COALESCENCE
†
WORLDS
COLLIDE II †
Episodio III · SOLAPAMIENTO
Sin
perder un segundo, el hombre, que se había presentado como Tesla hacía escasos
minutos, echó a correr hacia su laboratorio. Tenía el presentimiento de que las
sacudidas energéticas que había percibido significaban algo de gran
envergadura. Necesitaba hacer algunos cálculos antes de decidirse por su
próximo movimiento. Sacó de un bolsillo de la gabardina un multímetro
inalámbrico capaz de medir distintas magnitudes al ser expuesto al aire
ambiente. Los marcadores estaban mostrando valores más que anómalos. Mientras
se acercaba a sus dependencias, escuchó unos pasos en la misma dirección y
sentido opuesto, tal vez unos metros por delante de él. Al doblar una curva, la
vio: era bastante más alta que él y vestía de negro con ropas muy arcaicas.
Tenía una complexión fuerte y atlética, piel pálida, pechos muy grandes y una
melena rosa lacia que le llegaba casi hasta el suelo. Sus ojos eran de color
avellana.
¿Eres
nueva aquí?-preguntó el tal Tesla.
Yo soy
quien hace las preguntas.-respondió la recién llegada-Estoy buscando a unas
personas con las que viajaba y a alguien a quien he llamado para venir a mi
encuentro. ¿Cómo se sale de este lugar?
No se
puede salir.-respondió el hombre-Te han debido de volcar mientras estabas
inconsciente. ¿Te duele en algún punto concreto del cuerpo?
Los
ovarios.-respondió la joven-Me los estás hinchando mucho. Déjate de misticismos
y sinsentidos y muéstrame la salida. ¡Es imposible que no se pueda salir de un
lugar! ¡Todo tiene entradas y salidas! Y, si no tiene salidas…-apretó el puño-…se
inventan.
No te
pongas nerviosa…-le pidió el joven hombre-…estamos encerrados, pero te
acostumbrarás. Yo llevo aquí varios años…
¡Me
importa una mierda tu vida!-le espetó la chica-Una persona normal pasaría de ti
al ver que te niegas a cooperar, pero yo no soy del montón. Me has hecho perder
dos minutos muy valiosos, así que me voy a resarcir tomándome el placer de
matarte, ¿qué te parece, tiarrón?
Tu
japonés es algo antiguo y tienes un acento fuerte.-observó Tesla sin
inmutarse-¿Eres extranjera? Vamos, te ayudaré…
El
hombre sacó el aparato con el que había liberado antes a la otra mujer. Se
acercó con él en la mano a la chica, pero ésta le agarró la muñeca y se la
retorció vehementemente.
¿Piensas
tocarme?-preguntó la joven-¡Deja de soñar! Ningún tío ha vivido para contar que
ha puesto una de sus sucias y deleznables zarpas sobre mí, y menos si huele tan
mal como el lugar en el que vive…
Tesla
la miró a los ojos y clavó sus ojos en los de ella, desafiante.
Estás
mintiendo.-respondió-Puedo leerlo en tus ojos. He realizado verdaderos estudios
exhaustivos para aseptizar mi cuerpo y mis pertenencias en este ambiente tan
hostil.
No
mereces el honor de que te huela directamente.-respondió la chica-¡Despídete
del brazo! Oh, ¡espero que no sea el de las pajas!
Tesla
dio una voltereta lateral sobre sí mismo, eliminando la torsión de su brazo y
aprovechando para invertir el agarre y coger la muñeca de la chica, bajándola
con algo de brusquedad, obligando a su atacante a bajar hacia el suelo para
evitar una luxación.
Veo que
eres una chica un poco soez…-dijo el hombre-…no es de tu incumbencia lo que
haga en mi intimidad ni, en caso de hacerlo, con qué extremidad. ¿Crees que
esto es forma de agradecerme lo que intento hacer por ti? ¿Desconoces la
situación en la que estás?
Lo
siento, no me paro a hablar con alguien a quien voy a matar hasta que no lleve
al menos un minuto y medio de sangrante agonía.-respondió la chica.
Dio un
tirón con su brazo y arrastró hacia el suelo al chico. Desde esta posición, se
volcó de espaldas contra el suelo y estranguló a su contendiente con las
piernas.
No
suelo dejar que mis víctimas disfruten mientras mueran, pero es
fisiológicamente imposible que no te pongas cachondo en estos segundos antes de
morir de esta manera, ¿verdad?-preguntó la chica mientras apretaba las piernas
y forcejeaba.
