miércoles, 8 de octubre de 2014

[WCIII] Episodio XVII: Varias vistas

REACTION
WORLDS COLLIDE III
Episodio XVII · VARIAS VISTAS

Yurika había intentado por activa y por pasiva encontrar algo de lógica en aquello, pero no había tenido mucha suerte. Se veía bastante obligada a avanzar por la fuerza, como era ya de esperar, pues aquel hombre impasible y silencioso se negaba a dejar que cruzase la única puerta que había en la sala. Se encontraba a solas frente a ese hombre y con un animal enjaulado a su derecha. No sabía que estaba siendo observada por todos sus camaradas, pero tampoco era algo que alcanzaría a imaginar, pues estaba más pendiente de su situación actual. Se fijó en la jaula: en su interior se encontraba un tipo de ave que no había visto nunca. Los animales nunca fueron su campo de estudio favorito, aunque le habían enseñado muy bien en sus años de instituto, por lo que tenía un más que notable bagaje al respecto, y más para ser una estudiante de su edad y curso, pero nunca antes había visto a esa criatura. Tenía una forma parecida a la de un águila, sobre todo en vista de perfil, pero era tan grande como un quebrantahuesos. Su aspecto rapaz y feroz se cubría de un elegante plumaje verde con algunas plumas azules repartidas regularmente alrededor de su lomo y sus alas. Tenía unas garras muy grandes, un pico amenazador y unos ojos anaranjados muy atractivos. Yurika no pretendía dejarse llevar por su inexperiencia, pero una parte de su mente acogía la idea de que tal vez no era un animal conocido sino algún tipo de monstruo o criatura mágica. En cualquier caso, lo que sí era cierto es que no era una máquina: era más que apreciable que esa criatura estaba viva…y descontenta. Cabizbaja, entristecida y con la mirada perdida, aquella criatura se había resignado a observar lo que acontecía en aquella sala.
Si no quieres decirme quién eres ni para qué estamos aquí…-dijo Yurika-… ¿me dirás al menos por qué está este gran pájaro encerrado aquí?
La imponente e inexpugnable figura de la armadura roja no se inmutó.
¿Me dejarías salir de aquí?-preguntó insistentemente la chica.
Otro silencio como respuesta.
Está bien.-la chica se encogió de hombros.
Sin ningún miedo ni ninguna preocupación, Yurika echó a andar hacia la puerta con objeto de salir de allí: haciendo esa prueba podría tener una idea algo más útil del comportamiento de aquel individuo.
Justo cuando iba a agarrar el picaporte de la puerta, Yurika se vio interrumpida por el brazo de aquel ser que no hablaba. La forma de la armadura y su negación a hablar impedían discernir si dentro de ese traje había un hombre o una mujer…suponiendo que fuera humano. Más allá de ese dato sin importancia, Yurika vio confirmadas sus sospechas: el vigilante desconocido no iba a dejar que saliera de allí.
Va a comenzar la prueba.-dijo una voz de procedencia desconocida.
Yurika prestó mucha atención a aquello. Una voz totalmente asexuada y de sonido artificial, como si de una máquina parlante se tratase, comenzó a hablarle. Desconocía si era del ser de la armadura roja o de otra fuente remota.
Éste es el juego del tiempo.-continuó la voz-La trama temporal se orienta a derechas en nuestras mentes por convenciones tradicionales incluso en las personas zurdas. Esto es, tu cometido es el de desplazarte hacia el extremo derecho…partiendo desde el centro. No podrás avanzar hasta que no comprendas tu posición. Estarás completamente sola en la prueba, sin más ayuda que la que tú misma puedas brindarte.
En el preciso instante en el que la voz dejó de sonar, el tipo que encaraba a Yurika echó a correr hacia ella puño en vilo para golpearla. La joven se agachó, evitando el impacto y viéndose obligada a dar una voltereta hacia atrás para evadir una patada circular baja.
Cómo lo sabía…-siseó Yurika-…no sabéis arreglar las cosas si no es a base de golpes…
El ser armado apuntó a la joven con la palma de su mano. Concentró una esfera de energía de color blanco y la disparó a gran velocidad. La chica saltó y evitó el impacto, viendo cómo dejaba una quemadura redonda en la pared.
