jueves, 12 de febrero de 2015

[TY] Episodio 21: Las lágrimas de Seika

TAIMANIN YAMIYUKI
Episodio 21: Las lágrimas de Seika

Kuroageha entró con mucha prisa en el Instituto de Gokuruma. Sus alumnos aventajados estaban esperándola. Al llevar las mejores notas de la promoción, Seika y Veena siempre estaban más pendientes de ella por lo que pudiera suceder, por lo cual se acercaron al verla entrar.

¡Kuroageha!-exclamó Veena-¿Qué ha sucedido?

Se los han llevado…-murmuró la profesora-…otra vez… ¡maldita sea!

El rostro de Seika se desfiguró. Veena la rodeó con sus brazos para darle apoyo, pero entendía que lo que pretendía en aquel momento era muy difícil: le habían vuelto a quitar a su querido hermano.

Sé que me lo han pedido, pero creo que no es lo mejor dejarlos a su libre albedrió.-dijo Kuroageha-No voy a hacer caso omiso de todos sus ruegos, pero creo que tomar cartas en este asunto forma parte de mi trabajo como Taimanin. Chicas…creo que es hora de que dé un paso importante. Sed fuertes, por favor…

No lo dude, profesora.-respondió Veena-Si nos disculpa…

Kuroageha asintió y dejó que las chicas se fueran juntas. Pensó que probablemente necesitarían hablar a solas. Tras separarse de sus alumnas, miró por la ventana porque le pareció escuchar alboroto. Para su sorpresa, habían llegado tropas Mazoku. Parecían bastante humanos, pero sus cuerpos tenían una musculatura de aspecto artificial y un tono de piel de color marrón óxido que tampoco indicaba naturalidad. Antes de dejarles causar estragos, saltó por la ventana dispuesta a hacerles frente.

¡Fuera de nuestras tierras!-exclamó la profesora mientras sacaba sus armas.

Cayó grácilmente y de pie en el suelo, adoptando una pose tan elegante como amenazadora. Ataviada con su traje de combate, la hermosa y seductora profesora comenzó su ataque. Emitió unos pitidos muy agudos con la flauta, causando que los invasores perdieran el equilibrio, lo cual aprovechó para tirarlos al suelo a base de patadas bajas. Su sorpresa fue notable cuando vio que no podía tirarlos incluso estando desequilibrados: tenían una inercia desmedida.

¡Kuroageha!-exclamó un Taimanin que estaba herido en el suelo-Hemos intentado pelear contra ellos, pero son…demasiado…fuertes…

La profesora recordó las palabras de los jóvenes Taimanin. Hagane e Inuhito le habían explicado que habían recogido y analizado una droga experimental del doctor Karistus. Ambos chicos le explicaron los efectos que tendría dicha sustancia en un objetivo viviente y cómo se podría distinguir a la vista. La hipertrofia muscular y la coloración marrón de la piel eran claros símbolos de los individuos drogados. Asimismo, dejaron grandes reservas de un antídoto sintetizado por ellos mismos que, según comentaron, tenía la capacidad de revertir los efectos de la droga y de impedir que la misma haga efecto en organismos no drogados y previamente inoculados con la sustancia fabricada por los Taimanin. Sabiendo esto, Kuroageha había preparado una buena cantidad de dardos inyectores llenos de esa sustancia y, al parecer, había llegado el momento de hacer la prueba experimental. Con ayuda de su cerbatana, disparó varios dardos hacia los hombres, que se llevaron las manos con dolor a los puntos donde se les habían clavado. A los pocos segundos, estaban tosiendo sangre y perdiendo musculatura a la vez que el color de su piel cambiaba al tono de una piel natural.

¡Funciona!-pensó Kuroageha-Tendré que mantener alejados a estos invasores entonces…

Sin darles tregua, la chica se lanzó a por los individuos desintoxicados y comenzó a darles patadas. Esta vez, sus golpes eran efectivos, de tal manera que pudo desestabilizarlos y, con gran maña y movimientos muy elegantes, terminó con sus vidas castigándolos con las cuchillas de su flauta y su cerbatana.

. . .

No puedo más…-dijo Seika sin poder levantar la cabeza de entre sus manos.

Seika y Veena se habían sentado en un banco de un pasillo alejado. La situación era apremiante, pero Veena tenía claro que no podía dejar pasar la situación que estaba atravesando su amiga sin más.

Vamos, Seika…-intentó animarla su amiga-…tu hermano es muy fuerte. Seguro que consigue salvarse… ¿no confías en él?

¡Claro que confío en él!-respondió Seika agobiada mientras hundía más la cabeza entre sus manos-Pero…no puedo evitarlo. Veena, ¿tú…tú crees que de verdad podré ser una Taimanin? Entreno mucho, saco buenas notas, estoy a punto de graduarme y todo lo que tú quieras, pero… ¿de verdad voy a ser una buena Taimanin si cada vez que pasa algo serio me vengo debajo de esta manera? No sólo estoy preocupada por mi hermano…también estoy tan enfadada conmigo misma por no ser capaz de mantenerme en pie en estos momentos tan duros…y se supone que es un requisito indispensable para luchar por la justicia…tanto o más que la formación y las notas.

