miércoles, 22 de octubre de 2014

[WCIII] Episodio XXV: Hacia los confines del tiempo

REACTION
WORLDS COLLIDE III
Episodio XXV · HACIA LOS CONFINES DEL TIEMPO

Asintieron. Freya no medió más palabra y activó el conjuro que provocó la reacción entre los elementos que flotaban ante ella. No tardó en abrirse un portal centelleante.
Yamiyuki, Metallurgy, Yurika, Ibara, Itami, Aquanika, Dalton, Marah, Ayame, Nikola, Ayako, Yuuji…-dijo Freya girándose hacia sus compañeros-…ha llegado el momento.
Detrás de su indiscutible líder, todos saltaron decididamente hacia el portal, que se cerró después de que el último de ellos lo cruzara. Tras unos segundos de viaje en los que sintieron algo parecido a viajar en una montaña rusa, aparecieron en una explanada yerma y renegrida. Al fondo de ésta, había una altísima escalinata que daba a las puertas de un enorme castillo con una arquitectura parecida a la de la fantasía épica.
Así que esto es el Palacio Atemporal…-dijo Freya-…espero que os encontréis preparados.
Metallurgy avanzó hacia Freya. Su piel recubierta de cerámica grisácea resplandecía bajo la luna que imperaba en aquel cielo negro. Llevaba una blusa muy ceñida sin mangas y con cuello vuelto de color blanco, y una falda de tablas vaporosa y larguísima que casi arrastraba por el suelo, blanca con cuadros escoceses grises y plateados. Unas toscas botas metálicas con cordones blancos y caña alta cubrían sus pies. Entre sus clavículas reposaba, a modo de colgante, una cruz plateada con dos barras horizontales.
Es el momento de cerrar mis heridas para siempre…-dijo Metallurgy apretando el puño.
Siento que debemos estar contigo y apoyarte en lo que debamos.-oyó a Nikola a su espalda.
Se giró y lo vio. Apenas le había dado tiempo a reparar en él y en su pareja, junto a la que caminaba de la mano. Ayako vestía ropas de combate negras muy ligeras y botas altas del mismo color. Su espalda estaba llena de objetos metálicos plegados que también rodeaban su cintura y parte de sus caderas. El musculoso cuarteto de extremidades lucía descubierto. A su lado, Nikola parecía un hombre totalmente distinto que había dejado sus antiguas ropas de esclavo y vestía una larga y pesada gabardina de cuero sintético negro, una camiseta de manga corta del mismo color, tremendamente ajustada y con un cuello vuelto encima del cual llevaba una gargantilla ancha y rígida con clavos y tornillos adornando, así como varios cables eléctricos de color azul celeste colgando hasta casi el suelo, unos pantalones acampanados a juego y unas gruesas y altas botas, también negras y con algo de plataforma.
Metallurgy…-continuó Nikola-…has sido siempre un apoyo muy particular. Me has ayudado mucho y me has enseñado bastante sobre la tecnología de tu época. Te debo toda la ayuda que necesites en estas horas oscuras…
Sé que trabajaste con él codo con codo para devolverme a la vida.-añadió Ayako-Puede que no nos conozcamos, pero te debo la vida. Lucharemos junto a ti.
No os olvidéis de mí.-dijo Yurika con seriedad mientras se acercaba a ellos.
Yurika lucía un vestido negro de diseño gótico, bastante corto y ajustado, con volantes blancos en distintas partes de la prenda. Llevaba brazaletes con tachas y unas botas negras muy altas de cordones finos, placas frontales de color rosa intenso, tacones altos de color plateado y plataformas de color blanco. Su pelo había sido peinado con tenacillas, ostentando brillantes y sueltos tirabuzones que le daban un gran volumen y un aspecto ligeramente ondulado.
Como profesora, como compañera y…-siguió Yurika-…como amiga…Metallurgy, tú también has hecho mella en mi vida. No pienso dejarte sola.
Chicos…-susurró Metallurgy con una sonrisa.
Si se meten con Nikola o con Ayako…-intervino Dalton-…se meten con nosotros.
