jueves, 25 de septiembre de 2014

[WCIII] Episodio X: En el agua

REACTION
WORLDS COLLIDE III
Episodio X · EN EL AGUA

Aquel chico de aspecto afeminado parecía estar saludándoles. ¿Significaría eso que no era un enemigo? En cualquier caso, no sólo repararon en él, sino también en ella. Una mujer acababa de huir de aquel emplazamiento con una rapidez tal que no les dio tiempo a visualizarla con detenimiento: sólo pudieron apreciar que llevaba gafas,  que su pelo era de color lavanda y que sus vestimentas parecían de algún tipo de ejército. Sin más tiempo para pensar en aquella huidiza desconocida, centraron su mirada en quien los acababa de saludar. Era alto, tal vez un poco por debajo de los dos metros. Tenía una tez muy pálida, brazos esbeltos y marcados, hombros estrechos y poco voluminosos con una notable concentración muscular, piernas largas y finas, cadera ancha, cuello largo y fino. Su cabello era plateado, vaporoso, liso y largo hasta casi la altura de los codos. Lo poco que se veía de sus ojos era de color amarillento y poco saturado, como la pirita. Sus ropas no dejaban lugar para la indiferencia: un chaleco de color violeta intenso con algunos ribetes negros y rosas, brazos descubiertos salvo por unos guantes largos de corte triangular que no cubrían sus dedos, de color rosa con volantes en la zona de las manos, una enorme y abombada falda de color rosa semitransparente cuya anchura duplicaba la de su cuerpo, larga hasta sus rodillas, probablemente con un miriñaque para mantener esa forma y, debajo, medias negras y unas botas altas de cuero sintético de color negro con cordones rosas.  A la altura de la cadera, en la zona trasera, llevaba un lazo rosa del que colgaban dos tiras algo más largas que su falda. Su cara estaba cubierta por un antifaz bastante grande con forma de mariposa de color rosa. Nadie se sorprendió, pues todos allí eran muy llamativos a su manera y no les importó que él también lo fuera.
Veo que nos conoces…-Yamiyuki se aventuró a hablar-…pero, lamentablemente, nosotros a ti no. ¿Podemos preguntar quién eres?
Por supuesto.-respondió aquel enigmático hombre enmascarado.
Se quitó el antifaz. La melena empezó a bajar por su cara como si fuera una cascada. Su rostro era realmente hermoso, y dejaba ver que era muy joven, tal vez de la edad de Yamiyuki o incluso menor.
Mi nombre es Yuuji Chou.-se presentó el chico-Seguro que, aunque nunca nos hayamos visto en persona, mi nombre sí os es familiar, ¿verdad?
Yuuji Chou…-susurró Yamiyuki pensativo.
Chou…-murmuró Nikola.
El nombre de la mariposa estaba cada vez más presente. ¿Sería una coincidencia?
¡Claro!-afirmó Yamiyuki segundos después-Tú eres Pink Butterfly, ¿no es así? Todas las pruebas visuales apuntan a ello, además.
El chico sonrió y asintió con la cabeza.
Pink Butterfly…-Freya se unió a la conversación-…el héroe enmascarado del siglo XXI. Tú y tu labor habéis aparecido últimamente con relativa frecuencia en la prensa de nuestro país.
¡Yo también he visto algo!-añadió Yurika sorprendida-Solía comentar las noticias de actualidad con algunos compañeros de clase y, en el tema de activismo ciudadano, siempre salía su nombre.
Así que éste es el cosplayer famoso que aparecía en aquel ridículo periódico del instituto…-dijo Ibara.
Los que no somos japoneses no tenemos ni puta idea de qué es toda esta historia…-dejó caer Aquanika.
Bueno…yo soy japonés y tampoco entiendo esta situación.-añadió Dalton.
Es normal, jefe Dalton, nos separan cinco milenios.-se excusó el tal Yuuji.
¿También me conoces a mí?-Dalton se sorprendió.
Antes de que las comunicaciones se saturasen, justo en el inicio del pliegue temporal, tu nombre era lo que más se escuchaba en la prensa.-explicó Yuuji-Tu golpe de Estado goza de gran apreciación ciudadana. Actualmente, se han generado pequeñas coaliciones altruistas para la gestión de los habitantes del país: con la caída de los tiranos, intentan sobrevivir de manera pacífica y colaborativa hasta que la política se restablezca…favorablemente.
Dalton miró a Marah un momento, quien le hizo un saludo militar mientras le guiñaba un ojo.
