde de su más que notable flexibilidad,
levantó la pierna izquierda, dejándola totalmente en vertical, pudiendo tocarla
con la punta de la nariz. En un fuerte grito, la descargó, liberando un potente
golpe de talón hacia Nadia.
¡Qué patada más peligrosa!-exclamó Naoki-¡Puede suponer
serios problemas para Nadia!
Reaccionando casi al segundo, Nadia puso sus manos frente a
su cara, valiéndose de toda la fuerza que sus brazos pudieron darle para
amortiguar el golpe y no recibirlo. Tras ello, agarró fuertemente el pie de su
contendiente, rodó por el suelo y la arrastró con ella, tirándola cuan larga
era de bruces contra el suelo.
¡Gran remontada!-exclamó Naoki-¡Este enfrentamiento está
reñido!
Nadia se levantó y, sin dejar que Mirai se incorporase, la
agarró de las solapas del uniforme por la espalda, giró la cadera, se llevó
toda su masa corporal hacia el lado donde giró y lanzó a la chica por los aires
con decisión y vehemencia. Mirai se estabilizó y, con una pirueta, cayó de pie
en el aire, realizando una rígida postura de guardia en beligerante señal. En
un grito de guerra, la experta en Taekwondo saltó hacia su rival, dispuesta a
embestirla con una patada voladora. Nadia se dio una voltereta, desviándose de
la línea descrita por su contrincante. Se agachó como si cruzara una barra de
limbo, se ladeó y, cuando Mirai estuvo justo encima de ella, la interceptó con
una patada desde el suelo, proyectándola bruscamente hacia otra dirección,
forzando su aterrizaje. Acuclillada, Mirai se dispuso a contraatacar, pero
Nadia se lanzó de nuevo a por ella y la volvió a tirar al suelo.
¡Qué intercambio de maravillosas técnicas!-gritó
Naoki-¡Nadia parece estar ahora en posesión de la ventaja!
La joven de rubios cabellos alzó las manos y concentró
energía.
¡Pilier…-exclamó.
Mirai flexionó las piernas y se incorporó.
…INFINI! (¡Pilar
Infinito!)-terminó de gritar Nadia.
La chica hundió las manos en el suelo, creando un géiser de
electricidad que emergió del suelo. Mirai saltó hacia atrás, huyendo del
salvaje afloramiento de energía, pero vio que éste se expandió buscándola. Tras
dar varias volteretas hacia atrás, vio que el pilar no sólo crecía en altura,
sino que se extendía siguiendo sus movimientos, por lo que decidió
contraatacar.
¡Pendulum…-gritó Mirai mientras levantaba una pierna por
detrás de su cuerpo.
Los rayos de Nadia se acercaban amenazadoramente a Mirai
mientras su pie se iluminaba con luz violeta.
…MIST!-gritó justo antes de ser embestida por la masa de
electricidad.
Describiendo un pronunciado arco, la joven morena soltó su
pierna, liberando la energía contenida en forma de chorros de oscuridad que
impactaron contra los rayos, penetrando a su través y frenando su avance. Al
ver lo que sucedía, Nadia quitó las manos del suelo y saltó todo lo alto que
pudo, viéndose empujada en el aire por la onda expansiva de una explosión
energética que, por lo que pudo ver, había sacudido a Mirai levemente y la
había dejado tumbada.
¡Te tengo!-exclamó Nadia.
Se lanzó en picado a por Mirai, quien la recibió cogiéndole
una mano antes de que pisara el suelo y dándole una patada en la cara. Acto
seguido, se agachó y la empujó por los aires con sus piernas. Ante esto, Nadia
hizo unos ágiles movimientos gimnásticos en el aire y cayó sin recibir daño
alguno, tras lo cual hizo una llave con la que centrifugó el cuerpo de Mirai
hasta golpearla de espaldas contra el suelo y cogerle un brazo con su mano y su
pierna izquierdos. Tras esto, le asestó un recto puñetazo descendente en el
esternón. Mirai gimió.
¿Es éste el final?-preguntó Naoki levantándose de su sitio.
Mirai levantó una pierna y apartó el brazo de Mirai de un
rodillazo, tras lo cual la golpeó a ella con una vehemente patada en la cara.
Se levantó de un salto, empujó a su contendiente con las dos manos, obligándola
a retroceder varios metros, saltó, giró tres vueltas completas en el aire y la
embistió con una patada al final del triple giro.