Marah volvía a lucir completamente igual que en su época de terrorista. A su lado, Dalton vestía una sudadera fina muy, muy ajustada de color verde eléctrico con mangas largas y algunos destellos amarillos fosforescentes, pantalones negros de mezclilla con ribetes de neón amarillo, zapatos negros con LEDs de colores y plataformas planas y una gabardina fina de color gris oscuro encima. La unidad en el grupo estaba, finalmente, germinando como si de una planta salvaje se tratase.
Me conmueve mucho ver que estáis tan unidos.-dijo Yuuji-Aunque no sea mucho mi caso, yo también me esforzaré junto a vosotros si me lo permitís.
Yuuji había colgado de su pelo varias tiras de hilos finos. Llevaba puesto su antifaz de mariposa rosa, e iba ataviado con un chaleco negro brillante ajustado y con cuello alto, con ribetes rosas en los bolsillos, pantalones muy ajustados de cuero sintético, botas altas rosas con cordones violetas, guantes rosas largos con volantes y una vaporosa sobrefalda triangular rosa que caía por sus piernas y se elevaba enganchándose en sus muñecas. Estaba decidido a ayudar a sus compañeros, aunque no se conocían mucho.
La cosa se anima, ¿no es así, Freya?-preguntó Yamiyuki.
El chico se acercó a la líder. Vestía una chaqueta larga de color rosa fucsia que se dividía en la parte baja en tres faldones, cada uno de los cuales tenía dibujada una cruz invertida blanca. También llevaba una blusa negra de cuello vuelto, pantalones ajustados con sobrefalda y botas altas con cordones del color de la chaqueta. Por su parte, Freya lucía un imponente corsé de aspecto futurista de algo que parecía neopreno con tiras de neón, una minifalda elástica, botas toscas y gruesas de color negro con hebillas, cadenas y trozos de cable, una mascarilla negra con púas colgando de su cuello y unas enormes gafas redondas de cristales rosas con tachas alrededor sujetas a su pelo, del cual colgaban grandes cantidades de cables y tubos de plástico de diversos colores.
Me alegra ver este ambiente.-dijo Freya-Tengo la sensación de que ganaremos esta batalla.
Tenemos mucho que decirles a ciertas personas…-se aventuró Ibara aprovechando el ánimo que había en el ambiente-…es hora de terminar nuestro trabajo como mercenarios.
Ibara lucía un abrigo militar de color gris oscuro con puños y solapas negras, con ribetes rojos y varias medallas doradas y plateadas. También llevaba unos guantes negros ajustados de tejido elástico, unas botas altas a juego y una gorra militar a juego con el largo abrigo, debajo del cual no llevaba nada salvo la ropa interior. Cogida de su mano estaba Itami, quien vestía una camisa abierta llena de macabros objetos clavados, una coquilla genital de color negro con púas y el dibujo de la boca de un depredador en color rojo, un faldón negro trasero, zapatos de tacón y pulseras y tobilleras llenos de púas, así como una gargantilla con varias cadenas colgando del cuello.
Terminemos por todo lo alto…-dijo Itami-…esta vez, hasta un perro como yo tiene perro…
Sacó una fusta y golpeó el suelo. Ayame salió de detrás de Itami vistiendo una blusa gris con una trenza de pañuelos semitransparentes rosas y rojos enroscada alrededor del tronco, una manga larga y acampanada y la otra cortada a ras del hombro, una sobrefalda larga y vaporosa que tapaba la mitad de su tronco inferior y unos zapatos grises y plateados, uno de ellos con una plataforma debajo de los dedos del pie, sin apoyar el talón en el suelo, y otro con un tacón muy alto y sin plataforma con un tamaño tal que no creaba desequilibrio entre sus pies. En el lado que no llevaba cubierto podía verse la banda naranja de su ingle.
Os guiaré…-dijo Ayame-…por la cuenta que me trae.
Parece que soy la última en decir la frase emotiva…-dijo Aquanika.
La kazaja se acercó al grupo. Llevaba todo el cuerpo recubierto de vendas blancas y negras, con hombreras, guantes y botas de color negro, y una larguísima bufanda de color verde intenso cubriendo su cuello. También llevaba unas gafas rectangulares con una montura de pasta de color verde por una mitad y negro por otra.
…y realmente no tengo mucho que decir.-continuó la bruja-Dejadme a Verónica y no os haré daño.
