lunes, 15 de septiembre de 2014

[WCIII] Episodio III: Soberano

REACTION
WORLDS COLLIDE III
Episodio III · SOBERANO

Esta mujer es…la generala Nokanys Lithzaladrell, la tercera persona más poderosa de su planeta y de toda su especie.-las palabras de Dalton se asentaron firmemente en el entendimiento de sus compañeros.
La segunda.-lo corrigió la propia mujer, que parecía responder al nombre de Nokanys-¿No recuerdas aquel bonito episodio?
¿De qué está hablando?-preguntó Aquanika extrañada.
Es una noble en su planeta.-explicó Dalton-Era la segunda al mando del ejército real, y la tercera persona más poderosa del planeta, sólo superada por el jefe de dicho ejército y el propio rey. No obstante, hace no mucho tiempo…mató a la mano derecha del rey, convirtiéndose en jefa de la guardia real y…sí, la segunda persona más poderosa de su especie.
Qué bonita carrera profesional…-comentó Yurika.
Hablad de mí, vamos, hablad de mí…-les dijo Nokanys-…es lo máximo que podréis alcanzar con respecto a mi persona.
Me estás poniendo enferma, sargento…-dijo Ayako, que se había incorporado y se acercaba de nuevo a la noble militar.
Las máquinas no enfermáis…os estropeáis…como me encargaré de que te pase ahora mismo.-respondió Nokanys haciendo ademán de chasquear los dedos.
Con decisión, Nokanys chasqueó sus dedos. Tras el resonante chasquido, se produjo una explosión de llamas que barrió el cuerpo de Ayako y la volvió a propulsar pasillo abajo.
¡AYAKO!-bramó Nikola.
Maldita seas…-escupió Ayako mientras se levantaba-… ¡voy a joderte!
La mujer robótica extendió sus brazos y juntó las manos, apuntando con ambas palmas hacia el suelo a la vez que estiraba y separaba sus piernas formando un vistoso triángulo con el suelo. Sus alas se abrieron hasta pegarse completamente a sus hombros y comenzaron a brillar, dejando que de ellas aflorasen pequeños objetos metálicos. Estas pequeñas masas flotantes se extendieron y tomaron forma: eran unos contornos metálicos en forma de mariposa en cuyos centros había núcleos electromagnéticos que inundaban los cuerpos de las mariposas de electricidad.
Oh, oh…-dijo Metallurgy-…tengo una lectura un poco extraña en uno de mis aparatos de bolsillo, puedo sentirlo vibrar…me parece que eso no es ninguna broma.
¡THUNDER BUTTERFLY!-chilló Ayako.
Las mariposas salieron disparadas, formando una especie de nube que avanzaba arremolinándose hacia Nokanys.
¡A cubierto!-exclamó Metallurgy, que había sacado el aparato de una de sus botas y podía ver el aviso de la lectura.
Ibara e Itami saltaron hacia atrás, Yurika hizo lo mismo, casi obligada por Metallurgy, mientras que Aquanika dio varias volteretas alejándose y Dalton se tiraba al suelo agarrando a Nikola consigo. Yamiyuki apretó los puños, pero Freya le hizo un gesto para que se apartara y desplegó una barrera mágica que los protegió a todos menos a Nokanys. Las mariposas comenzaron a impactar contra la militar, así como contra las paredes laterales, el suelo y el techo. Además de dejar imponentes arañazos, explotaban muy violentamente al contacto.
¡Esas pequeñas cosas podrían ionizar el interior de un volcán en plena erupción, incluso yendo contra su propia energía!-exclamó Metallurgy-¡Freya, es demasiado peligroso que te quedes ahí! ¡Las explosiones tienen un radio ingente! Si tiran tu barrera…
No van a tirarla.-dijo Freya-Apenas tintinea.
Entre el humo de las explosiones vieron que Nokanys se giró hacia Freya y le sonrió con sadismo. Apuntó a la barrera con la palma de la mano y la deshizo mágicamente, permitiendo que las mariposas se acercaran al grupo, para sorpresa de todos.
¡ZORRA!-exclamó Freya mientras se alejaba con piruetas a toda velocidad.