Nadia cayó hacia atrás girando sobre sí misma. Sus ojos
comenzaban a nublarse del cansancio, pero pudo ver claramente a Mirai saltando
hacia ella envuelta en energía oscura.
¡SPIRAL DOOM!-exclamó Mirai gritando lo más alto que pudo.
¡MAILLOCHE FINALE! (¡Maza final!)-gritó Nadia.
Doblándose en el aire, Mirai lanzó un chorro de oscuridad en
forma de espiral con las dos manos y los dos pies. Nadia se lanzó hacia ese
chorro concentrando electricidad en forma de enormes bloques en sus dos manos.
Juntó las manos segundos antes de recibir el impacto de Mirai, provocando una
enorme explosión que quitó toda visibilidad en el campo.
¿Qué ha sido eso?-gritó Naoki-¡Increíble!
Cuando el humo se disipó, Nadia y Mirai estaban muy separadas
la una de la otra, vencidas, encorvadas y jadeantes. A Nadia se le había
deshecho la coleta prácticamente entera, y tenía la parte de arriba del
uniforme muy abierta. Mirai quedó con la melena completamente suelta y la ropa
abierta del todo, quedando el cinturón anudado sobre su piel.
¿Acaso es un empate?-temió Naoki.
Ambas chicas se miraban. Estaban sudorosas, magulladas y
cansadas, pero ambas tenían el brillo de la satisfacción en los ojos. Nadia
sonrió, derramó una lágrima y se desplomó en el suelo.
El público comenzó a gritar y a chillar. Los fans de Mirai
lanzaron serpentinas y ondearon pancartas con sus fotos promocionales del
torneo.
¡ESTÁ DECIDIDO!-gritó Naoki-¡MIRAI TATEGAMI GANA LA VIGÉSIMA
EDICIÓN DE VICTORIA FLOWERS! ¡ERES NUESTRA REINA, MIRAI! ¡LA REINA GÓTICA!
Mirai comenzó a mirar a su alrededor. Había vencido a la
tozuda, poderosa y orgullosa Nadia. Había ganado el torneo. Las luces del
estadio formaron cadenas de hermosos colores. Comenzaron a llover confetis de
las zonas más altas del escenario. Narumi cambió la bengala que había gastado
por otra nueva.
¡Mirai Tategami!-exclamó Narumi poniéndose en
pie-¡FELICIDADES!
Disparó al aire. Una hermosa ráfaga de fuego de colores
surcó los cielos hasta explotar y proyectar en el cielo, ya amaneciente, una
enorme corona similar a la de la reina del ajedrez.
Mientras se paraba a pensar en lo que había logrado, Mirai
iba siendo rodeada poco a poco de las demás chicas, que habían saltado a darle
la enhorabuena. Levantada entre Zira y Kira, las más forzudas del torneo, Nadia
también le dio la enhorabuena. Tras abrazos, choques de manos y emotivas
palabras, dejaron a Mirai sola ante un montón de cámaras que se acercaron a
ella impulsadas por tecnología robótica.
¡Es tu momento!-exclamó Hiroshi-¡TRES, DOS, UNO, CORTAD!
Hiroshi habló ante la cámara.
¡Interrumpimos la presente programación para informarles de
la resolución del torneo Victoria Flowers de este año!-exclamó Hiroshi-¡Les
hablamos desde Japón! Gracias a nuestra maravillosa tecnología y nuestro equipo
de traducción, usted puede ver en directo esta presentación subtitulada.
¡Conozcan a Mirai Tategami, la reina de los juegos de este año! ¡Tiene unas
palabras que deciros!
Las cámaras enfocaron a Mirai, quien se volvió a poner el
uniforme bien y se ahuecó su densa melena.
Me llamo Mirai Tategami.-dijo, intentando simular serenidad
cuando deseaba llorar de felicidad-Acabo de ganar el torneo Victoria Flowers.
Quiero deciros, querido mundo, que estoy enamorada. Muy enamorada.
