miércoles, 24 de junio de 2015

[TY] Episodio 61: Trío de ases

TAIMANIN YAMIYUKI
Episodio 61: Trío de ases

TAIMANIN YAMIYUKI
Episodio 61: Trío de ases
Sin muchos esfuerzos, los Taimanin lograron despachar a los mercenarios que los habían interceptado. A pesar de que habían tenido una pelea contra militantes de los Mazoku y que en cualquier pelea podía haber riesgos graves, el menor de sus problemas era el conflicto armado, pues se encontraban en unas instalaciones cuya extensión total desconocían y dentro de la cual no se sabían ubicar correctamente por no disponer de ningún tipo de mapeado.

La vez anterior tuvimos suerte porque la salida estaba cerca…-comentó Aoi-…pero no sé hasta qué punto vamos a ser afortunados en estos momentos… hay pasillos, puertas, ascensores y escaleras por todas partes… sin contar todo el personal hostil que puebla el edificio y que no sabemos dónde puede estar ni cómo se reparte… ¿qué hacemos?

En momentos como éste, lo más inmediato sería pensar en separarnos, pero esta vez no lo veo así… -comentó Rito- … y creo que vosotros tampoco lo consideráis ahora mismo, ¿me equivoco?

No, no te equivocas.-respondió Yamiyuki-No queremos que se repita lo que pasó cuando Belladonna estaba al mando, ¿verdad?

Los seis chicos recordaron fugazmente los difíciles días que pasaron: obligados a separarse, viéndose amenazados de muerte por generales de alto rango de los Neo-Nómadas, sometidos a tortura… fue una época muy difícil en la que lo pasaron realmente mal, por lo que en aquel momento preferían estar juntos y perderse a separarse y sufrir un ataque similar.

Eso es cierto.-terció Inuhito-Si nos pillan, que nos pillen a los seis y que intenten derrotarnos a todos a la vez… a ver qué tal se les da.

Vale, entonces lo tenemos claro: vayamos hacia donde vayamos, lo haremos juntos.-intervino Hagane-Ahora sólo tenemos que decidir qué vamos a hacer exactamente. Gracias al escrutinio de Inuhito, sabemos en qué dirección y sentido está moviéndose Tigres Black, así que ahí hay una pista. Está claro que puede ser muy arriesgado perseguirla, pero lo que propongo no es que nos lancemos a su espalda… sino seguir su ruta desde lejos y de una manera algo inexacta. Lo que quiero decir es que, como Tigres es la más importante de este tinglado, sea lo que sea lo que vaya a hacer ahora será, seguramente, algo de vital importancia. Ir al mismo lugar que ella puede ser un suicidio, pero ir a uno cercano puede ser una revelación, ¿no creéis?

Suena coherente.-asintió Yamiyuki-Cuando no se tiene ni idea de qué hacer…lo primero con un mínimo de consistencia se eleva como la opción estrella. Hagamos lo que ha propuesto Hagane. Al fin y al cabo, vamos a acabar partiéndonos la cara con esa tiparraca tarde o temprano.

Los chicos asintieron y se lanzaron como flechas con sigilo y velocidad hacia la dirección en la que habían visto a la líder de los Neo-Nómadas. Bien era cierto que el pasillo en el que la habían visto estaba unas plantas por encima de ellos, pero tenían claro que encontrarían unas escaleras apropiadas.

Tras subir algunas plantas mediante distintos tramos de escaleras y acabar con algunas patrullas de vigilancia, los Taimanin llegaron a la altura en la que habían vislumbrado a su gran enemiga. Se encontraban en un pasillo muy ancho con varias ramificaciones en ambos laterales. Tanto la rama central, en la que se encontraban ellos, como las secundarias, estaban acristaladas por ambos lados, pudiendo verse otras partes del edificio a su través. De esta forma pudieron distinguir la zona en la que habían comenzado a explorar el lugar. Algunos de los sectores que habían atravesado les resultaban similares y ya alcanzaban a hacerse una imagen mental de la disposición de aquel enorme complejo, pero seguían sin saber hacia dónde había ido su objetivo.

Sé lo que estáis pensando…-dijo Inuhito rompiendo el silencio-…yo también lo pienso en parte, pero tengo un as en la manga. Es cierto que no sabemos hacia dónde narices ha ido esa bruja, pero no sólo tengo buenos sentidos, sino también buena memoria. El día que nos enfrentamos en la gruta olí su perfume… y lo memoricé. Voy a inhalar profundamente…y, si tenemos la suerte de que sea una mujer fiel a un único perfume, encontraremos el camino rápidamente.

El chico de ojos rojos y cabello blanco inhaló profundamente a la vez que cerraba los ojos. De no ser por el leve sonido que producía el aire rozando con sus paredes nasales, nadie habría imaginado que estaba llenando tanto de aire su cuerpo: su extrema delgadez y su abdomen deprimido eran tan marcados que aun llenándose de aire no parecía hincharse lo más mínimo. Sus ajustadísimas mallas naranjas emitían un brillo dorado muy vistoso que terminaba de dar una pesada y explosiva nota de extravagancia a su cuerpo. Tras inhalar, abrió los ojos mientras exhalaba. Sonrió pícaramente.

Es fiel a su perfume.-dijo-¡Seguidme!

Como un perro, Inuhito se colocó a cuatro patas. Irguió su espalda y alzó su cadera como si estuviera a punto de abalanzarse sobre algo. Comenzó a saltar hacia las paredes, impulsándose entre ellas y zigzagueando en el aire por los pasillos. Pese a los saltos y los empujes, el sonido que producía era nimio, inapreciable: su dominio del sigilo era portentoso. De cerca lo seguían sus cinco compañeros y amigos, corriendo como guepardos y con un sigilo que nada tenía que envidiar al de quien los guiaba. Tras describir unas cuantas curvas en el camino, llegaron a un notable ensanchamiento. Inuhito paró en seco.

Ahí está esa zorra…-susurró-…será mejor que no nos acerquemos más.

Vieron a Tigres de espaldas. Estaba hablando con cuatro individuos muy familiares: Benibatsu, el traidor de los Taimanin, Kuritöö, la científica más eminente de los Neo-Nómadas, Layla, la sargento enviada desde Estados Unidos y Margaret, la teniente enviada desde el mismo país que la anterior. Tal cual eran las circunstancias en aquellos momentos, aquellos guerreros eran los cuatro grandes de los Neo-Nómadas, los generales más poderosos que trabajaban para Tigres Black aunque dos de ellas, las militares, no lo vieran como tal. De algún sitio que no alcanzaban a ver desde aquel ángulo, probablemente una puerta, llegó Braulio, el novio y prometido de Tigres. Se saludaron amorosamente y se rodearon mutuamente con un brazo. Detrás estaban los cuatro soldados de Margaret: Gordon, Púrpura, Andrei y Yellow Peacock.

¿De qué están hablando?-preguntó Shirubei susurrando.

De no sé qué reunión que van a celebrar dentro de un rato, creo.-respondió Inuhito, que trataba de captar la conversación con su oído sobrehumano.

Teniente Johnson…-dijo Púrpura alzando la voz a propósito-…hay alguien escuchándonos. ¿Puedo solicitar su permiso para interceptarlo?

Delgado, no es momento para interrupciones.-le espetó Margaret-Estamos en medio de una…

TAIMANIN.-dijo Púrpura-Los tenemos detrás. Casi puedo olerlos.

Tigres se giró y emitió una onda mágica de detección. Al barrer silenciosa y subrepticiamente a los Taimanin, avisó de su presencia a su emisora.

El soldado lleva razón, teniente.-dijo Tigres-Están aquí. Será mejor que cordialmente los saludemos con una cálida… exterminación.

Mierda.-dijo Inuhito-Nos han pillado.

Ese soplo de aire frío que acaba de pasar era un hechizo, ¿verdad?-preguntó Shirubei-Es la magia la que nos ha detectado.

Taimanin, no os escondáis, sabemos que habéis venido a invadirnos.-dijo Tigres con un hechizo que amplificaba su voz para no tener que gritar-Sois unos temerarios… y unos ignorantes. No sabéis que sois vulnerables a la omnisciencia de mi magia, ¿verdad?

No entréis a saco.-susurró Yamiyuki-Esperaremos a que salgan a por nosotros y les tenderemos una emboscada.

Escucharon el sonido de unos tacones recorriendo el pasillo. Los Taimanin se habían pegado al arco de aquel ensanchamiento del pasillo, de tal forma que no podían ser vistos desde la dirección y sentido que llevaban los enemigos. El sonido de los pasos les dio a entender que se trataba de una de las mujeres allí presentes.

No es Tigres, ¿verdad?-preguntó Rito-Yo no puedo olerla, pero creo que identificaría sus pasos.

No, no lo es.-dijo Inuhito-No huele a ella…no huele a demonio…y no huele a Layla Phoenix. Tiene que ser Margaret Johnson.

Cuando por fin vieron salir del pasillo a la persona que se acercaba, comprobaron que, en efecto, se trataba de Margaret, la teniente. Llevaba una regla en la mano derecha.

Qué culazo…-susurró Shirubei.

Calla, tío…-pidió Rito-…esas piernas son un delito y todos sabéis lo que pasa si me excito en una misión…

Te prometo que no me reiré si veo un lamparón enorme en medio de tus mallas…-dijo Shirubei-…a mí también me parece que está bastante buena…

Habla el que no se moja nunca.-respondió Rito-Cabrón… te voy a pillar un día. Bueno, ¿qué? ¿Atacamos?

Sí, joder…-dijo Shirubei-…quiero menear el esqueleto. Yamiyuki, ¿saltamos?

Al ataque.-dijo Yamiyuki.

Shirubei y Rito saltaron hacia la espalda de Margaret, pero se encontraron con dos barreras: las garras de Shirubei fueron paradas por un arma muy parecida detrás de la cual estaba Púrpura sonriendo como si hubiera enloquecido. Paralelamente, la maza de Rito fue parada por una lanceta pequeña pero rígida que era sostenida por la mano izquierda de Andrei.

