COALESCENCE
†
WORLDS
COLLIDE II †
Episodio IX · JAQUE AL JEFE
¿De
verdad es ésta vuestra forma de recibir a vuestro jefe?-preguntó Dalton-Si de
verdad trabajáis para la seguridad, sabréis a quién os estáis intentando
oponer.
Se ha
detectado un insurrecto emergido del mundo de abajo.-dijo la voz
sintética-Procediendo a su eliminación.
¿Os
habéis vuelto locos?-gritó Dalton-¡Sé que me estáis escuchando! ¿Acaso no me
reconocéis? ¿O es que hemos venido a una trampa?
Sea lo
que sea…-dijo Nikola-…están empezando a cargar los cañones.
Uno de
los robots disparó contra Nikola, que se encontraba desarmado. Dalton se
interpuso y bloqueó el disparo desplegando un escudo electromagnético.
Open Ether Circuit…-susurró Dalton-…¡Thunder Bolt III!
Un rayo
cayó del cielo y escindió al robot, provocando su explosión inmediata.
Espero
que os sirva como advertencia.-dijo Dalton.
Los
demás robots dispararon todos a la vez. Dalton se pegó a Nikola y desplegó una
semiesfera electromagnética que absorbió los disparos.
¡No le
haréis ni un solo rasguño!-exclamó-¡Ni uno!
Los
robots desplegaron unos pequeños brazos dotados de largas púas y se lanzaron a
la embestida.
¡Ellos
lo han querido!-exclamó Nikola-¡Levanta el escudo!
Dalton
le hizo caso sin preguntar nada. Nikola atrapó al vuelo a uno de los robots y
lo estrelló contra el suelo simulando una poderosa llave.
Esos
brazos son tan prodigiosos como parecen…-lo elogió su amigo-…has destrozado la
máquina de un golpe…y son tan naturales como los de un recién nacidos. Para que
luego digan que sólo los mejorados genéticamente pueden ganar peleas…
Dalton
esquivó con una elegante maniobra a uno de los robots que intentaba ensartarlo,
tras lo cual lo pateó con dureza hasta estamparlo contra la puerta grande,
desde donde cayó inerte al suelo.
Basta
de juegos.-dijo Dalton-¡Ether Drive! ¡Lightning III!
Del
cielo cayeron tantos rayos como robots había, acabando con todos a la vez.
Tu
dominio del Ether poco tiene que envidiar a mis brazos, ¿no crees?-preguntó
Nikola.
Juntos
somos imparables, ¿recuerdas?-preguntó Dalton con una sonrisa.
¿Cómo
olvidarlo?-Nikola le devolvió la sonrisa.
Las
puertas se abrieron. Un pequeño grupo de soldados armados salió y rodeó a la
pareja, apuntando a Nikola.
¡Señor
Dalton!-exclamó el más alto-¡Está usted violando nuestras leyes!
Y, ¿qué
estáis haciendo vosotros al amenazar a vuestro jefe?-preguntó Dalton-¿Cumplirlas
y predicar con el ejemplo?
El
cuartel ha determinado que…-intentó argumentar otro soldado.
¡LA
TOTALIDAD DEL CUARTEL ES TAN SUBORDINADA MÍA COMO VOSOTROS!-exclamó
Dalton-Dadme un único motivo para no punir esta insubordinación con la dureza
que caracteriza a nuestro régimen.
¡No
puede acercarse gente de abajo!-exclamó uno de los soldados.
Gente
de abajo…-dijo Dalton con rabia-… ¡ASQUEROSOS! ¡ODIOSOS! ¡ESO ES LO QUE SOIS!
La gente no es más que eso, gente…él es tan hombre como yo y, con creces, más
hombre que todos vosotros. Vuestra lógica retrógrada me está irritando…y no voy
a ser yo quien os puna, no…haremos algo mejor y más divertido.
Se giró
a su amigo.
Nikola,
amigo mío, sé que, por mucho que te esfuerces en mantener la corrección, les
guardas cierto rencor a todos los peces gordos.-dijo Dalton-¿Te apetece
desquitarte? Son todos tuyos. Los entrené hace un año, no son rivales para ti.
Bueno…-dijo
Nikola-…es cierto que venía en son de paz para hablar las cosas, incluso vengo
sin armas, pero…no creo que las necesite.
