REACTION
† WORLDS COLLIDE III †
Episodio XVI · POR TODOS
Ver y escuchar a
aquel hombre los había dejado a todos impactados. Yamibara Kuroi… ¿por qué
había aparecido en ese instante y no antes ni después? En cualquier caso, nadie
pensaba que su encuentro con semejante figura fuese una casualidad. Después de
haber escuchado la historia del clan Kuroi contada por el mismísimo Yamiyuki,
no les cabía duda de que aquel hombre llamado Yamibara no mentía: sus ojos eran
exactamente idénticos a los de Yamiyuki en color, por lo que la realidad de su
existencia no se alejaba de la que había descrito. Parecía fuerte físicamente,
bien cuidado y muy atlético, pero no demasiado joven: si bien su piel estaba
totalmente tersa, en sus facciones se notaba una cierta edad. No era anciano,
ni mucho menos, pero sí podría ser el padre de alguno de los presentes. Aquella
congelante sonrisa que exhibía daba a entender que sus intenciones no estaban
para nada relacionadas con ayudar al grupo.
Jamás pensé que
me encontraría en persona con Gishi John Ametatsu Dalton y Shogun Nikola Chou
Tesla…-dijo Yamibara mientras observaba al grupo-…y por esa ventana de
procedencia desconocida se puede ver a Marah Obulgi…no hay duda de que los
mejores científicos de la actualidad del país se están reuniendo poco a poco…o,
mejor dicho, nos estamos reuniendo…
¿Tú eres un
científico?-preguntó Dalton desafiante-Permíteme dudarlo: no me suena tu
nombre.
Claro que no te
suena.-respondió Yamibara con sorna-Un apellido como el mío tiene que
mantenerse en secreto para los momentos clave. Seguro que hay muchos
científicos japoneses cuyos trabajos conoces y sigues pero a los que nunca has
visto en persona…
Dalton asintió
con la cabeza.
Marcus
Ervahlt.-dijo Yamibara-¿Te suena? Seguro que sí. Todas esas investigaciones del
diseño en patrones numéricos de reactores para síntesis de piedras artificiales
de almacenamiento y transformación de energía…ese enigmático doctor europeo que
se nacionalizó a los ocho años de edad…
¿Estás diciendo
que Marcus Ervahlt no existe?-preguntó Dalton.
Claro que no
existe.-Yamibara se ahuecó la melena-Soy yo quien hizo esos patrones. Más de
uno de los reactores con los que hayas trabajado en laboratorio hoy en día
llevan mi firma en espíritu.
¿Sabes lo que
suele sospecharse de quienes ocultan su identidad mientras obran?-preguntó
Dalton.
¿Cobardía?-se
mofó Yamibara-Venme con otro cuento: ése está muy manido.
Es una de las dos
posibilidades…-contestó Dalton-…siendo la otra el hecho de que traméis algo tan
sumamente desproporcionado que no queréis ni que se vea. ¿Me equivoco?
¡Desde luego que
no!-concedió Yamibara-¡Eres tan sagaz como era de esperar!
Y bien, Yamibara…-dijo
Yamiyuki-… ¿puedo ayudarte en algo? Entre familiares, podemos hablar y actuar
con confianza, ¿no es así?
Entonces…permíteme
la confianza de probarte.-dijo Yamibara-Muéstrame hasta qué punto el heredero
de Megami Kuroi del siglo XXI es digno del recuerdo…digno de desviar el destino
que quiero arrojar sobre vosotros…
¿Destino?-preguntó
Yamiyuki.
¡Aplastaros!-respondió
Yamibara dando un pisotón en el suelo-No puedo decir que sea algo personal,
pero sí un paso que tengo que dar por el bien de mi labor científica…
Ervahlt podía no
tener cara…-terció Nikola-…pero sí clarísimas señas de no ser trigo limpio.
Un Kuroi no
ejerce la ciencia si no es con fines benevolentes.-Yamiyuki alzó la voz
ligeramente.
¡Eso es, doctor
Tesla!-exclamó Yamibara con insolencia-¡No manches nuestro apellido! ¿No ves
que enfadas al joven?
No lo decía por
él.-respondió Yamiyuki-Lo digo claramente por ti, Yamibara. La manera que has
tenido de aparecer, tus formas, tu entonación, tus intenciones…está claro que
no tienes ninguna buena intención.
¿Cómo puedes
desconfiar de mí así, primo?-preguntó Yamibara con una media sonrisa.
¿Eres mi
primo?-preguntó Yamiyuki-Dudo que los que actualmente son mis tíos sigan vivos
cinco milenios después.
De alguna manera
tendré que llamarte…-dijo Yamibara-…porque “hermano” no cuela, ¿verdad?
Claro que
no.-respondió Yamiyuki-Conozco bien a mis hermanas, gracias por tu
preocupación.
Independientemente
de todo esto…-Yamibara cambió de tema-…creo que estáis haciendo juicios
precipitados. ¿Cómo puedo ser yo una mala persona? ¿Cómo decís eso de mí cuando
habéis conocido a una de las bellísimas personas con las que me relaciono y
trabajo hoy en día?
No me jodas…-murmuró
Freya-… ¿quién será?
¿Después de haber
conocido a la grandísima Arianelle Blanchoret podéis pensar que existimos
científicos malvados?-preguntó Yamibara alzando las manos dramáticamente.
¿Trabajas con esa
puta?-preguntó Freya.
Codo con
codo.-respondió Yamibara-Actualmente no llevamos ninguna línea conjunta, pero
hemos llevado a cabo múltiples estudios y diversas obras juntos.
¡Maldición!-siseó
Freya-Las cosas no paran de tornarse más y más enrevesadas… ¡y no tenemos tiempo
para todo esto!
