REACTION
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WORLDS
COLLIDE III †
Episodio XXV · HACIA LOS CONFINES DEL TIEMPO
Asintieron.
Freya no medió más palabra y activó el conjuro que provocó la reacción entre
los elementos que flotaban ante ella. No tardó en abrirse un portal
centelleante.
Yamiyuki,
Metallurgy, Yurika, Ibara, Itami, Aquanika, Dalton, Marah, Ayame, Nikola, Ayako,
Yuuji…-dijo Freya girándose hacia sus compañeros-…ha llegado el momento.
Detrás
de su indiscutible líder, todos saltaron decididamente hacia el portal, que se
cerró después de que el último de ellos lo cruzara. Tras unos segundos de viaje
en los que sintieron algo parecido a viajar en una montaña rusa, aparecieron en
una explanada yerma y renegrida. Al fondo de ésta, había una altísima
escalinata que daba a las puertas de un enorme castillo con una arquitectura parecida
a la de la fantasía épica.
Así que
esto es el Palacio Atemporal…-dijo Freya-…espero que os encontréis preparados.
Metallurgy
avanzó hacia Freya. Su piel recubierta de cerámica grisácea resplandecía bajo
la luna que imperaba en aquel cielo negro. Llevaba una blusa muy ceñida sin
mangas y con cuello vuelto de color blanco, y una falda de tablas vaporosa y
larguísima que casi arrastraba por el suelo, blanca con cuadros escoceses
grises y plateados. Unas toscas botas metálicas con cordones blancos y caña
alta cubrían sus pies. Entre sus clavículas reposaba, a modo de colgante, una
cruz plateada con dos barras horizontales.
Es el
momento de cerrar mis heridas para siempre…-dijo Metallurgy apretando el puño.
Siento
que debemos estar contigo y apoyarte en lo que debamos.-oyó a Nikola a su
espalda.
Se giró
y lo vio. Apenas le había dado tiempo a reparar en él y en su pareja, junto a
la que caminaba de la mano. Ayako vestía ropas de combate negras muy ligeras y
botas altas del mismo color. Su espalda estaba llena de objetos metálicos
plegados que también rodeaban su cintura y parte de sus caderas. El musculoso
cuarteto de extremidades lucía descubierto. A su lado, Nikola parecía un hombre
totalmente distinto que había dejado sus antiguas ropas de esclavo y vestía una
larga y pesada gabardina de cuero sintético negro, una camiseta de manga corta
del mismo color, tremendamente ajustada y con un cuello vuelto encima del cual
llevaba una gargantilla ancha y rígida con clavos y tornillos adornando, así
como varios cables eléctricos de color azul celeste colgando hasta casi el
suelo, unos pantalones acampanados a juego y unas gruesas y altas botas,
también negras y con algo de plataforma.
Metallurgy…-continuó
Nikola-…has sido siempre un apoyo muy particular. Me has ayudado mucho y me has
enseñado bastante sobre la tecnología de tu época. Te debo toda la ayuda que
necesites en estas horas oscuras…
Sé que
trabajaste con él codo con codo para devolverme a la vida.-añadió Ayako-Puede
que no nos conozcamos, pero te debo la vida. Lucharemos junto a ti.
No os
olvidéis de mí.-dijo Yurika con seriedad mientras se acercaba a ellos.
Yurika
lucía un vestido negro de diseño gótico, bastante corto y ajustado, con
volantes blancos en distintas partes de la prenda. Llevaba brazaletes con
tachas y unas botas negras muy altas de cordones finos, placas frontales de
color rosa intenso, tacones altos de color plateado y plataformas de color
blanco. Su pelo había sido peinado con tenacillas, ostentando brillantes y
sueltos tirabuzones que le daban un gran volumen y un aspecto ligeramente
ondulado.
Como
profesora, como compañera y…-siguió Yurika-…como amiga…Metallurgy, tú también
has hecho mella en mi vida. No pienso dejarte sola.
Chicos…-susurró
Metallurgy con una sonrisa.
Si se
meten con Nikola o con Ayako…-intervino Dalton-…se meten con nosotros.
