martes, 25 de noviembre de 2014

[TY] Episodio 4: Moist Desire

TAIMANIN YAMIYUKI
Episodio 4: Moist Desire

El amanecer del sábado no fue todo lo tranquilo que podría esperarse de un fin de semana. La noticia de la escaramuza de la noche anterior corrió como la pólvora, y los Taimanin implicados tuvieron que ir a entrevistarse con sus superiores.

Menos mal que ha pasado rápido…-dijo Shirubei entre resoplidos cuando salieron de la reunión-…y menos mal que no le aguamos la noche a Kuroageha…

¡Y nos han felicitado por nuestro trabajo!-destacó Aoi con satisfacción-Aunque, sinceramente, preferiría que no hubiera sucedido lo que sucedió…

Es hora de que entremos en acción.-dijo Yamiyuki-Ya casi ha llegado el día de la inauguración del Moist Desire…esa noche nos infiltraremos en Yomihara: esa noche haremos la limpieza. Respecto al tema de la viuda de Edwin Black, parece que no hay nada en las bases de datos…

Dicen que nos mantendrán informados…-comentó Hagane-…me enorgullece que cuenten con nosotros, pero me da muy mala espina la información que nos puedan dar…averigüen lo que averigüen, no será nada bueno…

Seamos optimistas, chicos.-pidió Rito-En estos momentos, necesitamos mantener la guardia alta y armarnos de voluntad…podremos con lo que nos propongamos, ya lo veréis.

Rito tiene razón.-comentó Inuhito-Seguro que la noche inaugural del Moist Desire nos abre muchas puertas…no debe de ser muy complicado de manejar este asunto si lo asimos con tiempo. Me refiero a que prácticamente no se están moviendo en el otro lado…si les paramos los pies ahora que están empezando, podremos contener y erradicar las amenazas.

Espero que así sea.-comentó Yamiyuki-Será mejor que vayamos a preparar la misión. Hay que poner a punto el equipo y tenemos que debatir las estrategias de realización.

. . .

Llegó el día de la inauguración de aquel lugar de dudosa legalidad.  Como se trataba de un centro de horario nocturno, estuvieron haciendo los últimos preparativos durante el día.

Entonces…-dijo Yamiyuki mientras trazaba una línea con un rotulador rojo en una pizarra blanca portátil-…Inuhito y Rito, interceptaréis las cajas cortando las trayectorias enviadas por Aoi, que monitorizará el proceso desde esta azotea y se encargará de aniquilar a posibles francotiradores desde la distancia. Hagane, serás el encargado de explorar el local por dentro haciéndose pasar por una mujer y Shirubei y yo estaremos patrullando las calles circundantes desde las sombras para mantenernos cerca del campo de acción, siempre dispuestos a desplazarnos hacia quienes lo necesitéis, esto es, seremos comodines en caso de que cualquiera de las otras partes tenga problemas en su radio de acción.

Hagane asintió y se acercó a la pizarra. Yamiyuki se cruzó con él y le tendió el rotulador mientras sentía el persistente olor de su amigo. Su perfume olía a cereza y a caramelo con unas notas de chocolate,  otorgándole un aroma dulce y fuertemente atractivo, con unas notas parcialmente ocultas que aderezaban la mezcla con un olor altamente vivo y masculino, creando una ambivalencia al olfato.

De manera sigilosa y siempre con cien ojos…-Hagane continuó la explicación-…iré estudiando la arquitectura interna del lugar. Llevaré una mini-cámara oculta que subirá las imágenes a nuestra nube en tiempo real, pero no garantizo un resultado excelente en una primera aproximación, y más teniendo en cuenta que no sé con quién me voy a encontrar allí dentro.

En base a esas imágenes, intentaré trazar unos planos.-explicó Aoi-Llevaré un ordenador portátil de tipo industrial acondicionado para trabajos ingenieriles, así que contaré con una gran potencia de cálculo y procesamiento. No obstante, en base a imágenes en las que se sacrifica la resolución en compromiso con la velocidad de distribución, los planos no podrán ser definitivos, por lo que diferirán mucho de los del arquitecto que los diseñara en su día. Además, tendré que estar pendiente de posibles enemigos, por lo que mi atención estará dividida. No obstante, lo haré lo mejor que pueda.

Recordad que tenéis que estar siempre preparados para un cambio rápido de indumentaria del uniforme de combate a ropas de mimetismo y viceversa.-dijo Yamiyuki-Aprovechar que no nos conocen nos dará ventaja en la misión. ¿Alguna pregunta?

. . .