Tranquila, Aquanika…por la cuenta que te trae.-dijo Freya parafraseando a Ayame.
Llegó el comité de bienvenida: fueron rodeados por una horda de demonios menores y criaturas de aspecto vegetal y humanoide.
Arianelle y Verónica parecen llevarse bien…-dijo Freya mientras se ponía en guardia.
Las criaturas se lanzaron al ataque. Uno de los demonios iba a morder a Marah, pero Ayako se puso en medio y lo lanzó en picado contra el suelo de un fortísimo puñetazo.
Estos músculos no son falsos ni decorativos, ¿sabéis?-advirtió Ayako mientras movía su hombro amenazadoramente.
Recibieron un segundo intento de ataque. Ayako iba a repelerlo, pero Marah la paró poniéndole la mano en el hombro…e, impulsándose sobre su amiga, saltó por encima de su hombro e interceptó al demonio de una patada, partiéndolo por la mitad con un aura cortante.
Creo que no da muy buena impresión dejar que nuestras novias lo hagan todo…-dijo Dalton poniendo a punto su espada-escopeta.
Comenzó a disparar a los demonios y a los humanoides vegetales, manteniéndolos a raya con una serie de balas especiales que les reducían la velocidad y la resistencia. Por su parte, Nikola sacó las dos empuñaduras de sus espadas láser…pero pronto enseñó ante todos que eran diferentes. Esas nuevas espadas, que Ayako le había devuelto junto con la ropa que llevaba, eran de color rosa brillante y hacían mucho más daño que las otras. Tras ejecutar varias combinaciones, las guardó y sacó otra empuñadura, esta vez con aspecto fungiforme. De ella brotó una tira de energía brillante de color azul que resultó ser un látigo de plasma. Nikola comenzó a dominar el combate lanzando envolventes latigazos a la vez que tocaba los botones de la empuñadura, que cambiaban el color del haz en señal de modificación de sus efectos, o incluso añadían colas al látigo. Puso punto y final a aquella escaramuza lanzando un latigazo con cuatro colas, una azul, una roja, una rosa y una verde.
¡Vienen más!-señaló Metallurgy.
De la lejanía se acercaban, volando, multitud de figuras desnudas con alas blancas que pronto reconocieron: los Angel Dancers.
¡Son esas cosas de Shiroi!-exclamó Freya-¡A por ellos!
Se fijaron en que todos eran rubios, es decir, más poderosos que los de cabello azul que combatieron la última vez. También había varios con el pelo rojo.
¡Esas criaturas son robustas!-advirtió Yamiyuki-¡Atacad con lo que tengáis!
Yurika tomó la iniciativa. Convirtió una de sus piernas en una ametralladora de cañón giratorio y comenzó a disparar furiosamente. Esto le dio tiempo a Ibara y a Itami para lanzar una brutal ofensiva: mientras que la chica lanzaba granadas a puñados como si fueran migas de pan, Itami se lanzaba contra todos los objetivos habiéndose acoplado cuchillas a los brazaletes y a las tobilleras, haciéndolos chocar con las granadas, que en su mayoría eran incendiarias y convirtieron a los Angel Dancers en pasto del fuego. Aprovechando su piel ignífuga y la inercia térmica de la misma, Metallurgy tomó ventaja de las circunstancias de sus enemigos para derribarlos a base de potentes puñetazos y patadas. No contentos con todo lo que habían recibido, los ángeles continuaron atacando, provocando notorios efectos en el grupo con sus golpes. Yuuji, Yamiyuki y Aquanika formaron un triángulo y se encararon frente a ellos: Yuuji los alejó del resto del grupo con una fortísima ráfaga de viento y Yamiyuki y Aquanika crearon, respectivamente, una lluvia de rocas y otra de hielo. Finalmente, tras acertar varios golpes en los miembros del grupo, los ángeles comenzaron a caer.
No pasaron ni diez segundos desde la caída de los Angel Dancers cuando ya habían llegado sus sustitutos: no muertos armados y recubiertos de armaduras.
¡Eh!-exclamó Freya-He visto a esos zombies en otra parte…
¿En batallas pasadas?-preguntó Dalton.
No…-se extrañó Freya-… ¡en un videojuego! ¡Esto es muy extraño!
