miércoles, 17 de septiembre de 2014

[WCIII] Episodio V: Contraviniendo

REACTION
WORLDS COLLIDE III
Episodio V · CONTRAVINIENDO

¡Genial!-comentó Metallurgy con una sonrisa-Creo que es la primera buena noticia que recibo en mucho tiempo. ¡No sabía que tuvieras una relación! ¡Enhorabuena a los dos!
Dalton y Marah sonrieron.
Mi nombre es Chiaki Mitoge, aunque todos me llaman Obulgi o Marah.-saludó la joven-La explicación básica de quién soy y de cuál es mi cometido es lo que Dalton os acaba de decir: somos pareja sentimental y, además, trabajamos juntos. Oficialmente, no soy ni jamás he sido miembro del ejército…oficiosamente, soy un alto cargo.
Mientras hablaba, los que la acababan de conocer apreciaron en ella un tono de voz dulce, amable y melodioso, así como una gesticulación manual y unas expresiones faciales llenas de cariño, lo cual, combinado con algunos rasgos aniñados de su rostro, hacían que les recordara a Metallurgy. No podían fiarse de las apariencias ni del comportamiento de su primer encuentro, pero no dejaba de aparentar ser buena persona, si bien no sabían si lo era o no. Parecía muy maternal y candorosa, pero seguían sin conocerla. No obstante, el propio Dalton acababa de confirmar que esa chica y él estaban saliendo juntos, y él sí que no tenía motivos para mentirles ni traicionarlos, pues eran compañeros.
Eso parece interesante.-dijo Freya con una sonrisa pícara-¿Sois tan amables de contárnoslo? Al fin y al cabo, somos cómplices del golpe de Estado…
¡Vaya!-exclamó Marah muy entusiasmada-¡Así que éstos son los guerreros que te ayudaron a abrir las alcantarillas y a derrocar a los políticos corruptos!
No del todo.-respondió Dalton-Las alcantarillas las abrió Nikola sin mi ayuda…
…aunque Freya hizo buena parte del resto.-dijo Nikola rascándose la nuca.
No seáis modestos.-dijo Freya-Yo nunca lo he sido: si habéis hecho algo de lo que os podáis enorgullecer, hacedlo. Por mucho que la sociedad se empeñe en lo contrario, eso no significa hostigar ni pisar a los demás. Ambos habéis luchado muy bien, cada uno en su lado y ahora juntos de nuevo.
Increíble…-suspiró Marah-…tenía muchas ganas de conocer a estas personas, sobre todo desde el golpe de Estado en el que no pude participar por lo súbito del plan y por no estar cerca de la ciudad a causa de una misión. ¡Son todos muy altos!
Se fijó en aquel heterogéneo grupo. Todos eran más altos que ella y, en orden creciente, veía a Dalton, Nikola y Yurika, de aproximadamente la misma estatura, superados por Itami, quien a su vez parecía pequeño al lado de Ibara, superada por poco por Aquanika, Metallurgy y Yamiyuki, cuyas alturas eran prácticamente iguales…y, finalmente, Freya, quien era sorprendentemente más alta que todos los demás.
Tú tienes que ser la líder, ¿verdad?-le preguntó a Freya mientras se le acercaba.
No me gusta mucho jerarquizar nuestra misión, pero supongo que ése es mi rol.-respondió ella-Mi nombre es Freya.
¿Dices que no te gusta jerarquizar y luego nos atas a todos con chantaje cruel y despiadado?-preguntó Aquanika.
Querida, creo recordar que quedamos en que ya se habían acabado estos episodios de rebeldía, ¿no es así?-le respondió Freya, tras lo cual volvió a mirar a Marah-Ella es la doctora Aquanika Vinokourov, una miembro muy importante de nuestra…división de inteligencia. No es mala persona…no al menos si la comparas con el resto de nosotros.
Yo soy Yamiyuki Kuroi.-se presentó el joven de ojos rojos-Doctor asociado, supongo.
¡Metallurgy Watanabe!-la chica de cabello blanco saludó con sus brazos-Cabeza de la división de logística, imagino.