¡Qué rápidos!-se sorprendió Aoi-¿Cuándo han aparecido?

No son los únicos ágiles.-dijo Hagane-¡Aoi, Inuhito, Yamiyuki, vamos!

Los cuatro Taimanin restantes se lanzaron a por los soldados recién llegados. Andrei saltó por encima de los hombros de Rito como si fuera un trapecio y tiró la lanceta contra el aro de Inuhito, desestabilizándolo. Acto seguido saltó a por Aoi, quien trató de defenderse lanzando cuatro shuriken…que fueron partidos por la mitad por cuatro bisturíes que tiró el soldado. En el otro lado, Yamiyuki y Hagane, que iban a por Púrpura, se llevaron una sorpresa. El estrambótico y sádico soldado iba armado con unas uñas postizas puntiagudas y brillantes de color morado con las que, a base de dar zarpazos al aire, creó unas ondas cortantes que desbancaron a los abanicos de Hagane, quien se había adelantado a Yamiyuki para tratar de protegerlo. El líder del equipo trató de cortar por la mitad al militar con la nodachi, pero éste se zafó tirándose en picado hacia el suelo.

Qué monstruos…-comentó Shirubei-…son frenéticos…

Son tres…-dijo Yamiyuki-…la mitad que nosotros. ¡Acabemos con ellos si tantas ganas de pelear tienen!

Los otros cinco asintieron. Shirubei, Rito y Hagane se lanzaron a por Margaret para inmovilizar por chantaje a los dos soldados que habían aparecido, pero una sombra negra avanzó cortando el aire hacia ellos y los lanzó por los aires con un fuerte puñetazo: el fornido y hábil Gordon Powers había aparecido para ayudar a sus compañeros de equipo.

¡Vaya hostia!-exclamó Hagane masajeándose la mandíbula-¡Ese tío es bueno!

Es de los míos…-dijo Rito al ver su musculatura-…le va el gimnasio… una pena que parezca un crío en comparación conmigo…

El joven de cabello verde apretó un puño y le enseñó su bíceps a Gordon en señal de reto.

Tener unos músculos más grandes que los míos no te va a asegurar la victoria…-dijo Gordon-…tengo más cartas en la mano para esta partida.

¿Crees que yo no?-Rito le guiñó un ojo-Veamos cómo baila ese cuerpazo de gimnasio, sudor y acero esta danza de sangre…

Rito se emociona cuando ve un cuerpo musculoso…-comentó Shirubei-… ¿qué le vamos a hacer? ¿No os digo que hoy se moja?

Hoy nos vamos a mojar todos…-dijo Rito apuntando a Gordon con su arma-… ¡con la sangre del enemigo!

¡Viene otro más!-exclamó Aoi al ver atravesar el pasillo a Yellow Peacock.

El espía avanzaba lenta, taimada y calmadamente. Detrás de él se disponían a avanzar Kuritöö y Benibatsu, pero Tigres les dio el alto.

¡Os quiero conmigo!-exclamó Tigres-¡Teniente Johnson, ordene a sus hombres mantener la posición y vuelva aquí!

Margaret apuntó con su regla a los Taimanin.

¡Hombres!-exclamó-¡Acabad con los Taimanin! ¡Me requieren en otro lugar!

¡SEÑORA, SÍ, SEÑORA!-exclamaron a coro los cuatro soldados.

Margaret volvió al lugar donde estaba Tigres.

Sargento Phoenix…-dijo Tigres-… ¿podría mandar un mensaje a las dependencias de sus soldados para que ayuden a estos cuatro en la batalla contra los Taimanin?

De acuerdo.-dijo Layla algo crispada.

Teniente Johnson, acompáñela, por favor.-dijo Tigres-Tengo algo que discutir con Kuritöö, Benibatsu y Braulio.

Las dos mujeres se retiraron del lugar.

No quiero que peleéis hoy.-dijo Tigres-Incluso si eso aumenta las probabilidades de salir vivos de aquí de los Taimanin. La razón es muy sencilla: quiero comprobar la utilidad de estos soldados. Tanto vosotros dos como Braulio y yo nos quedaremos quietos hoy.

Como ordene, Tigres-sama.-respondió Kuritöö-No obstante… de cualquier manera, vamos a…

Sí, pero todo a su debido tiempo, doctora.-respondió la jefa de aquella organización-Esto es similar a exprimir una naranja: se tarda más o menos en tirar los restos a la basura según la cantidad de zumo que tenga y pueda extraérsele. Es  preciso ser pacientes.

Por una vez…-dijo Braulio-…divertíos. Observad esta batalla. Será divertido. Si esos cuatro hombres pueden con los seis Taimanin, será un resultado histórico.

¿Cree usted que podrán, Braulio-sama?-preguntó Benibatsu.

Es posible…-respondió el otro hombre-…observémoslo desde un palco de honor… ¿sí, mi amada?

Claro.-respondió su prometida con una sonrisa-Vamos a subir a un lugar desde el cual podamos ver esto sentados cómodamente…

. . .

Los seis Taimanin empuñaban sus armas y apuntaban contra los soldados. Por su parte, éstos parecían muy motivados y seguros. Púrpura mostraba sus uñas como un felino cazador, Andrei llevaba un manojo de bisturíes en la mano izquierda y unas tijeras en la derecha, Gordon empuñaba un pesado cañón de mano de color verde metalizado y Yellow Peacock se mantenía desarmado y con una relajada guardia de Tai Chi.

Gordon…-dijo Andrei-… tú eres el líder de este pequeño grupo. ¿Nos zurramos ya?

No hay más remedio.-respondió Gordon-¡A por ellos!

Púrpura y Andrei corrieron con gran agilidad hacia los Taimanin. Gordon apuntó y se preparó para disparar y Yellow Peacock desapareció de la vista de todo el mundo de manera súbita.

¡Eh!-exclamó Hagane-¡El de amarillo se ha esfumado! ¡El tal Yellow Peacock trama algo!

Preocúpate de él cuando no estén a punto de clavarte unas tijeras…-le avisó Shirubei.

Hagane observó a Andrei y bloqueó su puñalada con uno de los abanicos mientras que con el otro trató de hacerle un corte en un hombro, pero el soldado no tardó en saltar y esquivar el impacto. Púrpura cayó sobre Inuhito con una patada voladora, tras lo cual lanzó un peligroso zarpazo que dejó una profunda marca de arañazo en el suelo después de que el Taimanin lo esquivara.

Ha estado cerca…-resopló Inuhito-…no lo haces mal…

Lo hago mejor que tú.-se jactó Púrpura-Nail Attack!
(¡Ataque de uñas!)

Púrpura comenzó a danzar mientras lanzaba arañazos y zarpazos. Las uñas postizas retráctiles que llevaba no superaban apenas  la longitud normal de las uñas humanas, pero eran muy puntiagudas y peligrosas: parecían irradiar energía.  Inuhito trató de esquivar los golpes, pero fue arañado tres veces.

Eso escuece, cabrón…-dijo el Taimanin entre jadeos-… te voy a mandar calentito a tu casa…

Blandió potentemente su aro, tratando de cortar a Púrpura a la altura de la cadera, pero éste bloqueó el impacto usando las uñas de escudo. Cerca de ellos, un cañonazo de Gordon amenazaba con aterrizar en el suelo para barrerlos de una explosión. Aoi se interpuso y lanzó una esfera de electricidad, reventando el proyectil en el aire.

Con esto he conseguido dos cosas:-pensó Aoi-Protegernos y observar el radio de explosión de esas cosas. No son moco de pavo…

No juegues con cosas tan peligrosas...-dijo Rito mientras cargaba contra Gordon haciendo girar su maza-…podrías quemarte.

Gordon utilizó el cañón como si fuera un martillo, parando el potente mazazo de Rito e iniciando un forcejeo.

Es mi misión…-dijo el soldado-…y tengo que cumplirla.

No aprendéis.-le espetó Rito-Nos vais a obligar a pensar que los militares sois tontos. ¿No os dais cuenta de que sois títeres? ¡Os están manipulando! ¡Los Mazoku no quieren un pacto con vosotros, quieren utilizaros y luego tiraros!

No sabes nada de lo que hemos negociado.-respondió el militar-¡No hables como si tuvieras idea!

Rompió el forcejeo lanzando un rodillazo contra el abdomen de Rito, pero éste cruzó una pierna a la vez que la levantaba y bloqueó el impacto, encadenando el movimiento con una patada que terminó por alejarlos el uno del otro.

Craso error…-dijo Gordon-… ¡ahora puedo volarte por los aires!

¡La distancia que nos separa no es más larga que mi arma!-exclamó Rito-¡Dispara y eres historia!

Gordon escuchó un chasquido metálico. Miró su cañón y vio que una de las puntas de la doble maza de Rito estaba dentro.

¡Tú ganas!-exclamó Gordon.

Bajó el cañón, sacando la maza de él, y se alejó más para obtener distancia. Rito se limitó a sonreír y a levantar un pulgar. Sin entender por qué lo hacía, Gordon trató de colocarse en una pose equilibrada para compensar el retroceso del cañonazo que iba a disparar, pero no se dio cuenta de que Yamiyuki estaba detrás de él. Cuando el soldado entendió por qué el chico vestido de verde levantaba el pulgar alegremente, ya estaba en el suelo porque el líder del equipo Taimanin le había hecho una llave.

Para esto o despídete de tu brazo.-dijo Yamiyuki haciendo presión para una técnica de sumisión articular que demostraba un perfecto dominio del Aikido-Te romperé los huesos uno a uno. Diles que se retiren.

¡Ni puto caso, Gordon!-exclamó Púrpura-¡Ahora mismo te quito al moreno de encima! Un placer, chico albino, pero tengo que atender unos asuntos.

Con una patada alta, Púrpura golpeó a Inuhito en la cara y se escapó de la pelea dando volteretas hacia atrás en dirección a Gordon.