Notó un
duro bloqueo que le impidió cerrar más sus piernas. Las grandes y
sorprendentemente limpias para lo que era el lugar manos del chico apretaban sus
muslos y le impedían moverlos. Con fuerza pero sin brusquedad, separó sus
piernas hasta librarse de la estrangulación y, entonces, se levantó.
¿Faltaste
a clase el día en que se explicaba que no todos los hombres pensamos como
crees?-preguntó Tesla-Mi cabeza está sobre mis hombros, no entre mis piernas y,
por favor, no continúes por esa vía si no quieres que me enfade…
¿Crees
que te tengo miedo?-preguntó la joven mientras se levantaba de un salto-¡Estás
acabado!
La
chica saltó y lanzó un potente rodillazo contra el hombre, quien interpuso su
antebrazo y bloqueó el golpe. En respuesta, la joven de cabello rosa lanzó una
patada con la otra pierna que el corpulento hombre esquivó agachándose. Se
levantó de nuevo y agarró la capa que llevaba su contrincante, tirando de ella
y obligándola a descender bruscamente. Con la fuerza de sus piernas, la chica
se encalló en el suelo y evitó ser arrastrada.
¿Por
qué no paras?-preguntó el hombre-¡Esta pelea no es necesaria!
¿Crees
que voy a fiarme de una persona que ha aparecido en mi cara en un lugar en el
que hace escasos minutos yo no estaba?-preguntó indignada la chica de cabello
rosa-¡Y una mierda! ¡Ya te he dicho que mejor te hago las preguntas cuando sólo
tengas fuerza para largar!
Estás
resultando ser una persona bastante estúpida, sin ánimo de ofender…-replicó el
hombre mientras agarraba la capa.
No
pienso volver a dialogar con nadie.-la chica se mantuvo en sus trece-La última
vez que lo hice, acabé siendo comprada forzosamente y ARRASTRADA EN ESTA MIERDA
DE SITIO. ¡TE VOY A QUITAR DE MI VISTA Y ME VOY A LARGAR DE AQUÍ ATRAVESANDO
CUANTOS PUTOS MUROS SEA NECESARIO!
La
chica cogió su capa y tiró también de ella, rompiendo el agarre del hombre.
Acto seguido, sacó de ella un estoque y se lanzó a por él, pero, para su
sorpresa, el joven esgrimió una espada de luz verde que cortó el arma en dos
trozos.
¡Maldito
seas!-exclamó la chica, dirigiendo un puñetazo contra él tras soltar su arma
rota e inservible.
Desprevenido,
Tesla recibió el ataque y se vio envuelto en una combinación de más y más
puñetazos. Cuando por fin vio una abertura, agarró un brazo de la chica y la
proyectó contra una pared con fuerza, tras lo cual la encajó con un placaje de
hombro.
Sigo
sintiendo el haber utilizado la fuerza contra ti sin motivo.-insistió el
chico-Podemos tomarnos esto con calma. Sé que es horrible despertarse aquí,
pero es lo único que nos queda. ¿Por qué no me dices cómo te llamas?
Porque
tu nombre me importa un comino y, por ende, no tengo razón para decirte yo a ti
el mío.-respondió la chica, que parecía ilesa.
¿Cómo puede tener tanta fuerza?-pensó el hombre-La he encajado en una pared…
Este tipo no es normal…-pensó la chica.
Pasaron
unos segundos de incómodo silencio. Cruzaron miradas.
¡YAH!-gritó
la chica.
¡HAAAAAAAAAAAH!-exclamó
el hombre a la vez.
Sendos
puñetazos. Ella lo golpeó a él en la cara. Él la golpeó a ella bajo el
esternón. Hubo una descompensación que el joven de cabello negro no fue capaz
de ver: la chica había sacado y colocado en su mano con agilidad y maestría un
puño americano con estrías en la superficie, lacerando su rostro levemente. Un
ardiente escozor se apoderó de la zona.
Je…-rió
la chica.
Se
desencajó de la pared, saltó hacia el chico y lo pateó hasta tirarlo al suelo.
Se acercó a él para darle el golpe de gracia pero fue sorprendida por una de
sus largas, robustas y notablemente flexibles piernas, siendo catapultada hacia
el suelo a varios metros de él. Aprovechando la caída, el joven gateó
rápidamente hacia su agresora y la agarró del cuello con una férrea técnica de
estrangulación.
He de
reconocer que eres muy ducha con las artes marciales…-dijo el hombre-…pero no
puedo permitir más desorden del que este lugar ya de por sí significa.
Voy…-gimoteó
la chica-…a matarte…antes…de que lo hagas tú conmigo…
Nadie
ha dicho que te quiera muerta.-respondió el hombre dando un tirón.
