martes, 14 de octubre de 2014

[WCIII] Episodio XX: Mariposa iluminada

REACTION
WORLDS COLLIDE III
Episodio XX · MARIPOSA ILUMINADA

Tras la organización del trabajo, algunos tuvieron que modificar parcial o totalmente sus ropas para ponerse manos a la obra. En la sala de tratamiento se encontraban Freya, Marah, Dalton, Nikola y Metallurgy. Freya y Marah llevaban batas blancas encima de la ropa, ambas con una cruz roja en el bolsillo frontal. Por su parte, Nikola, Dalton y Metallurgy también llevaban batas blancas, pero con los escudos de distintas ramas ingenieriles.
He estudiado el dossier que Dalton te envió en su día, pero creo que lo más conveniente será una breve ponencia introductoria.-dijo Freya-Marah, si eres tan amable…
Marah se colocó frente a sus compañeros y, valiéndose de una pantalla holográfica de presentaciones, comenzó a explicar el trabajo que iban a realizar.
Vamos a realizar una operación quirúrgica de nuestra época.-explicó Marah-La cirugía del siglo XXI se estudia en nuestras universidades, pero se resume en una asignatura porque está en un desuso prácticamente total dados los nuevos métodos médicos. La maquinaria que tenemos ante nosotros constituye un completo equipo de biorrobotización reversible. Son modelos muy punteros incluso para nuestra época, y sirven, en términos sencillos, para transformar, mediante nanomáquinas de Ether y diversos fármacos muy avanzados, a seres vivos en robots. El término “reversible” alude, por supuesto, a que también pueden convertirse robots en seres vivos…si y sólo si éstos han sido seres vivos previamente, como es el caso de Ayako. El estado del arte en este campo no ve más allá: necesitamos un soporte orgánico para crear un robot mediante esta tecnología, pero no podemos crear vida a partir de un robot creado por técnicas de manufactura usuales. Las investigaciones en esto están a la orden del día y tratan de buscar los porqués, y ahí es donde entra mi trabajo científico no público, es decir, en las horas en las que no atiendo en hospitales militares. Lo que vamos a hacer va a ser extender el cuerpo de Ayako en la maquinaria, que para eso tiene forma de camilla, y vamos a deshacer uno a uno todos los algoritmos y todos los flujos de materia y energía que se aplicaron en la robotización. En la cirugía no solemos tener a ingenieros en quirófano, pero, dado que éste es un caso extraordinario, es mejor contar con su colaboración por varios motivos: el sueño de Ayako está inducido por el invento de uno de los ingenieros de esta plantilla, los acondicionamientos del hardware de Ayako pueden ser mucho más complicados que los de un bio-robot estándar…y podéis seguir imaginando motivos.
Todos asintieron.
Metallurgy, por favor, ¿puedes abrir el tanque?-pidió Marah-Como es tuyo, supongo que conocerás bien su protocolo de seguridad.
¡Por supuesto!-asintió Metallurgy-Lo escribí y firmé yo: este tanque está fabricado por mi empresa…es decir, está hecho en este complejo.
Metallurgy se acercó al tanque y le retiró varios seguros. Tras ello, hizo alarde de su imponente fuerza para abrirlo limpia y cuidadosamente. Por primera vez en mucho tiempo vieron el cuerpo de Ayako: estaba tal y como lo dejaron, es decir, malograda, llena de roturas y heridas y profundamente dormida, atada por todo tipo de correas y arneses.
Preparad la camilla.-pidió Metallurgy-Ayako tiene una masa muy elevada, como marca el indicador de carga del interior, pero podré moverla sin problemas.
La chica comenzó a desabrochar las correas y a desencajar el cuerpo de los pesados arneses. Cuando la terminó de sacar, la apoyó cuidadosamente en su hombro. Las piernas de la androide colgaban lacias e inertes sobre el alto cuerpo de Metallurgy.
No la tumbes todavía.-especificó Marah-Siéntala en un lateral.
Metallurgy colocó a Ayako en un borde de la máquina y la sujetó de los hombros para que no se cayera. Marah se acercó y comenzó a pasarle unos escáneres que desplegó de debajo de su bata con simplemente mover una mano.
Dalton, pasa a tu terminal todos los datos electromecánicos.-dijo Marah-Necesitaré que los monitorices y analices en tiempo real para que puedas dar un diagnóstico ingenieril actualizado que marque el ritmo de avance: no podremos dar un paso adelante en el tratamiento si tu diagnóstico de ingeniería y el mío médico no concuerdan.