¡Suelta a nuestro compañero, Yamiyuki Kuroi!-bramó Púrpura-No quieres que te corte el cuello, ¿verdad?

Ni quiero ni puedes, fantoche.-dijo Yamiyuki-Rito, hazme un favor y atropéllalo, que ahora estás libre.

Con una elegancia y una belleza más propias de un bailarín que de un luchador, Rito giró sobre sí mismo, saltó y lanzó una hermosa patada que mandó a Púrpura a volar hasta que chocó con un techo.

¡Queda uno!-exclamó Hagane-¡Y es mío! ¡KIAAAAAAAAAAAAAH!

Hagane abrió sus brazos, separando ambos abanicos y obligando a Andrei, que trataba de atravesarlos, a retractarse. Ganó una distancia lo suficientemente grande como para elevarse y lanzar una patada en salto contra el mentón del soldado. Su zapato de tacón iba a golpear a su enemigo de piel gris, pero éste se dobló hacia atrás como un jugador de limbo y esquivó el impacto. Sin interés alguno en contraatacar a Hagane, Andrei giró sobre sí mismo cruzando las piernas mientras estaba doblado hacia atrás, llegando hasta Aoi, que le daba la espalda. Éste lo notó y trató de repelerlo con una patada giratoria baja, pero aquel extraño hombre recuperó la posición vertical de su espalda y saltó antes de que la patada lo alcanzase, demostrando una velocidad descomunal. Durante el salto se había colocado en la mano izquierda una tira de venda blanca que le ataba la zona de los nudillos. Con la mano derecha seguía sujetando unas tijeras que, con gran rapidez, clavó en el oblicuo abdominal izquierdo de Aoi, quien chilló de dolor.

¡AAAAAAAARGH!-gritó el Taimanin.

¡Hijo de puta!-bramó Hagane mientras se aproximaba a su amigo herido-¡Voy a partirte las putas piernas!

Con una sonrisa sádica, Andrei se relamió y golpeó la herida de Aoi con un puñetazo. Del impacto salió un polvo blanco que parecía estar oculto en la venda. El chico de cabello azul se tiró al suelo y comenzó a retorcerse de dolor y a chillar.

¡AAAAAAAAAAAH!-gritaba-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! ¡AGHHHH!

¡Cabronazo!-exclamó Hagane-¡No sólo le has dado un puñetazo en la herida, sino que esa puta venda estaba llena de sal! ¡Eres un puto rastrero, enfermizo matarife de poca monta! ¡No vivirás para contar lo que le has hecho a nuestro hermano!

Cállate la puta boca, Hagane o como te llames.-dijo Andrei-Nos han hablado de vosotros, no me mires así, es normal que sepamos vuestros nombres. El caso es que…

Andrei se sentó encima de Aoi, lo inmovilizó y le acercó al cuello una navaja de barbería.

…o soltáis a Gordon, o nos cargamos a este chillón.-amenazó el hombre de piel gris.

Está bien.-dijo Yamiyuki soltando a Gordon-Ya está.

No…-boqueó Aoi-…por mí…no estropeéis…el combate…teníais…al cabecilla…

Tú eres más importante.-dijo Yamiyuki-Ahora y siempre. Además, soy un luchador experimentado y he visto muchas películas, sé muy bien cómo va a evolucionar esto…

Gordon trató de sacudirse de encima definitivamente a Yamiyuki con un codazo, pero éste lo paró con la palma de una mano.

¿Lo ves?-dijo Yamiyuki-No te preocupes, Aoi. Venga, Andrei, hemos soltado a Gordon. Deja a Aoi.

Ingenuos.-dijo Andrei-¡VOY A RAJARLE EL CUELLO A ESTE BLANDENGUE! ¡JAJAJAJAJA! JAJAJA… ¡ARGHHHH!

Aquel sádico asesino mestizo se vio obligado a soltar la navaja. Un dolor muy fuerte le invadió la mano.

¿Qué coño ha pasado?-preguntó Andrei-Mi navaja…

¡AHORA!-exclamó Yamiyuki bloqueando la masa corporal de Gordon con la suya propia-¡SALVAD A AOI!

¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!-se oyó el grito de guerra combinado de tres voces.

Como los tres vértices de un triángulo que se buscan siguiendo las alturas hacia el ortocentro, Rito, Shirubei y Hagane impactaron contra Andrei con sendas patadas voladoras desde tres posiciones distintas, derrumbándolo estrepitosamente.

¡Cabrón!-bramó Hagane mientras le pisaba el cuello con un tacón-¡Voy a arrancarte la piel a tiras!

¡Te vamos a pelar como si fueras un puto plátano!-siseó Shirubei apretando el puño para que su garra saliera completamente mientras le pisaba la espalda con el pie izquierdo.

Encargaos de Aoi y de Púrpura.-pidió Yamiyuki-Yo me quedo con el grandote.

Inuhito y Rito se lanzaron instintivamente a proteger a Aoi, que estaba sangrando en el suelo, e hicieron bien, pues Púrpura ya estaba saltando en picado con una zarpa en vilo para darle el golpe de gracia. Rito lo repelió de un puñetazo e Inuhito se lanzó a por él para evitar que volviera a acercarse.

Estás estudiando técnicas médicas, ¿no?-preguntó Inuhito-¡Ayúdalo, por favor! ¡Yo contendré a esta bestia! ¡UNA BESTIA PARA UNA BESTIA!

Aoi, aguanta…-dijo Rito-…todavía no he terminado mi formación, pero creo que podré hacer algo con esa herida…

Rito acercó sus manos a la herida de su amigo y creó una bola de energía curativa.

Esto es un pequeño avance de lo que podré hacer cuando terminemos la formación.-dijo el chico del traje verde-Prométeme que te pondrás mejor… por favor, tío…

La respiración febril y violenta de Aoi fue estabilizándose.

Gracias…-dijo Aoi entre jadeos-…pensaba que me quedaba en el sitio…

Ni de coña.-dijo Rito con seriedad-Tenemos una misión que cumplir, un mundo que limpiar, una amistad que disfrutar y una vida que vivir. Nacimos separados, pero moriremos juntos como camaradas, amigos y hermanos. Incluso si formamos nuestras familias en un futuro continuaremos estando juntos. Los hijos e hijas de cada uno de nosotros serán hermanos. Nuestra vida acaba de empezar. ¿Que te vas a morir? ¡UNA POLLA!

Aoi dejó escapar una sonrisa.

Hablando de pollas…-dijo Aoi-…tengo otra razón para vivir: quedamos en que te enseñaría mis progresos, mi recuperación, mi cura natural, ¿no es así? Casi me duele más verte así de apurado que la herida en sí.

Aoi…-dijo Rito resoplando de alivio-…menos mal…

¿Vas  a darme la mano para que me levante o te tengo que escribir una invitación?-preguntó Aoi con una sonrisa-Tenemos una batalla que ganar… yo también me alegro de esto, pero no es momento de ponernos tiernos…

Rito le dio la mano a Aoi y lo levantó del suelo.

Te defenderé siempre.-dijo Rito-A ti y a todos. Encajaría un cañonazo de ese soldado por vosotros. ¡VAMOS!

Hablando de cañonazos…-dijo Aoi-… ¡viene uno!

Gordon se las había ingeniado para apartar a Yamiyuki y disparar contra los demás. Rito trató de hacer algo, pero Aoi se le puso delante y lanzó una aguja contra el proyectil.

Hoy por ti y mañana por mí.-dijo Aoi sonriéndole a su amigo.

La aguja atravesó el cuerpo que había disparado Gordon, haciendo que explotara en el aire sin dañar a nadie.

¡Tengo más!-bramó Gordon-¡TOMAD ÉSTA!

Disparó una andanada de cañonazos hacia todas las direcciones.

Dispara X cañonazos, Gordon…-dijo Aoi-…y tiraré X armas para reventarlos todos. Puedo salir un poco mal parado en forcejeos a corta distancia, pero mi puntería es… como diría la persona que me ha salvado… ¡LA POLLA!

Rito y Aoi chocaron los puños. Acto seguido, el segundo tiró un manojo de cuchillos kunai que impactaron contra los proyectiles, evitando que explotaran cerca de nadie. Cuando se disipó el humo de las explosiones, el chico pudo ver un cañonazo directo hacia él. No tenía tiempo para reaccionar.

¡MIERDA!-exclamó Rito-¡Ponte detrás de mí! ¡Mi cuerpo saltará en pedazos, pero se reconstruirá en breves instantes!

¿Estás loco?-preguntó Aoi.

Sin darles tiempo a ponerse de acuerdo, el proyectil se desvió violentamente e impactó contra el techo sin causar ningún daño.

¿Qué coño ha sido eso?-preguntó Púrpura mientras intercambiaba patadas y puñetazos con Inuhito, cuyo aro se había quedado clavado en una pared.

Alguna perturbación electromagnética por vuestras armas, tal vez.-dijo Gordon.

¿Es eso posible?-preguntó el chico de cabello violeta.

No lo sé, pero no tengo tiempo para pensarlo.-dijo Gordon-Este hombre tiene menos masa que yo y no puedo librarme de él… ¡FUERA!

Lanzó una patada giratoria contra Yamiyuki, pero éste se agachó y la esquivó perfectamente.

Sabes hacerlo mejor.-dijo Yamiyuki-Seguro.

¡Andrei!-exclamó Gordon mientras trataba de golpear a Yamiyuki-¿Piensas seguir ahí tirado mucho tiempo?

¡Me están dando un masaje!-exclamó Andrei entre risas.

Shirubei y Hagane se estaban enseñando con Andrei: lo habían arrinconado en el suelo y le estaban dando patadas por todo el cuerpo.

¿Te ríes de nosotros?-preguntó Shirubei-¡Me vas a comer los huevos! ¡Hagane, levántalo y ponlo contra la pared! ¡Vamos a rajarlo hasta escribir en su cuerpo el más largo de los salmos!