Jugaremos a lo que quieras…-dijo Yurika encogiéndose de hombros-…más no te lamentes si pierdes. ¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
La chica saltó girando sobre sí misma hacia su contendiente y le lanzó una potente patada en picado. El tipo ni siquiera se contoneó, sino que la agarró del tobillo y la lanzó contra el suelo como si blandiese un martillo.
¡Maldita sea!-bramó Yurika mientras se incorporaba tras el pesado impacto-¡Quita tu sucia mano de mi tobillo!
La chica comenzó a patear rápidamente la mano de su enemigo con la pierna que tenía libre. En respuesta, el supuesto hombre apretó más y más fuerte el tobillo de la chica.
¿Te quieres?-preguntó Yurika-De ser así, permíteme advertirte de que vas a quedar un poco malogrado…
Yurika transformó la pierna que tenía libre en una escopeta de gran tamaño y le disparó a quemarropa, lanzándolo por los aires.
Te lo dije…-dijo la chica incorporándose.
Lanzó una patada de talón con la que pisaría a su enemigo para impedir que se levantara del suelo tras la caída, pero su pie impactó en el rojo pecho de la armadura sin causar ningún efecto, por lo que su contendiente no tardó en levantarse.
Me da igual lo resistente que seas…-informó la chica-… ¡toma esto!
La joven se giró levemente y lanzó una patada lateral media contra el tórax de aquel tipo, pero tampoco causó ningún efecto.  El enemigo respondió agarrando su pierna y haciéndole una llave de sumisión contra el suelo. Aprovechando este movimiento, se montó encima de ella, bloqueando sus piernas con las suyas propias, y apuntó a la espalda de su inmovilizada enemiga con la mano, creando otra bola de energía blanca.
Si me da con eso no creo que me haga cosquillas…-pensó Yurika-…tengo que pensar en una manera de librarme de aquí…
De manera casi instantánea, las piernas de Yurika se convirtieron en dos bisagras con resorte que se abrieron hacia el suelo, arrancando a su enemigo de encima de ella, pegándolo al suelo y desviando el proyectil blanco hacia el techo, donde provocó una quemadura. Tras este movimiento, devolvió sus piernas a su forma normal y saltó sobre el cuerpo del enemigo para caerle encima con ambas rodillas. Éste rodó, obligándola a estirar las piernas y poner las plantas de los pies sobre el suelo para evitar un golpe. Sin dilación, Yurika lanzó una patada a la altura de la cabeza del enemigo, pero no surtió ningún efecto. Giró en sentido contrario y cambió de pierna para propinar otra patada, pero esta vez convirtiendo su pierna en un péndulo de demolición, logrando abatir al tipo.
¡Claro!-exclamó Yurika-¡Ya lo comprendo! ¡Sólo le afectan los ataques mágicos! Tal vez eso tenga que ver con lo que ha dicho antes esa voz del juego del tiempo…derecha, centro…
El tipo que se enfrentaba a ella no iba a darle tregua, como demostró con su asalto en carrera.
¡Ya lo entiendo!-exclamó Yurika convirtiendo su pierna izquierda en un muelle que hizo que su enemigo se alejase saliendo expelido-Avanzar a derechas será el futuro y, si mi posición es el centro…quiere decir que la solución de la prueba tiene algo que ver con el pasado. En otras palabras: artes marciales ya sabía, pero empecé con la magia hace relativamente poco tiempo…eso explicaría por qué mis patadas no le hacen daño pero mis transformaciones sí…
El enigmático individuo lanzó otro proyectil blanco por su mano. Yurika lo interceptó lanzando una bola de luz con sus manos. Como la chica esperaba, su proyectil sobrepasó al de su enemigo e impactó contra él, haciéndolo caer al suelo.
Veo que, en efecto, sólo tengo que atacarte con técnicas aprendidas recientemente…-dijo Yurika-… ¡date por jodido ahora que conozco tu punto débil!
. . .
¡No te tengo miedo ni te lo tendré jamás!-exclamó Yamiyuki-¡Prepárate!