Excelente trabajo.-la felicitó-La gente sólo tiene que esperar a que terminemos lo que estamos haciendo. Yo mismo reconduciré el país…lo prometo.
En cualquier caso…-intervino Yuuji de nuevo-…he venido aquí para acompañaros. Necesito ajustar cuentas con un enemigo vuestro. Podremos ayudarnos mutuamente. ¿Qué me decís?
Sabemos que eres un aliado.-dijo Freya-Nunca imaginé que trabajaríamos juntos, pero, de entrada, no veo ningún inconveniente. La única dificultad que puede planteársete es que tengas o no tengas medios para cuidarte: bienes materiales, capital, recursos necesarios…lo cual doy por conseguido, pues has debido de necesitarlo para llegar hasta nosotros por tu cuenta. De lo contrario, siempre puedes trabajar para nosotros y pagar así lo que necesites que te brindemos.
Eso no será un problema, Freya.-respondió Yuuji-Agradezco que quieras aceptarme como un compañero de viaje, así como la oportunidad de trabajar, pero no tengo ninguna estrechez económica: gozo de estudios y trabajo estable, y vengo preparado, así que, de entrada, no habrá problema.
Como desees, entonces.-asintió Freya.
¿Así de fácil?-se quejó Aquanika.
Él nunca se ha dedicado al crimen.-dijo Freya anticipándose a lo que Aquanika iba a plantearle-Tú sí. Tengo que atarte de alguna manera, quieras o no entenderlo.
Podría ser un farsante camuflado en lugar de vuestro “héroe”…-adujo Aquanika.
Lo habría detectado.-respondió Freya-Te lo voy a explicar de una manera tal que no quedará ninguna duda: personalmente, no tengo absolutamente nada en contra de Marah, pero es más que obvio que hemos aceptado trabajar con ella tan rápida y fácilmente porque tenemos un gran aval de confianza, y es que Dalton la conoce en profundidad. Al contrario, Marah podría haber desconfiado de nosotros con todo el derecho del mundo si Dalton no le hubiera hablado de nuestro trabajo y nuestra organización. De la misma manera, esta vez el aval de confianza soy yo misma: conozco la labor de Pink Butterfly…de Yuuji…y creo que es un buen fichaje para lo que nos aguarda. Ha salido en la prensa, tanto escrita como audiovisual, y siempre impidiendo robos, salvando a víctimas de secuestros, protegiendo a inocentes, asegurando pequeños comercios contra el latrocinio callejero…es un altruista y, además, una persona que forzosamente tiene que ser poderosa: no todo el mundo puede enfrentarse a criminales peligrosos día tras día.
Haz lo que te dé la gana.-le espetó Aquanika.
Para eso he nacido, gracias.-respondió Freya-¿Alguien más tiene algún ruego o sugerencia?
Esto…Freya, me gustaría comentar algo, aunque no quiero que se malinterprete.-terció Marah.
¿Sí?-atendió Freya.
No tengo inconveniente alguno en que este hombre venga con nosotros…-dijo Marah-…y menos teniendo en cuenta que fuisteis capaces de acogerme a mí con la misma facilidad. Por un lado pienso que es muy positivo que seamos muchos por lo que pueda pasar, pero me asalta una ambivalencia, y es el hecho de que…ya sabes, ¿no crees que siendo cada vez más seremos más fáciles de detectar y nos costará más coordinarnos? Por supuesto que no estoy diciendo que nadie tenga que irse, pero me gustaría saber cómo piensas acometer esta circunstancia.
No te falta razón, Marah.-respondió Freya con una media sonrisa-Ser tantos como somos es, en efecto, un escollo a muchos efectos, pero creo que pronto tendremos que separarnos. Me parece que nuestros enemigos están empezando a posicionarse estratégicamente y que, por encima de sus intenciones para ello, nos están facilitando un “divide y vencerás” que pronto aplicaremos. Cada una de las personas…o cosas…que nos amenaza, tiene especial enemistad con uno de nosotros, así que…no sé vosotros, pero veo justo y correcto que cada uno vayamos a por quien proceda. Cuando vayamos cada uno por nuestra cuenta o, tal vez, en pequeñas agrupaciones como parejas o tríos, no tendremos esos problemas que enuncias. Tendremos que lidiar con ambas vertientes.
Entiendo…-respondió Marah-…y creo que imagino a lo que te estás refiriendo. ¿Algo que ver con el agua?
¿Agua?-preguntó Yuuji.
¿Has visto salir a una mujer y a un adolescente saliendo de ese boquete antes que nosotros?-preguntó Yamiyuki.