Hagane agarró a Andrei de la chaqueta y lo empujó fuertemente contra la pared.

Te vas a comer esto enterito.-dijo mientras le ponía la hoja de uno de los abanicos en los labios-Por lo que le has hecho a Aoi.

Ya me he cansado de jugar a los héroes y a los villanos.-dijo Andrei-Sobreactuáis demasiado. ¡VOY A SER YO QUIEN OS CORTE A CACHITOS! ¡JAJAJAJAJAJAJAJA!

Riéndose como una hiena, Andrei lanzó una doble patada apoyando los hombros en la pared, lanzando por los aires a los dos Taimanin como si la gravedad no existiera para él.

Lamentaréis haberme golpeado…-dijo Andrei-…soy un verdugo experto… las astillas debajo de las uñas os sentarán como una mamada cuando acabe con vosotros…

¡Espera, Andrei!-exclamó Gordon-¡Pégate a mí! ¡Púrpura, tú también! ¡Lanza al Taimanin cerca del resto! ¡Formación número 54!

Púrpura lanzó a Inuhito cerca de donde estaban Rito y Aoi. Andrei lanzó a Hagane y a Shirubei contra los otros tres y saltó hacia Gordon a la vez que Púrpura hacía lo mismo. Entre los tres, empujaron a Yamiyuki contra el resto del equipo. Los soldados formaron un triángulo: el vértice delantero era Gordon, que apuntaba con su cañón a los Taimanin. Los vértices traseros eran Andrei, a la derecha del líder, apuntando con un manojo de estiletes en cada mano y Púrpura, a la izquierda, en guardia mostrando las uñas.

Great Cannon!-exclamó Gordon.
(¡Gran Cañón!)

Del canon del fornido militar salió un enorme rayo de energía explosiva que barrió todo lo que encontró a su paso, haciendo estallar en llamas y explotar todo lo que tocaba. Los Taimanin eran el objetivo inmediato.

Ninpô – Katon no Jutsu!-exclamó Yamiyuki.
(¡Arte ninja del fuego!)

Un chorro de fuego interceptó el cañonazo, frenando su trayectoria.

¡Todos juntos!-exclamó Yamiyuki-¡Vamos a darles su propia medicina!

Shirubei, Hagane y Aoi extendieron sus manos. Al chorro de fuego de Yamiyuki se unieron un chorro de viento, uno de electricidad y uno de agua.

Ninpô – Fushikakuzei! Inochi no Hikari!-bramó Rito.
(¡Arte ninja! ¡Despertar del inmortal! ¡Luz de Vida!)

Rito lanzó su poderoso ataque de energía vital. Un enorme chorro verde salió de sus manos, uniéndose a la descarga de sus amigos.

No ser un elementalista me deja fuera de estas situaciones tan típicas de un videojuego y que tanto me gustan…-dijo Inuhito en voz muy alta-…pero, lejos de sentirme discriminado o desplazado, os dedico mi chorro de poder especial. ¡UN CHORRO DE MIERDA PARA VOSOTROS!

Inuhito levantó el dedo corazón de ambas manos y extendió los dos brazos. El cañón de Gordon se sobrecalentó, cortando el haz de energía. De esta forma, los ataques de los Taimanin avanzaron hasta el terreno enemigo, causando un destrozo. Las llamas de Yamiyuki se unieron a las de Gordon, creando un incendio que arrinconó a los militares. El agua de Shirubei apagó el fuego, creando una corriente de vapor que fácilmente podría estar quemando a los soldados. Cuando el viento de Hagane disipó este vapor y estampó a los tres contra la pared, el rayo de Aoi  dio el golpe de gracia, causando una explosión que hizo que los soldados atravesaran el muro y cayeran pesadamente en la sala contigua.

Vamos a verificar si están acabados…-dijo Yamiyuki haciendo un gesto para que avanzaran.

Por supuesto, Tigres y los otros se han largado, así que… -dijo Inuhito- … ¿por qué no?

Atravesaron el boquete que habían abierto y, para su sorpresa, se encontraron a los tres soldados de pie y en guardia.

Somos mucho más duros que esto.-dijo Gordon con seriedad.

Joder…-suspiró Hagane-…esto va para largo.

¡Gordon!-exclamó una voz familiar.

Los Taimanin se giraron hacia el origen de la voz: era James Silver. Detrás de él iban sus compañeros: Grant, Christian, Leon y Émile.

Nueve contra seis…-comentó Aoi-…empezamos a estar en desventaja…

Cierto, nueve.-dijo Shirubei-Casi ni me acordaba del que se ha esfumado. Está esperando a que nos cansemos un poco para aparecernos por la espalda y fusilarnos, seguro.

En cualquier caso…-intervino Rito-…estamos rodeados… y estas máquinas que hay en la sala no me inspiran confianza.

El equipo de James había llegado y, junto con el equipo de Gordon, había formado un corro alrededor de los Taimanin.

Son torretas de seguridad…-dijo Yamiyuki-…y están por todas partes.

Exacto.-dijo James-Por si veníais.

Estáis jodidos…-dijo Leon entre silbidos.

Sin piedad con ellos…-murmuraba Grant-… ¡SIN PIEDAD!

¿Cuándo van a saltar las torretas?-preguntó Émile con voz juguetona.

Yo tengo la llave de activación.-dijo Christian-Sólo tengo que usarla y…

Las torretas se activaron y comenzaron a apuntar.

¡Joder!-exclamó Émile-¡Qué rápido la metes! ¿Seguro que no quieres pasar una noche en mi cuarto?

Yo no…-intentó decir Christian.

Ya lo sé, era broma.-dijo Émile.

No me refiero a eso…-respondió Christian extrañado-…lo que pasa es que no he usado la…

La sorpresa de los soldados fue máxima cuando vieron que las torretas les apuntaban a ellos y comenzaban a disparar. Se vieron obligados a dispersarse.

¡Es nuestra oportunidad!-exclamó Yamiyuki-¡LARGUÉMONOS!

. . .

Kaiya, Remigio y Will hablaban entre ellos mientras Engel miraba con fruición cómo Elizabeth vendaba el cuerpo de Nioiko.

¿No os sentís raros?-preguntó Kaiya.

Un poco…-respondió Remigio.

Me duele la cabeza, pero creo que es normal después de la pelea que hemos tenido contra los Taimanin.-explicó Will.

Yo también estoy cansada.-respondió Kaiya-Me refiero al hecho de que siento que he estado borracha o drogada.

¿Te gusta mucho el alcohol?-preguntó Will-Será resaca…

No bebo.-respondió Kaiya-Siento que me han echado algo raro en la comida… ¿no os sentís igual?

Sin que nos oiga este hombre…-dijo Remigio-…he de confesar que yo también. Siento un choque de ideas contradictorias en mi cabeza…

Si os fijáis, nos ha estado sirviendo en la mesa todas las comidas y bebidas desde que trabajamos juntos.-dijo Will-Puede que nos la esté jugando… hasta los Taimanin lo decían.

No podemos confiar en desconocidos.-dijo Remigio.

Sin embargo, lo hicimos con Nioiko.-respondió Will-Creo que la hemos cagado.

Nunca es tarde para rectificar.-dijo Kaiya-Tratemos de corroborar si lo que pensamos es cierto. Como sea así… se enterará de lo que vale una multa por jugar con demonios.


jueves, 18 de junio de 2015

[TY] Episodio 60: Jugada rastrera

TAIMANIN YAMIYUKI
Episodio 60: Jugada rastrera

En aquella reñida persecución, Nioiko y sus sicarios llevaban la ventaja porque habían empezado a moverse antes, pero los Taimanin no tardarían en alcanzarlos, pues eran más veloces.

¿Sabes una cosa, Nioiko?-preguntó Kuroageha mientras saltaba hacia los enemigos-¡Eres un cobarde! ¡Ni siquiera tienes agallas para terminar un combate con honor! ¡Una retirada a tiempo es una victoria, pero huir con el rabo entre las piernas de una batalla para cuya llevada a cabo has necesitado lavar el cerebro a terceros me parece de muy mal gusto! ¿Dónde está tu hombría? ¿Dónde está tu honor? ¿Dónde está tu orgullo?

En mi lucha no hay nada que no sea victoria.-respondió Nioiko sin mirar a su interlocutora-O consigo las cosas o no.

¿Victoria?-terció Shirubei-¡No me hagas reír! ¡Te hemos dado una paliza todas y cada una de las veces que has aparecido! ¡Eres una mierda de tío!

Lo dicho.-insistió Nioiko-¡O lo consigo o no! ¡Lo demás no me importa! Lo único que me importa ahora mismo es que aún no he conseguido lo que quiero… ¡ergo seguiré intentándolo!

Das asco.-intervino Hagane-PUTO ASCO. Es una buena práctica el no rendirse al perseguir metas, pero justificar tus medios mezquinos y despóticos con la finalidad que persigues es de lo más maquiavélico, nunca mejor dicho, que he visto nunca. ¡Nunca llegarás a ninguna parte si no te esfuerzas en valorar lo que tienes, en actuar con una visión global, de conjunto!

¿Le das consejos al enemigo?-preguntó el mayordomo de los Fuuma con tono provocativo-¿Prepotencia, tal vez?

¿Y qué si soy prepotente?-insistió Hagane-¿No decías que no te importa nada que no sea tu anhelada victoria? Te diré lo que me dé la gana por la sencilla razón de que va a dar absolutamente igual: todos los aquí presentes podemos presentir que acabarás muerto antes de lo que te esperas.

¡JAJAJAJAJAJA!-rió Nioiko-Tanto que presumís de haberme derrotado en todos nuestros encuentros… y sigo vivo y con total capacidad operativa… algo os fallará, Taimanin…

Exceso de cobardía por tu parte.-Inuhito se introdujo en la conversación-Si no fueras una rata huidiza, ya te habríamos pisado el cuello. Recuerdo cuando tu señor estaba vivo… no eres ni una sombra de lo que él era como enemigo… ¡ése sí que era un hijo de la gran puta! ¡Tú sólo eres el “quiero y no puedo” de los niños malos!

