TAIMANIN
YAMIYUKI
Episodio 80: Muay Thai extremo
Entre forcejeos y maniobras
evasivas, el soldado Gordon Powers y el guerrero ninja Yamiyuki Kuroi habían
llegado a unas instalaciones industriales alejadas del núcleo urbano. El
Taimanin sonreía con satisfacción.
¿Traerme aquí forma parte de tu
estrategia?-preguntó el militar, dispuesto a acometer lo que fuera necesario
para salir victorioso.
Yo no lo llamaría una
estrategia.-la sonrisa de Yamiyuki se tiñó con el tinte de la provocación-Más
bien lo considero una opción de comodidad. ¿Cómo, si no, podríamos enfrentarnos
más a gusto que estando solos? Simplemente he querido parar en un lugar donde
estemos alejados de los demás para que no nos interrumpan. Tenemos mucho que
decirnos… ¿me equivoco?
Mucho que decirnos en un idioma
menos verbal que el inglés, el japonés o cualquier otro.-asintió Gordon
apretando los puños.
Así es.-concedió Yamiyuki
suavizando su sonrisa a la vez que alzaba sus puños-En el idioma de los puños,
el de las armas, el de la guerra.
Supongo que es inevitable cuando
somos líderes de bandos opuestos.-dijo el soldado con un deje de
amargura-Cuando las fuerzas chocan, sus representantes tienen que batirse entre
sí. El camino de la guerra es inflexible.
No quiere pelear.-pensó Yamiyuki-Lo sabía. Aquí hay gato encerrado.
Un soldado no tendría que
filosofar delante de su jurado enemigo.-advirtió el Taimanin-¿No te han
entrenado para ganar? ¿Qué clase de artillero eres? El cuerpo humano no es
capaz de resistir las explosiones para cuya provocación has estado entrenando
toda tu vida. Lo tienes fácil, ¿no crees?
Sí.-asintió el soldado-Lo tengo
muy fácil. Sólo tengo que hacer que vueles en pedazos. Así pensáis los
asesinos, ¿verdad?
Taimanin.-lo corrigió
Yamiyuki-Nosotros cazamos demonios, no personas. ¿No sois los soldados los que
os ganáis la vida en los conflictos entre humanos?
¡Existimos para proteger la tierra
que nos ha visto nacer, a sus ciudadanos, a nuestros vecinos y hermanos!-bramó
Gordon-¡No somos meros matarifes! ¡Luchamos por unos ideales!
Nunca lo he negado.-insistió el
joven de ojos rojos-No obstante, en la práctica, acabáis matándoos entre
vosotros. La especie humana es separatista por naturaleza. Si de verdad
fuéramos un colectivo unido, si realmente nos considerásemos ciudadanos del
mundo… entonces estaríamos todos trabajando codo con codo para erradicar la
amenaza de los demonios. Si los demonios bondadosos existen o no es algo que no
podemos estudiar a fondo porque no vivimos en su mundo, pero está claro que al
nuestro han venido los peores y están jugando con nosotros. ¿Crees aún que los
asesinos somos los Taimanin? Tal vez nuestro trabajo sea violento, pero nunca
pretendemos herir a nuestros congéneres. Tú trabajas por tu país: yo por mi
planeta.
Estamos muy acostumbrados a ese
tipo de discursos.-Gordon se encogió de hombros-La primera estrategia del
enemigo es intentar desarmar al soldado sin tocar su arma. No obstante, no soy
un cadete. Ya he pasado por eso. No vas a apartarme de mis órdenes.
¿Crees que no quiero enfrentarme a
ti?-preguntó Yamiyuki con sarcasmo-No me hagas reír. Estoy deseando ver lo que
ese cuerpo mastodóntico es capaz de hacer. Serás un oponente más que digno.
Simplemente quiero que sepas que quien te da las órdenes se está equivocando. Hay
una diferencia entre ser eficiente y ser un homúnculo servil sin criticismo.
Estados Unidos ha sido un títere de los Mazoku, y ahora más que nunca. Vuestra
comandante suprema ahora es Tigres Black, la mujer más malvada del planeta
Tierra, venida directamente de los dominios demoníacos, y con nuestra
subyugación total como único objetivo. Estás peleando, en general, contra la
humanidad y, en particular, contra tu propia patria, a la que tanto amas. ¿Alguna
vez te ha hecho sufrir un demonio? ¿Sabes lo que es eso?
¡CÁLLATE!-gritó Gordon disparando
un cañonazo.
Yamiyuki saltó muy alto y
describió una grácil, elegante y hermosa pirueta en el aire, esquivando el
proyectil y la explosión que generó.
Tiene sentimientos encontrados.-pensó-Le he tocado una fibra sensible. Mi intuición es más afilada que mi
espada: este hombre puede ser mucho más que un simple enemigo al que derrotar.
Confía en ti mismo, Gordon Powers. Sé tú y no quien te obligan a ser.
¿Acaso he dicho algo
indebido?-preguntó Yamiyuki tras aterrizar con una elegante pose.
¿Un soldado no debe filosofar ante
un enemigo pero un Taimanin sí?-insistió Gordon-¿Qué clase de broma es ésta?
Estamos mucho más que advertidos de lo que os gusta el juego mental. ¡Hemos
estudiado vuestros trucos antes de iniciar la presente batalla!
La presente y última.-afirmó
tajantemente el Taimanin-Acuérdate de ello.