Sí.-respondió Yuuji-A la mujer la conozco por la prensa de esta época: es Arianelle Blanchoret. Desconozco quién es el joven.
Es de nuestros días.-respondió Yamiyuki-Yuu Hiwatari…
…alguien a quien debí matar hace mucho tiempo.-continuó Freya.
De cualquier manera…-Yamiyuki continuó su explicación-…vinimos a este hospital en busca de un equipo médico de alta tecnología para salvar a una persona que está…enferma…y, cuando llegamos y vimos el hospital vacío, lo máximo que pudimos llegar a hacer fue preguntarle a esa Arianelle que dónde estaban las máquinas…y respondió que estaban en el agua.
¡¿En el agua?!-se sorprendió Yuuji-¡Hay un barco gigantesco no muy lejos de aquí, y no tiene buena pinta para nada! ¡Creo que está capitaneado por gente de nuestros días! ¡Por criminales de nuestros días! He visto cómo introducían en él paquetes gigantescos, personas atadas con cadenas…
¿Podrías llevarnos a ese barco?-preguntó Freya-Tal vez el contenido tecnológico del hospital Furuhana haya sido llevado hasta allí…al fin y al cabo, Arianelle tiene aliados de nuestra época, como Hiwatari o Kamiyama.
No perdemos nada en intentarlo.-Metallurgy parecía conforme-¿Vamos?
Vamos pues.-Nikola tampoco parecía sentir desagrado por la idea.
Está bien.-dijo Yuuji-Es todo un honor trabajar con doctores de la talla de Freya, Metallurgy Watanabe o incluso colaboradores extranjeros, como Aquanika Vinokourov. Yo también soy de ciencias, que no os extrañe que os conozca…aunque también estoy al tanto de las nuevas promesas académicas, tanto de los institutos…Ibara Kasumidai e Itami Kirishima…como de las universidades…Yurika Kurosu. Veo que este equipo está formado por personas muy inteligentes…espero estar a la altura.
Algo me dice que lo estarás.-le dijo Metallurgy con una sonrisa.
Aunque seamos profesionales reconocidos…-dijo Dalton-…también nos sentimos honrados al sabernos en la estima de otra persona.
Llevo poco tiempo en esta época…-dijo Yuuji-…pero sois tan famosos que es imposible que no os conozca, no sólo a ti, Dalton, sino también a Marah Obulgi, la imagen representante de casi todas las conferencias de investigación médica, y al gran Shogun Nikola Chou Tesla, el actual héroe de los ciudadanos.
¿En serio tengo esa imagen ahora?-preguntó Nikola.
Mucho más que eso.-Yuuji le sonrió-Tendrás un gran futuro después de lo que has logrado. ¿Nos movemos?
Todos asintieron. No se habían desplazado de allí ni medio kilómetro cuando un pelotón de hombres armados y ataviados con trajes de seguridad de cuerpo entero, casco incluido, dio un alto al grupo, rodeándolos y apuntándoles con sus armas.
Qué oportunos…-maldijo Itami.
He visto a mucha gente vestida así en ese barco…-les informó Yuuji-…parece que nos han oído pensar en voz alta…
¿Queréis subir al barco?-preguntó uno de los hombres-¡Ya lo creo que subiréis! ¡Pero en calidad de esclavos!
Permíteme dudarlo.-dijo Yuuji.
Dispararemos si es necesario…-amenazó otro hombre.
¿He de asustarme?-insistió el chico de ojos amarillentos.
Un tercer hombre disparó contra Yuuji: de su arma salió un rayo de energía de aspecto amenazador. Con gran rapidez, Marah dejó salir un rayo de sus gafas, con tal suerte que ambos rayos chocaron, apagándose el disparado por el hombre, mucho más pequeño que el generado por las gafas de la chica. Tras el choque, el rayo de Marah arrolló al hombre que había disparado.
¡Démosle una lección a esa insolente!-gritó el primer hombre que había hablado.
¡De eso nada!-exclamó Yuuji.
Marah se vio acosada por tres hombres. Sus pesados guantes se convirtieron en taladros cónicos con los que paró los golpes cuerpo a cuerpo de dos de ellos, teniendo que lanzar una patada para alejar al tercero. Cuando las armas con las que los hombres atacaron se rompieron por los taladros, Marah deshizo la transformación de sus guantes y agarró a uno con una llave que le permitió lanzarlo contra el otro.
Por muy bien que me salga…-dijo Marah-…nunca me gustará demasiado luchar…
¿Dónde está vuestra caballerosidad?-preguntó Yuuji-¿Qué forma de invitar a una señorita es ésa?
