COALESCENCE
†
WORLDS
COLLIDE II †
Episodio XI · PALIZA
No
transcurrió ni medio segundo desde el chasquido de los dedos de Dalton hasta el
desencadenamiento de una larga sarta de apariciones violentas y destructivas.
Una brillante y cautivadora explosión de pétalos rojos hizo aparecer a Freya en
el aire, cayendo sobre los treinta enemigos y pateándolos vigorosamente.
Paralelamente, Yamiyuki apareció de entre unos gigantescos chorros de fuego que
llovieron por el área y se unió a la escaramuza. Sin un retardo apreciable tras
ello, una maza metálica gigantesca cayó del cielo, provocando un temblor. Se
abrió y de ella salió Metallurgy, que agarró la pequeña nave de la que acababa
de salir y comenzó a lanzar golpes. El
lugar del impacto se rompió y de él afloró un gigantesco taladro que no tardó
en reducirse a dos bonitas piernas: las de Yurika, que emergió del suelo y se
lanzó al ataque. Ibara e Itami cayeron juntos de una telaraña de cadenas
pesadas que acababa de tejerse entre dos torres, sumándose al caos. Finalmente,
Aquanika vació un rifle de francotirador desde la distancia y comenzó a
acercarse lanzando armas arrojadizas. Pamela salió de detrás de ella y se
limitó a mirar con los brazos cruzados.
¿QUÉ ES
ESTO?-gritó el presidente-¡UNA EMBOSCADA NO DETECTADA! ¡IMPOSIBLE!
¡Cierra
la boca, viejo!-le amenazó Freya.
Se hizo
el silencio mientras la mujer, gigantesca a su lado, lo agarró del cuello y lo
levantó del suelo.
Pamela,
querida, no te veo ayudar.-dijo mientras silenciaba al presidente-Los 29
inútiles restantes, estaos quietos si no queréis que parta por la mitad a
vuestro cabecilla, ¿de acuerdo?
¿Acabas
de parar una oportunidad de cumplir vuestra supuesta misión para esto?-le
espetó Pamela-¡No me creo nada de esta mierda! ¡Esto no es serio!
NUESTRA
misión.-le corrigió Freya-Tú también estás en esto. Ah, y…aquí no hay
oportunidades…hay éxito con probabilidad unitaria. –bajo la mirada persuasiva
de Aquanika, Pamela corrió hacia uno de los políticos y lo enlazó con una
llave-Damas, caballeros… ¡que siga la fiesta!
Freya
soltó al presidente y le propinó una patada en el esternón, lanzándolo contra
sus camaradas mientras se enmarañaban en aquella muchedumbre caótica y
violenta.
¡Sois
unos ilusos!-bramó Furui mientras forcejeaba con la fiera Ibara-¡Diez contra
treinta! ¿Tenéis consciencia de lo descabellado de vuestro intento?
Aprended
a contar.-les soltó Yamiyuki con la frialdad y el sobreimpulso de un hacha-Si
evaluáis por cuántos de vosotros valemos cada uno de nosotros…somos un ejército
inexpugnable ante vuestras nimias presencias. Además… ¿quién, repito, QUIÉN os
creéis que se ha cargado a toda persona y máquina existentes en este cerco?
¡NOSOTROS!
Freya
alzó su puño en un grito de guerra. Sintiendo una cierta confianza, Yurika y
Metallurgy hicieron lo mismo. Aunque no habían estado junto a ellos, Nikola y
Dalton hicieron lo propio.
¿Hay
que dejar a alguien con vida?-preguntó Freya.
Por mí
que no sea.-Dalton se encogió de hombros.
No
encuentro placer en el matar…-dijo Nikola-…a diferencia de algunos de los aquí
presentes…no obstante, no siento ninguna pena por ellos…
Ya lo
habéis oído, chicos.-dijo Yamiyuki-¡Vamos a erradicar a esta morralla!
Sí
quiero hacer una petición.-dijo Dalton mientras los treinta miembros del
Gobierno forcejeaban con todo el equipo.
Pide y
se te dará.-dijo Freya mientras estrangulaba con los muslos a uno de los
hombres-Luego se te pedirá…
Los
equipos que llevan.-explicó Dalton-Son armamento de primera clase de las artes
cíbridas. Despojadlos de ellos y que lleguen a mí intactos a ser posible.
¡No
será problema!-intervino Metallurgy-Nos separarán 5000 años, pero… ¡las
máquinas son nuestras amigas!
¡BIEN
DICHO!-Freya hizo unos cuernos al aire mientras se precipitaba para incrustar
contra el suelo al hombre al que intentaba ahogar.
Veo que
es hora de unirse…-dijo Dalton-…no vamos a dejar a nuestros nuevos compañeros
hacerlo todo solos, ¿no es así?