La
mujer sintió que le fallaban las fuerzas. Perdió el conocimiento entre los
enormes brazos de aquel tipo.
Cargó
con su cuerpo y se la llevó al laboratorio. La ropa de aquella mujer era tosca,
pero permitía leer a través del tacto la forma y la textura de sus músculos.
Era muy fuerte físicamente, y sorprendentemente ligera para su masa muscular,
su estatura y su complexión. Al llegar al laboratorio, intentó hacer todas las
lecturas que pudo. Su rudimentario equipo, del cual no sabía ni cómo funcionaba
a pesar de su antigüedad, se comportaba de manera extraña.
Desbordamientos,
colapsos, saturaciones…-dijo-…esto se va al traste. Tenía pensado hacerlo
cuando llegase el momento, pero, si no lo hago ahora, podría morir junto con
todas las personas que están dentro… ¡activando mapa!
Pulsó
unas cuantas teclas de su ordenador gigantesco. Se mostró un mapa
tridimensional del lugar donde vivía, marcando en rojo la única vía de
comunicación con el mundo exterior. Un mensaje en pantalla indicaba que se
estaba retransmitiendo a todos los dispositivos de imagen que había en aquel
alcantarillado.
Quiero
volar hasta donde las mariposas me lleven…-dijo, preocupado, el hombre.
Abrió
un cajón y sacó un maletín reforzado. Dentro de él había un mando bastante
rudimentario con un único botón, el cual no dudó en pulsar. Se escuchó un
estallido que hizo retumbar todo el lugar. Rompió un trozo de pared de un
puñetazo y sacó de él un micrófono de mano que estaba conectado de manera
legalmente dudosa a un sistema en un principio muy bien oculto de audio.
¡SOIS
LIBRES!-gritó-¡HERMANOS, ES HORA DE CONQUISTAR EL AIRE REAL! ¡DIRIGÍOS AL PUNTO
MARCADO EN ROJO ANTES DE QUE LOS MONSTRUOS INVADAN ESTE LUGAR!
Agarrando
firmemente el cuerpo inconsciente de la chica, salió corriendo tras coger todo
lo que le pareció pertinente.
Eres
una de las pocas personas que me ha hecho enfadar en mucho tiempo, ¿sabes?-le
dijo a la chica inconsciente mientras se la llevaba corriendo-No me gusta que
me hablen de mujeres, y menos cuando tu sonrisa se parece tanto, por muy sarcástica
o intencionalmente hiriente que fuera…
Se
encontró por el camino a cientos de personas desaliñadas y en condiciones
insalubres. Todos corrían con lágrimas en los ojos y un rayo de esperanza en
sus caras.
¡Gracias!-lo
escuchaban gritar.
Se adelantó
a todos y agarró una de las barras de la enorme y anticuada escalera de mano
metálica.
El pago
que quiero que me deis…-dijo-…¡es vuestra supervivencia! ¡SUBID AHÍ ARRIBA Y
VIVID! ¡VIVID LA VIDA CON LA QUE SIEMPRE HABÉIS SOÑADO! ¡SED LIBRES! ¡SED LOS
HOMBRES Y MUJERES QUE SIEMPRE FUISTEIS Y NO LOS SUMIDEROS DE BASURA EN LOS QUE
NOS HAN ESTADO CONVIRTIENDO POR LA FUERZA! ¡LA SUPERFICIE NOS ESPERA! ¡ESTO ES
LA GUERRA!
Cuando
por fin subió, se encontró lo que no se esperaba. Nada parecía igual. ¿Qué
había pasado con Japón? Estaba…estaba a trozos. Entre los edificios que estaba
acostumbrado a ver había grandes cantidades de construcciones arcaicas, tramos de
campo, tramos a cielo abierto y tramos cubiertos…y una encarnizada pelea entre
máquinas y humanos ahí afuera. Comenzó a llover y a tronar. La lluvia arrastró
la suciedad de las ropas y las pieles de los atormentados habitantes de las
alcantarillas. Lloraron.
¡Que no
os maten!-exclamó Tesla-¡Tengo algo de lo que ocuparme!
Echó a
correr con la chica a cuestas, esperando no haber olvidado el camino o que éste
no hubiera sido modificado. Varias y amenazadoras máquinas de tamaño gigantesco
le salieron al paso, dirigidas principalmente a los insurrectos que habían
escapado. Antes de poder ponerse en guardia, vio cómo varios aviones no
tripulados llovían sobre los autómatas, haciéndolos pedazos. Miró al cielo y
vio un avión muy grande, probablemente de carga, con un punto negro encima.