Dalton comenzó a pinchar los escáneres con un aparato de pulsera que se había colocado debajo de la bata para, acto seguido, comenzar a pulsar botones de un teclado holográfico que estaba acompañado de una pantalla flotante de la misma naturaleza. Mientras tanto, Freya examinaba la cabeza de Ayako minuciosamente: había preparado un carro de instrumental en el que tenía un otoscopio, un rinoscopio, un laringoscopio, un oftalmoscopio y algunos útiles más con los que diagnosticaba la única parte humana del cuerpo de Ayako.
He terminado de automatizar los escáneres.-dijo Marah-Se moverán y obrarán de manera solidaria a nuestro hacer, así que ya puedo hacer otras tareas.
Para ser lo único humano que tiene ahora mismo…-dijo Freya-…tiene la cabeza bastante bien. Sus oídos están perfectos, su nariz también…y, bueno, de la boca hacia el interior también está en buen estado…salvo por el hecho de que se pierde la continuidad por motivos obvios. Sus ojos tienen una textura y un color muy poco sanos, y su cabello está muy damnificado: está ralo, áspero, seco de más y quebradizo. Además, parece haber sufrido una decoloración muy violenta, no es para nada un pelo blanco natural como el de Metallurgy.
Ayako era morena.-dijeron a la vez Marah, Dalton y Nikola.
Vi una imagen…-asintió Freya.
La decoloración y pérdida de brillo en los ojos y en el cabello es fruto de la biorrobotización.-explicó Marah-Lo que no sé es por qué su cabeza no ha sido intervenida, pues, ahora mismo, no tiene demasiadas funciones, ya que las funciones de percepción y relación con el medio las realiza el sistema.
Lo cual nos lleva a ese punto escabroso que Dalton comentó en el dossier que te escribió poco después de abandonar la nave de esos individuos de otro planeta…-dijo Freya con seriedad.
Nikola torció el gesto.
Ha llegado la hora de que él también lo sepa.-dijo Dalton mientras manipulaba su equipo.
Existe una probabilidad de que sólo la cabeza de Ayako sea humana.-dijo Freya-En otras palabras…que esto sea un robot de fábrica con la cabeza de esta chica y no un bio-robot. En ese caso…no habría nada que hacer.
¡No puede ser!-Nikola se puso nervioso.
Cálmate, Nikola…-dijo Marah-…es bastante improbable, pero necesitábamos que lo supieras.
Está bien…-dijo Nikola-…intentemos todo lo que esté en nuestras manos para salvarla.
¡Así se habla!-lo elogió Freya.
Las señales están estabilizadas.-dijo Dalton-No hay ningún parámetro alarmante en esta máquina…teniendo en cuenta que está destrozada, claro. Me refiero a que los datos son los típicos de un androide desguazado. Estamos ante la normalidad, podría decirse.
Es hora de tumbarla.-dijo Marah.
Las alas están muy rotas.-dijo Freya-Sólo servirán de molestia a la hora de acomodar el cuerpo. Será mejor proceder a cortarlas. Metallurgy, Nikola, nos gustaría que hicierais un corte limpio…
Está bien.-asintió Metallurgy mientras preparaba dos cortadores láser de mano de su propia fabricación.
¿Por qué yo?-preguntó Nikola-No quiero cortar a…
¿Estás seguro de que no quieres liberar a tu amada Ayako de toda la inmundicia que le han puesto encima?-preguntó Metallurgy mientras le tendía uno de los cortadores a Nikola.
Tienes razón.-asintió el joven.
Metallurgy y Nikola procedieron a cortar un ala cada uno. Los cortes fueron tan precisos, suaves y limpios que dejaron la espalda de Ayako como si nunca hubiera sufrido daños.
Sin perder un segundo, Freya y Marah tumbaron a Ayako y comenzaron a colocarle todos los arneses y seguros pertinentes.
Ya hemos fijado el cuerpo.-dijo Marah-¿Alguna fluctuación por la pérdida de las alas?
El flujo magnético por las armaduras escapulares ha variado drásticamente, pero no compromete la seguridad del sistema.-informó Dalton-Es una simple visualización gráfica del gran poder que poseían esas alas…
Bien.-asintió Marah-Ahora hay que colocarle estos apéndices…
La chica comenzó a sacar partes ocultas de debajo de la máquina. Eran soportes, con un asidero para su fácil manipulación, que mantenían una serie de agujas de distintos tipos. Cada soporte iba sujeto a un cable de la máquina. En total, habría unas doscientas agujas.