Marah
volvía a lucir completamente igual que en su época de terrorista. A su lado,
Dalton vestía una sudadera fina muy, muy ajustada de color verde eléctrico con
mangas largas y algunos destellos amarillos fosforescentes, pantalones negros
de mezclilla con ribetes de neón amarillo, zapatos negros con LEDs de colores y
plataformas planas y una gabardina fina de color gris oscuro encima. La unidad
en el grupo estaba, finalmente, germinando como si de una planta salvaje se
tratase.
Me
conmueve mucho ver que estáis tan unidos.-dijo Yuuji-Aunque no sea mucho mi
caso, yo también me esforzaré junto a vosotros si me lo permitís.
Yuuji
había colgado de su pelo varias tiras de hilos finos. Llevaba puesto su antifaz
de mariposa rosa, e iba ataviado con un chaleco negro brillante ajustado y con
cuello alto, con ribetes rosas en los bolsillos, pantalones muy ajustados de
cuero sintético, botas altas rosas con cordones violetas, guantes rosas largos
con volantes y una vaporosa sobrefalda triangular rosa que caía por sus piernas
y se elevaba enganchándose en sus muñecas. Estaba decidido a ayudar a sus compañeros,
aunque no se conocían mucho.
La cosa
se anima, ¿no es así, Freya?-preguntó Yamiyuki.
El
chico se acercó a la líder. Vestía una chaqueta larga de color rosa fucsia que
se dividía en la parte baja en tres faldones, cada uno de los cuales tenía
dibujada una cruz invertida blanca. También llevaba una blusa negra de cuello
vuelto, pantalones ajustados con sobrefalda y botas altas con cordones del
color de la chaqueta. Por su parte, Freya lucía un imponente corsé de aspecto
futurista de algo que parecía neopreno con tiras de neón, una minifalda
elástica, botas toscas y gruesas de color negro con hebillas, cadenas y trozos
de cable, una mascarilla negra con púas colgando de su cuello y unas enormes
gafas redondas de cristales rosas con tachas alrededor sujetas a su pelo, del
cual colgaban grandes cantidades de cables y tubos de plástico de diversos
colores.
Me
alegra ver este ambiente.-dijo Freya-Tengo la sensación de que ganaremos esta
batalla.
Tenemos
mucho que decirles a ciertas personas…-se aventuró Ibara aprovechando el ánimo
que había en el ambiente-…es hora de terminar nuestro trabajo como mercenarios.
Ibara
lucía un abrigo militar de color gris oscuro con puños y solapas negras, con
ribetes rojos y varias medallas doradas y plateadas. También llevaba unos
guantes negros ajustados de tejido elástico, unas botas altas a juego y una
gorra militar a juego con el largo abrigo, debajo del cual no llevaba nada
salvo la ropa interior. Cogida de su mano estaba Itami, quien vestía una camisa
abierta llena de macabros objetos clavados, una coquilla genital de color negro
con púas y el dibujo de la boca de un depredador en color rojo, un faldón negro
trasero, zapatos de tacón y pulseras y tobilleras llenos de púas, así como una
gargantilla con varias cadenas colgando del cuello.
Terminemos
por todo lo alto…-dijo Itami-…esta vez, hasta un perro como yo tiene perro…
Sacó
una fusta y golpeó el suelo. Ayame salió de detrás de Itami vistiendo una blusa
gris con una trenza de pañuelos semitransparentes rosas y rojos enroscada
alrededor del tronco, una manga larga y acampanada y la otra cortada a ras del
hombro, una sobrefalda larga y vaporosa que tapaba la mitad de su tronco
inferior y unos zapatos grises y plateados, uno de ellos con una plataforma
debajo de los dedos del pie, sin apoyar el talón en el suelo, y otro con un
tacón muy alto y sin plataforma con un tamaño tal que no creaba desequilibrio
entre sus pies. En el lado que no llevaba cubierto podía verse la banda naranja
de su ingle.
Os
guiaré…-dijo Ayame-…por la cuenta que me trae.
Parece
que soy la última en decir la frase emotiva…-dijo Aquanika.
La
kazaja se acercó al grupo. Llevaba todo el cuerpo recubierto de vendas blancas
y negras, con hombreras, guantes y botas de color negro, y una larguísima
bufanda de color verde intenso cubriendo su cuello. También llevaba unas gafas
rectangulares con una montura de pasta de color verde por una mitad y negro por
otra.
…y
realmente no tengo mucho que decir.-continuó la bruja-Dejadme a Verónica y no
os haré daño.