¡Llenad el pasillo de protecciones!-exclamó Yamiyuki-¡ES UNA ORDEN!
El chico fue el primero que intentó interceptar a las mariposas haciendo brotar un muro de rocas con su poder de la tierra. Detrás de él, Ibara tendió una intrincada malla de espesos eslabones de hielo con sus poderes naturales, seguido de una brillante barrera mágica de Aquanika, un Ether protector de Dalton y una fuente de campo de fuerza de Metallurgy recién sacada de su fábrica.
Aun con eso, los ensordecedores impactos comenzaron a oírse. Las barreras eran fuertes, pero no tanto como la magia maestra de Freya. Una a una, las barreras fueron  devoradas por las mariposas, que se acercaban amenazadoramente.
¡Vamos a tener que adelantar esa investigación, doctor Tesla!-exclamó Yamiyuki mientras creaba un nuevo tipo de barrera, esta vez de magma flotante.
¿La del control por líquido?-preguntó Nikola mientras se alejaba de los amenazadores proyectiles de quien fue su amada.
Sí.-dijo Yamiyuki-¿Tienes claro cómo modificar el Emperor’s Flask para conseguir el efecto que te proponía antes?
Tengo unas ideas muy factibles.-dijo Nikola-No obstante, estoy lejos del laboratorio.
Eso nunca ha importado.-dijo Yamiyuki-¡Voy a ir contigo ahora mismo!
Como obedeciendo un comando, Metallurgy se irguió ante ellos y estiró un brazo, apuntando a la pared con la palma de su mano. Un brillante aro dorado se dibujó.
Sólo tengo que tener bien mentalizado el sitio al que deseo llegar con mis portales.-dijo Metallurgy-Yo también te acompañaré.
¡Me encargaré de enviar periódicamente nuestras coordenadas para el momento de vuestro retorno!-exclamó Dalton-¡Cuidad muy bien de Nikola!
Está en buenas manos.-asintió Yamiyuki-¡Vamos!
Yamiyuki, Metallurgy y Nikola se fueron de allí, cerrándose el aro tras de ellos.
Bien…-dijo Freya-…ahora sólo falta aguantar hasta que vuelvan.
Menuda…-oyó Freya detrás de ella-…puta…mierda…
Ibara estaba encaramada a su bastón, haciendo movimientos obscenos y lascivos. Trataba de utilizar su control de las fuerzas electromagnéticas para absorber los impactos de las explosiones y anular así la peligrosidad de las mariposas de Ayako, pero, aun obrando su magia, aquello era complicado. Las demás mariposas que iban llegando se veían rodeadas de un aura blanca y comenzaban a volar en círculos, sin impactar contra nada: Aquanika había hecho un hechizo que le permitía moverlas a voluntad.
¡Hay que contraatacar!-dijo Aquanika-¡No podemos estar así toda la puta vida!
Freya asintió y echó a correr hacia las enemigas mientras hacía gestos a los demás para que aguantaran.
Ahora que Nikola no está…-pensó Freya-…no hará falta que nos contengamos con Ayako. Si vuelve y se la encuentra hecha trizas, se lo achacaremos a esta tal Nokanys y mataremos dos pájaros de un tiro…porque esa mujer también forma parte de la estrategia…si ni una ni otra son huesos que se dejen roer… ¡haz que se roan entre ellas!
En medio de su carrera, Freya saltó hacia Nokanys, aprisionó su cuerpo con sus larguísimas y fornidas piernas y, con un vigoroso movimiento de cadera, lanzó a Nokanys por los aires contra Ayako.
Bien pensado…-dijo Nokanys con sorna-…pero inútil, al fin y al cabo.
La militar dio una voltereta aérea y cayó en el suelo ilesa, pero al lado de Ayako, quien no dudó en dirigirle una patada. La llave de Freya no había dañado nada a Nokanys, pero sí había cumplido el fin estratégico que la autora le había dado: Nokanys y Ayako se habían vuelto a enredar en su pelea, quedando ellos libres y, además,  habiendo parado el lanzamiento de aquellas peligrosas armas voladoras.