Pese a que usaba gafas porque su vista estaba algo deteriorada, podía
distinguir ese punto. No era tan grande como para ser un arma ni nada similar,
pero no podría verlo si fuera una persona o un objeto de tamaño comparable,
pues sería ínfimo a la vista desde aquella altura en ese caso. ¿Cuán enorme
tendría que ser aquella persona para poder verse desde aquella altura? Pronto
el avión comenzó a descender y a abrir unas compuertas de descarga. Conforme
descendía podía ver disparos y escuchar gritos. Los disparos iban dirigidos a
las máquinas de asalto que amenazaban a las personas con las que había vivido,
mientras que los gritos…
¡Tu
cañón de modificación de fases funciona a las mil maravillas!-oyó gritar a
quien parecía ser una mujer por la voz-Por ello, por favor, ¡no me dejes tirada
ahora! ¡Metallurgy! ¡METALLURGY! ¿Estás ahí? ¡CONTESTA, POR FAVOR! ¡MIERDA!
La voz
era perfectamente audible. Tenía atado al cuello uno de los novedosos megáfonos
reducibles mientras que sujetaba con la mano, pegado a su oído, un comunicador
de aspecto antiguo. Ya podía ver con todo lujo de detalles lo que pasaba, pues
el avión estaba casi a ras de suelo.
¡Ciudadanos!-exclamó
la mujer-¡Acabo de llegar, pero aprendo rápido! ¡SE ACABÓ LA PUTA ESCLAVITUD!
¡MUERTE A LOS OPRESORES!
Comenzó
a acribillar a las máquinas y vehículos aéreos que se aproximaban. Terminó de
abrir las compuertas de descarga con un mando, volcando sobre el suelo cajas
llenas de comida, medicamentos, armas, ropa y demás bienes.
¡Me han
comentado que era del ejército!-exclamó la aparente mesías-¡Ni el ejército
merece perdón ante la injusticia! ¡Tomad todo cuanto queráis y defendeos hasta
alcanzar vuestra vida! ¡FELIZ VUELTA A LA SUPERFICIE!
¿Quién
demonios es esa mujer?-se preguntó Tesla mientras observaba la escena.
Miró en
la cabina del avión. Los pilotos habían sido asesinados y parecía que les
habían arrancado la cabeza de cuajo. La mujer, que seguía de pie encima del
vehículo, al parecer controlado mediante mandos remotos por ella misma, se giró
a las tropas mecanizadas del ejército.
¡Primero
se suprimen las injusticias y, luego, si queda alguien racional, se comenta!-exclamó-¡Aunque,
permitidme dudar que alguien que se dedica a tirar a gente a las alcantarillas
por cuestiones ideológicas pueda ser racional! ¡TRAGAOS ESTO!
La
chica disparó a los aviones, soldados, robots y demás elementos de combate que
fueron apareciendo. Cuando su arma se quedó sin munición, saltó del avión y le
dio una fuerte patada, estampándolo contra el grueso de la avanzadilla y
diezmándolo de manera crítica. Cayó de pie frente a él. Pudo observarla. Si la
chica que lo había asaltado antes era grande, la que ahora había caído a su
lado era más que gigante. Tenía una melena tupida y voluminosa de color azul
oscuro, como sus ojos. Vestía de negro con ropas muy sensuales de hacía siglos
y poseía un cuerpo escultural, musculado y lleno de curvas, coronado por los
pechos más enormes que había visto y probablemente vería en lo que le quedaba
de vida. Lo miró de pies a cabeza, mostrando cierto interés, pero donde clavó
sus ojos fue en la chica.
Disculpa…-dijo-…
¿podemos hablar? Mi compañera no responde en el comunicador, y es la única cuyo
aparato todavía funciona…todos los demás están fuera de línea. He visto cómo
salías de ahí abajo el primero. Los has liberado, ¿verdad?
Sí…-dijo
Tesla sin creerse nada de lo que estaba pasando-…aunque tú has protagonizado la
auténtica liberación… ¿quién eres?
Mi
nombre es Freya.-se presentó la joven con un tono muy educado-No sé qué te
habrá hecho estando consciente y espero que no me juzgues ni me culpes por
ello, pero esa z…mujer con la que cargas es una de mis camaradas…
Interesanteeeeeeeeeee me gusta, esto pinta cada vez mejor, me encanta la serenidad de Freya :DD
ResponderEliminar¡Me alegro mucho de que te guste! Ay, Freya...esto se explicará mejor en el siguiente episodio XDDDD Me encantó redactar esa escena, fue una maravilla para la imaginación XDDDDD
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