No
sería educado por nuestra parte.-corroboró Nikola-Y somos unos caballeros, ¿no
es así?
Sí, así
es.-respondió Dalton formando un aspa con los brazos-¡Activando malla
exoesquelética!
Dalton
se vio embutido en un traje de color azul oscuro muy ajustado que marcaba todos
sus músculos y no dejaba ver nada desde el cuello hasta los pies. Tenía
pequeñas protuberancias arqueadas en los hombros, en las costillas, en las
manos y en los pies a modo de complementos defensivos.
Incorporando
inyección de adrenalina…-ordenó Dalton mientras ejecutaba una kata muy antigua
de artes marciales-¡mejora de movilidad general completada!
Optimizando
distribución de tensiones hipodérmicas…-continuó mientras realizaba otra kata
aún más intrincada y hermosa-¡densificación y endurecimiento de masa muscular
completados!
Estimulando
torrente nervioso…-realizó una última kata-¡finalizada la mejora crítica de
percepción organoléptica!
Tras
esto, Dalton se lanzó como una flecha y con una agilidad nunca vista a la
maraña de gente, lanzando golpes devastadores, pesados y airosos. Por su parte,
Nikola empuñó una espada láser con cada mano y corrió al combate.
¡Increíble!-dijo
Freya mientras se intercambiaba con Yamiyuki a uno de los hombres como si de
una pelota de voleibol se tratase-¡Este chico utiliza formas muy clásicas de
las artes marciales, de las que resultan viejas y apócrifas incluso en nuestra
época!
¡Me
gusta su estilo!-gritó Yamiyuki mientras golpeaba al hombre para que se le
oyera entre los golpes y gritos de los demás-¿Lo rematamos?
¡Claro!-sonrió
Freya-Le quito lo que quiere Dalton y…-desarmó al soldado-… ¡todo tuyo!
¡Es tu
hora, hijo de puta!-exclamó Yamiyuki mientras acampanaba el faldón de su sotana
con las manos-¡Patada Cicloidal!
Yamiyuki
atropelló a aquel hombre en una larga y repetitiva curva de patadas giratorias
que acabó rompiéndole todas las juntas de la columna vertebral, acabando con su
vida en una última patada que le astilló el cráneo.
¡NO!-chilló
Shimizu-¡Rukai ha caído! ¿Cómo demonios hemos llegado a esto? ¡EL JAPÓN SE VA A
PIQUE!
¡Japón
será tan libre como cuando lo conocimos nosotros!-exclamó Yurika mientras le
daba a Shimizu una patada en la frente-¡Nada de escoria dictatorial!
Convirtió
una de sus piernas en una motosierra y comenzó a forcejear contra el faldón de
su enemigo.
¿Qué es
ese trasto, cara de lagartija?-preguntó Pamela al tipo al que estaba encarando.
Ministro de Sanidad Asai Ishimazu.-le corrigió
el hombre-¡Pronto sentirás la ira de las artes cíbridas!
Soy
ingeniera, ¿sabes?-preguntó Pamela-Conozco las máquinas…y sé que no necesito
ninguna para acabar contigo…ninguna que no sea ÉSTA.
La
militar sacó su inseparable llave inglesa y comenzó a lanzarle golpes a
destajo.
¡Seguid
todos así!-los elogió Dalton-¡Vamos a hacer historia! ¡POR UN JAPÓN LIBRE!
Dalton
golpeaba furioso con puñetazos y patadas a todos los hombres que intentaban ir
a por él: por motivos obvios, intentaban obviar las presencias de los demás y se
centraban en él y en Nikola. Uno de los hombres que intentaba agredirlo por la
espalda recibió una fría sorpresa en forma de voz de mujer.
¡Nunca
des la espalda a un enemigo!-chilló Ibara-¡NUNCA!
Mientras
Itami le quitaba las armas, Ibara lo empalaba con una espada bastarda, causando
su muerte por desangramiento.
¡Dejad
el botín donde no puedan tocarlo!-les pidió Dalton entre golpes.
Itami y
Yamiyuki cogieron las armas que habían logrado capturar y las subieron a la
azotea de la torre más alta a base de ágiles saltos.
¡Quedan
28 personas!-exclamó Nikola mientras contenía con sus dos espadas a dos hombres
muy fornidos-¡27 y el presidente!
¡Quedan
27!-exclamó Aquanika mientras cortaba la cabeza de uno de los hombres al que
previamente había desarmado cuidadosamente tras haberlo sometido a base de
golpes y disparos.
¡Son
26!-corrigió Pamela mientras reducía los sesos de uno de los individuos a pulpa
con su llave inglesa-¡El trasto está intacto!
