TAIMANIN
YAMIYUKI
Episodio 60: Jugada
rastrera
En aquella reñida persecución,
Nioiko y sus sicarios llevaban la ventaja porque habían empezado a moverse
antes, pero los Taimanin no tardarían en alcanzarlos, pues eran más veloces.
¿Sabes una cosa, Nioiko?-preguntó
Kuroageha mientras saltaba hacia los enemigos-¡Eres un cobarde! ¡Ni siquiera
tienes agallas para terminar un combate con honor! ¡Una retirada a tiempo es
una victoria, pero huir con el rabo entre las piernas de una batalla para cuya
llevada a cabo has necesitado lavar el cerebro a terceros me parece de muy mal
gusto! ¿Dónde está tu hombría? ¿Dónde está tu honor? ¿Dónde está tu orgullo?
En mi lucha no hay nada que no sea
victoria.-respondió Nioiko sin mirar a su interlocutora-O consigo las cosas o
no.
¿Victoria?-terció Shirubei-¡No me
hagas reír! ¡Te hemos dado una paliza todas y cada una de las veces que has
aparecido! ¡Eres una mierda de tío!
Lo dicho.-insistió Nioiko-¡O lo
consigo o no! ¡Lo demás no me importa! Lo único que me importa ahora mismo es
que aún no he conseguido lo que quiero… ¡ergo seguiré intentándolo!
Das asco.-intervino Hagane-PUTO
ASCO. Es una buena práctica el no rendirse al perseguir metas, pero justificar
tus medios mezquinos y despóticos con la finalidad que persigues es de lo más
maquiavélico, nunca mejor dicho, que he visto nunca. ¡Nunca llegarás a ninguna
parte si no te esfuerzas en valorar lo que tienes, en actuar con una visión
global, de conjunto!
¿Le das consejos al
enemigo?-preguntó el mayordomo de los Fuuma con tono provocativo-¿Prepotencia,
tal vez?
¿Y qué si soy prepotente?-insistió
Hagane-¿No decías que no te importa nada que no sea tu anhelada victoria? Te
diré lo que me dé la gana por la sencilla razón de que va a dar absolutamente
igual: todos los aquí presentes podemos presentir que acabarás muerto antes de
lo que te esperas.
¡JAJAJAJAJAJA!-rió Nioiko-Tanto
que presumís de haberme derrotado en todos nuestros encuentros… y sigo vivo y
con total capacidad operativa… algo os fallará, Taimanin…
Exceso de cobardía por tu
parte.-Inuhito se introdujo en la conversación-Si no fueras una rata huidiza,
ya te habríamos pisado el cuello. Recuerdo cuando tu señor estaba vivo… no eres
ni una sombra de lo que él era como enemigo… ¡ése sí que era un hijo de la gran
puta! ¡Tú sólo eres el “quiero y no puedo” de los niños malos!
¿Cómo has dicho?-preguntó Nioiko,
esta vez girándose hacia la posición desde la que le hablaban.
Recuerdo que el día en que se lo
cargaron nuestros superiores, yo estaba un poco mal del estómago y me recomendaron
en la consulta médica que bebiera muchos líquidos… -Inuhito se sonreía con
sadismo- …en casa me dieron tantos zumos y tanta agua que habría sido el día
idóneo para MEARME EN EL CADÁVER DE ESE CABRÓN… pero lo trajeron hecho carne
picada y se habría convertido en una sopa con tropezones… ¡JAJAJAJAJAJAJA!
¡No insultes al Gran
Señor!-exclamó Nioiko con furia.
Está aminorando la marcha porque
la ira no le deja pensar…-susurró Inuhito-…a por él.
Los que más cerca estaban de él
fueron los que mejor le oyeron: Rito, Veena y Aoi. Los tres se lanzaron de
golpe a por Nioiko.
¡AHORA!-exclamó Rito dirigiéndose
a sus dos amigos.
Aoi ató los tobillos de Nioiko con
su látigo. Veena hizo algo parecido con su cimitarra serpiente, pegándole los
brazos al cuerpo y dejando los fragmentos de la hoja amenazando con clavársele.
Finalmente, Rito aterrizó frente al inmovilizado enemigo y le asestó un
potentísimo rodillazo en la boca del estómago.