Seika, ¿te has vuelto loca?-Veena la agarró de los hombros y la zarandeó suavemente-¿Te estás oyendo? ¿Estás pensando lo que dices? ¡A cualquiera le afectaría ver que sus seres queridos están en peligro! ¡A CUAL-QUIE-RA! Eres fuerte, inteligente, trabajadora y muy racional… ¡claro que serás una buena Taimanin! Y no sólo eso… ¡serás buena en todo lo que quieras! Sólo tienes un defecto, Seika, y es que, a pesar de ser tan racional, entierras esa capacidad en preocupaciones cuando las cosas se tuercen. Sólo tienes que mantener la cabeza fría…y se puede entrenar igual que entrenamos el cuerpo con las artes marciales o el acondicionamiento físico. Además…déjame decirte que si aprendes a mantener tu cabeza fría y a analizar las cosas sin mirarlas con la lupa del miedo aprenderás a tener el orgullo que una personalidad como la tuya merece, por lo que no tienes dos grandes defectos, sólo uno, ya que tu falta de autoestima se iría también al solucionar ese problema. Piénsalo, por favor…estás cerca de convertirte en todo un icono…puedes y lo sabes…vamos…no puedo verte así, me duele a mí también…eres una amiga importantísima para mí, me hiciste sentir como en casa cuando llegué desde mi país y gracias a ti nunca me he sentido insegura por haber dejado la India para cumplir mi sueño de ser una Taimanin. Estamos a punto de lograr esa meta…las dos juntas…así que brillemos, Seika, brillemos juntas. No hay nada que no puedas hacer. Eres grande.

Veena…-murmuró Seika mientras se destapaba la cara y miraba a su amiga.

Vamos…-la chica india sonrió.

Temblorosa, Seika abrazó a su amiga. No pudo evitar echarse a llorar.

Tu hermano volverá sano y salvo…-dijo Veena antes de morderse el labio inferior con una expresión de dolor.

Seika no podía verla, pero su amiga Veena había puesto una cara de verdadera angustia.

Creo…-balbució Seika-…creo que voy a ir a hablar con Murasaki-sensei… ¿podrías acompañarme hasta la puerta de su despacho?

¡Por supuesto!-respondió Veena enterrando su cara de angustia en una sonrisa.

. . .

Yamiyuki se encontraba atado con correas a una camilla, pero se habían ido todos los que se encontraban en el laboratorio y se encontraba solo.

¿En serio me dejan aquí solo?-se preguntó mentalmente-¿Pretenden dejarme escapar? En cualquier caso, no voy a quedarme aquí parado…si es verdad eso que les he oído decir al otro lado de la pantalla de que cada Neo-Nómada se va a quedar con uno de mis amigos para torturarlo, mi divide y vencerás se habrá completado: dejarme torturar para ganar tiempo para mis amigos y que luego éstos separen a mis enemigos de manera eficiente. Son cinco y van a dejar a un enemigo suelto…que será Belladonna con casi total seguridad porque me la tiene jurada. Realmente esto ha sido una estrategia colectiva…ellos saben bien cómo actuar y cada uno de los seis pensamos siempre en qué harían los otros cinco en la misma situación. Esto saldrá bien…si mis cálculos no fallan, podremos deshacernos de buena parte de la amenaza Neo-Nómada en esta batalla. Es hora de hacerme el indefenso hasta que pueda volver a Gokuruma…con todos ellos…porque está claro que no se van a dejar torturar. Además, si los planes de Dirección han salido bien, puede que esto se resuelva con aún más facilidad…

. . .

¡Definitivamente se va a hacer!-exclamó Kuroageha al encontrarse de nuevo a Seika y a Veena por el pasillo.

¿Sí?-preguntó Veena-De acuerdo. Espero que todo salga bien.

Saldrá bien.-Kuroageha sonrió-¿Puedo saber qué teníais pensado hacer ahora mismo?

Quiero…-susurró Seika-…intercambiar unas palabras con Murasaki-sensei. Veena sólo estaba acompañándome.

Estamos prácticamente al lado de su puerta.-dijo Kuroageha-Pasa a hablar con ella, está dentro y no está reunida. Mientras tanto, tengo que discutir unos asuntos con Veena…

De acuerdo.-respondió Seika-Gracias, Kuroageha…

Finalmente, Seika entró al despacho de Murasaki. Después de un formal saludo, la chica se sentó al estilo tradicional, sobre el suelo, sin silla, con las piernas dobladas y sentada sobre sus talones.

Te escucho.-la invitó la subdirectora.