¡Por supuesto!-el soldado le dio
la razón-¡Es hora de que os derrotemos finalmente!
Gordon continuó disparando su
cañón de mano. Los proyectiles explosivos eran bastante rápidos para lo pesados
que resultaban ser, y las explosiones tenían un radio muy amenazador.
¡No me hagas retractarme de mi
afirmación!-gritó Yamiyuki sorteando los proyectiles y prendiéndoles fuego en
el aire para que explotaran inútilmente-¡Te he dicho que me parecías un tipo
duro! ¡Un oponente digno no dispara a matar sin más! ¡Piensa tus jugadas,
Powers! Si tanto quieres derrotarme, ¡demuéstrame tu valía, tu poder, tu
talento, tu capacidad! Disparar un cañón no es algo para lo que hayas necesitado
formarte toda tu vida. Puedes hacerlo con una instrucción de pocos días.
¡Enséñame lo que de verdad has aprendido! ¡No querría tener que considerarte un
pusilánime!
¡Maldito sea!-pensó Gordon-Tiene
razón. Me está sacando de mis casillas, pero tengo que ser más fuerte que él.
Ya le he dicho que hemos estudiado sus trucos, pero ahora tengo que
demostrárselo… no, no a él: a mí mismo y a mis hombres. Voy a volcarme en este
combate y a enseñarle por qué me consideran el artillero menos ortodoxo y más peligroso
del mundo.
Está bien, Kuroi.-dijo el
militar-Técnicamente no debemos mostrar el arsenal definitivo a no ser que la
situación sea desesperada, pero contigo se puede hacer una excepción. Pareces
la típica persona que puede construir una casa por el tejado sin que se le
caiga.
Yamiyuki sonrió con satisfacción:
iba a comenzar seriamente el combate que estaba esperando.
¡Adelante!-lo instó-¡Lánzame las
tejas más pesadas que tengas para ese tejado!
Sin mediar palabra, Gordon se
arrancó la ropa y la lanzó por los aires. Debajo sólo llevaba unas calzas
cortas de Muay Thai, de color verde, muy llamativas y holgadas. El perímetro
elástico que se ceñía a la cadera acentuaba su silueta, y la zona frontal, abombada
y pesada, dotaba a su entrepierna de una textura visual prominente y muy
varonil. Su musculoso cuerpo de piel tostada estaba casi totalmente expuesto:
aquellas piernas duras e intensamente formadas tenían un aspecto amenazador,
como de que cualquier patada podría ser letal, y sus brazos no eran menos. A
Yamiyuki le recordó en cierta medida a su amigo Rito.
Así que tu verdadera artillería es
un cuerpo explosivo, ¿eh?-preguntó el Taimanin-Me parece mucho más profundo,
personal y merecedor de una victoria. Y, ya que te has expuesto hasta ese
nivel, voy a enfrentarme a ti en igualdad de condiciones. ¡Que gane el mejor!
Yamiyuki saltó hacia atrás
mientras desabrochaba todas las sujeciones de su uniforme, dejándolo caer al
suelo junto con todas sus armas y aterrizando en calzoncillos frente a Gordon.
No he traído mis calzas porque no
pensaba usarlas, así que me vas a tener que perdonar, pero no me queda otra que
enfrentarme a ti en calzoncillos.-se excusó el Taimanin-Así estamos en las
mismas condiciones.
El joven se mostraba seguro de sí
mismo. Su cuerpo era muy diferente al de Gordon: piel muy pálida, tono muscular
más concentrado y menos voluminoso, cintura más estrecha, brazos y piernas más
finos… y, aun así, ninguno dejaba de respetar al otro y considerarlo una
amenaza de cierto nivel. Yamiyuki no tenía los músculos gigantescos de Gordon,
pero era mucho más alto que él y era más que famoso por su fuerza. Llevaba unos
calzoncillos muy ajustados de color negro con un dibujo en forma de espiral
descrita por mariposas irisadas que recorría toda la parte izquierda de la
prenda.
No esperaba que alguien como tú
fuera capaz de una estupidez así.-dijo Gordon-Te has despojado de todo tu
armamento sólo porque yo me he quitado algo de ropa, ignorando si tenía o no
más armas. ¡Esa jugada temeraria será tu perdición! ¡Toma esto!
Gordon le dio la espalda a
Yamiyuki, revelando una serie de placas
metálicas de color verde oscuro que tenía puestas sobre los codos, los
hombros, varias zonas de la espalda y algunos tramos de la parte posterior de
las piernas. Estas placas se abrieron y comenzaron a disparar rayos de luz
verde.
¡No me hagas reír, por
favor!-insistió Yamiyuki-¡Te has pasado por el forro de los cojones las armas
que nunca dejaré de tener! ¿Acaso necesito estar vestido para lanzar fuego con
mis manos? Ninpô – Katon no Jutsu!
(¡Arte ninja del fuego!)
El joven Taimanin comenzó a lanzar
fuego contra los rayos de Gordon. El impacto provocó unas enormes explosiones
en el aire que, de haber acertado sobre alguien, habrían causado su
aniquilación.
¡Qué buen material!-elogió
Yamiyuki-¿Es artillería iónica?
Así es.-explicó Gordon-Se acabaron
los pesados proyectiles metálicos con cargas químicas explosivas. Esto es mucho
más ligero y más destructivo. Mi especialidad siempre ha sido ser un artillero
liviano. He estado construyendo una imagen falsa de mí en combate todo este
tiempo para que no supierais qué clase de tecnología tenemos en nuestras filas.