Ugh…-boqueó el mayordomo.
Will, Remigio, Kaiya, Engel y
Elizabeth abortaron la huida y se acercaron a Nioiko, preparados para un nuevo
combate. Yamiyuki impidió que se acercaran incendiando los alrededores.
Vosotros estaos quietecitos…-pidió
el chico-…no pintáis nada aquí. Cuando se os pase la resaca de lo que sea que
os ha metido, vais a ver el ridículo que habéis hecho y vais a desear matar a
este hombre.
¡No hagáis caso de este
embaucador!-bramó Nioiko, que estaba hincado de rodillas en el suelo tras el
golpe de Rito y seguía inmovilizado por Aoi y Veena.
No nos creemos una palabra de lo
que dice.-respondió Remigio desde el otro lado de las llamas-No obstante, con
este fuego, lo tenemos difícil para acercarnos…
¿Sabes qué es lo único en lo que
te pareces a tu hermana quitando el físico y la obsesión por vestir con ropas
de mayordomo hasta para ir a la playa?-preguntó Yamiyuki con sorna-Voy a
decírtelo: lo único en lo que os parecéis es en que ambos sois unos vendidos
que os acercáis a donde sea con tal de complacer lo que vuestro líder desee,
importándoos poco el resto del vasto mundo en el que vivimos y, lo que es peor,
importándoos un comino las personas que no dejáis de ser. Dejando de lado lo
tristes y penosos que sois en ese sentido, he de decir que tu hermana mayor,
Tokiko, es mucho más lista y, hasta que la capturamos, supo ponernos las cosas
más difíciles. No eres ni una sombra de lo que fueron los Fuuma, ni de lo que
fue tu señor, ni de lo que es tu hermana.
¿Has terminado ya?-preguntó
Nioiko-Te he dicho que no me importa nada más que la consecución de mis logros.
Cuando consiga resucitar al Gran Señor, él liberará a Tokiko-ane de vuestras
garras y sabrá recompensarme. No necesito preocuparme por mi estatus actual
porque sé que, si me mantengo como hasta ahora, mi estatus futuro será más que
envidiable. Me acusáis de no tener visión global, pero creo que sois vosotros
los que carecéis de ella…
Rito, ¿le has golpeado en la
cabeza?-preguntó Yamiyuki-Juraría que te he visto golpearle en el estómago,
pero, con lo que está diciendo y teniendo en cuenta que, además, se lo cree,
diría que ha pasado algo raro…
No, no le he golpeado en la cabeza…-respondió
Rito.
Pues hazlo.-respondió Yamiyuki-Nos
harás un favor a todos, incluido a ti mismo. Sé que tienes ganas.
Nos mimas demasiado en las
misiones…-dijo Rito con una sonrisa.
La sonrisa cariñosa que Rito le
dirigió a Yamiyuki se convirtió en una mueca penetrante cuando se encaró a
Nioiko. De manera fugaz, lo tiró contra el suelo dándole una fuerte patada en
la cabeza. El empujón hizo que el látigo de Aoi se resbalase y desatase las
piernas del mayordomo, mientras que el arma de Veena, al ser una espada
serpiente, dio lugar al efecto contrario y los fragmentos de hoja se le
clavaron en el cuerpo.
¡ARGH!-gritó Nioiko mientras la
sangre salía de su cuerpo.
Creo que ha llegado la hora de
matarte…-siseó Yamiyuki-…Nioiko Fuuma.
Deja de retorcerte.-dijo Veena sin
soltar la empuñadura de su cimitarra-Cuanto más te muevas, más se te clavarán
los fragmentos de hoja.
No voy a dejar que me matéis…-dijo
Nioiko entre jadeos y gemidos-…no os lo permitiré…
Rito se acercó de nuevo a su
enemigo para golpearlo de nuevo, pero unas manos lo agarraron de los hombros y
le obligaron a retroceder súbitamente.
¡Cuidado, hermano!-exclamó Seika
mientras retiraba a su hermano de un tirón.
De la cadera de Nioiko brotó con
fuerza la cola láser que solía usar como arma. Si Seika no hubiera retirado a
Rito de su posición, aquel chorro de energía canalizada lo habría atravesado.