Tranquila,
Aquanika…por la cuenta que te trae.-dijo Freya parafraseando a Ayame.
Llegó
el comité de bienvenida: fueron rodeados por una horda de demonios menores y
criaturas de aspecto vegetal y humanoide.
Arianelle
y Verónica parecen llevarse bien…-dijo Freya mientras se ponía en guardia.
Las
criaturas se lanzaron al ataque. Uno de los demonios iba a morder a Marah, pero
Ayako se puso en medio y lo lanzó en picado contra el suelo de un fortísimo
puñetazo.
Estos
músculos no son falsos ni decorativos, ¿sabéis?-advirtió Ayako mientras movía
su hombro amenazadoramente.
Recibieron
un segundo intento de ataque. Ayako iba a repelerlo, pero Marah la paró
poniéndole la mano en el hombro…e, impulsándose sobre su amiga, saltó por
encima de su hombro e interceptó al demonio de una patada, partiéndolo por la
mitad con un aura cortante.
Creo
que no da muy buena impresión dejar que nuestras novias lo hagan todo…-dijo
Dalton poniendo a punto su espada-escopeta.
Comenzó
a disparar a los demonios y a los humanoides vegetales, manteniéndolos a raya
con una serie de balas especiales que les reducían la velocidad y la
resistencia. Por su parte, Nikola sacó las dos empuñaduras de sus espadas láser…pero
pronto enseñó ante todos que eran diferentes. Esas nuevas espadas, que Ayako le
había devuelto junto con la ropa que llevaba, eran de color rosa brillante y
hacían mucho más daño que las otras. Tras ejecutar varias combinaciones, las
guardó y sacó otra empuñadura, esta vez con aspecto fungiforme. De ella brotó una
tira de energía brillante de color azul que resultó ser un látigo de plasma.
Nikola comenzó a dominar el combate lanzando envolventes latigazos a la vez que
tocaba los botones de la empuñadura, que cambiaban el color del haz en señal de
modificación de sus efectos, o incluso añadían colas al látigo. Puso punto y
final a aquella escaramuza lanzando un latigazo con cuatro colas, una azul, una
roja, una rosa y una verde.
¡Vienen
más!-señaló Metallurgy.
De la
lejanía se acercaban, volando, multitud de figuras desnudas con alas blancas
que pronto reconocieron: los Angel Dancers.
¡Son
esas cosas de Shiroi!-exclamó Freya-¡A por ellos!
Se
fijaron en que todos eran rubios, es decir, más poderosos que los de cabello
azul que combatieron la última vez. También había varios con el pelo rojo.
¡Esas
criaturas son robustas!-advirtió Yamiyuki-¡Atacad con lo que tengáis!
Yurika
tomó la iniciativa. Convirtió una de sus piernas en una ametralladora de cañón
giratorio y comenzó a disparar furiosamente. Esto le dio tiempo a Ibara y a
Itami para lanzar una brutal ofensiva: mientras que la chica lanzaba granadas a
puñados como si fueran migas de pan, Itami se lanzaba contra todos los
objetivos habiéndose acoplado cuchillas a los brazaletes y a las tobilleras,
haciéndolos chocar con las granadas, que en su mayoría eran incendiarias y
convirtieron a los Angel Dancers en pasto del fuego. Aprovechando su piel
ignífuga y la inercia térmica de la misma, Metallurgy tomó ventaja de las
circunstancias de sus enemigos para derribarlos a base de potentes puñetazos y
patadas. No contentos con todo lo que habían recibido, los ángeles continuaron
atacando, provocando notorios efectos en el grupo con sus golpes. Yuuji,
Yamiyuki y Aquanika formaron un triángulo y se encararon frente a ellos: Yuuji
los alejó del resto del grupo con una fortísima ráfaga de viento y Yamiyuki y
Aquanika crearon, respectivamente, una lluvia de rocas y otra de hielo.
Finalmente, tras acertar varios golpes en los miembros del grupo, los ángeles
comenzaron a caer.
No
pasaron ni diez segundos desde la caída de los Angel Dancers cuando ya habían
llegado sus sustitutos: no muertos armados y recubiertos de armaduras.
¡Eh!-exclamó
Freya-He visto a esos zombies en otra parte…
¿En batallas
pasadas?-preguntó Dalton.
No…-se
extrañó Freya-… ¡en un videojuego! ¡Esto es muy extraño!