Freya se giró hacia sus compañeros para decir algo, pero volvió a girarse al oír un fuerte golpe. Nokanys había inmovilizado a Ayako con una llave y estaba castigando una de sus piernas con una técnica de luxación de rodilla y cadera.
¡Maldita sargento!-escupió Ayako.
¡Cierra el pico!-le espetó Nokanys mientras forzaba su pierna-¡No puede dolerte, eres una máquina!
Es cierto, no siento dolor…-Ayako sonrió mientras intentaba levantarse del suelo, cargando con su propio peso y el de su contendiente-…pero tú sí, y voy a asegurarme de darte a probar un poco…
¿Ah, sí?-se mofó Nokanys-¿Tú y cuántos más?
De las manos de la noble brotó una corriente eléctrica plateada que se condujo rápidamente por todo el cuerpo de la robot, impidiendo sus movimientos.
Las máquinas os calentáis.-dijo Nokanys-Pronto vas a quemarte. ¡De nada!
¡Eso ha estado muy bien pensado!-elogió Yurika a Freya-Si se matan entre ellas, nos dejarán en paz.
Hemos solucionado un problema de este combate, pero se ha creado otro.-dijo Freya-Vamos a tener que proteger a Ayako de Nokanys un poco para que no la destruya.
¿Qué estás diciendo?-terció Itami.
¿Quieres que perdamos a Nikola?-respondió Freya con dureza-¿Quieres eso?
Tal vez no sea necesario hacer nada…-Ibara señaló a las dos combatientes.
Ayako se había librado a duras penas del tormento de Nokanys, pero sus movimientos habían perdido mucha calidad: era más lenta, más débil y menos certera. Seguía lanzado vigorosas patadas y múltiples ataques electromagnéticos, pero la militar podía evadirlos y burlarlos con facilidad.
Menuda mierda de juguete…-se burlaba Nokanys mientras golpeaba a Ayako con rodillazos.
Creo que está más que constatado que Nokanys es mucho más fuerte que Ayako…-dijo Freya-…vamos a tener que terciar.
¡No me subestimes!-bramó a Ayako apartando a Nokanys de sí con dos patadas-¡Voy a borrarte del mapa! ¡Robot Spin!
Ayako hizo el pino, separó sus piernas y comenzó a girar sobre sí misma a un ritmo frenético. Mientras obligaba a Nokanys a bloquear tal sarta de patadas repetidas, lanzaba rayos láser a través de las botas.
Insolente…-bufó Nokanys cubriéndose con el faldón de su vestido, anulando con él todos los impactos como si de una pared impenetrable se tratase.
La cola de ese vestido antes no era tan grande como para cubrirla entera…-se fijó Ibara.
No es un vestido común.-la informó Dalton-Es…
¡Penthesilea!-exclamó Nokanys-¡Vamos a darle el golpe de gracia!
La mujer rubia lanzó la cola de su vestido contra Ayako. En el lanzamiento, el trozo de tela se hizo enormemente largo y ancho, aplastando a la androide contra la pared como si la arrastrara una ola.
¡Hiyaaaaaah!-gritó Nokanys.
Giró sobre sí misma como si bailara y, agitando la cadera, condensó la cola del vestido en un filamento estrecho y muy largo, como un gran látigo, con el que fustigó a Ayako en el abdomen.
Mierda…-maldijo Ayako, cuyo cuerpo había quedado empotrado en la pared.
¿Penthesilea?-Ibara estaba extrañada.
Una larga historia…-dijo Dalton.
¡Inútil!-gruñó Nokanys-¡Voy a enseñarte lo que es bueno!
Introdujo las manos en dos bolsillos secretos y sacó dos piedras bastante grandes, de un material que nadie de los presentes reconocía. Las apretó un poco y comenzaron a brillar y a transformarse hasta adquirir la forma de dos hachas.
Eso ha sido…-murmuró Freya-… ¿alquimia?
Sí.-dijo Dalton-Son muy dados a ella en su planeta. Puede jugar con la materia a placer.