¿Cómo has dicho?-preguntó Nioiko, esta vez girándose hacia la posición desde la que le hablaban.

Recuerdo que el día en que se lo cargaron nuestros superiores, yo estaba un poco mal del estómago y me recomendaron en la consulta médica que bebiera muchos líquidos… -Inuhito se sonreía con sadismo- …en casa me dieron tantos zumos y tanta agua que habría sido el día idóneo para MEARME EN EL CADÁVER DE ESE CABRÓN… pero lo trajeron hecho carne picada y se habría convertido en una sopa con tropezones… ¡JAJAJAJAJAJAJA!

¡No insultes al Gran Señor!-exclamó Nioiko con furia.

Está aminorando la marcha porque la ira no le deja pensar…-susurró Inuhito-…a por él.

Los que más cerca estaban de él fueron los que mejor le oyeron: Rito, Veena y Aoi. Los tres se lanzaron de golpe a por Nioiko.

¡AHORA!-exclamó Rito dirigiéndose a sus dos amigos.

Aoi ató los tobillos de Nioiko con su látigo. Veena hizo algo parecido con su cimitarra serpiente, pegándole los brazos al cuerpo y dejando los fragmentos de la hoja amenazando con clavársele. Finalmente, Rito aterrizó frente al inmovilizado enemigo y le asestó un potentísimo rodillazo en la boca del estómago.

Ugh…-boqueó el mayordomo.

Will, Remigio, Kaiya, Engel y Elizabeth abortaron la huida y se acercaron a Nioiko, preparados para un nuevo combate. Yamiyuki impidió que se acercaran incendiando los alrededores.

Vosotros estaos quietecitos…-pidió el chico-…no pintáis nada aquí. Cuando se os pase la resaca de lo que sea que os ha metido, vais a ver el ridículo que habéis hecho y vais a desear matar a este hombre.

¡No hagáis caso de este embaucador!-bramó Nioiko, que estaba hincado de rodillas en el suelo tras el golpe de Rito y seguía inmovilizado por Aoi y Veena.

No nos creemos una palabra de lo que dice.-respondió Remigio desde el otro lado de las llamas-No obstante, con este fuego, lo tenemos difícil para acercarnos…

¿Sabes qué es lo único en lo que te pareces a tu hermana quitando el físico y la obsesión por vestir con ropas de mayordomo hasta para ir a la playa?-preguntó Yamiyuki con sorna-Voy a decírtelo: lo único en lo que os parecéis es en que ambos sois unos vendidos que os acercáis a donde sea con tal de complacer lo que vuestro líder desee, importándoos poco el resto del vasto mundo en el que vivimos y, lo que es peor, importándoos un comino las personas que no dejáis de ser. Dejando de lado lo tristes y penosos que sois en ese sentido, he de decir que tu hermana mayor, Tokiko, es mucho más lista y, hasta que la capturamos, supo ponernos las cosas más difíciles. No eres ni una sombra de lo que fueron los Fuuma, ni de lo que fue tu señor, ni de lo que es tu hermana.

¿Has terminado ya?-preguntó Nioiko-Te he dicho que no me importa nada más que la consecución de mis logros. Cuando consiga resucitar al Gran Señor, él liberará a Tokiko-ane de vuestras garras y sabrá recompensarme. No necesito preocuparme por mi estatus actual porque sé que, si me mantengo como hasta ahora, mi estatus futuro será más que envidiable. Me acusáis de no tener visión global, pero creo que sois vosotros los que carecéis de ella…

Rito, ¿le has golpeado en la cabeza?-preguntó Yamiyuki-Juraría que te he visto golpearle en el estómago, pero, con lo que está diciendo y teniendo en cuenta que, además, se lo cree, diría que ha pasado algo raro…

No, no le he golpeado en la cabeza…-respondió Rito.

Pues hazlo.-respondió Yamiyuki-Nos harás un favor a todos, incluido a ti mismo. Sé que tienes ganas.

Nos mimas demasiado en las misiones…-dijo Rito con una sonrisa.

La sonrisa cariñosa que Rito le dirigió a Yamiyuki se convirtió en una mueca penetrante cuando se encaró a Nioiko. De manera fugaz, lo tiró contra el suelo dándole una fuerte patada en la cabeza. El empujón hizo que el látigo de Aoi se resbalase y desatase las piernas del mayordomo, mientras que el arma de Veena, al ser una espada serpiente, dio lugar al efecto contrario y los fragmentos de hoja se le clavaron en el cuerpo.

¡ARGH!-gritó Nioiko mientras la sangre salía de su cuerpo.

Creo que ha llegado la hora de matarte…-siseó Yamiyuki-…Nioiko Fuuma.

Deja de retorcerte.-dijo Veena sin soltar la empuñadura de su cimitarra-Cuanto más te muevas, más se te clavarán los fragmentos de hoja.

No voy a dejar que me matéis…-dijo Nioiko entre jadeos y gemidos-…no os lo permitiré…

Rito se acercó de nuevo a su enemigo para golpearlo de nuevo, pero unas manos lo agarraron de los hombros y le obligaron a retroceder súbitamente.

¡Cuidado, hermano!-exclamó Seika mientras retiraba a su hermano de un tirón.

De la cadera de Nioiko brotó con fuerza la cola láser que solía usar como arma. Si Seika no hubiera retirado a Rito de su posición, aquel chorro de energía canalizada lo habría atravesado.

¡Joder!-exclamó Rito-¡Eso ha sido fugaz! ¡Gracias, Seika!

La cola cortó la cuerda que unía los fragmentos de la cimitarra de Veena, liberando a su dueño de sus ataduras.

Ufff…-resopló mientras se ponía en pie-…qué persistentes sois…

¡Eh!-bramó Veena-¡Te has cargado mi arma! ¡Está hecha pedazos! ¿Cómo crees que vas a pagarla?

Fastídiate, niña, no tengo tiempo para jugar contigo.-le espetó Nioiko.

¡De eso nada!-exclamó Veena apretando los puños y poniéndose en guardia-¡No necesito un arma para acabar con un enclenque como tú y voy a cobrarme lo que has roto a base de puñetazos!

Sin esperar una respuesta, la Taimanin india acortó distancias fugazmente con su adversario y le dio un fuerte puñetazo en el pómulo derecho. Acto seguido, lanzó un puñetazo hacia el esternón y, girando sobre sí misma, combinó el golpe con un barrido con el dorso del puño que le impactó en el cuello. Sus movimientos dejaban ver un Karate muy bien aprendido.

¡KIAI!-gritó Veena acompañando un golpe-¡SEIKEN!

Un brutal puñetazo recto impactó en el estómago de Nioiko como si de un ariete se tratase, golpeando de nuevo la zona en la que Rito le había asestado un rodillazo previamente.

¡Debilucho!-exclamó Veena-¡Voy a romperte el cuello! ¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

Veena lanzó una patada giratoria con la pierna derecha que impactó en el cuello de Nioiko, haciendo que se tambaleara violentamente. El golpe se oyó muy claramente.

Maldita…-susurró Nioiko-…seas…

El mayordomo comenzó a ejecutar unos ágiles movimientos similares a una danza. Sus movimientos de cadera hacían que su cola felina se comportase como un látigo de energía capaz de destrozar todo lo que tocaba. Veena lo esquivó fácilmente con piruetas y giros que dejaban ver su gran dominio de la gimnasia: las artes de aquella chica eran eclécticas y mixtas, fruto del dominio de diferentes disciplinas y de la mezcla de culturas en la que consistía su vida.

Estás sin resuello…-dijo Veena todavía en guardia al ver que Nioiko se había parado para tomar aire-…es inútil que sigas forcejeando conmigo. ¡YAAAAH!

La chica lanzó una patada alta que golpeó el mentón de su contendiente con el empeine, haciendo que cayera al suelo.

¡Bravo, Veena!-la elogió Kuroageha-¡Así se hace! Enfrentándote a un archienemigo jurado sin armas… ¡qué mezcla de valentía y poder! ¡Estoy orgullosa de que estés en mi equipo! ¡Eres una fiera!

¿Lo ves?-preguntó Seika con cariño-No necesitas músculos para ser increíble…

Shiena se acercó a Rito y le tiró levemente de la tela del uniforme. Su primo mayor se giró hacia él.

Creo que ahora me gusta más…-susurró el menor de los dos-… y ya aprovecho para preguntarte cómo haces para que no se te note… el buen humor… con esa ropa tan ajustada… yo también voy bien apretado… Inuhito también… y… joder… creo que me va a…

Rito le puso la mano a su primo en el hombro.

No hacemos nada.-dijo Rito-Si nos empalmamos, nos empalmamos. Nos la pela, nunca mejor dicho. Necesitas una buena… -hizo ademán de masturbarse agitando la mano en el aire- … ya sabes.

Por suerte para Shiena, Veena no estaba mirando ni escuchando nada de lo que los dos chicos comentaban. Estaba centrada en Nioiko. Los elogios de sus amigas habían llegado a su corazón y, más que nunca, sentía que tenía que ganar, que tenía que darlo todo, que había gente que confiaba en ella allí delante, gente a la que no podía defraudar.

¡KIAAAAAAAAAAAAH!-gritó Veena mientras trataba de asestar el golpe de gracia.

Haciendo un alarde de gran flexibilidad, levantó su pierna izquierda hasta pegarla al resto de su cuerpo: iba a destrozar la cabeza del mayordomo de los Fuuma con una patada de talón descendente. Justo en ese instante, las llamas de Yamiyuki se oscurecieron y se disiparon.

¡Por fin!-exclamó Will-¡Gracias por tu apoyo, Kaiya, sin tus poderes no habría podido apagar esas llamas!

De nada.-dijo la chica-Esto compensa el mal pie con el que empezamos.