Me llamo Ibara Kasumidai.-se presentó con cierta reticencia la pelirroja-Y ésta es mi mascota, Itami Kirishima. Somos del servicio de mercen… ¿seguridad?
Yurika Kurosu.-se presentó la guapa adolescente-Alumna aventajada gozando de una fabulosa beca de prácticas.
¡No olvidaré vuestros nombres!-dijo Marah con una sonrisa-¿Sois una empresa? ¡Qué profesionales!
No, no lo somos.-dijo Freya encogiéndose de hombros-¿Lo parecemos?
Pues…-Marah se paró a pensar-…lo cierto es que sí.
La verdad es que me halaga que alguien tenga esa opinión.-respondió Freya-Eso significa que nos coordinamos y trabajamos bien.
Los demás se pararon un momento a pensar en lo que acababa de decir, dándose cuenta de la creación y la evolución de las relaciones entre los diferentes miembros de ese numeroso, heterogéneo y poco integrado grupo.
Bueno, os debemos una explicación, ¿no?-preguntó Marah-Veréis, yo también soy…bueno, ya sabéis, superdotada. Como Dalton y Nikola, mis estudios crecieron a una velocidad desmedida en comparación con mi edad desde que apenas era una niña, por lo que aproveché para formarme en…-tragó saliva-…diversas disciplinas. Actualmente soy una experta en salud, y se me tiene como a la líder nacional en técnicas de prevención y curación de enfermedades: estoy capacitada para pasar consultas médicas de todas las ramas, realizar servicios de enfermería y de todo tipo de terapias actuales y antiguas, tanto físicas, como farmacológicas como basadas en el Ether. Además, soy una de las pocas personas que quedan vivas en Japón que domina las artes marciales, por lo que el ejército vio en mí un buen fichaje. Como Dalton y yo somos pareja, decidimos trabajar juntos para afianzar nuestra relación y tener unas ganancias que compartir para nuestra futura vida familiar. Así, mientras él escalaba en el terreno político y en el militar, yo decidí hacerme médico del ejército, tanto de consulta como de campo, para que nuestros trabajos fueran frecuentemente en común. Cuando la corrupción venció a la justicia, la única persona que no había sucumbido en todo el Gobierno decidió actuar…
…y así fue…-continuó Dalton-…como empecé a reunir y entrenar a un grupo selecto de soldados que se convirtieron en mi guardia personal secreta. Realmente nunca he necesitado que me protejan, pero sí conviene tener apoyo humano en una situación que amenaza guerra, por lo que decidí aprovechar esta nueva fuerza para contrarrestar la guerra civil que podría haberse levantado. Afortunadamente, nunca hubo tal guerra, y las circunstancias se mantuvieron desfavorables hasta que, con la apertura de las alcantarillas, decidí dar el golpe de Estado que tenía pensado como alternativa a ir a la guerra, ambas opciones con el fin último de erradicar la corrupción en el sentido más…bélico…de la palabra. Lo demás ya lo sabéis, salvo el detalle de que la fecha del golpe de Estado fue una en la que mi guardia personal secreta se encontraba fuera por motivos de causa mayor. Me gusta ser precavido, así que puse dos tapaderas: a la de mi ejército para la guerra le puse la de “guardia personal secreta”…y a la de mi guardia personal secreta le puse la de la inexistencia. Marah y nuestros amigos han estado demasiado bien vistos como para que desconfiasen de ellos.
Bueno, ahora ya sabemos que esa cofia no es un simple complemento.-comentó Yamiyuki con una sonrisa-Me ha parecido una lucha espléndida la vuestra a lo largo de este tiempo de tiranía y corrupción que habéis sufrido. Y, Marah, muchas gracias por las dos veces que nos has ayudado.
¿Dos?-Marah se extrañó.