Ayame
agigantó sus brazos y dio una palmada, aplastando con ella a varios enemigos.
Acto seguido, se deslizó por el terreno del combate y comenzó a despachar a más
enemigos con técnicas de artes marciales. Tras varios intentos de cerrar el
paso a esa invasión, rompió un tarro lleno de hormigas que llevaba oculto y las
hizo gigantescas.
¡Atacad!-exclamó
Ayame.
Mientras
las hormigas combatían a los no muertos, aparecieron grandes cantidades de los
humanoides con los que Suiri había invadido la fábrica de Metallurgy.
¡Otra
vez no!-se lamentó Metallurgy-¡Os vais a enterar!
¡Activando
teletransporte de materia!-exclamó Marah-¡Arsenal 2C! ¡DOS CRUCES!
Dos
círculos azules se dibujaron en el cielo. De ellos cayeron las enormes botas
que Marah acostumbraba a llevar. Se abrieron, formando dos enormes cruces
llenas de estantes con armas, y la chica comenzó a sacarlas, disparar hasta
vaciarlas y volverlas a guardar. El intenso tiroteo diezmó a los humanoides.
¡Voy a
terminar de darles una paliza!-exclamó Ayako adoptando una pose familiar.
Había adoptado
la misma pose que cuando lanzó las mariposas explosivas en la nave. Sus botas
se hicieron cada vez más altas: las plataformas se estaban extendiendo,
revelando que eran tanques plegables llenos de un atractivo gel de color azul
eléctrico.
¡Solid
Electricity!-exclamó Ayako.
Comenzó
a correr y a lanzar patadas contra los humanoides. Cada contacto de sus suelas
con una superficie ocasionaba una pequeña inyección de ese gel en la
superficie, causando descargas eléctricas de gran potencia. Algunas patadas
incluso quemaban a los humanoides y los hacían caer en forma de polvo azulado
chisporroteante. Después de acabar con los humanoides, saltó y, adoptando una
versión aérea de su famosa pose, desplegó una especie de tanques cilíndricos
que colgaban de su espalda como si fueran espinas gigantes. Estaban llenos de
un líquido brillante de color rojo intenso.
¡Liquid
Fire!-bramó Ayako.
De los
estrechamientos de las puntas de los tubos comenzaron a salir chorros de
líquido. Aquella sustancia, como si fuera magma, disolvía y consumía entre
quemaduras a los no muertos que quedaban vivos. Tras aterrizar, Ayako dejó
salir aquel líquido como si fuera sifón, causando un viento cargado de
partículas ardientes que agujereó a los enemigos restantes hasta hacerlos puñados
de ceniza. Como colofón final a la cabalgata de bienvenida, apareció en el
cielo un enorme dragón de color negro con los ojos rojos.
¡No
puede ser!-se sorprendió Yurika-¿Ése es el Dragón Negro de Ojos Rojos? ¿¡Una
carta de Yu-Gi-Oh! Se ha materializado ante nuestras narices!?
Sí,
reconocería a ese ser en cualquier parte…-dijo Freya-…son años jugando.
El
dragón los saludó escupiendo un enorme rayo rojo por su boca. Yurika se
convirtió en su forma de fuego y, dando un pisotón, levantó un muro de roca que
paró el impacto. Tras ello, saltó y cayó en el lomo del dragón tras
transformarse en su forma de aire, con la cual cayó en picado clavándole la
enorme garra de su pie. La criatura se retorció de dolor e intentó librarse de
Yurika, pero ésta se pasó a su forma de agua y, con la pierna aún clavada en el
monstruo, congeló sus entrañas por contacto, haciendo que cayera pesadamente al
suelo.
¡Apartaos!-exclamó
Yurika mientras, en su forma humana, saltaba a un punto seguro-¡La onda
expansiva os puede dañar!
Freya
se puso debajo del dragón y lo borró del mapa con un enorme rayo blanco de energía
que disparó por su mano. Tras ello, se giró y vio a otra criatura del mismo
juego.
¿Qué
hace aquí Gazelle, el Rey de las Bestias Míticas?-se extrañó Freya.