Yamiyuki lanzó una elegantísima patada giratoria alta de gran potencia contra Yamibara, pero éste leyó su movimiento de manera anticipada y, girando sobre sí mismo de manera grácil pero amenazadora, lanzó una patada giratoria baja para tirar a su oponente al suelo. Yamiyuki lo vio y saltó, interrumpiendo su patada pero evitando una caída, tras lo cual contraatacó con una patada lateral aérea que Yamibara, por su gran altura, pudo bloquear con la palma de la mano. Sin darle tiempo a su pariente a agarrarle el pie, el más joven de los dos retrajo su pierna, compactó su cuerpo mientras daba una voltereta para cambiar de orientación y se extendió de nuevo, dejándose caer en una hermosa patada de talón que, de nuevo, el mayor de los parientes pudo parar con un bloqueo de antebrazo. Dejando de lado cualquier idea que no fuera la de la victoria, Yamiyuki se impulsó en el antebrazo de Yamibara para coger altura en el aire de nuevo y, girando sobre sí mismo mientras se alejaba, lanzó una patada justo antes de estar demasiado lejos como para impactar. Yamibara se ladeó cruzando una pierna por detrás de la otra y dejando caer el peso de su cuerpo con gracilidad, evitando el impacto y obligando a Yamiyuki, que ya estaba demasiado lejos como para lanzar otro golpe certero, a aterrizar.
¡Qué patadas tan bonitas!-lo elogió Yamibara-Se nota que eres de la familia.
Lo mismo digo.-respondió Yamiyuki-Tienes buena defensa y buena evasión, pero… ¿y el factor agresivo?
¿Te lo enseño?-preguntó Yamibara-¿Quieres verlo?
Vamos a intentarlo.-Yamiyuki le hizo un gesto con la mano solicitando el ataque.
Justo después, Yamiyuki se ladeó levemente, permitiéndose ver cómo la pierna de Yamibara, larga como un látigo, atravesaba con rectitud la posición anterior en la que se situaba: su pariente mayor se había colocado detrás de él con una agilidad apabullante y había lanzado una patada de gancho, pero la maniobra había resultado predecible para el más joven de los dos.
No esperaba que fueras a evitar ese golpe…-dijo Yamibara.
No esperaba que fueses tan sucio como para intentar distraerme con objeto de que no pudiera hacer lo mismo con el siguiente golpe.-respondió Yamiyuki mientras esquivaba con prontitud un gancho ascendente por sorpresa.
¿Nunca te han explicado que en el amor y en la guerra todo vale?-preguntó jocosamente Yamibara.
Todo vale, sí, pero no todo te servirá.-respondió Yamiyuki chocando el dorso de su puño con el de Yamibara, que había lanzado otro golpe fugaz.
¿Contra ti?-preguntó Yamibara con sorna-¡Todo! ¡Ya te he dado una pequeña toma de contacto, pero ahora es el momento de luchar como suelo hacerlo!
Sin previo aviso, Yamiyuki sintió un latigazo en la zona lumbar de su espalda que le causó un dolor ardiente. ¿En qué momento había lanzado su familiar aquella patada tan brutal? Sin poder contraatacar ni defenderse, sintió el puño de Yamibara hundiéndose en su estómago, tras lo cual notó cómo los largos y lánguidos brazos de éste lo agarraban y lo lanzaban contra el suelo en una proyección giratoria. Mientras se incorporaba, Yamiyuki recibió cuatro patadas bajas de Yamibara por diferentes sitios y fue forzado a levantarse de golpe con un gancho alto en la barbilla a ras de suelo. Una vez estuvo de pie, pero todavía inestable, fue lanzado por los aires de una patada.
¡JAJAJAJAJA!-Yamibara rió sádicamente-¡Sabía que no serías nada en comparación conmigo!
Yamibara saltó hacia Yamiyuki como si fuera un ave depredadora y lo agarró, retorciéndole las cuatro extremidades con sus brazos y piernas a la vez que se preparaba para estamparlo de cara contra el suelo.
La caída fue brutal, y acabó con el cuerpo de Yamiyuki incrustado en un boquete y Yamibara de pie encima de su espalda.
¿Esto es todo lo que puedes hacer, heredero de Megami?-se mofó Yamibara.
¡No te burles de mí!-le espetó Yamiyuki cayendo encima de él con un puñetazo descendente.
Yamibara paró el impacto y lanzó a su pariente menor por los aires empujándolo con la mano con la que había bloqueado el puñetazo.
No sé cómo te has zafado de ahí abajo tan rápido, pero no creas que te va a salvar la vida…-le advirtió Yamibara.
Me parecía muy extraño poder bloquear todos tus golpes en un primer intento, y más aún cuando la misma Freya me ha advertido sobre lo que yo también siento acerca de ti…-dijo Yamiyuki-…me esperaba algo como esto tras el primer intercambio de golpes. Peligroso para mí, sí, pero obvio, al fin y al cabo…lo cual es tanto o más peligroso para ti que tu poder para mí.