Las agujas de menor diámetro son las fisiológicas.-explicó Marah-Inyectan fármacos o extraen sustancias peligrosas para el desarrollo del trabajo. Las más gruesas son mecánicas, eléctricas, magnéticas…se encargan de aportar las diferentes capas de ingeniería que posee un robot…o de sustraerlas. Pulsando esta combinación de botones…activaré una matriz de emisores luminosos que señalarán en color verde los puntos de las agujas fisiológicas, y en rojo los de las agujas de propósito tecnológico, con objeto de que queden todas pinchadas en su sitio. Yo colocaré las ingenieriles mientras tú, Freya, le pones las fisiológicas. Mira muy bien el número de referencia en cada soporte antes de clavarlo para evitar confusiones.
Ahora tenían a Ayako llena de agujas.
Ahora habría que activar cada uno de los sistemas que gobiernan las agujas para que todas hagan su trabajo.-dijo Marah-Se puede hacer con los elementos operativos del hardware, pero también se puede hacer mediante un programa informático que lo configurará todo con casi total automaticidad.
La joven conectó un pequeño terminal informático a la máquina, descargando en él una secuencia de instrucciones. Freya se fijó en que la máquina llevaba ranuras para leer siete tarjetas.
Tarjeta de parámetros electromagnéticos.-dijo Marah.
Aquí está.-Dalton le pasó una tarjeta holográfica con todos los números y gráficos que había extraído de la monitorización.
Tarjeta de parámetros mecánicos y constructivos.-añadió la chica.
Dalton le pasó otra de sus tarjetas, que la chica iba introduciendo en la máquina.
Tarjeta de inventario tecnológico.-volvió a pedir Marah.
De nuevo, Dalton le pasó otra tarjeta.
A continuación, introduzco mi tarjeta de colegiación médica, mi tarjeta de inventario farmacológico y mi tarjeta de omisión de restricciones de seguridad para lograr un rendimiento lo más alto posible.-Marah operaba en voz alta-Falta una séptima tarjeta…una que sólo se introduce en caso de biorrobotización inversa: una imagen de cómo era el objetivo antes de convertirse en robot…en formato de tarjeta.
Nikola se la tendió sin mediar palabra. Freya se dio cuenta de que era la misma imagen que le mostró hacía un tiempo.
Ya puedo programar y poner en marcha la maquinaria.-Marah se mantenía seria, pero parecía estar llevando a cabo ese proceso con optimismo y cierta alegría-Metallurgy, ¿es correcto este valor de la masa de Ayako?
Sí.-respondió Metallurgy al observar la pantalla.
Unos tanques que formaban parte de la máquina comenzaron a llenarse de líquidos de diversos colores: los fármacos parecían estar a punto de administrarse. A su vez, se pusieron en marcha varios elementos motrices. Freya observaba el proceso con atención. Los fármacos eran líquidos de colores muy intensos y variados…parecían difíciles de manejar.
¿Sientes curiosidad?-preguntó Marah-Puedo dejarte bibliografía técnica para que lo estudies…
Te lo agradecería.-dijo Freya-Por cierto, vamos bien, ¿verdad?
Todavía no podemos saberlo.-dijo Marah-¿Cómo están las señales, Dalton?
Debilitándose absolutamente todas…y a buen ritmo.-dijo Dalton.
Por primera vez en el trabajo de un ingeniero, será positivo que su trabajo virtual se borre por completo.-dijo Marah-Eso es buena señal: significa que la máquina que estás controlando se está…alejando.
¿Eso quiere decir que estamos humanizando de nuevo a Ayako?-preguntó Dalton con el corazón en un puño.
En un bio-robot conocido, sin duda.-dijo Marah-No obstante, aún no tenemos manera de saber si Ayako lo es o simplemente se trata de un robot adornado con una cabeza humana…
¿Cómo podemos averiguarlo?-preguntó Nikola.
Ya que la biorrobotización inversa sólo es posible en individuos previamente biorrobotizados…-dijo Marah-…sólo podremos saberlo esperando a que el proceso avance: si se estanca, significará que Ayako es un robot adornado con una cabeza…si, por contraparte, progresa…Ayako se salvará.
Nikola miró al suelo. Las lágrimas asaltaban sus ojos plateados.