Bravo.-dijo Yamiyuki mientras
aplaudía desganadamente-¿Me estás diciendo que no vas a utilizar ese cuerpo
para enfrentarte a mí a la antigua usanza? Me decepcionas…
¡Mi cuerpo es un orgullo!-gruñó
Gordon-¡Fui entrenado por la legendaria piloto Mirabelle Bell! Ella me enseñó
la musculación, diseñó mi entrenamiento, me ayudó a conseguir esta forma y me
enseñó a manejar y disparar armas pesadas. Si tantas ganas tienes de probarlo,
te daré el golpe de gracia con él en su nombre.
Así que Mirabelle Bell,
¿eh?-comentó el Taimanin-No me extraña. Te pareces a ella en ese sentido. Tus
piernas parecen cortadas por el mismo patrón que las suyas. Se nota que te has
ejercitado siguiendo sus pautas. Me quito el sombrero: no debió de ser fácil.
No, no lo fue, pero lo
conseguí.-respondió el soldado-Y, con ello, logré una fuerza lo suficientemente
pura como para vencer a cualquier enemigo. ¡Ni tu fuego podrá salvarte esta
noche, Yamiyuki Kuroi!
Eso ya lo veremos.-siseó el
Taimanin.
Gordon volvió a disparar otra
sarta de rayos explosivos, esta vez moviendo su cuerpo de diferentes maneras
para conseguir que sus ataques adoptasen una distribución en abanico difícil de
esquivar. Yamiyuki hizo alarde de su gran agilidad y se esfumó de la vista de
su enemigo, dejando que las explosiones chocasen y se opusiesen unas a otras en
una ráfaga que acabó siendo fútil.
¡Da la cara!-pidió el soldado.
De pronto, el militar notó el
tacto de una mano en su espalda, peligrosamente cerca de una de sus placas de
armamento.
Me dices a mí que soy temerario,
pero tú no tienes absolutamente nada con lo que proteger estas armas tan caras
y tan novedosas.-dijo Yamiyuki, que había aparecido detrás de Gordon y le había
agarrado el cuello con un brazo mientras con el otro exploraba las placas de su
espalda-Me dirás que lo que tienes para protegerlas es tu cuerpo y que por eso
las llevas en tu espalda, pero eso es bastante inútil contra alguien que puede
llegarte por detrás fácilmente.
¡Como si fuera a dejarte hacer lo
que te dé la gana con mis armas!-gruñó el soldado-¡Apártate!
El musculoso soldado lanzó una patada
trasera, concentrando toda la fuerza conducida por su cuerpo en su pie derecho,
obligando al Taimanin a soltarle el cuello y lanzándolo lejos de él.
¡Buen golpe!-lo elogió el ninja
mientras se recuperaba en el aire con una voltereta y aterrizaba en cuclillas-¡Pero
no lo suficiente! ¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
Subestimas mis armas creyendo que
sólo son unas pocas placas mal distribuidas.-dijo Gordon-Full-Metal Body!
(¡Cuerpo metálico!)
Yamiyuki, que se preparaba para
abatir a Gordon de un puñetazo, se sorprendió al ver que las placas se
extendían y cubrían todo el cuerpo de su dueño, formando una coraza que
irradiaba energía. El puñetazo resultó totalmente inútil ante semejante
protección.
¿Te has hecho daño en la
mano?-preguntó Gordon con mordacidad.
No más del que se van a hacer esas
condenadas placas.-respondió Yamiyuki-Déjame adivinar: no puedes disparar
mientras cubren tu cuerpo, ¿verdad?
No lo necesito.-lo rebatió el
soldado mientras las placas volvían a su forma anterior-Su velocidad para desplegarse
y replegarse es lo suficientemente elevada como para protegerme de cualquier
ataque y volver a la ofensiva sin perder un instante… ¡como ahora!
Gordon comenzó a lanzar rayos
explosivos de nuevo. Esta vez, cada uno de ellos comenzó a curvarse y a perseguir
a Yamiyuki conforme éste trataba de esquivarlos.
Tú mismo lo has dicho antes: un
impacto será letal para ti.-dijo Gordon mientras continuaba disparando esos
rayos inteligentes.
Tengo dos opciones.-pensó Yamiyuki mientras sudaba para evitar ser
reducido a cenizas por esos peligrosos rayos-La primera es conseguir que los rayos choquen entre sí para que no me
jodan lo más mínimo…
El chico se dejó caer
verticalmente desde su salto, logrando que dos rayos que venían en la misma
dirección y sentidos contrarios chocaran, produciendo una explosión inútil. A
continuación, rodó por el suelo al caer para aproximarse a Gordon, tras lo cual
comenzó a correr hacia él.
...y la segunda es obligar a Gordon a defenderse.-el chico continuó
su soliloquio mientras lanzaba una patada lateral al esternón de su oponente.
Como el Taimanin esperaba, el
militar se cubrió con su armadura, lo que hizo que todos los rayos se
interrumpieran y se vieran apagados, cesando así la amenaza. La energía que
irradiaba la armadura, no obstante, repelió a Yamiyuki y lo lanzó contra el
suelo.
Me ha costado una caída, pero es mucho mejor que morir volado en
pedazos.-pensó el chico mientras se incorporaba.
A la vez que el ninja se levantaba
del suelo, Gordon se preparaba para disparar de nuevo.