Todos os vimos cuando obrasteis la contención antes de que embarcáramos en la nave de nuestros supuestos compañeros diplomáticos.-respondió Dalton.
Justo en ese momento nuestros visores estaban sufriendo interferencias por culpa de una mano enemiga.-explicó Marah-Distinguíamos actividad y seres vivos en el suelo, pero no pudimos ver de qué o de quiénes se trataba…pero has resultado ser tú. Hemos tenido mucha suerte.
Muchísima.-corroboró Dalton-Lamento que nuestro reencuentro no sea tan ceremonioso ni tan íntimo como me hubiera gustado después de tanto tiempo lejos de la persona a la que amo, pero las circunstancias son imperantes…
Tranquilo…-respondió Marah-…estamos trabajando, al fin y al cabo. Hay cosas más importantes que nuestros caprichos personales ahora mismo. En cualquier caso, tras esta reagrupación, deberíamos pensar cómo acometer el problema que supone la generala Nokanys Lithzaladrell: nos está amenazando directa e indirectamente, pues está contra los humanos, lo cual es una amenaza directa, y contra su planeta, lo cual hace peligrar la diplomacia que tanto nos ha costado construir y nos pone en riesgo de manera indirecta.
No termino de comprender por qué hay tal diplomacia si ellos nos odian…-dijo Yurika.
Son arrogantes, pero también buenos pensadores.-le respondió Marah-Hemos podido llegar a un acuerdo, un tratado de paz, una serie de acuerdos de mutuo respeto y no intervención: a nadie de aquí se le ocurriría levantarse contra ellos, pero sí al contrario, por lo que decidimos incentivarlos para que ni siquiera lo pensaran. A cambio de dejarnos en paz, ellos pueden comprar maquinaria, tecnología y bienes, así como contratar a personal cualificado a precios muy bajos, lo cual puede impulsar su economía mientras nosotros estamos a salvo. Además, los que van a trabajar a su planeta reciben buenos sueldos y no están confinados en él, pues hemos establecido una línea de transporte bidireccional y sistematizada.
No obstante, la generala Lithzaladrell está fuera de esa línea, formando un triángulo con ella…-dijo Dalton-…un triángulo muy peligroso.
Cierto.-asintió Marah-Creo que vamos a salir a buscarla. Al fin y al cabo, vosotros habéis aguantado juntos mucho tiempo y tenéis más que suficiente para defenderos…
No, Marah…-dijo Dalton cogiendo una de sus manos enguantadas-…sabes que no quieres eso.
Quiero quedarme contigo…-respondió la joven-…no obstante, eso sería muy egoísta por mi parte.
Te recuerdo que comando este ejército subrepticio.-dijo Dalton-Creo que voy a modificar tu contrato. Y no es una orden falsa para que no nos separemos…de verdad necesito tu cooperación. Tus conocimientos médicos son necesarios, y es urgente.
¿Alguno de vosotros está herido?-preguntó Marah sorprendida.
No, no se trata de eso.-respondió Dalton-Sólo alguien con tus habilidades sanitarias y biomédicas podría participar en la investigación científica que acabamos de abrir por el bien de nuestra misión.
¿De qué se trata?-Marah se ajustó las gafas.
Se trata de Ayako.-respondió Dalton-Por fin la hemos encontrado.
¿Se encuentra herida?-preguntó Marah alzando la voz-¿Enferma? En cualquier caso… ¿dónde está? Me alegro tanto de que haya vuelto…
Era el sistema de seguridad de la nave…el que mencionó la generala.-respondió Dalton-Una criatura totalmente robotizada con una personalidad demasiado humana…humana, que no benevolente. Está en estado crítico…hubo un punto en el que casi pensamos que iba a igualar fuerzas con Nokanys, pero ella casi la destruye por completo. Nikola ha desarrollado un sistema de control de maquinaria inteligente por fluidos y, gracias a dicho invento, la hemos reprogramado dos veces, una temporal y superficial, y otra…aparentemente profunda. Necesitamos que nos ayudes a devolverla a su estado original.