El
fiero monstruo, con aspecto de mamífero, atacó a Yuuji directamente. Éste sacó
dos cintas de gimnasia, una rosa intenso con el mango de color rosa pálido y la
otra con ambos colores invertidos, y las lanzó contra el animal, atándolo y
frenando su placaje. Desde esta posición, lanzó una onda de viento cortante de
una patada, hiriéndole una pata el tiempo suficiente como para soltar las
cintas, acercarse a la criatura, golpearla varias veces con su cetro y terminar
con un fuerte golpe de palma cargado de la energía del viento. La bestia se
derrumbó.
Escucharon
unas manos aplaudiendo.
Bravo.-oyeron
que les decía una voz.
Sin
apenas preocuparse por ello, entre los forcejeos y las escaramuzas habían
avanzado a través de la llanura hasta el pie de las escaleras del edificio. En
la parte alta de las escaleras se encontraba Shiroi Kamiyama aplaudiendo.
¡Shiroi!-exclamó
Yamiyuki-¡Por fin te vuelvo a ver! ¡Esta vez no podrás escapar!
No tan
rápido, jovenzuelo…-dijo Shiroi.
Las
puertas del castillo se abrieron. Arianelle y Verónica salieron juntas, mirando
al grupo con sonrisas de superioridad.
¿Queréis
ser nuestros invitados?-preguntó Verónica-Hay más comensales dentro del castillo...
Quiero
ser tu verdugo.-dijo Aquanika secamente.
Vaya…-dijo
Verónica-…qué susceptible…
Veamos
si eres susceptible a ESTO.-bramó Aquanika.
Lanzó
un rayo de energía con su mano derecha, pero no atravesó un plano imaginario
perpendicular a la base de las escaleras que protegía el Palacio Atemporal como
si fuera una pared.
Barreras…-dijo
Aquanika-…qué obvio.
Es
mejor prevenir que curar.-terció Yuu, que había salido también del
castillo-Eres un traidor, Ayame.
Y la
traición se paga.-lo respaldó Shiroi.
Hicimos
bien en no confiar demasiado en ti…-dijo Verónica en tono desdeñoso.
Ya lo
creo que lo hicimos bien…-corroboró Arianelle-…estuvo tan bien hecho como
estará mi jardín de adorables criaturas… ¡JAJAJAJAJA!
Suiri
salió también de las puertas del Palacio Atemporal.
¡Qué
reunión tan completa!-observó.
¡Suiri!-exclamó
Metallurgy-Pobre de ti… ¡pobre de ti!
¿Todavía
sigues obsesionada con eso?-preguntó Suiri-No me harás nada: seré yo quien te
mate.
Marah y
Ayako se acercaron a Metallurgy.
¡Eso ya
lo veremos!-le espetó Ayako-¡Baja aquí si eres tan chulo!
¡Te
daré otra paliza con sumo placer!-lo amenazó Marah.
Un
juguete roto y una niña diabólica no tienen nada que decirme.-las rechazó
Suiri.
¡No soy
un juguete roto!-exclamó Ayako-¡Soy una mujer humana! ¡Una mujer con voluntad,
derechos y una vida! Aunque, si me paro a pensar en todo lo que has hecho…siento
que…a veces..yo…
¿Qué?-la
apremió Suiri.
A
veces, yo…-Ayako apretó los puños-… ¡SÓLO QUIERO SER UNA MÁQUINA DE GUERRA!
¡Durante el tiempo suficiente para hacerte pedazos, bastardo!
Suiri
saltó hacia Ayako para golpearla, y ésta se preparó para repelerlo, pero algo
que surcó el cielo cortando el aire lanzó a Suiri contra las escaleras de un
golpe y luego…
¡Execrating
Ether Entrails!-exclamó una voz-¡Necro Bolt I!
Una
explosión de oscuridad en el pecho de Ayako la hizo retroceder bruscamente.
¡Sí!-exclamó
el recién llegado-¡Mi experimento ha sido un éxito! ¡El Ether de oscuridad
funciona a la perfección!
¡Yamibara!-le
gritó Yamiyuki-¿Acaso eres tú el que está detrás de todo esto?
¿Lo
dices por haberme visto llegar el último?-preguntó Yamibara-Todavía no estamos
todos… ¡QUERIDA!
Un
remolino de partículas de oscuridad movidas por Yamibara materializó a Pamela…a
la Pamela de 40 años, que parecía fuera de sí y estaba armada con el lanzador
químico que en su día robó a Aquanika.
¡Eh,
maldita perra!-exclamó Aquanika-¡Devuélveme eso!