¡Otra vez no!-gruñó Yamiyuki,
aburrido de aquel patrón de ataque.
El Taimanin lanzó un chorro de
pétalos de rosa, haciendo que su oponente se tambaleara y perdiera la
oportunidad de disparar.
¡Es el momento!-pensó Yamiyuki.
Ágilmente, se lanzó a por el
soldado para abatirlo con una llave, pero éste lo ahuyentó con una patada alta
y, acto seguido, saltó y lanzó un rodillazo aéreo, terminando de crear una
distancia entre ambos lo suficientemente grande como para volver a disparar,
que fue lo que de forma inmediata hizo después.
¡Mierda!-gruñó el Taimanin.
Sus chorros de fuego le permitían
hacer que los rayos explotaran antes de impactar contra él, pero cada vez se le
acercaban más rápido y desde más ángulos. Necesitaba frenar aquella tempestad
de artillería iónica.
Ninpô – Katon no Jutsu! Honou no
Ya!-gritó Yamiyuki.
(¡Arte ninja del fuego! ¡Flecha Llameante!)
De una de las manos de Yamiyuki
brotó una llamarada en forma de arco. Con la otra mano hizo el gesto de tensar
la cuerda y disparar, liberando una saeta muy veloz que avanzó cortando el aire
hasta el pecho de Gordon, causándole una quemadura antes de que se cerraran las
placas sobre su cuerpo para protegerlo.
¡Maldición!-bramó el soldado-¡Qué
velocidad!
Qué velocidad y qué maravilla el
que lo primero que hagan tus placas al transformarse en armadura sea cortar los
rayos.-añadió el ninja-¡Casi me veo convertido en polvo!
Esto no significa nada.-dijo
Gordon-Aún puedo derrotarte. ¡Prepárate!
¡Quiero ver cómo lo
intentas!-gritó Yamiyuki mientras se lanzaba a Gordon con una patada voladora.
Full-Metal Body!-exclamó Gordon.
Para sorpresa del soldado, su
armadura no se cerró bien y la patada voladora de su contendiente le impactó en
el pecho, justo donde había recibido la quemadura.
¿Se ha roto tu armadura?-preguntó
Yamiyuki.
Parece ser que la interrupción que
has causado antes, sumada a la energía del fuego, ha dañado el sistema de
acoplamiento entre las placas, pero no voy a rendirme por ello.-dijo Gordon
mientras se levantaba tras el impacto-Si no puedo protegerme para anular tus
ataques, me encargaré de que no puedas atacarme.
Soy una persona muy
curiosa.-comentó el Taimanin con una sonrisa de provocación-¿Por qué no
explicas menos y enseñas más?
¡No podrás golpearme aun habiendo
roto mi armadura!-bramó el fornido soldado-¡El despliegue de mi técnica
especial no ha hecho más que empezar! Motorized Assault!
(¡Asalto motorizado!)
Las placas que Gordon llevaba en
la parte posterior de su cuerpo se reorganizaron y comenzaron a desplegarse de
manera diferente, creciendo a lo ancho y a lo alto en el hueco que el soldado
había dejado entre sus piernas, bastante separadas. El montaje de las placas
terminó formando una enorme y pesada moto de color verde con la que su
conductor comenzó a conducir a toda velocidad.
¡Alcánzame si puedes!-gritó Gordon
henchido de orgullo por su arma-¡Ni un rayo podría acertarme! ¡Sólo la luz es
más rápida que yo!
El ninja se quedó quieto. Comenzó
a observar atentamente los fugaces movimientos de la moto. Tenía claro que
trataba de desconcertarlo para poder atropellarlo cuando menos se lo esperase.
¡Es el momento!-pensó Gordon-¡Lo
embestiré por un costado!
Con la gran velocidad de aquel
vehículo, que parecía aparecer y desaparecer del campo de batalla según su
concupiscencia, el soldado cargó en línea recta hacia el perfil izquierdo de su
enemigo, quien saltó elegantemente, dejando que la moto pasara por debajo de
él, sin tiempo para lanzarle ningún ataque.
¿Cómo has podido
esquivarlo?-preguntó Gordon frenando en
seco.
Soy zurdo y me has venido por la
izquierda.-respondió Yamiyuki-¡Nunca jodas a un zurdo!
Haciendo un alarde de reflejos y
rapidez, el Taimanin soltó un sorpresivo y brillante chorro de fuego contra la
posición de Gordon, pero éste contaba con una gran aceleración, lo que le
permitió iniciar la marcha de nuevo a alta velocidad, evitando el impacto.
¡No voy a dejar que me
ningunees!-bramó el soldado haciendo que la moto saltara.
Obligando a la moto a girar sobre
sí misma, Gordon se lanzó contra Yamiyuki por su espalda. Éste intuyó el
ataque, se giró y, al ver lo que se cernía sobre él, saltó potentemente hacia
atrás, dejando una distancia que permitió que el vehículo cayera, excavando
amenazadoramente un cráter en el suelo. Aprovechando que las ruedas se habían
incrustado en el pavimento y que Gordon tardaría un poco más en sacar la moto
de allí, el Taimanin lanzó una feroz patada giratoria contra el vehículo,
tratando de volcarlo.
¡Necio!-bramó Gordon-¿Acaso te
quieres romper un pie?