¡Mis
electroimanes caseros te han dejado sin armas, amigo!-sonrió Metallurgy
mientras forcejeaba paralelamente con un tipo.
Con su
fuerza hercúlea, lanzó el arma a lo alto de la torre, donde estaban dejando las
demás.
Y, en
cuanto a ti…-Metallurgy se crugió los nudillos-¡Técnica especial de Potencia
Máxima! ¡Castigador SCARA!
Extendió
una mano y formó un ancho círculo mágico del que emergió un ingente brazo
robótico cuyo cuerpo y motores se encontraban muy lejos, en su fábrica. El
dispositivo comenzó a moverse ágilmente alrededor del hombre al que estaba
enfrentando y lo golpeaba duramente con un pistón macizo y pesado hasta que
cayó rendido.
Supongo
que 25…-dijo Metallurgy con un tono agridulce.
La
cabeza del hombre saltó por los aires. Vio una pistola. Una mano: la de Itami.
Por si
acaso.-le dijo entre risas.
Comenzaron
a ver una nube de objetos metálicos volando armoniosamente hasta la torre.
Freya estaba usando la magia para arrancar las armas de sus enemigos sin
deteriorarlas y las movía por telequinesis hacia la azotea, donde estaban las
demás.
¡Es
hora de que YO me divierta!-exclamó Freya-¡Técnica especial del Combate Floral!
¡CORONA DE FLORES DE ORTIGA!
Haciendo
un elegante gesto con las manos y finalizando en una artística pose corporal,
Freya conjuró unas violentas corrientes de pétalos y hojas de ortiga que
comenzaron a atravesar a los enemigos como si de agujas irrompibles se tratasen,
provocando una lluvia de sangre sobre el campo de batalla.
¡Creo
que quedan 10!-dijo Freya a sabiendas de que sus cuentas eran correctas-Os he
dejado algo de diversión al resto…
Con un
gesto propio del Aikido, Dalton sometió a uno de los ministros y, tras ello, se
colocó a su espalda y le rompió el cuello con un movimiento seco y directo.
Nueve.-dijo
secamente.
No
quería ser yo quien lo hiciera…-dijo Nikola mientras intercalaba patadas y
sablazos contra uno de los hombres-…pero no me dejas alternativa…
Nikola
apagó y guardó sus espadas, tras lo que se colocó una especie de puños
americanos que parecían llevar maquinaria impresa. Con fuertes puñetazos,
inmovilizó a su enemigo a base de descargas eléctricas, le quitó el arma
rápidamente y, finalmente, apretó uno de sus puños como si la vida le fuera en
ello.
¡Power
Surge!-exclamó.
Hundió
su puño en el pecho de aquel hombre, provocando una sobrecorriente que le hizo
escupir sangre a chorros, poniendo fin a su vida.
Ocho…-dijo
Nikola mientras se limpiaba las gafas cabizbajo.
¡QUEDÁIS
LOS SIETE MEJORES!-exclamó el presidente Nabeshima-¡NO ME FALLÉIS!
¿Me
prometes que te vas a controlar?-preguntó Ibara.
Sólo
porque me lo pide la tía más zorra que he conocido en este planeta y la que más
me pone…-respondió Itami.
Te
arrepentirás de tus palabras, caniche huesudo.-dijo Ibara lanzándole el anillo
de erección.
Itami
se colocó el objeto por dentro de la ropa y comenzó a agitar ambas manos. Antes
del desastre, Ibara le quitó el arma al enemigo al que preveía que le iba a
caer la desgracia. Pocos segundos después, una dama de hierro apareció y se
cerró sobre él.
¡Para!-exclamó
Ibara separándole los brazos de la entrepierna-Buen trabajo…
Le
metió la mano en los calzoncillos y le quitó el anillo, guardándoselo en el
escote.
Siete…-ladró
Itami mientras se relamía.
Esto ya
es procrastinar por vicio…-dijo Yamiyuki-¡SEIS!
Su
grito tomó por sorpresa al hombre que estaba más lejos de él, que se vio
devorado por una masa oscura que lo disolvió por completo.
No
tenemos la culpa de que seáis unos depravados a los que os encanta matar…-dijo
Aquanika.
…dijo
el cántaro a la jarra.-Yamiyuki terminó la frase.
Así
es.-dijo Aquanika-¡Vamos a dejarlos en cinco estrellas! O…cinco mierdas, según
como se mire…
Venga.-dijo
Pamela-Éste nos lo apuntamos juntas: que no se diga que no nos cobramos una
vida en santa compaña una última vez antes de matarnos entre nosotras.
¡Qué
puta manía!-rió Aquanika-¡Elige!
Al más
feo excluyendo al presidente.-Pamela se ahuecó la melena.