¿Esto tardará mucho?-preguntó Freya.
En general, sí.-dijo Marah-No obstante, esta vez está yendo muy rápido…
¿Eso es mejor o peor?-preguntó Freya.
Tengo dos hipótesis.-explicó Marah-Una es que sea mejor por el hecho de que la cabeza es humana y contribuye a acelerar el proceso. La otra es que simplemente el proceso se precipite a un final abrupto por no tener a un bio-robot puro.
Esperemos que se cumpla la primera…-terció Metallurgy.
En uno de los tanques vacíos comenzó a filtrarse un líquido rojo muy intenso. Marah lo señaló con su mano, se tapó la boca sorprendida con la otra y comenzó a lagrimear.
¿Qué sucede?-preguntó Dalton alarmado.
Sa…sa…-dijo Marah con una gran sonrisa sin poder reprimir sus lágrimas de alegría-¡SANGRE! ¡Se está formando sangre! ¡Ayako es un bio-robot puro! ¡Está volviendo a ser una mujer! ¡Su sangre está volviendo! No es sangre nueva ni sintética… ¡es la verdadera y genuina sangre de Ayako!
¡Bien!-exclamó Freya.
Oh…-Metallurgy se limpió las lágrimas con un pañuelo.
Menos mal…-suspiró Dalton mirando hacia el techo.
Ayako…-Nikola se echó a llorar a los brazos de Dalton.
¡Mirad!-exclamó Freya-¡Hay un mechón negro en su cabello!
Está recuperando el color del pelo gradualmente…-dijo Marah-…y su piel ya no es tan blanca…estamos consiguiéndolo.
¿Puedo examinarla mientras el proceso tiene lugar?-pregunto Freya.
Por paradójico que suene, no hay contraindicaciones.-dijo Marah-Adelante.
Freya volvió a coger su oftalmoscopio y, separándole cuidadosamente los párpados, miró de nuevo uno de los ojos de Ayako. Volvía a tener el tono azul eléctrico de la imagen. Echó entonces un vistazo al cuerpo. La armadura metálica parecía en aquel entonces una costra de piel muerta.
Eso es piel, ¿verdad?-preguntó Freya.
Exacto, piel humana.-dijo Marah-Ayako se está convirtiendo en la mujer que siempre ha sido…será tal y como era justo antes de ser transformada.
¡Interesante!-exclamó Freya-Me pica la curiosidad…
Ayako tiene 26 años como yo.-dijo Nikola-Llevo 7 años sin verla, así que la última vez que la vi tenía 19…no sé cuánto tiempo hace que le hicieron esta atrocidad, así que no me extrañaría encontrarla algo cambiada.
De momento, sabemos que tiene el pelo más largo que su versión androide.-dijo Marah-Le está creciendo bastante.
Y más pecho también tiene.-observó Freya.
Nikola enrojeció y miró al suelo.
Error del sistema.-leyó Dalton de su pantalla-El objetivo está desconectado.
¡Perfecto!-exclamó Marah-¡La máquina ha desaparecido! Ahora sólo hay que esperar a que la mujer termine de gestarse.
¿Ya has terminado?-preguntó Nikola-Entonces, será mejor que los hombres abandonemos la sala… ¡Ayako saldrá desnuda, al fin y al cabo!
Dalton miró a Marah, a Freya y a Metallurgy, quienes lo excusaron con una sonrisa. Con comprensión y complicidad, acompañó a Nikola fuera de la sala.
No quiere que lo veamos llorar.-dijo Marah con una sonrisa-Es demasiado duro consigo mismo. Lloró tanto que acabó prometiéndose que no volvería a hacerlo si podía sustituirlo por luchar en pos de sus ideales. No obstante, hasta para una roca impenetrable como Gareki, este momento es demasiado conmovedor…y ahora mismo tiene que estar llorando como un niño.
Mientras Marah hablaba, las lágrimas de alegría surcaban su cara. Metallurgy tampoco ocultaba que estaba llorando, también eufórica. Freya parecía contenta, pero continuaba vigilando el proceso atentamente: no tenía motivos para llorar.