Elizabeth saltó al campo de batalla y cogió en brazos a Nioiko con una velocidad pasmosa. Veena no pudo descargar su patada.

¡No te metas, incordio!-la amenazó Veena.

Se giró levemente y lanzó una patada lateral contra la androide, pero ésta la paró con una mano y le apretó fuertemente el pie, causándole un gran dolor.

¡ARGH!-gimió la Taimanin.

¡Suéltala, zorra!-exclamó Kuroageha mientras lanzaba ondas sonoras con una mano.

Las ondas hicieron vibrar las pesadas estructuras de Elizabeth, obligándola a alejarse, soltando por ello a Veena.

¿Estás bien?-preguntó Kuroageha cogiendo a Veena de los hombros.

Casi me rompe el pie…-respondió Veena-…pero no ha pasado nada… gracias, Kuroageha.

Elizabeth no es una enemiga a la que nos podamos enfrentar fácilmente…-dijo la líder del equipo-…y menos sin armas. No es culpa tuya.

Pero…-dijo Veena-…ese cobarde…se va a ir vivo de nuevo…

Tú eres más importante que él.-respondió Kuroageha tajantemente-Siempre lo has sido y siempre lo serás. No quiero que te lesiones.

Elizabeth…-apeló Nioiko envalentonándose de nuevo-…enfócame hacia los Taimanin.

La forzuda mujer robótica levantó a Nioiko como si fuera un muñeco e hizo que mirara a los Taimanin. Desde esta posición, el joven parpadeó y dejó que unos rayos azules salieran de sus ojos. Eran muy largos y tenían un gran alcance.

¡Ya empezamos!-exclamó Shirubei-¡Va a transportarnos de nuevo!

¡Esquivad los rayos!-pidió Yamiyuki-Bailad por las azoteas si hace falta, pero… ¡QUE NO OS TOQUEN!

El chico saltó hacia Kuroageha e hizo ademán de empujarla.

Tienes que irte.-dijo Yamiyuki-Te lo pido por favor.

¿Qué?-preguntó Kuroageha incrédula-¡Y un cuerno! ¿Cómo voy a abandonaros a vuestra suerte?

¡Kuroageha, controlas Inteligencia!-exclamó Yamiyuki-No podemos permitirnos que Nioiko te aísle. Sé que sabes cuidarte muy bien, pero, si esos rayos te tocan como consecuencia del más mínimo tropiezo… Gokuruma podría hundirse en la mierda. Eres inteligente, MUY inteligente, y por eso sé que entiendes lo importante que eres. Llévate al resto de tu equipo: Veena necesita que le miren ese pie y, dado que tendréis que llevarla a hombros para que no se fuerce, necesitarás más manos para luchar en el camino de retirada. Seika y Shiena tienen unas manos cojonudas para ello, ambos reparten unas hostias como templos. No tenemos tiempo…

¡Siempre confío en ti!-exclamó Kuroageha-¡Esta vez también lo haré! Pero… ¡no me jodas, Yamiyuki Kuroi! ¡No te expongas a calamidades por los demás!

No voy a cometer los errores del pasado.-explicó Yamiyuki-Esta vez se quedarán mis chicos conmigo. No voy a pedirte que te los lleves. Seremos seis contra seis. ¡Retiraos hacia la seguridad de Gokuruma, vamos! Además, fuera del rollo proteccionista y caballeroso… hay mucho más. Vuestra participación activa en esta batalla no se acaba en esta retirada, sino que casi empieza. ¡No me jodas, Zhao Kuroageha! ¡Espero que cuando volvamos a Gokuruma tengas un buen plan para perseguir, rodear, acorralar y obliterar a los Fuuma para siempre! ¡Su desesperación apesta más que el sudor de los orcos!

Kuroageha sonrió con sinceridad.

De lo que no hay en este mundo.-dijo la chica-Incorregible. Inigualable.

Ya…-dijo Yamiyuki-… porque “el puto amo” te resulta difícil de pronunciar, ¿no?

Nos vemos pronto.-dijo la chica-O te corto los huevos.

Qué cariñosa…-dijo Yamiyuki haciéndole un gesto para que se fuera.

¡Equipo Kuroageha, conmigo!-exclamó la líder.

Shiena, Seika y Veena asintieron.

Te llevo.-dijo Seika cogiendo a Veena y cargándola a sus hombros-No voy a dejar que fuerces tu pie. La doctora Himehagi te lo arreglará, pero, hasta que lleguemos, no quiero que hagas el tonto.

Gracias…-susurró Veena.

Seika saltó hacia Kuroageha con Veena a cuestas. Shiena la siguió. Tomaron una ruta rápida hacia Gokuruma, desapareciendo de allí y poniéndose a salvo de los rayos.

Hablabais en voz muy baja, pero ya sabes que eso me da igual.-dijo Inuhito-Os he oído. Un plan maestro, como de costumbre.

¡Gracias!-respondió Yamiyuki-¡Bueno, chicos, es hora de cerrar el grifo de los rayos!

¡Ahora!-exclamó Nioiko-¡Remigio, los espejos que te di!

El hombre más longevo del grupo sacó de sus bolsillos ocultos un puñado de espejos rectangulares y los lanzó por los aires. Los chicos pudieron ver que cada uno de ellos llevaba un imán adherido en el dorso.

¡Kaiya, el martillo magnético!-ordenó Nioiko-¡Ya!

La mujer pulsó un botón de su arma. La bola se tiñó con un aura de energía de color azul cobalto.

No sólo la gravedad es mi esclava con este invento…-dijo Kaiya con un tono altanero.

Gracias a los imanes, los espejos fueron posicionados y orientados estratégicamente por el campo magnético del arma de Kaiya Minobe.

Mierda…-dijo Hagane-…los espejos nos van a perseguir y…

¡No dejéis de intentarlo!-exclamó Shirubei-¡Corred!

Nioiko volvió a lanzar rayos por los ojos. Los espejos crearon una restrictiva malla con muy pocos resquicios. Finalmente, los seis Taimanin fueron alcanzados y transportados.

Buen viaje…-dijo Nioiko con una sonrisa antes de desmayarse.

. . .

Los chicos aparecieron juntos en un lugar que no les resultaba totalmente desconocido, pero tampoco muy familiar.

¿Dónde estamos?-preguntó Aoi-Creo que hemos estado antes por aquí…tal vez es un lugar tan grande que no hemos alcanzado a ver todas sus partes y ésta es una de esas zonas que no habíamos visto antes…

Cada uno de los chicos estaba mirando hacia un lugar. Shirubei había tenido la ocurrencia de mirar hacia lo alto. Había un pasillo lleno de ventanas en una parte de la estructura que estaba encima de sus cabezas.

¡Inuhito, ven aquí, mira!-exclamó Shirubei-¡Veo a alguien moverse por ese pasillo, pero está demasiado lejos! Tal vez tú puedas…

El chico de cabello blanco se acercó a Shirubei y miró hacia arriba, siguiendo la línea imaginaria que partía del dedo índice de su amigo.

¡Joder!-exclamó Inuhito-Es Tigres Black… ¡estamos en los cuarteles generales de los Neo-Nómadas! ¡Por eso nos resulta familiar esta ubicación! ¡Nioiko estaba planeando esto desde el principio! ¡Ese cabrón nos la ha jugado bien!

Y eso no es todo…-dijo Hagane señalando hacia la lejanía de la planta en la que se encontraban.

Los chicos miraron hacia donde señalaba su amigo. Un grupo de mercenarios se dirigía hacia ellos.


Comité de bienvenida…-dijo Yamiyuki-…qué amables.

martes, 16 de junio de 2015

[TY] Episodio 59: Pendencia injustificada

TAIMANIN YAMIYUKI
Episodio 59: Pendencia injustificada

¡Chicos!-exclamó Kuroageha con alivio-¿Cómo es que habéis venido?

Os dijimos que os dejaríamos hacer todas las misiones de combate con la conditio sine qua non de que os dejaseis ayudar en caso de necesidad.-respondió Yamiyuki apuntando con su arma a los demonios-Por cierto… hola a todos. Me alegro de veros.

Kuroageha sonrió.

Eres de lo que no hay…-dijo.

Shiena agitó sus manos con una sonrisa mientras miraba a Rito.

¡Primo, joder, qué guapo estás!-gritó el chico con alegría-¡Entre lo bien que te sienta el uniforme de combate y lo guapa que se ve la gente cuando viene a salvarte el culo estás que lo tiras hoy!

Je…-Rito mostró una gentil sonrisa a su primo-… ¿me queda tan bien? Es bueno saberlo. Querida familia… queridas amigas… ¡hemos venido a bailar con vosotros!

¡Me gustan los bailes!-exclamó Veena-¡Vamos a ello entonces!

¡Ya la habéis oído!-terció Shirubei con tono alegre-Cuando una chica quiere que la saquen a bailar… ¡se la saca a bailar!

Sin mediar más palabras, los diez Taimanin se agruparon y plantaron cara a sus seis enemigos y a las hordas de soldados esqueléticos que los apoyaban gracias al poder de Will.

No sabemos muy bien qué está pasando…-comentó Aoi-…pero nos han avisado de que sufríais un ataque de un enemigo desconocido y hemos venido lo más rápido que hemos podido.

Y tan desconocido…-añadió Inuhito-… ¿quién pollas es esta gente? Quitando al indeseable de Nioiko y a su muñeca, no conozco a nadie…

¿Éstos también han venido para venderse?-preguntó Kaiya mirando a Nioiko.

¡No lo dudes ni un segundo!-exclamó Nioiko con un sobreactuado tono de preocupación-¡Quieren echar por tierra todas nuestras esperanzas! ¡Son esbirros de Tigres Black!

Hagane arqueó una ceja.

¿Qué coño estás diciendo, chiflado?-preguntó-¿Esbirros de nuestra archienemiga? ¡Estás flipándolo en colores! ¿Qué te has metido? ¿LSD?

Los Taimanin son mentirosos y mezquinos…-dijo Nioiko-…y más si son corruptos. ¡No os dejéis llevar por sus palabras! ¡Dejadles claro quiénes somos!