¡Joder!-exclamó Rito-¡Eso ha sido
fugaz! ¡Gracias, Seika!
La cola cortó la cuerda que unía
los fragmentos de la cimitarra de Veena, liberando a su dueño de sus ataduras.
Ufff…-resopló mientras se ponía en
pie-…qué persistentes sois…
¡Eh!-bramó Veena-¡Te has cargado
mi arma! ¡Está hecha pedazos! ¿Cómo crees que vas a pagarla?
Fastídiate, niña, no tengo tiempo
para jugar contigo.-le espetó Nioiko.
¡De eso nada!-exclamó Veena
apretando los puños y poniéndose en guardia-¡No necesito un arma para acabar
con un enclenque como tú y voy a cobrarme lo que has roto a base de puñetazos!
Sin esperar una respuesta, la
Taimanin india acortó distancias fugazmente con su adversario y le dio un
fuerte puñetazo en el pómulo derecho. Acto seguido, lanzó un puñetazo hacia el
esternón y, girando sobre sí misma, combinó el golpe con un barrido con el
dorso del puño que le impactó en el cuello. Sus movimientos dejaban ver un
Karate muy bien aprendido.
¡KIAI!-gritó Veena acompañando un
golpe-¡SEIKEN!
Un brutal puñetazo recto impactó
en el estómago de Nioiko como si de un ariete se tratase, golpeando de nuevo la
zona en la que Rito le había asestado un rodillazo previamente.
¡Debilucho!-exclamó Veena-¡Voy a
romperte el cuello! ¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
Veena lanzó una patada giratoria
con la pierna derecha que impactó en el cuello de Nioiko, haciendo que se
tambaleara violentamente. El golpe se oyó muy claramente.
Maldita…-susurró Nioiko-…seas…
El mayordomo comenzó a ejecutar
unos ágiles movimientos similares a una danza. Sus movimientos de cadera hacían
que su cola felina se comportase como un látigo de energía capaz de destrozar
todo lo que tocaba. Veena lo esquivó fácilmente con piruetas y giros que
dejaban ver su gran dominio de la gimnasia: las artes de aquella chica eran
eclécticas y mixtas, fruto del dominio de diferentes disciplinas y de la mezcla
de culturas en la que consistía su vida.
Estás sin resuello…-dijo Veena
todavía en guardia al ver que Nioiko se había parado para tomar aire-…es inútil
que sigas forcejeando conmigo. ¡YAAAAH!
La chica lanzó una patada alta que
golpeó el mentón de su contendiente con el empeine, haciendo que cayera al
suelo.
¡Bravo, Veena!-la elogió Kuroageha-¡Así
se hace! Enfrentándote a un archienemigo jurado sin armas… ¡qué mezcla de
valentía y poder! ¡Estoy orgullosa de que estés en mi equipo! ¡Eres una fiera!
¿Lo ves?-preguntó Seika con
cariño-No necesitas músculos para ser increíble…
Shiena se acercó a Rito y le tiró
levemente de la tela del uniforme. Su primo mayor se giró hacia él.
Creo que ahora me gusta más…-susurró
el menor de los dos-… y ya aprovecho para preguntarte cómo haces para que no se
te note… el buen humor… con esa ropa tan ajustada… yo también voy bien apretado…
Inuhito también… y… joder… creo que me va a…
Rito le puso la mano a su primo en
el hombro.
No hacemos nada.-dijo Rito-Si nos
empalmamos, nos empalmamos. Nos la pela, nunca mejor dicho. Necesitas una buena…
-hizo ademán de masturbarse agitando la mano en el aire- … ya sabes.
Por suerte para Shiena, Veena no
estaba mirando ni escuchando nada de lo que los dos chicos comentaban. Estaba
centrada en Nioiko. Los elogios de sus amigas habían llegado a su corazón y,
más que nunca, sentía que tenía que ganar, que tenía que darlo todo, que había
gente que confiaba en ella allí delante, gente a la que no podía defraudar.
¡KIAAAAAAAAAAAAH!-gritó Veena
mientras trataba de asestar el golpe de gracia.