Profundamente enamorada. Mi corazón
tiene tu nombre. No puedo estar más enamorada de ti. Te quiero. ¡TE QUIERO,
MIYUKI! ¡TE QUIERO! ¿ME OYES? Eres la persona más importante de mi vida junto
con mi familia ahora mismo. No me has dado la vida, como mis padres, pero le
has dado sentido a la vida que ellos desinteresada y honestamente me dieron, y
creo que ambas cosas son igual de importantes. Te quiero, estoy profundamente
enamorada de ti, quiero visitar todos los cementerios del mundo agarrando tu
mano, dibujar paisajes sentada junto a ti, tocar las más bellas melodías
barrocas a dúo, tu órgano y mi violín. Quiero recorrer el mundo abrazada a ti,
dormir en sábanas de seda negra junto a tu cálida figura, despertarme con la
cabeza en tu pecho, que te despiertes en mi regazo…¡quiero ser la mujer de tu
vida así como tú eres el hombre de la mía! Llevamos tiempo saliendo juntos,
pero quiero que todo el mundo se dé cuenta de lo muchísimo que te amo…y de que
me encantaría casarme contigo llegado el momento. Estés donde estés, mi amado,
¡TE AMO! He pasado estas duras pruebas para poder gritar ante el mundo que
estoy enamorada…pero gritarlo con mi cuerpo, como mejor sabe hacer una
deportista. Estoy enamorada de ti, Miyuki, y no quiero que esta llama se atenúe
jamás. Quiero mantener vivo el fuego que nos ata, los lazos que nos unen, el
amor que nos rodea. Quiero que lo sepas tú, y que lo sepa todo el planeta, que
te quiero con locura y que haría cualquier cosa por ti. Sé que me estás viendo,
así que estoy más nerviosa que nunca, pero… ¡pero me da igual! ¡Tienes que
verme tal y como soy! Estoy nerviosa, sí, pero no voy a desuncir, ¡eres el
hombre de mis sueños, me considero la mujer más afortunada de la Historia!
Todos aplaudieron. La mayoría estaban emocionados.
¡Que entre Miyuki!-exclamaron los tres presentadores.
Mirai se giró. Detrás de él estaba un chico un poco más alto
que ella, vestido completamente de negro, con una larga melena que le tapaba la
cara, ojos marrones violáceos y gafas rectangulares.
Mirai…-dijo el chico en voz baja-…me has dejado sin
palabras. Has hecho todo esto por mí…¡y estás preciosa con el uniforme! No
sé…no sé cómo corresponderte…
¡Sólo abrázame y no me sueltes hasta que estas cámaras dejen
de ponerme de los nervios!-gritó la chica.
Ante las cálidas risas y los aplausos del público, Mirai se
lanzó contra Miyuki, lo abrazó fuertemente y lo besó apasionadamente en los
labios. Juntaron sus lenguas, saborearon sus labios, se cogieron de las manos,
vivieron el momento…pronto comenzó la lluvia de flores, caramelos y regalos,
así como la toma de fotografías para la prensa y para recuerdo de los
asistentes.
¡Tenéis un pase para dos personas para un crucero de una
semana que os llevará por la Polinesia, la Micronesia, la Melanesia, Australia
y Nueva Zelanda!-exclamó Narumi-¡Disfrutad de los viajes, de los parajes, de
las visitas a las misteriosas y exóticas islas del continente de Oceanía! ¡Dad
rienda suelta a vuestro amor en vuestras vacaciones particulares! Con cuidado,
claro…
Todos se rieron. Mirai estaba pletórica y orgullosa. Las demás
chicas se prepararon para la toma de fotografías para el especial del cierre de
los juegos. Tras hablar largo y tendido durante la gran comida de clausura que
se celebró a puerta abierta en el propio ring, donde comieron tanto
participantes, como presentadores, como personal, como público, como invitados,
las chicas intercambiaron todos sus móviles, direcciones de correo electrónico,
direcciones postales y demás datos de contacto para no olvidarse nunca. A pesar
de que Nadia y Apsaras tendrían que volver a sus países, prometieron mantener
el contacto y volver a verse algún día, las ocho juntas, las jóvenes y hermosas
guerreras que fueron el orgullo de la vigésima edición de los juegos, las
gráciles y majestuosas flores del jardín del amor y la feminidad, las vivas
imágenes del poder del esfuerzo, la dedicación y la ilusión, unas auténticas
princesas que, pese a haber sido derrotadas todas salvo una, han sabido
apreciar y valorar su victoria en espíritu por toda la experiencia vivida. Tras
zanjar el asunto criminal de Bara con cárcel para la misma y despedirse de los
juegos hasta el próximo año, Japón volvió a la normalidad…hasta la
vigesimoprimera edición.
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