No me creo nada de vuestro juego.-dijo Will-Soy un guerrero de la nueva generación de los Caballeros Espectrales: ¡Will! Voy a detener a todos aquellos que traten de favorecer a los Neo-Nómadas y me aseguraré de que nunca más un Taimanin vuelva a cruzarse en mi vida. ¡Lo haré por mi madre! ¡POR LA CABALLERA ESPECTRAL WISP!

¿Este hombre es el hijo de Wisp?-preguntó Yamiyuki.

¿Quién es ésa?-se atrevió a preguntar Veena.

Una guerrera Mazoku muy poderosa.-dijo Yamiyuki-Por suerte o por desgracia, cayó en combate y actualmente no se sabe si sigue viva. No obstante, aquí hay una confusión: este jovencito cree que los Taimanin somos sus enemigos porque en la batalla del Santuario de los Fuegos Fatuos participó una soldado del ejército estadounidense que… resulta ser una antigua Taimanin, una guerrera que cambió de bando.

Conozco esa historia.-dijo Shirubei-La Shinigami Carmesí, ¿verdad? Pasó a hacerse llamar Red Line en las filas militares norteamericanas.

La misma.-dijo Yamiyuki-No obstante… quien aseguró la caída de Wisp… fue el antiguo señor de los Fuuma… ¡el difunto líder de Nioiko Fuuma! ¡Te están lavando el cerebro, Will!

¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!-rió Will-¿Nioiko Fuuma? Te equivocas. Este hombre no es un Fuuma.

Os repetiré cómo me llamo:-dijo Nioiko-Soy Nioiko Sakaguchi, el hombre que quiere apoyaros.

¡Esta gente tiene una gota de sangre en las drogas fluyendo por sus venas!-intervino Kuroageha-¡No se puede razonar con ellos!

No nos acuses de algo tan bajo como el consumo de drogas sólo por el hecho de que somos enemigos.-se aventuró Remigio-Tened honor y educación como guerreros: ¡lo mínimo que podéis hacer es presentaros! Yo me llamo Remigio, y lucho en esta causa para derrocar toda la corrupción de este mundo… ¡y por mi hija Alberta!

¿Alberta?-se sorprendió Aoi-¿No se llamaba así la joven guerrera del clan de los elfos oscuros que se enroló en el ejército de Estados Unidos?

Si mal no recuerdo…-terció Shirubei-… la soldado Alberta fue derrotada y capturada por la Baronesa Mazie… esa sádica torturadora.

Lo que este hombre parece no saber es que Mazie ya había sido reprogramada mentalmente mediante el lavado cerebral de… -explicó Inuhito- … ¡QUÉ CASUALIDAD! ¡El antiguo señor de los Fuuma!

¡Así es!-exclamó Remigio-¡He estado investigando! ¡Los Fuuma caerán igual que vosotros, Taimanin! No obstante, cada cosa tiene su momento… ¡y ahora os toca a vosotros!

¡Dejad de torturarnos con vuestra mierda!-irrumpió Yamiyuki-¡Terminad vuestros estúpidos discursos y terminad de corroborar que todos sois víctimas de los Fuuma dos veces, una por vuestros camaradas y otra por el lavado cerebral que os acaba de hacer el único Fuuma vivo que tiene un mínimo de importancia genealógica!

No necesito discursos.-dijo Kaiya-Kaiya Minobe. Me quitaron a mi hermana y no voy a escatimar en esfuerzos para recuperarla.

¿Es una Minobe?-preguntó Kuroageha-Se referirá a Enji Minobe, la ingeniera demoníaca… fue capturada también… y creo que fue sometida a torturas…

A mí me la pela todo este rollo.-Engel se sumó a la conversación-Soy Engel Klage y he venido aquí a matar a todo aquel que esté en mi lista de objetivos. Tampoco digo que no a un buen polvo… ¡JAJAJAJAJA!

Tengo una idea.-susurró Yamiyuki-Éste es un desertor de Estados Unidos. Lo leí en la prensa internacional. Está implicado en el caso de Wood Root. Lo mejor será cargarnos a los demonios y cumplir así con nuestra labor. A éste lo podemos utilizar para que se mate con los militares que llevan dándonos la lata desde hace ya un tiempo.

Me parece un buen plan.-Rito levantó el pulgar.

Nioiko, no entiendo a estas personas.-dijo Remigio.

¡Eso es lo que quieren!-exclamó éste-¡Confundiros! ¡Será mejor que luchemos antes de que nos hagan dudar de nuestros ideales!

Los gritos de guerra de los cinco enemigos resonaron por todo el campo de batalla. Elizabeth avanzó silenciosa.

¡ESTÁIS COMO UN PUTO CENCERRO!-gritó Yamiyuki mientras se lanzaba de frente al ataque.

Hay que seguir a ese morenazo de casi dos metros treinta.-Shirubei guiñó un ojo-¡Es la mejor opción para que las cosas salgan bien!

Elizabeth desplegó sus enormes tentáculos. Shirubei fue el encargado de fijarlos a paredes y techos aledaños con bloques de hielo.

Hola, muñeca…-dijo el chico con una sonrisa-… LITERALMENTE.

Remigio se lanzó hacia Shirubei para asistir a Elizabeth. Comenzó a disparar ráfagas de balas con su arma, pero un fuerte viento las desvió todas de manera súbita.

¡Nada de dos contra uno!-exclamó Hagane-¡Permíteme ser tu oponente… Remigio o como te llames!

Los abanicos de Hagane comenzaron a chocarse sonoramente contra las hojas de Remigio. Cerca de ellos, Will y Aoi intercambiaban proyectiles. Las balas de fuego demoníaco del Mazoku eran interceptadas por cuchillos kunai del Taimanin.

Tienes muy buena puntería…-dijo Will-…pero eso no será suficiente contra mí.

Siempre me dicen esas dos cosas juntas…-respondió Aoi-…y siempre acaban perdiendo.

En aras de lanzar por los aires a Hagane, a Shirubei y a Aoi, Kaiya se preparó para lanzar otro golpe de gran rango con su bola de demolición. Su sorpresa fue muy grande al ver que una mano había interceptado el arma en el aire y la había parado en seco.

¡Guau!-exclamó Rito mientras mantenía quieta la bola con la palma de su mano-¡Esta cosa tiene sus kilos! ¡Es casi como levantar una pluma!

¿Te estás burlando de mí?-preguntó Kaiya clavando sus ojos en el hercúleo joven.

No, para nada.-respondió Rito con neutralidad-Simplemente no noto la diferencia entre levantar una pluma y levantar esta bola. Estoy acostumbrado a entrenar con masas mucho más elevadas.

Veo que das mucha importancia a la masa.-dijo Kaiya con una media sonrisa-El peso es lo que dictamina si ganas o pierdes.

Pareces una chica inteligente, así que no creo que necesites que te explique la relación entre la masa y el peso de un cuerpo…-Rito arqueó una ceja.

Crees bien.-dijo la Mazoku-Lo que no terminas de entender es que no necesito masas enormes para hacerte soportar pesos inamovibles. ¡Chúpate ésta, Taimanin!

La joven pulsó un botón de su arma. La bola se tiñó con una luz de color violeta intenso y el brazo de Rito comenzó a ceder.

Ajá…-el chico sonrió-…tecnología de manipulación gravitatoria… ¡ahora lo entiendo todo! Llevas toda la razón del mundo: tu arma no necesita una gran masa para ser muy pesada porque tiene gravedad propia…

Hasta tus músculos tienen un límite.-dijo Kaiya-Mi martillo gravitatorio es implacable. Tu brazo se partirá y el martillo te aplastará de manera irreparable.

No seas ingenua…-sonrió Rito-…es muy fácil hacer que una fuerza muy grande no sea ningún problema…

Rito desapareció de la vista de Kaiya. El martillo gravitatorio se hundió pesadamente en el suelo.

…sólo tengo que hacer que el punto de aplicación de dicha fuerza esté fuera de mi cuerpo en todo momento.-explicó el musculoso Taimanin de cabello verde apareciendo detrás de la demonio con una agilidad sin igual.

Se escuchó un estruendoso golpe: con una fortísima llave, Rito golpeó a Kaiya contra el suelo. Engel observó la escena atentamente y apretó los puños.

Esto de atacar al que ataca a un compañero no sirve contra ellos…-el lunático luchador pensaba en voz alta.

Veo que lo entiendes…-oyó una voz detrás de él por encima de su cabeza.

El guerrero alemán miró hacia arriba y hacia atrás y vio a Inuhito cayendo sobre él. Lo apresó contra el suelo e inmovilizó sus cuatro extremidades.

Buena sumisión…-lo elogió Engel-…pero… ¿de qué te sirve impedir que no pueda mover los brazos ni las piernas si para ello tienes que invertir tus cuatro extremidades sin poder soltarlas?

Sirve para más de lo que te puedas imaginar…-Inuhito se sonrió-Ninpô – Kiba no Jutsu!
(¡Arte ninja de los colmillos!)

El joven de cabello blanco agitó la cabeza. Como si fuera una mata de alambres cortantes, la larga y cuidada melena del Taimanin fustigó con fuerza el abdomen de Engel, causándole unas sangrantes heridas que le hicieron chillar de dolor.

¡AAARGH!-bramó el ex-soldado-¡HIJO DE PUTAAAAA!

Se quitó de encima a Inuhito de una patada y, acto seguido, comenzó a lanzarle feroces puñetazos. Sus puños americanos hacían mella en todas las superficies que golpeaba.

Sólo Nioiko estaba vacante. Con su cola desplegada, buscaba a alguien a quien atacar por la espalda.  Yamiyuki leyó sus intenciones y lanzó un chorro de pétalos rojos hacia su posición. El mayordomo de los Fuuma saltó y giró sobre sí mismo, preparándose para caer encima del chico con un coletazo.