Llegó la noche. Todos los planes y cálculos estaban hechos, y nadie dudaba de su cometido en aquella importante operación. Aoi había subido a la azotea más alta de los alrededores del bar. Como no iba a acercarse a ningún individuo, trabajaba con el uniforme de combate puesto. Al ser el especialista en herramientas y maquinaria del equipo de Yamiyuki, Aoi valoraba mucho su ropa de combate y los casi infinitos bolsillos ocultos de la misma, en los que guardaba todo tipo de artilugios de gran valía para las misiones. Apoyó en una superficie segura lo que parecía un maletín tosco y pesado que, tras pulsar un botón, se abrió, revelando ser un ordenador reforzado. Su objetivo era captar las señales procesadas por las cámaras de los lugares cercanos y copiarlas en su sistema para poder ver las imágenes de vídeo que estaban fluyendo por las redes. La parte en la que Aoi trabajaba era importante, pues estaba encargado de leer los movimientos de los traficantes que descargarían armas y drogas en el recién inaugurado bar para poder adelantarse a ellos y enviar a sus dos compañeros y amigos, Inuhito y Rito, a interceptarlos. Mientras el ordenador procesaba las órdenes de su maestro, éste miraba a su alrededor girando constantemente el cuello. Lo único destacable que vio fue el propio bar. La fachada era de color marrón oscuro, hecha de algún tipo de material cerámico ornamental similar a algunos azulejos de las gamas más caras, y su rótulo combinaba neón y LEDs, ambos amarillos pero en diferentes tonalidades, para escribir en letra pomposa el nombre “Moist Desire”. Cientos de personas rodeaban el edificio deseando entrar. Entre ellos, distinguió a una chica…

Con un vestido negro, unos zapatos rojos de tacón alto, unos senos de disfraz y su melena suelta con algunos tirabuzones, Hagane se disponía a entrar al local. Solía maquillarse por gusto, si bien lo hacía de manera muy personal y atípica, pero aquella vez lo había hecho a conciencia para parecer una chica. La puerta del local estaba custodiada por un individuo que tapaba su cuerpo con una capa gris y una capucha. No se distinguía muy bien de qué tipo de ser se trataba, pero era de estatura alta y corpulento, típico de un portero de discoteca. Cuando la muchedumbre le dejó entrar, se vio cobijado por las cuatro paredes del antro más rococó que había visto en su vida. Lámparas de araña, remaches dorados en todos los muebles, luces amarillas y doradas, decoración pomposa, muebles caros…parecía una recreación cinematográfica del siglo XVIII europeo más que un bar de ambiente gay, aunque esto último podía deducirse del hecho de que era la única “mujer” presente en la inauguración. Sonaba una música muy animada, tal vez demasiado para ser un local de negocios sucios. Además de hacerse pasar por mujer y sentirse bastante único en aquel lugar por eso, Hagane también notó que era el único ser humano de aquel local: orejas puntiagudas, colmillos, garras, pelaje animal, alas, escamas y demás elementos eran lo más familiar entre los visitantes de aquel sitio. Efectivamente, había hombres bailando muy pegados, besándose, bebiendo juntos e incluso con prolegómenos sexuales. Lejos de asustarse por ello, se acercó a la barra: no bebería nada de lo que le sirvieran ni aunque le pagasen, pero tenía que pasar desapercibido si quería averiguar algo dentro de aquel sitio. Como si fuera una damisela refinada, se sentó en un taburete y cruzó sensualmente sus delgadas y tonificadas piernas…nada que no hiciera normalmente. Pronto se acercó a él un individuo. Se parecía bastante a un hombre humano en forma y complexión, si bien el color gris de su piel ya afirmaba lo contrario. Su cabello era blanco y liso, con un flequillo tupido de medio lado y un atisbo de media melena que tapaba su cuello por detrás. Vestía unos pantalones de campana de color gris marengo, botines metálicos, un chaleco abierto y cortado a la altura de las costillas a juego con los pantalones sin nada debajo, mostrando su delgado y marcado cuerpo, y unos brazaletes cilíndricos. Llevaba también unas gafas rectangulares de montura fina que constituían la antesala a sus ojos grisáceos.

Buenas noches, señorita.-dijo cortésmente-¿Qué se le ofrece?

Buenas noches.-Hagane forzó una sonrisa antes de mostrar el asco que le producía aquel demonio cuyo olor le resultaba muy familiar-Enhorabuena por la inauguración, ¿es usted el dueño?

Sí, así es.-dijo el demonio-Mi nombre es Delphine. Me resulta curioso que seas la única mujer en el local…y vaya ocultación…pareces una humana de verdad…

Hagane se rió fingiendo que se sentía adulado.

Póngame…-el chico sentía asco hacia lo que esos demonios pudieran beber, así que decidió asegurarse-…un vaso de agua, por favor.