En medio de una cruel risotada, Nokanys cercenó las alas de Ayako con dos brutales hachazos, dejándolas hechas añicos y difícilmente reconstruibles. Acto seguido, transformó las hachas de nuevo en piedras vírgenes y volvió a guardárselas. Tras ello, alzó su pierna izquierda, tras lo cual convirtió su bota en una afilada y peligrosa púa cónica con la que, tras saltar hacia la altura de su enemiga, comenzó a patearla rápidamente sin bajar el ritmo.
¡La está vapuleando!-exclamó Dalton-Si Nikola llega y la ve en ese estado, tendremos un grave problema…
Nokanys estaba disfrutando pateando a Ayako, pero una de sus patadas se vio duramente bloqueada. Una suela gigantesca interceptaba su pie. Miró hacia arriba y vio a Freya aprovechándose de su gran altura para encajarse entre la pared y el techo, logrando un apoyo suficiente para repeler su ataque.
¡Maldita estúpida!-escupió Nokanys mientras aterrizaba de pie.
¡No puedo dejarte que destruyas a Ayako!-exclamó Freya-¡Lo siento! ¡HAAAAAAAAAAAAAAH!
Con un vigoroso grito de guerra, Freya se lanzó en picado hacia Nokanys y pisó brutalmente su cara con los dos pies en una coz aérea con la que rebotó y se colocó frente a su ahora contendiente.
Voy a hacer que te arrepientas de haber nacido…-dijo Nokanys mientras lanzaba estocadas con sus guantes convertidos en hojas cortantes.
Con las manos desnudas, Freya comenzó a burlar los ataques de Nokanys y a responderlos con llaves y proyecciones de Hapkido, Judo y Aikido entre otros estilos, pero casi siempre la noble se teletransportaba antes de caer al suelo para aparecer encima o detrás de Freya y responder con feroces ataques físicos valiéndose de su vestido cambiante.
¡Tengoku no Seiken!-exclamó Nokanys lanzando un golpe con el puño envuelto en una brillante energía blanca azulada.
Freya agarró el puño de Nokanys con la palma de su mano derecha, haciendo añicos la envoltura energética.
¡No puede ser!-pensó Nokanys-El Tengoku no Jutsu es una de las artes marciales más nobles y destructivas de mi planeta…una terrícola normal no puede burlar un ataque de ese estilo así…
¡CAE!-chilló Freya mientras le hacía una llave tan rápida y súbita como el golpe de un pistón en un motor.
Nokanys por fin estaba en el suelo. Freya aprovechó para inmovilizarla con unas maniobras de bloqueo articular, pero, al intentarlo, tuvo que saltar rápidamente lejos de ella: su cuerpo se había vuelto corrosivo al contacto.
¿Sorprendida?-preguntó Nokanys levantándose dignamente.
Su magia es muy…-susurró Freya-…
¡Gózalo ávidamente!-bramó Nokanys apuntando a Freya con la palma de su mano izquierda.
Un enorme rayo de agua salió disparado a gran velocidad hacia la chica de cabello azul.
… ¡salvaje!-terminó de describir.
Freya comenzó a conjurar magia con sus manos, parando el impacto y dividiendo el rayo en múltiples chorros desbocados que comenzaron a congelarse y a llenar los aledaños de Nokanys de bloques de hielo.
Has desafiado a la maga equivocada…generala Nokanys.-dijo Freya terminando la grácil danza mágica que había ejecutado para desviar y congelar el rayo.
Cuando, en medio de su giro, sus ojos se cruzaron con los de la noble, Freya chasqueó los dedos, provocando que todo el hielo explotara y arreciara contra Nokanys, que se vio fuertemente empujada lejos del grupo.
¡Bien hecho!-exclamó Dalton-¡Vamos a asegurar a Ayako ahora!
¡Y UNA REAL MIERDA!-bramó Ayako despegándose de la pared-¡VOY A ACABAR CON TODO!
Con un rostro lleno de expresiones psicópatas, la malograda Ayako saltó al suelo y, de pie, comenzó a hacer brillar todos los cristales de su cuerpo.
¡ES HORA DE PONERSE REALMENTE SERIOS!-Ayako chillaba como una posesa-ETHER LOOP EXECUTION: ¡A2-MODE! ¡ETHER SPEAR! ¡DEFFENSIVE! ¡OFFENSIVE! ¡ETHER SHIELD!