Ayame agigantó sus brazos y dio una palmada, aplastando con ella a varios enemigos. Acto seguido, se deslizó por el terreno del combate y comenzó a despachar a más enemigos con técnicas de artes marciales. Tras varios intentos de cerrar el paso a esa invasión, rompió un tarro lleno de hormigas que llevaba oculto y las hizo gigantescas.
¡Atacad!-exclamó Ayame.
Mientras las hormigas combatían a los no muertos, aparecieron grandes cantidades de los humanoides con los que Suiri había invadido la fábrica de Metallurgy.
¡Otra vez no!-se lamentó Metallurgy-¡Os vais a enterar!
¡Activando teletransporte de materia!-exclamó Marah-¡Arsenal 2C! ¡DOS CRUCES!
Dos círculos azules se dibujaron en el cielo. De ellos cayeron las enormes botas que Marah acostumbraba a llevar. Se abrieron, formando dos enormes cruces llenas de estantes con armas, y la chica comenzó a sacarlas, disparar hasta vaciarlas y volverlas a guardar. El intenso tiroteo diezmó a los humanoides.
¡Voy a terminar de darles una paliza!-exclamó Ayako adoptando una pose familiar.
Había adoptado la misma pose que cuando lanzó las mariposas explosivas en la nave. Sus botas se hicieron cada vez más altas: las plataformas se estaban extendiendo, revelando que eran tanques plegables llenos de un atractivo gel de color azul eléctrico.
¡Solid Electricity!-exclamó Ayako.
Comenzó a correr y a lanzar patadas contra los humanoides. Cada contacto de sus suelas con una superficie ocasionaba una pequeña inyección de ese gel en la superficie, causando descargas eléctricas de gran potencia. Algunas patadas incluso quemaban a los humanoides y los hacían caer en forma de polvo azulado chisporroteante. Después de acabar con los humanoides, saltó y, adoptando una versión aérea de su famosa pose, desplegó una especie de tanques cilíndricos que colgaban de su espalda como si fueran espinas gigantes. Estaban llenos de un líquido brillante de color rojo intenso.
¡Liquid Fire!-bramó Ayako.
De los estrechamientos de las puntas de los tubos comenzaron a salir chorros de líquido. Aquella sustancia, como si fuera magma, disolvía y consumía entre quemaduras a los no muertos que quedaban vivos. Tras aterrizar, Ayako dejó salir aquel líquido como si fuera sifón, causando un viento cargado de partículas ardientes que agujereó a los enemigos restantes hasta hacerlos puñados de ceniza. Como colofón final a la cabalgata de bienvenida, apareció en el cielo un enorme dragón de color negro con los ojos rojos.
¡No puede ser!-se sorprendió Yurika-¿Ése es el Dragón Negro de Ojos Rojos? ¿¡Una carta de Yu-Gi-Oh! Se ha materializado ante nuestras narices!?
Sí, reconocería a ese ser en cualquier parte…-dijo Freya-…son años jugando.
El dragón los saludó escupiendo un enorme rayo rojo por su boca. Yurika se convirtió en su forma de fuego y, dando un pisotón, levantó un muro de roca que paró el impacto. Tras ello, saltó y cayó en el lomo del dragón tras transformarse en su forma de aire, con la cual cayó en picado clavándole la enorme garra de su pie. La criatura se retorció de dolor e intentó librarse de Yurika, pero ésta se pasó a su forma de agua y, con la pierna aún clavada en el monstruo, congeló sus entrañas por contacto, haciendo que cayera pesadamente al suelo.
¡Apartaos!-exclamó Yurika mientras, en su forma humana, saltaba a un punto seguro-¡La onda expansiva os puede dañar!
Freya se puso debajo del dragón y lo borró del mapa con un enorme rayo blanco de energía que disparó por su mano. Tras ello, se giró y vio a otra criatura del mismo juego.
¿Qué hace aquí Gazelle, el Rey de las Bestias Míticas?-se extrañó Freya.