Los
soldados comenzaron a disparar a Nikola a bocajarro. Con sorprendente agilidad,
el joven saltó y cayó a espaldas de dos de ellos, los agarró del cuello y chocó
sus cabezas con fuerza, haciendo que se desplomasen. Tenía a otro hombre
delante y a otro más detrás. Se deshizo del que tenía detrás con una vigorosa
patada trasera que lo lanzó por los aires y, al volver a la posición de
guardia, lanzó una patada alta contra el mentón del otro soldado, causando que
saliese disparado también. Los tres hombres que quedaban comenzaron a disparar
a la vez. Nikola se agachó, se deslizó por el suelo y agarró a uno con las
piernas haciendo un movimiento de tijeras con el que lo derribó hasta el suelo,
donde lo estranguló secamente. Sin levantarse, alzó las piernas para golpear y
tirar a los otros dos. Se subió encima de uno de ellos y lo dejó inconsciente a
puñetazos, tras lo cual rodó hacia el otro, agarrándole el brazo en pleno giro
y rompiéndoselo mientras terminaba de rodar. Dalton aplaudió.
Era una
trampa.-dijo Dalton-Quieren quitarme de en medio, por lo que veo. Una pena que
no vayan a poder…
Siguieron
avanzando por el pasillo con la intención de llegar a la vena central del
complejo de edificios. Pasaron por al lado de un enorme tubo transparente que
contenía una plataforma circular de ascensor. En ella bajaban dos hombres con
uniformes distintivos parecidos al de Dalton pero menos ostentosos.
Vaya,
vaya…-dijo Dalton mientras el tubo se abría en el nivel en el que estaban.
Los
hombres salieron.
Shimizu,
Furui…-dijo el chico pelirrojo-…exijo una explicación.
Estás
exento de todos tus cargos.-dijo uno de los hombres-Hemos descubierto que
conocías las intenciones de este golpe de Estado desde que fue ideado. En la
última retransmisión te encontrabas en el mismo espacio físico que los
individuos que fueron avistados saboteando nuestras acciones…la mujer que voló
el edificio y la que secuestró la flota de naves y permitió que la gente de
abajo se extendiese por nuestras nobles tierras.
¿Sabéis
qué?-dijo Dalton sin sorprenderse lo más mínimo-No me cuesta pagar ese precio.
Sois, en número, en peso, en importancia y en consideración, menos los que os
habéis sublevado contra mí que los que se han sublevado por sus DERECHOS, los
que les corresponden por el mero hecho de haber NACIDO. Si queréis expulsarme
de la política, hacedlo: nunca me ha gustado. Habéis caído como idiotas: os
habéis comido mis engañifas como si fueran platos de manjares. Todo esto ha
sido por el bien de la igualdad y la justicia…y, por supuesto, el siguiente
paso… ¡es acabar uno a uno con todos vosotros!
El
faldón de la chaqueta de Shimizu se alargó enormemente, desplegando un abanico
de cuchillas automatizadas debajo de él mientras se ponía en guardia. Furui
ensambló, a base de piezas que salían disparadas de su uniforme, una lanza de
dos puntas que desprendía una radiación verde de aspecto peligroso.
Artes
cíbridas…-dijo Dalton-…veo que queréis jugar en serio…
Dalton
extendió su mano derecha hacia ellos mientras atrasaba ligeramente la pierna
izquierda. El brazo derecho lo dejó completamente lacio.
Con una
mano me basto para haceros morder el polvo.-dijo Dalton con seriedad.
¡No nos
toma en serio!-exclamó Shimizu-¡Vamos a matarlo!
Sozaburo
Furui era conocido por sus tendencias psicópatas en el campo de batalla. Su
tosca y pesada lanza desprendía rayos descontrolados de luz ácida: su
tecnología era tal que habían podido fusionar las propiedades físicas de la luz
con las de los ácidos en disolución líquida. Saltó hacia Dalton con un agudo
grito. Akihiro Shimizu era mucho más frío y reservado, pero muy duro en
combate, por lo que se limitó a ondear la cola de su chaqueta, provocando una
onda cortante cargada de energía eléctrica.
Open Ether
Circuit.-dijo Dalton sin ninguna emoción-Blizzard II.
Sendas
explosiones de hielo interrumpieron los ataques de sus agresores, obligándolos
a retirarse.
¿Estás
usando un Ether de nivel por debajo del máximo normalizado?-preguntó Shimizu-¿Te
burlas de nosotros?
No
merecéis que utilice más.-respondió el adolescente sin cambiar de posición-Con
los robots era inevitable porque su chasis era más duro que vosotros, vejetes…
¡Voy a
arrancarle la piel a tiras!-exclamó Furui-¡Encaja ESTO!
Furui
corrió hacia Dalton mientras hacía círculos con su lanza gigantesca. Chocó
contra algo duro. Su estómago se encogió y el dolor comenzó a latir. Escupió
sangre. Nikola había interpuesto su brazo derecho en su trayectoria con una
agilidad y un acercamiento tal que no había podido esquivarlo.
No es
justo un combate de dos contra uno.-dijo Nikola-Ni lógico siendo nosotros dos.
Él es
una de las muchas razones por las que no necesito cambiar de posición para
ganar este combate.-dijo Dalton.
¡Ni
siquiera llevas armadura de disrupción estándar!-le espetó Furui a Nikola-¡Un
golpe de mi lanza te hará pedazos!