Haciendo un alarde de gran
flexibilidad, levantó su pierna izquierda hasta pegarla al resto de su cuerpo:
iba a destrozar la cabeza del mayordomo de los Fuuma con una patada de talón
descendente. Justo en ese instante, las llamas de Yamiyuki se oscurecieron y se
disiparon.
¡Por fin!-exclamó Will-¡Gracias
por tu apoyo, Kaiya, sin tus poderes no habría podido apagar esas llamas!
De nada.-dijo la chica-Esto
compensa el mal pie con el que empezamos.
Elizabeth saltó al campo de
batalla y cogió en brazos a Nioiko con una velocidad pasmosa. Veena no pudo
descargar su patada.
¡No te metas, incordio!-la amenazó
Veena.
Se giró levemente y lanzó una
patada lateral contra la androide, pero ésta la paró con una mano y le apretó
fuertemente el pie, causándole un gran dolor.
¡ARGH!-gimió la Taimanin.
¡Suéltala, zorra!-exclamó
Kuroageha mientras lanzaba ondas sonoras con una mano.
Las ondas hicieron vibrar las
pesadas estructuras de Elizabeth, obligándola a alejarse, soltando por ello a
Veena.
¿Estás bien?-preguntó Kuroageha
cogiendo a Veena de los hombros.
Casi me rompe el pie…-respondió
Veena-…pero no ha pasado nada… gracias, Kuroageha.
Elizabeth no es una enemiga a la
que nos podamos enfrentar fácilmente…-dijo la líder del equipo-…y menos sin
armas. No es culpa tuya.
Pero…-dijo Veena-…ese cobarde…se
va a ir vivo de nuevo…
Tú eres más importante que
él.-respondió Kuroageha tajantemente-Siempre lo has sido y siempre lo serás. No
quiero que te lesiones.
Elizabeth…-apeló Nioiko
envalentonándose de nuevo-…enfócame hacia los Taimanin.
La forzuda mujer robótica levantó
a Nioiko como si fuera un muñeco e hizo que mirara a los Taimanin. Desde esta
posición, el joven parpadeó y dejó que unos rayos azules salieran de sus ojos.
Eran muy largos y tenían un gran alcance.
¡Ya empezamos!-exclamó
Shirubei-¡Va a transportarnos de nuevo!
¡Esquivad los rayos!-pidió
Yamiyuki-Bailad por las azoteas si hace falta, pero… ¡QUE NO OS TOQUEN!
El chico saltó hacia Kuroageha e
hizo ademán de empujarla.
Tienes que irte.-dijo Yamiyuki-Te
lo pido por favor.
¿Qué?-preguntó Kuroageha
incrédula-¡Y un cuerno! ¿Cómo voy a abandonaros a vuestra suerte?
¡Kuroageha, controlas
Inteligencia!-exclamó Yamiyuki-No podemos permitirnos que Nioiko te aísle. Sé
que sabes cuidarte muy bien, pero, si esos rayos te tocan como consecuencia del
más mínimo tropiezo… Gokuruma podría hundirse en la mierda. Eres inteligente,
MUY inteligente, y por eso sé que entiendes lo importante que eres. Llévate al
resto de tu equipo: Veena necesita que le miren ese pie y, dado que tendréis
que llevarla a hombros para que no se fuerce, necesitarás más manos para luchar
en el camino de retirada. Seika y Shiena tienen unas manos cojonudas para ello,
ambos reparten unas hostias como templos. No tenemos tiempo…
¡Siempre confío en ti!-exclamó
Kuroageha-¡Esta vez también lo haré! Pero… ¡no me jodas, Yamiyuki Kuroi! ¡No te
expongas a calamidades por los demás!
No voy a cometer los errores del
pasado.-explicó Yamiyuki-Esta vez se quedarán mis chicos conmigo. No voy a
pedirte que te los lleves. Seremos seis contra seis. ¡Retiraos hacia la
seguridad de Gokuruma, vamos! Además, fuera del rollo proteccionista y
caballeroso… hay mucho más. Vuestra participación activa en esta batalla no se
acaba en esta retirada, sino que casi empieza. ¡No me jodas, Zhao Kuroageha!