El fiero monstruo, con aspecto de mamífero, atacó a Yuuji directamente. Éste sacó dos cintas de gimnasia, una rosa intenso con el mango de color rosa pálido y la otra con ambos colores invertidos, y las lanzó contra el animal, atándolo y frenando su placaje. Desde esta posición, lanzó una onda de viento cortante de una patada, hiriéndole una pata el tiempo suficiente como para soltar las cintas, acercarse a la criatura, golpearla varias veces con su cetro y terminar con un fuerte golpe de palma cargado de la energía del viento. La bestia se derrumbó.
Escucharon unas manos aplaudiendo.
Bravo.-oyeron que les decía una voz.
Sin apenas preocuparse por ello, entre los forcejeos y las escaramuzas habían avanzado a través de la llanura hasta el pie de las escaleras del edificio. En la parte alta de las escaleras se encontraba Shiroi Kamiyama aplaudiendo.
¡Shiroi!-exclamó Yamiyuki-¡Por fin te vuelvo a ver! ¡Esta vez no podrás escapar!
No tan rápido, jovenzuelo…-dijo Shiroi.
Las puertas del castillo se abrieron. Arianelle y Verónica salieron juntas, mirando al grupo con sonrisas de superioridad.
¿Queréis ser nuestros invitados?-preguntó Verónica-Hay más comensales dentro del castillo...
Quiero ser tu verdugo.-dijo Aquanika secamente.
Vaya…-dijo Verónica-…qué susceptible…
Veamos si eres susceptible a ESTO.-bramó Aquanika.
Lanzó un rayo de energía con su mano derecha, pero no atravesó un plano imaginario perpendicular a la base de las escaleras que protegía el Palacio Atemporal como si fuera una pared.
Barreras…-dijo Aquanika-…qué obvio.
Es mejor prevenir que curar.-terció Yuu, que había salido también del castillo-Eres un traidor, Ayame.
Y la traición se paga.-lo respaldó Shiroi.
Hicimos bien en no confiar demasiado en ti…-dijo Verónica en tono desdeñoso.
Ya lo creo que lo hicimos bien…-corroboró Arianelle-…estuvo tan bien hecho como estará mi jardín de adorables criaturas… ¡JAJAJAJAJA!
Suiri salió también de las puertas del Palacio Atemporal.
¡Qué reunión tan completa!-observó.
¡Suiri!-exclamó Metallurgy-Pobre de ti… ¡pobre de ti!
¿Todavía sigues obsesionada con eso?-preguntó Suiri-No me harás nada: seré yo quien te mate.
Marah y Ayako se acercaron a Metallurgy.
¡Eso ya lo veremos!-le espetó Ayako-¡Baja aquí si eres tan chulo!
¡Te daré otra paliza con sumo placer!-lo amenazó Marah.
Un juguete roto y una niña diabólica no tienen nada que decirme.-las rechazó Suiri.
¡No soy un juguete roto!-exclamó Ayako-¡Soy una mujer humana! ¡Una mujer con voluntad, derechos y una vida! Aunque, si me paro a pensar en todo lo que has hecho…siento que…a veces..yo…
¿Qué?-la apremió Suiri.
A veces, yo…-Ayako apretó los puños-… ¡SÓLO QUIERO SER UNA MÁQUINA DE GUERRA! ¡Durante el tiempo suficiente para hacerte pedazos, bastardo!
Suiri saltó hacia Ayako para golpearla, y ésta se preparó para repelerlo, pero algo que surcó el cielo cortando el aire lanzó a Suiri contra las escaleras de un golpe y luego…
¡Execrating Ether Entrails!-exclamó una voz-¡Necro Bolt I!
Una explosión de oscuridad en el pecho de Ayako la hizo retroceder bruscamente.
¡Sí!-exclamó el recién llegado-¡Mi experimento ha sido un éxito! ¡El Ether de oscuridad funciona a la perfección!
¡Yamibara!-le gritó Yamiyuki-¿Acaso eres tú el que está detrás de todo esto?
¿Lo dices por haberme visto llegar el último?-preguntó Yamibara-Todavía no estamos todos… ¡QUERIDA!
Un remolino de partículas de oscuridad movidas por Yamibara materializó a Pamela…a la Pamela de 40 años, que parecía fuera de sí y estaba armada con el lanzador químico que en su día robó a Aquanika.
¡Eh, maldita perra!-exclamó Aquanika-¡Devuélveme eso!