¿No la han convertido en un robot?-preguntó Marah-Ese trabajo es más propio de ingenieros, como tú. Daría cualquier cosa por ayudar a Ayako, y, de hecho, lo voy a intentar, pero…
No es un robot cualquiera.-dijo Dalton-Es un bio-androide, una especie de híbrido…en cualquier caso, te escribiré un dossier completo que tendrás en tu base de datos cuanto antes.
Está bien.-asintió Marah-Acepto la misión. ¿Qué he de hacer?
Venir con nosotros.-respondió Dalton-Hay un lugar que no hemos visitado todavía: el hospital Furuhana. Es el más grande de todo Japón, está en esta ciudad y…tiene un gigantesco laboratorio biológico entre sus instalaciones. Podemos ir a comprobar la situación, pedir ayuda, buscar suministros, establecer una base de trabajo y…también investigar para tu anterior misión de arresto: Arianelle Blanchoret trabaja o, al menos, ha trabajado allí.
Será lo que haremos, pues.-Marah se irguió e hizo un saludo militar que Dalton le devolvió-¿Qué hará el resto entonces?
Chicos…-Dalton alzó la cabeza y miró a los gigantescos robots-…perdonad por esto. Hace tanto que no nos vemos y os tenemos aquí, observando y escuchando sin más. Creo que es hora de ponerse manos a la obra. Me encantaría que bajaseis de esas máquinas para daros un abrazo, pero el tiempo apremia. Que dé un paso al frente quien esté dispuesto a participar en una misión de busca y captura contra la generala Nokanys Lithzaladrell.
Absolutamente todos los robots armados gigantes dieron un paso al frente. Dalton hizo un saludo militar. A su lado, Marah lo imitó. Los robots se lo devolvieron.
¡Bravo, soldados!-exclamó Dalton-¡Bravo, amigos! ¡Celebraremos esto cuando hayamos solucionado el problema de esa persona de intenciones dudosas! Sólo os pido dos cosas…que la traigáis viva…y que todo os salga perfecto, sin bajas ni lesiones. ¡Alzad el vuelo y romped filas en el aire!
Los acompañantes de Marah en el asalto de la nave se retiraron, perdiéndose velozmente en el horizonte.
Bienvenida a tu nueva misión, Marah.-dijo Dalton tendiéndole una mano-Confío en ti lo suficiente como para poder simultanearla con la anterior.
Alcanzaré todas las metas que nuestro ilustre jefe plantee.-Marah sonrió y agarró la mano del chico.
Nikola no pudo evitar alegrarse y aplaudir. Lo siguió Metallurgy, justo antes de Yurika. Mirándose con complicidad, Yamiyuki y Freya también aplaudieron. Ibara, Itami y Aquanika no vieron motivos para hacerlo.
Y, tras este momento tan romántico…-dijo Freya-…hablemos del “con lo bien que me había quedado” de ese tipo desconocido.
Ese hombre…-Metallurgy se agarró un brazo y miró hacia el suelo.
¿Qué pasa con ese hombre, Metallurgy?-preguntó Freya.
¡Él puede ser el artífice de lo que ha pasado con Ayako!-apremió Nikola-¿Puedes decirnos algo de él?
Ese hombre…-susurró Metallurgy-…es la única persona de este mundo que se ha ganado…mi…mi…mi odio.

2 comentarios:

  1. Bueno aqui por lo menos tienen algo de descanso para contar algo mas de historia. Me gusta el final con lo de "No vieron , motivos para aplaudir"
    Es,sobretodo, muy tipico de Ibara jajaja.
    La generala es Dios no podrán con ella fácilmente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Claro que no! Lo fácil aburre, y yo quiero que esta historia sea divertida.

      Todos conocemos el asco de Ibara y Aquanika por lo romántico... en fin, ya estás puesta al día, ¡esta noche más y espero que mejor!

      Eliminar