¡De acuerdo!-respondió Delphine con una cordial sonrisa.

Hay algo peculiar en ese tipo…-pensó Hagane-…no huele a demonio…no al menos a los demonios que hemos conocido anteriormente. Huele…a naturaleza, por alguna razón. Un aroma almizclado muy extraño…y me recuerda a cuando estaba estudiando…

Lo relacionado con la naturaleza captaba rápidamente el interés de Hagane. A su corta edad, su brillante inteligencia le había permitido ser licenciado en Biología, graduándose como el mejor de la titulación. Le gustaba mucho el estudio de los seres vivos, de los genes, de los ecosistemas y de muchas otras ramas similares. Pese a que lo hizo por voluntad propia, el tener estudios superiores era requisito indispensable para ser miembro del equipo de Yamiyuki, quien avisó en su día que no ablandaría su elitismo ante sus amigos, y que no le preocupaba mantener tal postura porque confiaba en la valía intelectual de todos y cada uno de ellos, que también acabaron licenciándose a nivel universitario antes de graduarse como Taimanin. Cuando el camarero y dueño del local puso el vaso encima de la mesa, el chico hizo un gesto de agradecimiento y comenzó a mandar mensajes a Aoi.

Esto parece demasiado normal…-escribía con un terminal portátil-…no me huele nada bien. ¿Tienes algo de los traficantes?

Traen un camión.-respondió Aoi-Nada discreto, pero, poniéndonos en su lugar, no necesitan serlo en un territorio en el que suponen que sólo están ellos. Todavía no ha arrancado, pero hay una cámara cerca que me permite estudiar la inercia de las ruedas para predecir cuál será su dirección inicial.

Perfecto.-contestó Hagane-El dueño del lugar parece simpático, y eso me crispa. Los que fingen lo que no son terminan siendo los peores. ¿Te están sirviendo las imágenes que capta mi cámara?

. . .

Un silbido anunció el tiro que acabaría con la vida de aquel matón. Asomado a una ventana con una pistola en las manos, fuera quien fuere, no fue rival para la puntería de Aoi, quien le clavó un kunai en el corazón.

Sí.-escribió a su amigo tras sacudirse un poco las manos-Estoy trazando unos alzados y unas plantas que parecen bastante típicos en la edificación contemporánea, lo que me lleva a pensar que no va a ser un trabajo tan impreciso como en un principio pensamos. Trata de moverte un poco por el lugar si puedes…no sé, haz como que bailas o cualquier cosa…y, después, te tocará entrar más allá de las zonas de acceso restringido para personal autorizado…

. . .

Yamiyuki y Shirubei, que paseaban por las calles de aquella zona de libertinaje, se pararon un momento.

Parece que la comunicación que hay abierta entre Hagane y Aoi está muy activa.-dijo Yamiyuki-Infiero que eso significará que progresan sus investigaciones como estaba previsto.

Me alegra saberlo.-respondió Shirubei-No obstante, nos mantendremos ojo avizor por si se nos requiere en alguna parte.

Exactamente.-Yamiyuki contestó a modo de corroboración y elogio-Incluso podríamos tener que separarnos si nos requieren en dos lugares a la vez…pero no sería nada que no hubiéramos hecho antes.

Claro, sin problemas.-Shirubei se encogió levemente de hombros-¿Una calle más antes de dar la vuelta?

Yamiyuki asintió con la cabeza y echaron a andar.

. . .

¡El camión se está moviendo!-escribió Aoi para poner en marcha a sus compañeros-¡Os mando una traza del camino que está siguiendo! Sé que habría sido mucho más fácil esperar a que el vehículo arrancara y seguirlo hasta el final… ¡pero no sabíamos dónde estaba el camión, ni siquiera si iba a ser un camión! Desde vuestra posición, será fácil interceptarlo. ¡Ánimo!

Tras enviar el último mensaje, se giró. No necesitaba nada más que sus instintos y sus sentidos de Taimanin para notar que se habían subido a aquella azotea para rodearlo. Había llegado el momento de cambiar de posición…

Vaya, vaya…-dijo un mercenario-… ¿qué ven mis ojos? ¿Un Taimanin jovencito?

Mercenarios Mazoku…-murmuró Aoi-… ¿qué hacéis últimamente tan a la vista?

Nada que os importe a ti y a tus camaradas.-respondió el mercenario-¡Cogedlo y destrozad el ordenador!

De eso nada…-dijo Aoi seriamente.

Tres de los mercenarios se lanzaron a por él, pero los repelió con dos puñetazos y una patada.