Murasaki-sensei…-dijo Seika-…sufro de angustia…me veo incapaz de contener mis emociones, incapaz de verme apta para resolver los problemas que la vida plantea y eso hace que me enfade conmigo misma, lo que, sumado a la tristeza que se apodera de mí por el secuestro de mi hermano y sus amigos, hace que mi angustia se incremente en una realimentación positiva.

Seika comenzó a llorar a lágrima viva como si hubiera vuelto a ser una niña. Estuvo un rato desahogándose y contándole sus problemas a la subdirectora. Tenía tanto dolor concentrado en el cuerpo que no podía evitar sollozar e incluso moquear, por lo que no podía soltar un pañuelo que llevaba en las manos.

Seika, ¿es esto todo lo que querías contarme?-preguntó seriamente la subdirectora.

Sí…-respondió Seika sintiéndose débil-…por favor, necesito ayuda…

Levántate.-ordeno la subdirectora.

Seika se levantó. Murasaki se levantó de su silla y se colocó frente a su alumna, ambas en pie la una enfrente de la otra. Sin miramientos, la profesora le dio una sonora y fuerte bofetada en la cara a su alumna.

¿Qué os digo siempre?-preguntó enfadada-¿No me escuchas cuando doy clase? ¿Qué os tengo dicho? ¡Nunca, repito, NUNCA, es decir NUNCA, JAMÁS, lo cual significa EN LA VIDA olvidéis vuestro orgullo como Taimanin! ¡Somos luchadores! ¡Guerreros! ¡Somos aliados de la justicia, estamos en el bando ganador por idiosincrasia y antonomasia! Eres brillante, Seika, una alumna impecable y, probablemente, la mejor de la promoción, así como Yamiyuki Kuroi lo fue en la pasada: superas con creces al resto de alumnos aventajados con Matrícula de Honor, eres buena en todo y tienes un corazón que no te cabe en el pecho. ¿Por qué, Seika, por qué? ¿Por qué no te quieres? ¡Hazte valer! ¡Mírate a un espejo y dite lo grande que eres! ¡Necesitas ser consciente de lo que vales! ¡No tienes claro tu lugar! Y me da mucha rabia, Seika, porque has sacado unas notas tan buenas que casi habrías podido cursar artes específicas con Asagi-sama…cosa a la que sólo ha llegado Yamiyuki en los últimos diez años. Eres la mejor alumna personal que he tenido en AÑOS. Sólo tu hermano te puede hacer sombra, pero, ¿sabes por qué? Tu hermano puede ser más fuerte que tú o ha podido sacar mejores notas, pero la gran diferencia entre vosotros es que Rito, también alumno personal y aventajado de mi tutoría, es una persona altiva y orgullosa, que se quiere y se respeta. ¡Seika, eres alta, voluptuosa y atractiva! ¡Inteligente, valiente y con una personalidad única! Lee mis labios: YA ERES UNA MUJER. ¡TODA UNA MUJER! ¡EMPIEZA A VERTE COMO TAL! ¿Quieres que tus nubes se disipen? Bien…quiérete, hazme caso, madura de una vez en ese aspecto y tus nubes no se disiparán… ¡LAS HARÁS HISTORIA CON TU LUZ PROPIA! Me duele decirte esto, Seika, pero… ¡eres una tonta! ¡Tienes que cambiar eso de ti o jamás podrás sacar el máximo partido a lo que la naturaleza te ha dado! Si no me quieres hacer caso como profesora…hazme caso como miembro de tu familia que soy…o incluso como amiga… ¡pero hazme caso de una maldita vez o a la próxima que me vea obligada a golpearte te prometo que agarro el hacha! Todos los Sonozaki de vuestra generación estáis pidiéndome formación personal y específica, pero ninguno ha resultado ser tan introvertido como tú. Aprende de tu hermano, de tus padres o incluso de tu primo pequeño. Nuestra familia está llena de grandes personas y creo que todos los que he mencionado son ejemplos dignos de seguir. Deja de ser una estúpida, Seika. La virginidad no es lo que diferencia a una niña de una mujer: es el valor, la fuerza, el poder, el orgullo, la personalidad. ¡Lo tienes todo menos la consciencia de que lo tienes todo! ¡ABRE LOS OJOS!


Seika estalló en lágrimas de nuevo. Había escuchado el discurso de su profesora con entereza y había recibido el golpe sin inmutarse, pero el peso de una verdad tan grande venció su fuerza y le jugó una mala pasada. No obstante, algo en su cabeza pareció moverse.

2 comentarios:

  1. Venga Seika OSTIA PUTA, rendirse no es una opción,
    La ostia se la merecía por llorona y débil. Ahora que le eche un par de ovarios y demuestre que es digna de ser una Taimanin.
    Que se deje de lloros y salve a su hermano ¬¬

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    1. Así me gusta, que lo viváis. ¡Esta parte puede solucionarse antes de que os deis cuenta! ¡Ánimo! ¡Gracias por el apoyo!

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