Dalton es la única persona delante de la cual lloraría sin vergüenza.-explicó Marah mientras observaba la finalización de su trabajo-Son hermanos prácticamente: no se esconden nada, entre ellos no existe la vergüenza, no existen los secretos, no existe el pudor, no existe el orgullo…sólo la amistad. Que dos mejores amigos como ellos encontraran pareja en fechas próximas nos hizo quedar como una especie de familia feliz…Nikola siempre se ha portado muy bien conmigo y nos hemos hecho muy amigos, y Ayako siempre fue íntima amiga mía también. ¡Oh, mirad! Ya están saliendo todos los datos biológicos de Ayako: desde sus medidas hasta su genotipo. ¡Estamos ante toda una mujer!
Voy a examinarla yo.-dijo Freya-Ya que te has esforzado tanto en la parte anterior, déjame reconocerla…
Freya examinó la totalidad del cuerpo de Ayako mientras entre Marah y ella le quitaban las agujas.
Tensión adecuada, músculos en perfecto estado, huesos bien formados y sin irregularidades, piel impoluta…-dijo Freya-…parece muy sana. ¿Cuándo despertará?
El despertar es forzado.-dijo Marah-La podemos despertar cuando queramos. No obstante, habrá que darle algo de ropa…y, con esta talla…es ridículo pensar en ropa mía…es grande hasta para Metallurgy…y ridículamente pequeña en comparación contigo, Freya.
De momento, podremos cubrirla con una sábana.-dijo Freya-Por lo menos estará algo más atemperada y no se verá desnuda frente a dos desconocidas y una vieja amiga. ¿Cuál es el color favorito de Ayako?
El negro.-respondió Marah-Nikola y ella solían utilizarlo muy a menudo hasta su separación, a partir de la cual él adoptó el verde por ser el color con el que le obligaron a bajar a las alcantarillas…
Metallurgy sacó de un almacén una sábana negra con un aro mágico y la tendió encima de Ayako.
Creo que es el momento.-dijo Marah.
. . .
Dalton y Nikola estaban en el suelo, sentados uno al lado del otro. Tan grande y fornido como era, Nikola se había dejado caer prácticamente encima de Dalton.
¡Por fin volveré a verla!-exclamó entre lágrimas de alegría-¡Pensé que estaba condenado al sufrimiento eterno!
Tranquilo, amigo.-dijo Dalton acariciándole levemente la melena-Ayako volverá con nosotros.
¿Crees que sabré mantenerla a mi lado?-preguntó Nikola.
No seas crío…-Dalton le sonrió y le sacó la lengua-…eres el hombre de su vida. Ayako siempre te ha amado…siempre os habéis amado…y hoy volveréis a amaros.
Quiero estar junto a ella para siempre…-insistió Nikola mientras se secaba las lágrimas-…empezando hoy.
Las puertas que estaban tras ellos se abrieron. Freya salió con una sonrisa de máximo orgullo, seguida de Metallurgy, que se secaba las lágrimas con un pañuelo, y Marah, que ayudaba a caminar a una figura de elevada estatura que se hallaba cubierta por una sábana negra.
¿Gareki?-preguntó la recién llegada-¡Gareki! ¿Eres tú?
Nikola se levantó y encaró a la figura que Marah sujetaba: estaba desconcertada y ataviada únicamente con una sábana enroscada alrededor de su cuerpo, pero…allí estaba…Ayako.
Ayako…-dijo Nikola entre lágrimas-…cuánto has...
Ayako se soltó de Marah y echó a andar hacia Nikola, quien se había quitado las gafas y tenía los brazos abiertos a la mujer de su vida.
…crecido.-terminó la frase justo cuando la chica se entregó a sus brazos.
Se fundieron en un tierno beso que pareció transportarlos a otro lugar, a otra época…
Las lágrimas de Ayako terminaron de demostrar su humanidad: no había perdido nada de su memoria ni de su personalidad, al parecer, incluyendo en ello el amor que sentía por Nikola. Tenían mucho que contarse, y muchas preguntas que hacerse unos a otros…pero eso tendría que esperar.
Les dejarás una habitación, ¿no, Metallurgy?-preguntó Dalton guiñando un ojo.

Por…-tartamudeó Metallurgy-… ¡por supuesto!

2 comentarios:

  1. La trasformacion de Ayako me ha llegado a la patata. Ha sido super emotivo y bonito verlos a todos unidos ayudando y el final boh muy lindooo. Me he encantado.

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    1. Oh, ¡cuánto me alegro! También tenía que haber algo bonito de vez en cuando, no todo tienen que ser penas y problemas...pero casi. ¡Ya queda poco, mantente al día y no dejes de disfrutar! ¡Muchas gracias!

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