No me obliguéis a haceros daño de verdad, ¿de acuerdo?-pidió Aoi-Haced como que no habéis visto nada y tal vez os perdone la…

Tuvo que dejar de hablar para esquivar un mandoble: los mercenarios eran hábiles con la espada.  En las azoteas y balcones de las cercanías se habían colocado francotiradores que, con seguridad, estarían colaborando con los otros mercenarios. Aoi comenzó a esquivar los disparos, dejando que impactaran contra los mercenarios que lo rodeaban. Cuando sólo quedaron los francotiradores, el joven Taimanin decidió optar por una táctica segura que acabaría con todos fueran cuantos fueren y en las posiciones que ocupasen.

Ninpô – Raiton no Jutsu: Kaminari no Rensa!-exclamó el chico.
(¡Arte ninja de la electricidad! ¡Cadenas de Relámpago!)

De la mano derecha de Aoi emanó un fino rayo azul de electricidad que impactó contra el francotirador más visible. El cuerpo electrocutado de aquel objetivo emanó un rayo que impactó contra el francotirador siguiente más cercano, y así sucesivamente hasta que dejaron de emanar rayos, señal de que ya no quedaban más enemigos en la zona.

Así aprenderéis…-susurró Aoi antes de plegar su ordenador y alejarse de allí saltando entre las azoteas.

. . .

Las comunicaciones con Aoi se han cortado…-pensó Hagane-… ¿cómo tengo que interpretar eso?

El chico había capturado prácticamente toda la extensión del local con la cámara oculta y ya empezaba a aburrirse. Delphine había dejado a varios camareros a cargo de la barra y estaba ejecutando espectáculos diversos en una tarima. Tras una danza erótica hizo cambiar la música y realizó una exhibición de esgrima contra un empleado que manejaba  una espada parecida a una falcata. Por su parte, el dueño de aquel local utilizaba un estilo similar a la esgrima española, si bien su arma era muy diferente: se trataba de una espada de color azul con ribetes dorados enjoyados, larga como un florete, del ancho de un estoque y con la ligera curvatura de un sable de caballería. Su manejo con la espada parecía muy ágil y eficiente, y el público vitoreaba a ambos. El Taimanin travestido intuyó que les atraería ver a dos hombres sudando y moviéndose salvajemente. Aprovechó la distracción de Delphine para entrar clandestinamente en la zona de acceso restringido. Con sus ágiles y sigilosos movimientos, llegó al lado de la puerta sin ser descubierto, y la forzó con una ganzúa para entrar rápido y cerrar tras de sí, simulando su simple desaparición del local. Dentro había un empleado que no tardó en extrañarse.

¡Oye!-gritó-¿Puede saberse qué estás…

¡HAAAAAAAAH!-gritó Hagane.

Girando sobre sí mismo, noqueó al empleado de una patada en la cara. Antes de avanzar, volvió a lanzar un mensaje.

¡Inuhito!-escribió-¡No recibo a Aoi! ¿Ha pasado algo?

No lo sabemos.-respondió Inuhito-Estamos siguiendo la traza que nos mandó antes de desaparecer. Nosotros tampoco lo recibimos. Puede ser que haya tenido que moverse de sitio. En cualquier caso, no creo que se haya dejado atrapar tan fácilmente. ¿Tú estás bien?

Sí.-respondió Hagane-No puedo decir que me esté divirtiendo pese a estar en un supuesto local de ocio, pero no tengo problemas. Me he colado en la zona de trastienda, os mantendré informados. ¿Y vosotros? ¿Cómo estáis?

Sin problemas.-respondió Inuhito-Estoy con Rito y todavía no hemos tenido que interactuar con nadie. Todo va perfectamente. Estamos bastante cerca del camión y puede que dentro de poco tengamos que entrar en acción seriamente, así que te encargo el avisar a Yamiyuki y a Shirubei si sucediese algo con Aoi. Ellos no nos interrumpirán con ninguna comunicación a no ser que necesiten ayuda en lugar de poder ayudarnos a nosotros. Tenemos que movernos más rápido, ya nos informaremos.


Antes de que Hagane pudiera guardar su teléfono móvil, la puerta que había forzado hacía unos instantes se abrió súbitamente tras de él.

2 comentarios:

  1. Jajajajaja lo bueno es que no tengo que esperar para saber como sigue, si no la intriga sería demasiado grande jajajajaja
    Amo a Inuhito ¿te lo dije? ME PONE.

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    1. Bien, bien, eso me gusta, que te vaya poniendo la gente, de eso se trata. Jo, con estos comentarios me estoy sintiendo muy orgulloso de mi historia...llevaba muchísimo tiempo queriendo escribirla y tengo ideas muy ambiciosas...ya te digo que irá para largo...

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