Hmmm…-Yamiyuki murmuró tácitamente.

En el momento exacto, el líder del equipo Taimanin interceptó la cola láser de su enemigo con la nodachi. Para evitar el deterioro del metal de la hoja, la cubrió de unas llamas especiales que la protegían por fuera pero no la calentaban.

Dime, Nioiko…-dijo Yamiyuki en tono provocativo-… ¿es divertido lavar cerebros? Porque está claro que a esta gente la has engatusado…

El mayordomo sonrió sádicamente e hizo deslizar su cola por la hoja de la nodachi ardiente de su contrincante, permitiéndole abandonar el forcejeo y poner de nuevo los pies en el suelo, posición desde la que saltó y pisó uno de los hombros del otro chico.

Eso es algo que no tienen necesariamente que saber…-susurró al oído de Yamiyuki mientras saltaba apoyándose en su hombro.

Así que no lo niegas, ¿eh, vil rata?-siseó Yamiyuki girándose hacia la nueva posición de Nioiko.

Quería engañarlos a ellos, no a vosotros.-Nioiko se encogió de hombros-Me basta con que os den una paliza.

Es una lástima que no puedan oírte entre tantos golpes y gritos, sabandija timadora…-respondió Yamiyuki.

Es lo que tiene estar rodeados…-Nioiko se encogió de hombros-…que hace mucho ruido…

Yamiyuki escudriñó sus alrededores. Los soldados esqueléticos formaban un cerco muy denso. La única razón por la que no se abalanzaban contra ellos era la actuación del segundo equipo ninja que estaba allí. Durante una fracción de segundo, los ojos del chico se cruzaron con los de Seika.

¡No os preocupéis por estos esqueletos!-exclamó Seika-¡Nosotros los contendremos! ¡Divide y vencerás!

¡Así se habla!-la elogió Kuroageha-¡Acabemos con esta escoria de una vez!

Os tomo la palabra, chicas.-respondió Yamiyuki sin bajar su guardia-No hemos venido a salvaros como a princesas de cuento…hemos venido a ayudaros como a camaradas y amigos… y ayudarse implica esfuerzos por parte de ambos lados. Confío en vuestro equipo. Kuroageha, Seika, Veena, Shiena… ¡masacrad a esos parias!

Los cuatro asintieron. Con sus fieros golpes y sus técnicas especiales mantenían a los esqueletos a raya. No obstante, Will hacía que aparecieran cada vez más.

Los esqueletos no se cansan porque los aniquiláis antes de tiempo…-comentó el fuego fatuo-…vosotros sí os acabaréis cansando.

O tú…-pensó Aoi mientras trataba de acertarle con sus armas arrojadizas.

En medio del intercambio de disparos, uno de los proyectiles del chico cortó una de las tiras que colgaban del pelo del demonio.

¿Cómo has…-se sorprendió Will.

¿Cansado?-preguntó Aoi-Llega un punto en el que tanto tiempo invocando esqueletos te pasa factura… ¡no es nada personal!

El chico de cabello azul sacó su látigo y fustigó con fuerza a Will, haciendo que cayera al suelo.  En esa posición, endureció y acortó el arma hasta hacerla parecer un híbrido entre una fusta y una porra y comenzó a golpear a su enemigo. Los esqueletos comenzaron a desaparecer gradualmente, facilitando la labor de Kuroageha y sus subordinados.

Ninpô – Raiton no Jutsu! Raijinkyaku!-exclamó Aoi.
(¡Arte ninja de la electricidad! ¡Patada Eléctrica!)

Cargando energía eléctrica en su pierna izquierda, el Taimanin pateó a su enemigo, lanzándolo por los aires.

¡Estampadlos entre ellos!-exclamó Aoi-Nos será más fácil acabar con todos de una tacada si están juntos.

Se escucharon gritos afirmativos en todo el campo de batalla. Hagane fue el primero en intentar hacer lo propio con Remigio. Seguían chocando aceros e intercambiando disparos de vez en cuando: las balas del Mazoku contra las agujas senbon, cuchillos kunai y shuriken del Taimanin.

¡Lo siento, buen hombre!-se disculpó Hagane-¡Tengo que estamparte contra esa pared antes de que tu compañero se recupere!

Inténtalo…-dijo Remigio en tono amenazante.

Será un placer.-siseó el chico de ojos verdes.

Con una agilidad inexplicable, el andrógino Taimanin lanzó una patada lateral alta contra el cuello de su enemigo, clavándole el tacón en la nuez y dejándolo sin aire unos segundos.

Ninpô – Fuuton no Jutsu!-el chico continuó su ataque.
(¡Arte ninja del viento!)

Un explosivo ventarrón empujó a Remigio con gran puntería contra el lugar al que Aoi había mandado a Wisp de una patada. Ambos cuerpos chocaron entre sí.

¡Ahí va la tercera!-exclamó Rito-¡Buen viaje, señorita!

Rito se dispuso a agarrar a Kaiya para lanzarla fuertemente contra la pared, pero ésta ató sus piernas hábilmente con la cadena de su bola.

No voy a dejarme vencer fácilmente…-dijo la joven mujer-…no después de todo lo que he luchado para llegar hasta aquí.

No esperaba que lo hicieras.-dijo Rito con una amable sonrisa-¿Sabes de lo que soy capaz con las dos piernas juntas?

El chico saltó sin separar las piernas y se dejó caer pesadamente con ambos pies, descargando toda la masa de su cuerpo contra su enemiga. Este movimiento la obligó a soltar el arma y, por tanto, las cadenas se destensaron y el chico pudo liberar sus piernas de nuevo. Aprovechó el aturdimiento que le había provocado a la joven para lanzarla por los aires con un golpe vertical con su doble maza. Finalmente, ejecutó un sello ninja con las manos y preparó una técnica especial.

Ninpô – Dôton no Jutsu! Iwayama no Ken!-exclamó.
(¡Arte ninja de la tierra! ¡Puño de la Montaña Rocosa!)

De una pared emergió un mástil de roca con forma de brazo. En su extremo había un enorme puño cerrado que estampó a Kaiya contra la pared y aplastó a los tres caídos.

Voy a intentar yo el cuarto lanzamiento…-dijo Shirubei-…pero os aviso de que no se me dan tan bien como en el béisbol… ¡y más cuando tu oponente tiene infinitos kilos en el cuerpo!

Elizabeth era rápida y ágil a pesar de lo pesado que era su cuerpo. Sus patadas podían partir columnas y ponían a prueba la excelente esquividad de Shirubei.

Eres un poco peligrosa, amiga…-dijo el chico con sorna-…necesito lanzarte por los aires, pero no tengo suficiente fuerza. No obstante, ¿sabes quién la tiene? ¡EL AGUA! Ninpô- Suiton no Jutsu!
(¡Arte ninja del agua!)

Un géiser emergió de debajo de los pies de Elizabeth, elevándola a una gran altura. Shirubei no se movió de su posición. Conjuró de nuevo su técnica de agua e invocó un géiser horizontal que salió de la parte alta de la fachada de un edificio, empujando a la androide contra sus compañeros caídos.

¡Me voy a quedar el último si sigo así!-comentó Hagane al escuchar el cuarto golpe contra el punto de aglomeración.

Los puños de Engel eran rapidísimos. Tenía varios golpes por el cuerpo y algunos cortes fruto de los hilos metálicos que aquel violento combatiente llevaba encima.

Me vas a obligar a ponerme perro…-susurró Inuhito.

Inuhito trataba de provocar y desorientar a Engel, pero se encontraba en unas condiciones algo desfavorables: su oponente le había golpeado muchas veces.

Voy a fulminarte con esta sarta de puñetazos…-amenazó el alemán.

A la mierda…-siseó Inuhito con una sonrisa macabra-Ninpô – Gokanjuka no Jutsu!
(¡Arte ninja de los cinco sentidos de la bestia!)

Inuhito liberó el potencial de sus sentidos y sus instintos y, durante unos instantes, pudo esquivar a la perfección todos los golpes de Engel. Se colocó detrás de él y lo lanzó por los aires con una patada alta. Tras esto, lanzó su enorme aro con gran fuerza contra una grúa que había cerca, cortando su cable y dejando caer una carga que aplastó al desertor justo en el punto en el que querían que cayera.

Buen trabajo, chicos.-los elogió Yamiyuki mientras forcejeaba con Nioiko-¿Qué os parece si lo tiro a él también y les damos el golpe de gracia entre los diez?

Sería una gran idea ahora que no tenemos esqueletos con los que disfrutar.-comentó Kuroageha.

¡Discrepo!-exclamó Nioiko.

El joven Fuuma esquivó el último ataque que Yamiyuki había lanzado y se miró en un espejo de mano con el que se transportó con la mirada hasta sus compañeros. Les ayudó a levantarse a todos.

¡Tú mismo te has metido en la boca del lobo!-Yamiyuki alzó la voz-¡Ahora, chicos! ¡Acabemos con ellos!

¡NO!-bramó Nioiko-¡Retirada! ¡Ya acabaremos con estos corruptos cuando no estén todos juntos!

Creo que es lo mejor…-susurró Remigio.

Me fastidia admitirlo, pero…-concedió Will-…sí.

Vámonos de aquí entonces.-dijo Kaiya con resentimiento.

Engel no se inmutó. Se limitó a lamer la sangre que brotaba de sus labios y a sonreír con sadismo.

¿Ocurre algo?-Nioiko se giró hacia él.

Nada importante…-dijo el otro hombre con su marcado acento alemán-…simplemente me he quedado con ganas de jugar más. Una lástima.

Bien, equipo, ¡larguémonos!-exclamó Nioiko.

Aquel heterogéneo y recién formado equipo emprendió una huida. No sabían hacia dónde se dirigían, pero querían alejarse de los Taimanin.

Sólo la luz es más rápida que los Taimanin…-escucharon a Kuroageha.


Rápidamente, los diez guerreros ninja comenzaron a saltar de azotea en azotea persiguiendo a sus enemigos.