¿No te haría eso un gran
favor?-preguntó Yamiyuki mientras veía cómo su oponente caía al suelo con su
moto encima-¡Deja de preocuparte por mí y evita que esa moto te aplaste la
espalda!
En tiempo casi cero, el militar
agarró la moto y se volvió a subir a ella, poniéndola de pie antes de que se
produjera el impacto contra el suelo y saltando del cráter.
Si tantas ganas tienes de acabar
destrozado…-dijo Gordon mientras desaparecía de la vista de Yamiyuki-… ¡que así
sea!
Y se habrá pensado que de verdad me ha pasado algo en el pie.
Aficionado…-pensó el Taimanin desdeñosamente.
¡Es la hora de la
artillería!-bramó Gordon apareciendo en medio del cielo con su moto.
A la moto le habían crecido unas
alas luminosas en los laterales. Al
aterrizar pesadamente en el suelo y provocar un temblor que desestabilizó a
Yamiyuki, Gordon comenzó a describir polígonos a gran velocidad a su alrededor.
Cada línea que trazaba hacía que las alas de la moto cambiaran de forma, siguiendo
motivos de insectos: alas de libélula, de mosca, de mariposa, de avispa, de
hormiga…
¡Guau!-exclamó Yamiyuki al ver el
peligro al que estaba sometido.
Mientras el soldado intentaba
atropellarlo, de las alas de su moto salían partículas gráciles y ligeras como
esporas que explotaban al viento. Por ende, Yamiyuki tuvo que combinar los
saltos y las maniobras evasivas con una protección especial contra los
explosivos: se rodeaba de danzarines y salvajes chorros de fuego que se movían
describiendo hélices a su alrededor.
En algún momento te cansarás…-siseó
Gordon.
No antes de que tus armas se
queden sin energía.-respondió Yamiyuki, sorprendiendo a su enemigo, quien
pensaba que no lo había oído.
En un momento de suerte, Gordon pudo
embestir a Yamiyuki, lanzándolo por los aires de un golpe. En ese momento,
comenzó a embestirlo repetidas veces sin dejarlo caer al suelo, saltando con la
moto si era necesario. Aquella combinación de golpes estaba tiñendo el aire con
una peligrosa pero hermosa nube de partículas verdes brillantes.
¡Lo estoy consiguiendo!-pensó Gordon-¡Puedo derrotar a Yamiyuki Kuroi! No pueden quedarle muchos huesos sin
romper… ¡y la explosión hará el resto!
¡YA BASTA!-chilló Yamiyuki
liberando una onda expansiva de fuego que apartó la moto de él-¡ESTO ES
INDIGNANTE! ¡PEGAS COMO UN NOVATO! ¡LA PICADURA DE UN MOSQUITO SE SIENTE MÁS
QUE TUS GOLPES!
¡No puede ser!-el militar se sentía muy sorprendido-¿Será verdad eso que dicen de que Yamiyuki
es inhumano?
¡Te falta entrenamiento!-gruñó
Yamiyuki-¿Cómo puede ser que habiéndome atropellado cerca de treinta veces con
una moto de gran cilindrada no me hayas hecho nada? ¡Tienes unas armas
tremendamente poderosas y nada de poder propio para usarlas con eficiencia!
¡No he terminado!-respondió
Gordon-¡Mira a tu alrededor! ¡No podrás librarte de semejante explosión!
Las partículas que el soldado
había liberado por el aire comenzaron a explotar una tras otra, siguiendo un
patrón de efecto dominó.
Oh, ¡claro que puedo!-insistió
Yamiyuki, decepcionado con su oponente-¡Eres un mierdas!
El Taimanin predijo la trayectoria
de las explosiones encadenadas gracias a su patrón de dominó, por lo que pudo
moverse rápidamente hacia donde sabía que no se iba a producir ninguna que pudiera
alcanzarle. Su enemigo aprovechó el humo de las explosiones y la fuerza de las
ondas expansivas para cargar de nuevo contra él, pero la luz de sus alas lo
delató, por lo que, en un intento de carga frontal, el Taimanin pudo subirse a
la parte frontal de la moto con un pie y, con el otro, pateó a su conductor en
el esternón, obligándolo a inmovilizar el vehículo.
También has sido alumno de la
Shinigami Carmesí, ¿verdad?-preguntó Yamiyuki con curiosidad.
¿La Shi…-Gordon se mostró
dubitativo-¡Ah, sí! Red Line. La soldado que una vez fue Taimanin.
Tus armas se parecen a las suyas y
por eso no les temo.-explicó Yamiyuki-No puedes ganar este combate. Sus alas
brillaban con un poder distinto al tuyo. No importa que fueran rojas y no
verdes: ella fue una aliada poderosa en Gokuruma y ahora lo es en vuestro
ejército. La Shinigami Carmesí, una antigua Taimanin, o la soldado Red Line,
como quieras llamarla o considerarla, es una persona que tiene algo de lo que
tú careces pero que puedes conseguir. Lamentablemente, no podrás conseguirlo a
tiempo para ser salvado esta noche. Sus alas de mariposa tenían algo que la
hacía diferente.
Estoy harto de tu discursito.-dijo
el soldado mientras pulsaba un botón de su moto.
El vehículo se deshizo con una
onda expansiva de energía que tiró a Yamiyuki. Acto seguido, las piezas se
convirtieron en unas enormes hileras de cables que se enroscaron alrededor de
la espalda de Gordon, formando unas alas de mariposa que se iluminaron con luz
verde.