Los Kuroi nos mejoramos de generación en generación de manera íntegra.-le recordó Yamibara-Si no eres más fuerte que yo, ¿qué te hace pensar que tu intelecto está a la altura del mío?
No te atrevas a subestimarme, Yamibara.-dijo Yamiyuki sacudiéndose el polvo de la ropa-Serás más fuerte que yo, más grande, más peligroso, más dotado de diferentes poderes…pero todo eso palidece ante mi seguridad…ante la certeza que tengo de que podré contigo cueste lo que cueste. No estoy acabado…ni me daré por vencido sólo por unos pocos golpes. ¡Esto acaba de empezar!
¡Espero que no llores cuando te parafrasee esto último en el momento en que comience a desmembrarte lenta y exhaustivamente!-amenazó Yamibara.
Claro que no lloraré…-dijo Yamiyuki-… ¡porque ese momento nunca llegará!
El chico abrió una mano y una enorme masa de fuego comenzó a generarse flotando encima de ella.
¿Vas a mostrarme tus poderes?-preguntó Yamibara-¡Qué interesante!
Interesante será ver cómo ardes…-dijo Yamiyuki mientras lanzaba aquella masa.
Un chorro de fuego salió disparado hacia el enorme Yamibara.
¡Me gusta jugar a lo mismo que tú!-confesó Yamibara-¡Por cada poder tuyo que me enseñes, te enseñaré yo uno de los míos! Como Kuroi, yo también tengo varios poderes elementales no mágicos.
Yamibara abrió la mano y dejó salir de ella una espiral arremolinada de agua que no tardó en apagar las llamas de Yamiyuki.
¡Mierda!-maldijo Yamiyuki para sus adentros-¡Tiene el poder del agua!
Sin tiempo para apartarse, Yamiyuki fue arrastrado por un caótico chorro de agua a presión.
Tu fuego habría sido muy útil de no ser porque puedo apagarlo a placer…-dijo Yamibara haciendo ademán de pisar la cabeza de su contendiente.
Yamiyuki se incorporó y saltó hacia atrás, alejándose prudentemente de su enemigo. El cuerpo de Yamibara se rodeó de una capa móvil de agua: se mojó por completo y se mantuvo así. El poder del agua le daba la capacidad de respirar en ella, pudiendo mantenerse inmerso en el líquido sin ahogarse.
¡Esta bonita capa de agua inutilizará tu fuego!-se mofó Yamibara-Pobrecito…
Inutilizará el fuego, sí, pero hará formidable el efecto de otra carta que puedo jugar.-siseó Yamiyuki.
El joven lanzó un enorme chorro de electricidad por su mano, impactando de frente contra Yamibara. El efecto conductor del agua le hizo sufrir una fortísima electrocución.
¡Argh!-bramó Yamibara-¡Mierda!
Se liberó de su capa de agua haciéndola explotar. El poder explosivo del agua sofocó en cierta medida el poder espiritual que Yamiyuki estaba empleando en generar la electricidad, por lo que pudo cortar la electrocución y romper el haz de rayos con su mano.
He de reconocer que ésa ha sido buena…-dijo Yamibara, todavía mojado-…y, como lo prometido es deuda, por cada carta que muestres, mostraré yo otra. La verdad es que nuestro estilo de vestir es bastante similar… ¿te gusta esta media capa roja tan elegante? ¡Pues no es un mero adorno!
Yamibara contoneó sus hombros. Como si tuviera vida propia, la capa comenzó a alargarse y a buscar a Yamiyuki, quien vio cómo causaba un profundo corte en una fachada circundante: aquella cosa cortaba como el demonio.
¿Es esto a lo que te referías cuando me prometías mostrarme aplicaciones científicas al combate?-preguntó Yamiyuki mientras esquivaba los golpes de la capa de Yamibara, quien la comandaba como si estuviese bailando.
Tómalo como una introducción de la introducción, jovencito.-respondió Yamibara mientras lanzaba ataques con su prenda.
Yamiyuki intentó apartar los peligrosos trozos de tejido a base de llamas.
¿Pensabas que si desarrollaba ropa como arma de combate, ésta no sería ignífuga?-preguntó Yamibara riéndose-¡No seas ingenuo!