Como si
se leyeran la mente, Pamela y Aquanika lanzaron su ataque al mismo hombre: la
mitad de su cabeza fue aplastada por una llave inglesa voladora, mientras que
la otra mitad fue pulverizada con un disparo de arma pesada.
Quedan
cuatro y el presidente…-dijo Freya-…todas las armas están intactas y…bueno, el
plan va sobre ruedas.
Aún no
me lo creo…-dijo Dalton-…vamos a liberar el país...
Un mar
de llamas violetas consumió a los cuatro protectores del presidente que
quedaban. Una figura de la estatura del presidente apareció tras ellas,
posicionándose junto al mismo.
Tú…-balbuceó
el presidente Nabeshima.
Dalton
se llevó un susto tal que su malla se desactivó y volvió a quedar con la ropa
de artes cíbridas. El recién llegado abrió una mano como si sostuviera una
copa. Varias cruces de fuego violeta se formaron en el aire y volaron como
puñales arrojadizos hacia todas las direcciones, clavándose y explotando en el
lugar del impacto. Una atravesó y pulverizó al presidente como si fuese una figura
de papel. Freya se acercó a Dalton y se cruzó de brazos.
El
Ether tiene varias afinidades.-recitó Freya cerca del chico-A saber: fuego,
hielo, electricidad, aura y energía lumínica, así como la posible alineación no
elemental. En ningún código se especifica la oscuridad…si, entre esto y lo que
te acabamos de mostrar, sigues sin creer en la magia, tenemos un problema…
Nikola
se quedó perplejo mirándola.
Lo he
leído en vuestras bases de datos mientras asaltábamos y hackeábamos el
complejo.-dijo Freya sin darle mayor importancia.
Aparte
de eso…-dijo Dalton-… ¡miradlo!
Ya…-dijo
Freya-…algo me indica que estamos jodidos.
El
tipo, que seguía sin hablar, mantenía su pose mientras forzaba una sonrisa
diabólica. Era esbelto, de cuerpo fibroso, pálido y poseedor de una larga melena
negra mate, lacia y casi hasta el suelo, así como unos ojos violetas muy
penetrantes. Vestía con una blusa negra ancha de mangas blancas cortas y
acampanadas con un medallón redondo dorado entre las clavículas, así como un
pantalón ajustado de cuero negro y botas altas a juego con cordones violetas y
rosas y suelas muy altas. Además de la longitud y la forma del cabello, también
las medidas, las proporciones, las facciones del rostro y la forma de los ojos
eran idénticos a los de Dalton: aquel hombre de aspecto joven era idéntico a
Dalton en todo salvo en la coloración de su cabello y sus ojos, y tal vez un
poco más de estatura.
¿De qué
va todo esto?-se atrevió a preguntar Metallurgy.
¿Quién
hace la prueba?-preguntó Freya haciendo caso omiso-¿Queréis que sea yo?
Ya voy
yo, si no os importa.-dijo Yamiyuki.
El
chico se adelantó un par de pasos y lanzó un chorro de fuego contra el recién
llegado. El ataque se disgregó entre una pantalla de semitransparente oscuridad.
Parece
duro…-dijo el chico tras hacer la prueba.
Sin
mediar mayor palabra, aquel chico misterioso chasqueó los dedos y provocó una
onda expansiva de negrura que barrió a todos los presentes salvo a Freya,
dejándolos tumbados en el suelo.
Pequeño
hijo de perra…-dijo Freya ladeando el cuello-…voy a tener que enseñarte
modales.
¿Me han…-se
preguntó Dalton en estado de shock-…clonado?
Yamiyuki
miró a Dalton y, después, al chico. Luego, se miró a sí mismo. Sintió una
punzada en el corazón. Fue el primero en levantarse para intentar avisar a
Freya, pero una fuerza invisible tiró de él y lo volvió a hundir en el suelo.
¿Qué
intentáis decirme?-preguntó Freya girándose hacia ellos.
El tipo
lanzó una bola de oscuridad contra Freya aprovechando que se había dado la
vuelta. Sin moverse, alargó el brazo, apretó el proyectil con la mano y lo
reventó.
Craso
error.-dijo Freya girándose de nuevo-Chicos, levantaos…hablaremos después,
porque creo que esto va a dar mucho de lo que hablar…siento un poder más
extraño que amenazador en él: hay gato encerrado. Tenemos que asegurar las
armas mientras lidiamos contra este tipo…o le damos esquinazo.
Los
compañeros de Freya comenzaron a levantarse uno a uno. No dudaron en mostrarse
hostiles ante el callado joven.
¿Es la
clonación un proceso viable en esta época?-preguntó Freya.
Rutinario.-respondió
Nikola con un profundo suspiro mientras agarraba a su amigo por los hombros.
Mierda…-dijo
Freya.