Imitarla no te servirá de
nada.-dijo Yamiyuki con seriedad.
No pretendo hacer tal
cosa.-replicó el soldado poniéndose en guardia.
Con atención, el joven Taimanin
observó la postura de Gordon: se trataba de una guardia de Muay Thai, un arte
marcial de origen tailandés tan hermosa
como violenta. No tardó en imitarlo, haciendo ver que también lo dominaba.
Muay Thai, ¿eh?-preguntó
Yamiyuki-Voy a luchar en igualdad de condiciones contigo hasta el final. Yo
también domino este arte marcial. Es más, es de mis favoritas.
Me alegra saber eso.-respondió
Gordon-¡Pero tú no tienes estas alas!
El soldado se acercó velozmente a
su enemigo y trató de asestarle un rodillazo, pero él lo bloqueó. Acto seguido,
batió sus alas, liberando otra sarta de partículas explosivas. El Taimanin las
quemó antes de que explotaran y contraatacó con un codazo giratorio directo al
hombro derecho de su contendiente, pero también fue bloqueado. Aprovechando el
ralentí de su enemigo, Gordon giró sobre sí mismo, tratando de golpear
directamente con las alas. Yamiyuki saltó y se apartó entonces de él.
Algo me dice que eso corta
mucho.-dijo el ninja pensando en voz alta.
Amén de otras grandes
virtudes.-susurró Gordon mientras saltaba.
Yamiyuki miró hacia arriba. Su
oponente iba a caer sobre él. Parecía una mariposa auténtica: era hermoso,
grácil y brillante. Justo antes de la caída, dobló un brazo, mostrando
amenazadoramente su codo, que fue rodeado con un manojo de cables que salió de
su espalda. Al contacto con el ala, los cables se llenaron de una energía de color
verde que dio al codazo un efecto explosivo. Si el Taimanin no se hubiera
apartado, habría recibido un golpe letal: el codo de Gordon había impactado
contra el suelo, causando un temblor de tierra.
¡Eso no es Muay Thai!-exclamó
Yamiyuki-Tu codazo era bueno y ha sido precioso, pero en este estilo no se
contempla el uso de explosivos.
Gordon hizo caso omiso de su
enemigo y comenzó a hacer lo mismo que había hecho con su codo con varias patadas,
puñetazos y rodillazos.
¡Tómame en serio de una vez!-gruñó
Yamiyuki-No voy a dejarme golpear por algo que acabaría conmigo ipso facto.
¡Quiero pelear en igualdad de condiciones! ¡No me seas tramposo!
¡Te permito que envuelvas tus
extremidades en fuego para golpearme!-insistió Gordon-¡No voy a dejar de usar
las armas que tanto tiempo me ha costado dominar!
¡No quiero hacer tal
cosa!-respondió Yamiyuki-Es más: ¡voy a hacer algo mejor!
Dando una muestra de una agilidad
inexplicable, el joven Taimanin apareció fugazmente frente a su contendiente,
pegando pecho con pecho. Desde esta posición, rodeó su cadera con ambas
piernas, evitando tocar las alas con ellas, y se dobló sobre sí mismo como una
serpiente, pasando por el hueco de sus piernas con gran flexibilidad. Así, pudo
mirar la estructura que daba forma a las alas de su enemigo, con lo cual
conjuró una rosa con sus manos y la lanzó, clavándola en la máquina.
Ninpô – Bara no Jutsu!-exclamó el
chico.
(¡Arte ninja de las rosas!)
Una explosión de pétalos apagó las
alas del soldado y las hizo caer por su propio peso. Tras esto, el Taimanin se
abrió de piernas, descolgándose del cuerpo de su enemigo y cayendo a cuatro
patas debajo de él. Desde su posición, arqueó su espalda y levantó del suelo a
su enemigo con cuidado de no golpearle los genitales. Entonces, saltó ágilmente
con él encima como si fuera una montura llevando a su jinete y, desde el aire,
lo agarró frontalmente y se tiró con él en picado girando sobre sí mismo,
haciéndole encajar una poderosa llave de Izuna, la cual encadenó con un
lanzamiento desde el suelo en el cual rodó sobre su espalda, levantó a Gordon
por encima de él y lo catapultó hacia los cielos de una patada.
Me vas a perdonar el haber usado
las artes japonesas.-dijo Yamiyuki-Te aseguro que no me saldré del Muay Thai a
partir de ahora.
¡Acabaré contigo!-insistió
Gordon-¡Tengo que derrotarte! ¡Eres el líder del equipo enemigo! ¡Debo dejarte
fuera de juego! ¡ENCAJA ESTO!
Gordon reunió todas las piezas de
maquinaria que había en su cuerpo y las juntó, formando un enorme cañón verde
que sujetó con las dos manos. Era muy largo, pesado y de aspecto amenazador. A
su alrededor había núcleos energéticos brillantes.
¡Mi ataque final!-gritó el
soldado-Great Cannon!
(¡Gran cañón!)
Un enorme y denso chorro de
energía salió disparado en dirección a Yamiyuki a una velocidad tal que no le
permitiría esquivarlo. Tuvo que defenderse conjurando un enorme muro de fuego.
Al impacto, las llamas comenzaron a vibrar. Aquel choque transmitió al Taimanin
una intensa sensación de fatiga y dolor.