Pamela no respondió.
Ahora mismo es mi juguetito.-dijo Yamibara-Mi mascota fiel, la que os atacará y os morderá si intentáis algo raro conmigo…y ésta es la muñeca con la que todos jugamos.
De un portal de luz apareció Nokanys, también con la misma expresión ida de Pamela.
Hay que reconocer que la técnica de control mental indirecto de ese chaval es impresionante.-dijo Yamibara-Un buen trabajo, sin duda.
Pamela y Nokanys, que anteriormente se habían enfrentado, estaban ahora juntas y dispuestas a luchar codo con codo contra Freya y sus compañeros.
¿Qué es todo esto?-preguntó Freya en tono amenazante-¡Deja de involucrar a más personas de las necesarias!
Ya estamos todos.-dijo una voz desconocida y algo infantil-Ahora sí.
De las puertas del Palacio Atemporal salió un niño de ojos rosados y cabello corto de color verde hierba.
¡TÚ!-exclamó Yurika-¡Por fin te muestras otra vez!
El niño, que vestía una sudadera gris con mangas negras, un pantalón verde oscuro y zapatos marrones, llevaba un libro en las manos.
Enhorabuena a las señoritas Yurika y Marah por superar mi prueba.-dijo el niño-No es fácil ganar el arduo juego del tiempo…
¿Todo eso fue obra tuya?-preguntó Marah-¿Los hombres con armadura, las peleas en zonas alejadas…?
Todo.-dijo el niño.
Tu voz…-dijo Yurika-…se parece mucho a esa voz artificial que sonaba en el juego…
¡Es cierto!-reparó Marah.
Todo ha sido obra mía.-continuó el niño-Yo soy el escritor, así como el arquitecto y constructor del Palacio Atemporal: Neah Sven-Sampson.
Era un dato que desconocíamos…-dijo Freya-…aunque, por desgracia, saber tu nombre no nos aporta demasiados beneficios.
Pronto sabréis mucho más de mí.-dijo Neah en tono amenazante y macabro-La fase final del juego está a punto de comenzar…
¡Exactamente!-exclamó Yamibara con fruición-Y, Yamiyuki, ¿sabes cuánto tiempo llevamos sin vernos? Dos días, veintitrés horas y cincuenta y ocho minutos… ¡quedan dos minutos para que pierdas todo lo que eres!
¡Desgraciado!-bramó Yamiyuki apretando los puños.
. . .
Yamiyuki y Yamibara. Aquanika y Verónica. Yurika y Neah. Metallurgy  y Suiri. Muchos de los más acérrimos enemigos se han juntado en ese lugar tan inhóspito y de aspecto tan peligroso. La batalla final por la salvación del mundo en esta crisis de pliegue temporal está a punto de desencadenarse… ¿podrá restituirse el equilibrio? ¿Fallarán nuestros héroes y reinará el caos? Grandes batallas aguardan. Adrenalina, acción, aventuras, choques interpersonales, violencia, guerras de valores, amores en curso y, como siempre, preguntas esperando una respuesta. Las respuestas a todas las preguntas que hay en la saga vendrán junto con el gran desenlace de la misma, esta vez sí, en… ¡Finale |>Worlds Collide IV<|! ¡No os lo perdáis! ¡Próximamente!

WORLDS COLLIDE


CONTINUARÁ

2 comentarios:

  1. :O pero ahora que estamos en el climax! lo has dejado? xDDDDDDDDDDDDDDD bueno, me ha gustado mucho, sabes como crear suspense jajajaja.
    Esperaré la continuación.

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    1. Lo hago bastante cuadriculado...desde la primera temporada decidí que iban a ser 25 episodios por cada temporada y, llegados a este punto, hay que dejarlo todo en suspense total para alimentar al lector y que no pierda las ganas. De la primera a la segunda temporada dejé al aire la invasión a las dependencias de Shiroi y, de la segunda a la tercera, el reencuentro entre la dada por perdida y difunta Ayako y Nikola...estaba claro que, de la tercera a la cuerta, iba a haber algo grande a medio. ¡Ha sido un placer, me alegro de que hayas disfrutado! Doy mi palabra de que en la cuarta temporada se acabará T-O-D-O.

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