Si me
alcanza, claro.-Nikola movió circularmente los hombros.
¡Insolente
rata de alcantarilla!-chilló Furui.
¡Está
bien!-exclamó Shimizu-¡Ataquemos a los dos a la vez!
Shimizu
agitó ferozmente su faldón, extendiendo las cuchillas en un peligroso patrón
curvo hacia Nikola y Dalton. Furui se introdujo en la curva para evitar la
huida y comenzó a maniobrar peligrosamente con su lanza.
Open
Ether Circuit…-mencionó Dalton con cierto aburrimiento-…Inferno I.
Unas
brillantes explosiones de fuego quemaron a los oficiales y frustraron sus
ataques. A Furui se le escapó la lanza y el faldón extensible de Shimizu se
tambaleó, momento que Nikola aprovechó para saltar por encima de él, agarrarlo
y atárselo a su dueño alrededor del cuerpo.
Ése ha
sido incluso más débil…-dijo Furui-…eres tan insolente como parecías mientras
compartíamos bando, mequetrefe…
Cierra
la boca, psicópata fascista.-dijo Dalton en voz bastante baja, todavía sin
cambiar de posición.
Nikola
saltó para alejarse de Shimizu, que comenzó a electrocutarse.
¿Cómo
has detectado que había activado el pulso eléctrico de mis cuchillas?-preguntó
Shimizu anonadado.
La
electricidad no esconde secretos para mí, señor.-dijo Nikola con fingida
amabilidad-Prácticamente puedo olerla. Y ahora mismo huele a…cortocircuito.
El
faldón de Shimizu cayó lacio sobre sus piernas.
No
puede ser…-dijo Shimizu, frustrado-…la corriente ha realimentado el arma y…
¿cómo ha podido pasarme esto a mí?
Eso te
pasa por no ser ingeniero.-se burló Dalton-Los militares os emocionáis con la
tecnología armamentística y os centráis en manejarla como vuestra burda sed de
sangre os da a entender, pero no os paráis a pensar en cómo funcionan los
artilugios que usáis.
¡Este
niño se está riendo de nosotros!-ladró Furui.
¡Mi
arma ya no funciona!-exclamó Shimizu-¡Tendré que recurrir al Ether! Niño, no
seré tan juguetón como tú… ¡voy a ir directamente a matar! Unleash Ether
Vibration… ¡Beam Bolt III!
Una
explosión luminosa de color azul celeste sacudió a Dalton, que mantuvo
estoicamente su posición.
Débil.-dijo
Dalton-Permíteme que te enseñe cómo se hace… ¡Ether Drive! ¡Satellite III!
Una
esfera del mismo color ascendió por encima de sus cabezas y se dividió en dos
proyectiles que cayeron sobre cada uno de los hombres, sumiéndolos en sendas
explosiones que acabaron por desarmarlos y tirarlos al suelo.
No…puedo…-se
quejó Shimizu-…continuar…
Esto…-farfulló
Furui-…es…increíble…
Se
terminaron de desplomar. Dalton bajó la mano y aunó sus piernas de nuevo.
Patéticos.-dijo-Gracias
por tu asistencia, Nikola.
No hay
de qué.-dijo su amigo con una sonrisa.
El
complejo entero comenzó a sacudirse. Se dispararon todas las alarmas.
¡Alerta
roja!-exclamó una voz sintética-¡Amenaza de máxima prioridad! ¡Objetivo: Ichinoji
Sakurai, antiguamente jefe Gishi John Ametatsu Dalton!
Maravilloso.-dijo
Dalton.
¿Sabías
o, al menos, intuías que esto iba a ser una trampa?-preguntó Nikola.
A ti no
te mentiría nunca: sí.-dijo Dalton-Tú has dado tu golpe de Estado y yo daré el
mío a la vez. Derrocaremos al Gobierno. Es nuestra única oportunidad. Ahora o
nunca.
Está
bien.-dijo Nikola-Podremos con todos.
Ése es
el espíritu.-Dalton hizo un gesto de aprobación.
Se
abrieron todas las puertas y bajaron todos los ascensores. Ambos se esperaban
masas y masas de máquinas y soldados dispuestos a destruirlos con grandes y
peligrosos arsenales equipados. La descarga no fue para nada menor: comenzaron
a salir guardias y todo tipo de máquinas automatizadas de todas partes con la
disposición de acabar con Dalton y con su amigo Nikola.
No son
ni la décima parte de lo que hay almacenado.-advirtió Dalton-Vamos a tener que
esforzarnos un poco.
Me
encanta esforzarme.-Nikola se puso en guardia con los puños muy apretados.
Ya somos
dos.-Dalton se puso los brazos sobre las caderas mientras su gesto se iluminó
como si acabase de tener una idea revolucionaria.
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