Tengo que parar esto como sea.-pensaba-Si atraviesa mi pared de llamas, me arrollará y me hará explotar en
pedazos. ¡No puedo permitir que me gane una persona que no sabe por qué razón tiene
que pelear realmente!
¡CAE!-gritó Gordon-¡Estás acabado!
Entre sudor y jadeos, Yamiyuki
levantó la cabeza y miró a Gordon a los ojos. Su roja, ardiente y penetrante
mirada traspasó el fuego y la energía que los separaban y se clavó en su
enemigo. Moviendo elegantemente sus brazos, el Taimanin convirtió el muro de
fuego en una enorme flor llameante que comenzó a absorber la energía explosiva.
Los pétalos de la flor comenzaron a separarse de ella y a impactar contra los
alrededores del soldado, aumentando de manera elevada la temperatura a su
alrededor y quitándole las fuerzas para sujetar el cañón. El rayo comenzó a
atenuarse y, entonces, la flor se convirtió en un enorme rayo de fuego que
destrozó el haz de partículas explosivas y atravesó el cañón, haciéndolo
reventar en pedazos.
¡NO!-gritó Gordon-¡Mi arma más
poderosa!
¿Estás desarmado ya?-preguntó
Yamiyuki-¡Volvamos al Muay Thai! ¡Adelante!
Es lo único que me queda…-admitió
Gordon-… ¡y lo usaré para hacerte pagar por lo que has hecho con mi equipo!
Se lanzaron el uno hacia el otro.
Sus puños chocaron entre sí. Mantuvieron aquel pulso unos instantes.
¿Escocido porque te está venciendo
un tío desarmado en calzoncillos?-preguntó Yamiyuki.
¡Cierra la boca!-le espeto
Gordon-¡Desconoces mi verdadera capacidad cuerpo a cuerpo!
Con un rodillazo, el soldado
golpeó al Taimanin. Acto seguido, le lanzó una fuerte patada giratoria a la
cadera. Se alegró al ver que su golpe
fue certero, pero no tardó en sorprenderse: su enemigo le había atrapado el pie
haciendo una pinza entre su cadera y el codo del mismo lado.
Y tú la mía.-Yamiyuki le guiñó un
ojo-¡Nadie me ha vencido en Muay Thai!
El Taimanin giró sobre sí mismo,
tirando a Gordon de bruces contra el suelo. Aprovechó entonces para hincarle
los codos en la espalda repetidas veces y terminar con un golpe de talón en la
zona lumbar.
¡Levántate si puedes!-lo instó.
¡Claro que puedo!-respondió Gordon
alzándose con un gancho alto.
El puño del soldado impactó contra
el Taimanin. Acto seguido, se agarraron el uno al otro y comenzaron a
intercambiar rodillazos. Algunos acertaban, otros eran esquivados y otros eran
bloqueados en simples pero contundentes choques de rodilla contra rodilla.
¡Esto me gusta más!-Yamiyuki
sonreía con placer-¡Ya estamos sudando! ¡Así tendrían que ser todos los
combates! ¡VAMOS!
Gordon respondió de manera no
verbal: soltó a Yamiyuki para poder tener los brazos libres y golpearle la cara
con un codazo cruzado. Acto seguido, lo lanzó lejos de él con una patada
frontal.
¡Tú lo has querido!-gritó
Gordon-¡RAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGHHHHH!
Como una fiera cazando a su presa,
el soldado saltó hacia Yamiyuki y lo embistió describiendo un aspa con sus dos
codos, tras lo cual lo golpeó con ambas rodillas en el pecho.
¡Oh, sí, joder!-gritó
Yamiyuki-¡Ahora golpeas como el tío que pensaba que eras! ¡Demuéstrame lo que
sabes! ¡Enséñame tu Muay Thai!
¿Acaso eres masoquista?-preguntó
Gordon mientras lanzaba un codazo descendente.
Yamiyuki lanzó una patada alta y
paró el codo de su enemigo con la planta del pie.
Soy un artista marcial.-dijo Yamiyuki-Un
guerrero. Un caballero. Un luchador. ¡Un artista del campo de batalla! ¡La
victoria es mi ley y el orgullo es mi visión! Por ello… ¡te derrotaré esta
noche! ¡Que en toda Tailandia se sientan orgullosos de nosotros! ¡HIYAAAAAAH!
El joven Taimanin giró salvajemente
sobre sí mismo y liberó una feroz patada contra Gordon, impactándole en el
cuello. Acto seguido, saltó y le golpeó entre las dos clavículas con un
rodillazo volador que combinó con una voltereta apoyándose en el pecho de su
enemigo y culminando con un golpe ascendente con los dos codos. Finalmente, lo
dobló de un fuerte rodillazo en el abdomen y dejó todo su cuerpo apoyado
horizontalmente sobre su muslo.
¡Prepárate!-chilló
Yamiyuki-¡JAJAJAJAJA!
Con ambos codos, el Taimanin lanzó
una lluvia de golpes descendentes contra Gordon, quien no podía defenderse.
Ngh…-boqueó el soldado mientras
trataba de librarse de aquel tempestuoso ataque.
Tras decenas de codazos, Gordon
paró los brazos de Yamiyuki con sus manos y se impulsó para saltar lejos de él.
Eres muy bueno.-admitió
Gordon-Tendré que ponerme muy serio. ¡HAAAAAAAH!
Dámelo todo.-pidió Yamiyuki-No te
contengas lo más mínimo o lo lamentarás. ¡HWOAAAAH!