Pamela
no respondió.
Ahora
mismo es mi juguetito.-dijo Yamibara-Mi mascota fiel, la que os atacará y os
morderá si intentáis algo raro conmigo…y ésta es la muñeca con la que todos
jugamos.
De un
portal de luz apareció Nokanys, también con la misma expresión ida de Pamela.
Hay que
reconocer que la técnica de control mental indirecto de ese chaval es
impresionante.-dijo Yamibara-Un buen trabajo, sin duda.
Pamela
y Nokanys, que anteriormente se habían enfrentado, estaban ahora juntas y
dispuestas a luchar codo con codo contra Freya y sus compañeros.
¿Qué es
todo esto?-preguntó Freya en tono amenazante-¡Deja de involucrar a más personas
de las necesarias!
Ya
estamos todos.-dijo una voz desconocida y algo infantil-Ahora sí.
De las
puertas del Palacio Atemporal salió un niño de ojos rosados y cabello corto de
color verde hierba.
¡TÚ!-exclamó
Yurika-¡Por fin te muestras otra vez!
El
niño, que vestía una sudadera gris con mangas negras, un pantalón verde oscuro
y zapatos marrones, llevaba un libro en las manos.
Enhorabuena
a las señoritas Yurika y Marah por superar mi prueba.-dijo el niño-No es fácil
ganar el arduo juego del tiempo…
¿Todo
eso fue obra tuya?-preguntó Marah-¿Los hombres con armadura, las peleas en
zonas alejadas…?
Todo.-dijo
el niño.
Tu voz…-dijo
Yurika-…se parece mucho a esa voz artificial que sonaba en el juego…
¡Es
cierto!-reparó Marah.
Todo ha
sido obra mía.-continuó el niño-Yo soy el escritor, así como el arquitecto y
constructor del Palacio Atemporal: Neah Sven-Sampson.
Era un
dato que desconocíamos…-dijo Freya-…aunque, por desgracia, saber tu nombre no
nos aporta demasiados beneficios.
Pronto
sabréis mucho más de mí.-dijo Neah en tono amenazante y macabro-La fase final
del juego está a punto de comenzar…
¡Exactamente!-exclamó
Yamibara con fruición-Y, Yamiyuki, ¿sabes cuánto tiempo llevamos sin vernos?
Dos días, veintitrés horas y cincuenta y ocho minutos… ¡quedan dos minutos para
que pierdas todo lo que eres!
¡Desgraciado!-bramó
Yamiyuki apretando los puños.
. . .
Yamiyuki
y Yamibara. Aquanika y Verónica. Yurika y Neah. Metallurgy y Suiri. Muchos de los más acérrimos enemigos
se han juntado en ese lugar tan inhóspito y de aspecto tan peligroso. La
batalla final por la salvación del mundo en esta crisis de pliegue temporal
está a punto de desencadenarse… ¿podrá restituirse el equilibrio? ¿Fallarán
nuestros héroes y reinará el caos? Grandes batallas aguardan. Adrenalina,
acción, aventuras, choques interpersonales, violencia, guerras de valores,
amores en curso y, como siempre, preguntas esperando una respuesta. Las
respuestas a todas las preguntas que hay en la saga vendrán junto con el gran
desenlace de la misma, esta vez sí, en… ¡Finale |>Worlds Collide IV<|!
¡No os lo perdáis! ¡Próximamente!
WORLDS COLLIDE
CONTINUARÁ
:O pero ahora que estamos en el climax! lo has dejado? xDDDDDDDDDDDDDDD bueno, me ha gustado mucho, sabes como crear suspense jajajaja.
ResponderEliminarEsperaré la continuación.
Lo hago bastante cuadriculado...desde la primera temporada decidí que iban a ser 25 episodios por cada temporada y, llegados a este punto, hay que dejarlo todo en suspense total para alimentar al lector y que no pierda las ganas. De la primera a la segunda temporada dejé al aire la invasión a las dependencias de Shiroi y, de la segunda a la tercera, el reencuentro entre la dada por perdida y difunta Ayako y Nikola...estaba claro que, de la tercera a la cuerta, iba a haber algo grande a medio. ¡Ha sido un placer, me alegro de que hayas disfrutado! Doy mi palabra de que en la cuarta temporada se acabará T-O-D-O.
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