Los Ether fortalecedores comenzaron a resplandecer alrededor de Ayako, cuyas alas intentaban regenerarse.
Si utiliza un Ether curativo, se recuperará y nuestros esfuerzos habrán sido en vano…-dijo Dalton algo nervioso.
¡Eso no sucederá!-exclamó Yamiyuki tras aterrizar elegantemente a su lado.
Dalton miró hacia atrás: de un aro mágico recién dibujado salía Nikola, seguido de Metallurgy.
Perdonad por el retraso…-dijo un fortalecido Nikola-…pero lo bueno se hace esperar. Os presento el trabajo conjunto de la doctora Metallurgy Watanabe, el doctor Yamiyuki Kuroi y un servidor, el doctor Shogun Nikola Chou Tesla.
Metallurgy los saludaba a todos con las manos alegremente, intentando reconfortarlos, mientras que Yamiyuki se sonreía con satisfacción. Con solemnidad, Nikola sacó un matraz de su bolsillo con una forma algo distinta. El líquido de su interior no era rojo, era rosa fucsia, y brillaba con intensidad.
Ayako…-dijo Nikola en un tono casi inaudible-…te amo.
¿Preparados?-preguntó Yamiyuki con confianza y seguridad.
¡Vamos, Nikola!-lo animó Metallurgy.
¡Sovereign’s Flask!-gritó Nikola mientras lanzaba el matraz hacia lo que quedaba de la mujer que amaba.
De tres matraces invertidos en aquella cruenta pelea, aquél fue el primero que Nikola lanzó con sus propias manos. El líquido no empapó a Ayako, sino que se coló por todos los resquicios que Nokanys le había hecho, sin dejar ni una mancha, ni siquiera una gota. Los cristales de la armadura de la androide se apagaron, permitiendo a Dalton anular todos sus Ether con una secuencia de borrado.
Esperando…-dijo Ayako temblorosa-…órdenes.
Éste es un contrato vitalicio.-dijo Nikola-¿Obedecerás a este científico contratante siguiendo las leyes de la Robótica de Sir Isaac Asimov?
Así lo haré.-respondió Ayako taimadamente.
Está bien.-dijo Nikola con una sonrisa y lágrimas en los ojos-Ahora duerme. Duerme, Ayako, y recupérate…o, mejor, espera…porque te recuperaremos.
Metallurgy hizo un gesto, y uno de sus aros de transporte apareció detrás de Ayako. Un enorme contenedor abierto fue empujado desde el otro lado, atrapando a la mujer robótica en su interior y sellándose automáticamente. Se hizo el silencio.
¡Bingo!-exclamó Metallurgy levantando el gigantesco contenedor con una mano, sin miedo a sorprender a nadie por su exagerada e inexplicable fuerza física-¡Nuestro trabajo ha sido un éxito! ¡Yamiyuki, Nikola, enhorabuena!
Igualmente.-respondió Yamiyuki con una sonrisa.
Metallurgy hizo pasar el contenedor por otro de sus aros, haciendo desaparecer del combate definitivamente a la problemática Ayako.
La dejaré abajo hasta que salgamos de aquí y podamos trabajar con ella.-dijo Metallurgy con una sonrisa amable.
Maldita bruja…-dijo Nokanys, que se había recuperado del golpe mágico anterior y se estaba levantando.
Ah, te equivocas.-dijo Freya sonriendo-Yo sólo soy una maga. La bruja es la chica del cabello rosa.
¡Generala!-exclamó Dalton-¡Éste no es el camino correcto! ¡No tenemos que pelear entre nosotros!
¡Podría haber vuelto a mi planeta sin cruzarme con vosotros!-bramó Nokanys-¡No tendría ganas de mataros de haber sido así!
¿Es lo que quiere?-preguntó Dalton-¿Desea volver a su planeta?
Sabes que odio la Tierra.-le respondió-Así que…aprovechando que ha habido un pliegue de cinco de vuestros milenios…he decidido aprovechar la evolución tecnológica para largarme de aquí para siempre. ¡Por fin una nave de mi planeta! ¡No dejaré que estropeéis mi regreso a casa!