Uno de los trozos de la capa alcanzó a Yamiyuki en el último segundo de una maniobra evasiva, causándole un corte en la cintura.
¡Diana!-exclamó Yamibara.
¿No quieres que peleemos desnudos?-sugirió Yamiyuki.
¿No te ha gustado mi invento?-preguntó Yamibara con sorna.
Sí, pero no en los momentos en los que es usado contra mí.-respondió Yamiyuki-Reconozco que es ingenioso y funcional, pero sigue sin hacerme gracia eso de que me haga derramar sangre, ¿sabes?
Ya sabes lo que tienes que hacer para pararme…-le recordó Yamibara-… ¡muéstrame otra de tus bazas!
Yamiyuki se preparó para atacar de nuevo. Mantenía una férrea concentración sin desatender a las imágenes de sus dos compañeras. Escuchaba también con atención sus diálogos y, en grandes rasgos, distinguía que Yurika se estaba haciendo poco a poco con la ventaja, mientras que la lucha de Marah estaba estancada e inclinándose en contra de ésta gradualmente. Si quería hacer algo al respecto, lo primero que necesitaría sería librarse de Yamibara…
No voy a pelear siguiendo tus directrices.-dijo Yamiyuki-Utilizaré mis métodos y mis técnicas para acabar contigo. ¿Crees que no he entendido tu táctica para conocer todas mis habilidades? Quieres estudiarme, pero no te dejaré hacerlo…como mucho utilizaré el poder de la oscuridad, y porque todos los Kuroi lo tenemos.
Sí…-suspiró Yamibara generando una bola de negrura en una de sus manos-…aunque, si te niegas a usarlos… ¡te obligaré a que lo hagas! ¡Vamos a conocernos bien! Somos familia, ¿no? ¿Qué problema hay?
Me repugna que utilices falazmente los valores familiares siendo una deshonra para nuestro apellido.-dijo Yamiyuki-Aún no me has dado motivos para valorarte positivamente, ni como científico, ni como pariente, ni como hombre. ¿Dónde está todo lo que dijiste que me mostrarías?
Dije que te abriría los ojos, Yamiyuki…-dijo Yamibara-…pero no que fuera a hacerlo sin nada a cambio. Date a conocer tú también y hablaremos.
No vas a provocarme.-dijo Yamiyuki-¡Lucharé como vea pertinente!
Yamiyuki se lanzó hacia Yamibara con su pierna envuelta en fuego. Yamibara la apagó con una cortina de agua cuya elevada masa desequilibró a Yamiyuki y le dio la oportunidad de empujarlo contra el suelo con una mano.
Me lo pones demasiado fácil…-se quejó Yamibara.
No has visto nada.-le espetó Yamiyuki mientras se levantaba.
¡Tú sí que vas a ver algo!-le amenazó Yamibara-Algo como… ¡ESTO!
Yamibara juntó sus manos y lanzó un ingente chorro de oscuridad contra Yamiyuki, quien paró el impacto con una barrera oscura fina pero inamovible.
Je…-Yamiyuki se sonrió.
Aprovechando que se había juntado oscuridad con oscuridad, se fundió con la energía oscura y apareció súbitamente detrás de Yamibara con una pierna envuelta en una inmensa masa oscura con la que lanzó una rapidísima sarta de patadas. La oscuridad hacía el ataque más rápido, certero y dañino. Tras esquivar varias, bloquear otras tantas y sufrir otras cuantas, Yamibara se vio obligado a realizar maniobras evasivas a alta velocidad, como si estuviese bailando frenéticamente…o eso parecía. Yamiyuki podía seguir los veloces movimientos de Yamibara con sus avezados ojos, pero no sabía si la velocidad distorsionaba la imagen perceptible del cuerpo de su oponente o si de verdad se estaba deformando a una velocidad reducida y por eso parecía rápido…

¿Qué cojones está pasando?-se preguntó Yamiyuki.

2 comentarios:

  1. Wow este capítulo sí que ha molado, por el combate de Yami, sobretodo. Reconozco que me intriga que hará Yurika pero parece que ya lo tiene bajo control así que... espero con ansía el final del traidor.

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    1. Yamibara aún tiene que hacer bastante ruido, pero... los próximos episodios traerán nuevas respuestas y, ¿cómo no? ¡También nuevas preguntas!

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