Los dos lanzaron sendas patadas.
Sus pies chocaron entre sí planta con planta.
Tarde o temprano, tu fuerza será
superada por la mía.-advirtió el soldado-Baja la pierna si no quieres hacerte
daño.
Eso es mentira.-lo corrigió el
guerrero ninja-Además, no necesito fuerza si puedo derrotarte por flexibilidad.
Yamiyuki alzó la pierna, obligando
a Gordon a levantar la suya porque sus pies estaban fuertemente enfrentados.
Con todos sus años de baile, gimnasia rítmica y gran variedad de artes
marciales, Yamiyuki era extremadamente flexible. Había conseguido atraer a
Gordon, que era flexible pero no tanto, sólo con levantar su pierna.
¡Me va a partir la ingle!-pensó Gordon mientras luchaba por
enmascarar su cara de dolor.
Como si hubiera leído su mente, Yamiyuki
lanzó un fuerte codazo contra la parte inferior del esternón de Gordon,
haciendo que cayera al suelo.
Agh…-gimió Gordon-… ¿acaso has
llegado al Muay Boran?
No, no he llegado: ¡lo he
superado!-respondió Yamiyuki solemnemente-No obstante, el motivo por el que no
puedes derrotarme es aquello que Red Line sí tiene y tú no. Te falta… ¡una
verdadera razón por la que pelear! ¡Una que de verdad creas!
¡Eso no es cierto!-gruñó el
soldado levantándose de nuevo y lanzando un puñetazo-¡Peleo por mi patria!
El puñetazo de Gordon fue
fácilmente esquivado por Yamiyuki.
¡Voy a hacerte ver la luz a
golpes!-lo advirtió el Taimanin-¡Prepárate para sufrir hasta el extremo!
Yamiyuki bloqueó el cuello y los
hombros de Gordon con un agarre y, acto seguido, comenzó a lanzar rodillazos a
gran velocidad contra la barriga de su oponente. Su larga y despiadada sarta de
golpes estaba haciendo que su oponente comenzara a soltar lágrimas de dolor.
¡YIIIIIIIIIIIIIIIIIIIHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!-gritaba
Yamiyuki mientras cambiaba la pierna con la que lanzaba los rodillazos.
¡ARGHHHH!-chillaba Gordon,
indefenso.
Cuando el abdomen de Gordon se
terminó de convertir en una masa amoratada y magullada, Yamiyuki dejó de
atacar. Acto seguido, atropelló a su malherido enemigo con una sarta de
puñetazos, codazos y patadas con tanta elegancia como sed de sangre.
¡Te faltan motivos por los que pelear!-gritaba
el Taimanin-¡Estás inseguro! ¡Crees que mereces otra cosa! ¡Te han hecho
sufrir, tanto en el ejército como fuera de él! ¡Sabes de sobra que eres una
víctima más de los Mazoku y te niegas a retirarles tu apoyo! Y, no contento con
eso, crees que la culpa de ello la tengo yo, a quien has intentado matar por
haberte dicho la verdad en un intento de ayudar. Los soldados como tú sois
realmente gilipollas. ¡Espero que algún día te des cuenta de todo esto, aunque
no me des las gracias! ¡Voy a hacerte danzar hasta que pierdas el conocimiento!
¿No querías acabar conmigo? ¡Haré que lo desees! ¡Ódiame! ¡Sangra por mi culpa!
¡Llora! ¡Sufre! ¡BAILA CONMIGO ESTA IRREFRENABLE Y APOCALÍPTICA DANZA DE
SANGRA!
Yamiyuki terminó su sarta de
ataques con un fuerte gancho ascendente que golpeó a su oponente encima del
ombligo, haciéndole un enorme, visible y antinatural hundimiento. No lo
atravesó y no causó ningún sangrado, pero deformó completamente su musculatura
abdominal, dibujando su puño orgulloso y destructivo en ella a la vez que el
soldado vomitaba un chorro de sangre muy caliente.
¡PUAGHHHHHHHHHHHHH!-Gordon sentía
que la sangre lo ahogaba.
La sangre cayó sobre Yamiyuki,
manchando su rostro y su torso. Una lasciva, sádica y sincera sonrisa se dibujó
en su rostro: había ganado definitivamente. No pudo evitar alegrarse, sonreír
como si el dolor ajeno fuera una noble misión.
¡AAAAAAARGH!-chilló Gordon al caer
al suelo mientras pataleaba y se llevaba las manos al abdomen-¡DEMONIO!
¡DESGRACIADO! ¡HIJO DE PUTA! ¡TE MATARÉ!
Duerme, Gordon.-dijo Yamiyuki-No
es justo que sufras tanto. Demasiado daño te han hecho a lo largo de tu vida.
El Taimanin pisó la nuez de su
enemigo hasta dejarlo sin conocimiento, asegurándose de que no lo había matado.
Tras ello, comenzó a limpiarse la sangre como pudo y se dispuso a vestirse y a
recoger sus armas.
Estás muy equivocado.-susurró
Yamiyuki antes de darle la espalda definitivamente a su humillado enemigo-Si de
verdad eres tan inteligente como te vendes, aprenderás de esto. Adiós, Gordon.
Habéis sido derrotados. Todos. Ninguno de tus camaradas podrá con mis amigos.
Jamás.
El chico echó a andar, desandando
el camino que había recorrido. Su nueva prioridad era reencontrarse con los
demás Taimanin.
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