¿Un pliegue?-se extrañó Yamiyuki-Entonces…Nokanys aterrizó en la tierra… ¡¿en nuestros días?!
¿Cómo es que conoce tan bien a Dalton de ser así?-preguntó Freya-Se supone que tienen relaciones diplomáticas…
Se hizo el silencio de nuevo.
Creo que Nokanys existe dos veces.-dijo Freya-Es demasiado complicado como para hablarlo en territorio enemigo. ¿Por qué no atravesamos la puerta que custodiaban Verónica, Ayame e Ikaruga?
Hecho.-dijo Yamiyuki después de hackear el control de apertura.
Nada más abrir la puerta, los recibió una ingente explosión.
¡Maldita sea!-oyeron y vieron maldecir a Shiroi-¡Ha salido mal! ¡Nos han descubierto!
¡Será mejor que nos vayamos de aquí!-respondió Arianelle.
¡Están todos ahí!-exclamó Yamiyuki-¡Es la hora de la batalla final! ¡Vamos a aplastarlos!
¡SÍ!-exclamaron todos los demás a coro.
Entraron en tropel en la sala y vieron en su centro un enorme núcleo verde con forma esférica que estaba girando sobre sí mismo y absorbiendo los muebles y todo el instrumental que había en la sala.
¡No tenemos tiempo para jugar con vosotros!-gritó Shiroi-¿Y el juguetito?
¡Con lo bien que me había quedado!-protestó una voz masculina.
Se giraron y vieron a un hombre que no habían visto nunca. Metallurgy quedó conmocionada.
¡Tú!-exclamó la joven de cabello blanco-No puede…ser…
¿Con lo bien que le había quedado?-preguntó Nikola alzando la voz-¿Tú has hecho esa atrocidad con Ayako?
La esfera verde hizo implosión, causando una vorágine en la sala.
¡Eso ha sido una bomba de absorción!-exclamó Dalton-Es un arma usada por… ¡por ellos!
¿Quiénes son “ellos”?-preguntó Freya.
El AUTÉNTICO ejército de defensa.-dijo Dalton-Amigos, aliados, verdaderas personas justas. Mi guardia personal, los que nunca se corrompieron. ¡Han venido a acabar con esta guerra!
Como si lo hubieran oído, varios robots armados de gran tamaño comenzaron a ametrallar las ventanas de la sala, que, al parecer, daban al exterior, al cielo.
¡Vámonos fuera!-exclamó Verónica mientras abría un círculo de sombras-¡Por aquí! Nos llevará al lugar de reunión que ya sabéis.
Freya chasqueó los dedos. Un brillo momentáneo en sus ojos le provocó una feroz sonrisa: el portal de oscuridad que había abierto fue cerrado súbitamente.
¡ALTO AHÍ!-exclamó la piloto de uno de los robots a través de una potente megafonía, revelando que era una mujer por su timbre de voz-¡Estáis arrestados!
¡Las cosas no pueden ir a peor ahora mismo!-Shiroi golpeó una pared de un puñetazo.
¡Eso tendría que decirlo yo!-le espetó Nokanys.
¿Quién coño eres tú?-respondió Shiroi con muy malas formas.
¡Tu peor pesadilla, hijo de…-intentó responder la noble.

Una bomba cegadora fue arrojada en el interior de la sala. Tras el momentáneo destello, vieron a una mujer…a la que asociaron rápidamente con la voz que sonó a través de aquella máquina de combate. No tardó en mirar a Dalton y sonreírle, y éste no dudó en devolverle la sonrisa.

2 comentarios:

  1. Muy energético el capítulo, me gusta que hayan salvado a Ayako, creo que uede serles útil.
    Por cierto creo que hay un error. Pones que el líquido rosa empapó a Metallurgy pero será que empapó a Ayako no?
    Voy a por el siguiente cap.

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    1. Sí, es un error. ¡Muchas gracias, tanto por el error como por leerme y comentar siempre! ¡Que sigas disfrutando!

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