¡Espero que cuando volvamos a Gokuruma tengas un buen plan para perseguir, rodear,
acorralar y obliterar a los Fuuma para siempre! ¡Su desesperación apesta más
que el sudor de los orcos!
Kuroageha sonrió con sinceridad.
De lo que no hay en este
mundo.-dijo la chica-Incorregible. Inigualable.
Ya…-dijo Yamiyuki-… porque “el
puto amo” te resulta difícil de pronunciar, ¿no?
Nos vemos pronto.-dijo la chica-O
te corto los huevos.
Qué cariñosa…-dijo Yamiyuki
haciéndole un gesto para que se fuera.
¡Equipo Kuroageha,
conmigo!-exclamó la líder.
Shiena, Seika y Veena asintieron.
Te llevo.-dijo Seika cogiendo a
Veena y cargándola a sus hombros-No voy a dejar que fuerces tu pie. La doctora
Himehagi te lo arreglará, pero, hasta que lleguemos, no quiero que hagas el
tonto.
Gracias…-susurró Veena.
Seika saltó hacia Kuroageha con
Veena a cuestas. Shiena la siguió. Tomaron una ruta rápida hacia Gokuruma,
desapareciendo de allí y poniéndose a salvo de los rayos.
Hablabais en voz muy baja, pero ya
sabes que eso me da igual.-dijo Inuhito-Os he oído. Un plan maestro, como de
costumbre.
¡Gracias!-respondió
Yamiyuki-¡Bueno, chicos, es hora de cerrar el grifo de los rayos!
¡Ahora!-exclamó Nioiko-¡Remigio,
los espejos que te di!
El hombre más longevo del grupo
sacó de sus bolsillos ocultos un puñado de espejos rectangulares y los lanzó
por los aires. Los chicos pudieron ver que cada uno de ellos llevaba un imán
adherido en el dorso.
¡Kaiya, el martillo magnético!-ordenó
Nioiko-¡Ya!
La mujer pulsó un botón de su
arma. La bola se tiñó con un aura de energía de color azul cobalto.
No sólo la gravedad es mi esclava
con este invento…-dijo Kaiya con un tono altanero.
Gracias a los imanes, los espejos
fueron posicionados y orientados estratégicamente por el campo magnético del
arma de Kaiya Minobe.
Mierda…-dijo Hagane-…los espejos
nos van a perseguir y…
¡No dejéis de intentarlo!-exclamó
Shirubei-¡Corred!
Nioiko volvió a lanzar rayos por
los ojos. Los espejos crearon una restrictiva malla con muy pocos resquicios.
Finalmente, los seis Taimanin fueron alcanzados y transportados.
Buen viaje…-dijo Nioiko con una
sonrisa antes de desmayarse.
. .
.
Los chicos aparecieron juntos en
un lugar que no les resultaba totalmente desconocido, pero tampoco muy
familiar.
¿Dónde estamos?-preguntó Aoi-Creo
que hemos estado antes por aquí…tal vez es un lugar tan grande que no hemos
alcanzado a ver todas sus partes y ésta es una de esas zonas que no habíamos
visto antes…
Cada uno de los chicos estaba
mirando hacia un lugar. Shirubei había tenido la ocurrencia de mirar hacia lo
alto. Había un pasillo lleno de ventanas en una parte de la estructura que
estaba encima de sus cabezas.
¡Inuhito, ven aquí, mira!-exclamó
Shirubei-¡Veo a alguien moverse por ese pasillo, pero está demasiado lejos! Tal
vez tú puedas…
El chico de cabello blanco se
acercó a Shirubei y miró hacia arriba, siguiendo la línea imaginaria que partía
del dedo índice de su amigo.
¡Joder!-exclamó Inuhito-Es Tigres
Black… ¡estamos en los cuarteles generales de los Neo-Nómadas! ¡Por eso nos
resulta familiar esta ubicación! ¡Nioiko estaba planeando esto desde el
principio! ¡Ese cabrón nos la ha jugado bien!
Y eso no es todo…-dijo Hagane
señalando hacia la lejanía de la planta en la que se encontraban.
Los chicos miraron hacia donde
señalaba su amigo. Un grupo de mercenarios se dirigía hacia ellos.
Comité de bienvenida…-dijo Yamiyuki-…qué
amables.
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