El hermoso y afeminado joven lanzó una bellísima patada contra uno de los hombres, haciéndole perder el conocimiento tras crujirle el cuello. Sin perder un segundo, saltó con presteza hacia otro hombre, separó sus piernas 180 grados en el aire y lo golpeó de frente. Sin duda, parecía un bailarín, un auténtico artista en el campo de batalla. Solidarizándose con él, Marah se unió a la escaramuza, abriéndose paso con patadas muy pesadas.
No sientas que me debes nada.-le instó Yuuji mientras apartaba a un hombre golpeándolo con la palma de la mano izquierda-Si no te gusta pelear, puedes mantenerte al margen. Somos compañeros, ¿no es así? Sé que no nos conocemos de nada, pero quiero demostrarte que puedes confiar en mí…tú y todos.
De…-tartamudeó Marah-… ¡detrás de ti!
Yuuji se giró y vio a un hombre saltando sobre él con una porra de aspecto contundente en las manos. Sacó su arma y paró el impacto. Llevaba una especie de cetro enmangado de color rosa bastante largo, de forma cilíndrica, aparentemente muy duro y resistente y con una punta cónica bastante roma de un tono rosa más claro. La empuñadura era del mismo color que la punta, y de ella colgaban hermosos lazos de color rosa pastel semitransparente.
¡Haaaaah!-exclamó Yuuji.
Lanzó por los aires al hombre con un empellón de su arma. Acto seguido, se encaró a los restantes.
¡Triple Castigo!-exclamó.
Lanzó un golpe con su cetro. Como si se multiplicara, los hombres recibieron tres golpes de rango bastante amplio.
¡Doble Pena!-siguió.
Hizo un movimiento parecido pero en sentido contrario, convirtiéndose esta vez en dos golpes con la misma celeridad.
¡Juicio Único!-terminó, lanzándose a por ellos.
Una estocada pasó por todos ellos, como si Yuuji blandiese un florete. Quedó detrás de ellos, colocado en una elegante y extravagante pose.
Y así se abren las…-susurró Yuuji-… ¡Seis Garras de la Mariposa!
En el área en la que estaban los hombres, se dibujaron seis chorros de energía cortante de color rosa que arrastraron a todos los enemigos y los lanzaron por los aires.
Y no volváis, por favor.-dijo Yuuji mientras cruzaba las piernas y chasqueaba los dedos.
Un enorme tornado se formó frente a él y arreció contra los enemigos, que, en lugar de caer al suelo tras el impacto anterior, salieron volando con el tornado.
¿Controla el viento?-preguntó Yurika sorprendida.
¡Es el poder del viento, sí!-corroboró Yamiyuki-Algunos de mis antiguos camaradas lo poseen, y también algunas personas de mi familia lejana. Es realmente devastador.
Malditos…-oyeron una voz-…seáis.
Un rezagado se arrastraba hacia ellos gateando debido al dolor de los golpes.
¡No!-exclamó Marah.
Le dio una patada en el costado con una de sus botas gigantescas, haciéndole perder el conocimiento.
Buen trabajo, Marah…-la elogió Yuuji-…compañera. Hemos acabado con todos entre los dos.
Igualmente…-dijo Marah algo cohibida-…buen trabajo, Yuuji.
Tras aquella pequeña escaramuza, el cada vez más numeroso grupo se puso en marcha hacia el barco: se habían encargado de que esos hombres extraños no los capturaran ni pudieran delatarlos en el viaje de regreso, pues les habían quitado la posibilidad de tal viaje. Ahora se encargarían de contar ellos con el factor sorpresa y asaltar ese barco.
Mientras avanzaban corriendo hacia la localización del vehículo marino, Yuuji les comentaba que no debía de quedarle mucho tiempo para zarpar. ¿Llegarían a tiempo? Y, de ser así, ¿encontrarían algo de utilidad?

2 comentarios:

  1. Jajajaja yo le encuentro similitudes a todo (veo/leo demasiado anime/manga) y tu héroe me ha recordado a cuando las Sailor descubren a la Guerrero V. Me encanta este personaje, parece divertido. También me hizo gracia la "pataleta" de Aquanika, no es lo mismo ni por asomo pero parece que ha olvidado que era enemiga de Freya xDDD veremos como termina todo.

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    1. Aquanika y Freya buscan tocarse las narices mutuamente, es un círculo vicioso. No había pensado en Sailor V cuando ideé a Yuuji hará unos 9 años (ese personaje es así de antiguo, sí), pero la verdad es que hay un cierto parecido, sí. ¡Mañana nos vemos en el episodio 11, a partir del cual habrá una gran subida de adrenalina!

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