Yo os lo daré.-respondió
Yamiyuki solemnemente-Yamibara… ¿lo que sea que hayas venido a hacer aquí tiene
que ver conmigo específicamente?
Obvio.-respondió
Yamibara.
Entonces…-tanteó
Yamiyuki-… ¿serías tan amable de quedarte a solas conmigo y dejar que los demás
se vayan?
Por
supuesto.-Yamibara hizo un gesto con la mano que daba a entender que podían
irse.
¡Yamiyuki!-exclamó
Freya-No siento nada bueno en ese hombre…
¿Y no confías en
mí?-preguntó el chico-Déjamelo: ¡tenemos mucho que hacer!
Claro que confío
en ti.-respondió Freya-Le darás una paliza por muy feas que te ponga las cosas,
¿verdad?
Haré lo que sea
necesario para lograr la paz en este caos de mundos.-dijo Yamiyuki-Luchar,
negociar…lo que se tercie.
Está bien.-dijo
Freya-Ponte en contacto con nosotros cuando todo haya pasado: nos pondremos al
día mutuamente. ¡Da lo mejor de ti!
Como cada
día.-respondió Yamiyuki mientras echó un último vistazo a sus compañeros
mientras se alejaban corriendo de allí.
Para sorpresa de
todos, las ventanas mágicas que mostraban a Marah y a Yurika persiguieron al
grupo, quedando otras dos con Yamibara y Yamiyuki. El cuerpo inconsciente de
Pamela se quedó allí, sin ser atendido por nadie.
Cuéntame,
Yamibara…-dijo Yamiyuki-... ¿a qué debo tu aparición?
A dos cosas.-dijo
el mayor de los dos parientes-La primera…y menos importante…es porque me ha
gustado bastante esa mujer que está en el suelo. La vi hace poco no muy lejos
de aquí y tiene todo lo que hay que tener para que sea mi sirvienta: la
esclavizaré. La segunda, y la verdadera, pues encontrarme con esta dama de
acero ha sido casualidad, es poner punto y aparte en la historia de nuestra
familia.
Yamiyuki se
mantuvo a la escucha.
Crecí harto de
las líneas del clan Kuroi.-explicó Yamibara-Este clan es un edificio que quiero
demoler. Me he preparado para acabar con toda la familia…y reconstruir el clan.
Tenemos que extendernos hacia más esferas…como la magia. Además, nadie de la
familia ha sabido abandonar los moralismos que…
¡Alto!-bramó el
menor de los familiares-Punto número uno: ¡Megami nunca te dejaría hacer eso
con su clan! ¡La llevas contigo! ¿Cómo puedes oponerte así a ella?
Yamibara puso los
brazos en jarras y arqueó una ceja.
Punto número dos:-continuó
Yamiyuki-¡Ha habido muchos magos entre los Kuroi! Que muchos otros no lo seamos
no significa que no aceptemos la magia. Punto número tres: ¿MORALISMOS? ¿Qué
moralismos? ¿Una familia que ha vivido matando y subyugando durante
generaciones sin dejar de sentirse orgullosa de ejercer la violencia con
hermosura y legitimidad poética se aferra a moralismos? ¿Qué es un moralismo
para ti, Yamibara? ¿Negarse a corromper el mundo con mierda que no necesitamos?
¿Te has convertido en el científico loco de toda obra cinematográfica? ¿Es eso?
No lo
entiendes.-dijo Yamibara-Es hora de cambiar el mundo. ¡Estancarse es veneno para el progreso!
Arianelle y yo nos apoyamos profesionalmente porque compartimos ideales. La
animalización de la flora permitirá cambiar el curso de nuestras vidas desde la
raíz, nunca mejor dicho. No estoy interesado en hacer su trabajo, pero sí en
llevar a cabo el mío con unas ideas parecidas a las suyas.
Arianelle
Blanchoret es una vendida.-respondió Yamiyuki-Sólo es una científica con ideas
destructivas en las que sólo ella ve algo bueno. Se ha vendido al mejor postor
a un grupo de gente a la que no le importa para aprovecharse los unos de los
otros: ella ofrece su fuerza y recibe intentos de eliminar la ley para que
pueda obrar a sus anchas. Una sicaria más de esta mafia. ¿Eres eso tú también?
Yo soy muy
diferente.-respondió Yamibara-Yo no necesito que nadie haga nada por mí. Lo voy
a hacer todo yo. Desgraciadamente, estáis en mi camino por dos razones: una de
ellas es que, como grupo, interferís en las actividades de mi sector…un período
de anarquía transitoria es lo mejor para trabajar al margen de lo legal, pero
nos lo estáis impidiendo. La otra razón es que tú, como individuo particular,
eres una mancha negra, nunca mejor dicho, en el trazado de mi camino: no puedo
permitir que alguien como tú se reúna con lo que queda del clan e impida mi
proyecto de restauración.
¿Lo que queda del
clan?-preguntó Yamiyuki con rabia-¿Qué demonios has hecho?
¿Por qué crees
que soy yo?-preguntó Yamibara con sorna.
Freya tiene
razón: para bien o para mal, eres demasiado poderoso.-dijo Yamiyuki-Puedo
sentirlo. Has ejercido la violencia contra los tuy…contra los nuestros,
¿verdad?
¿Tanto se
nota?-preguntó Yamibara.
¡Maldito!-bramó
Yamiyuki-¡No te dejaré que hagas lo que quieras con el clan! ¡Te pararé los
pies y enderezaré lo que has torcido! ¡Nuestra familia siempre ha obrado por su
bien y por el del mundo! ¡Eres un necio si pretendes destrozar todo lo que
llevamos ganando durante siglos! ¡Jamás te permitiré manchar el apellido que
llevo con orgullo! ¡GLORIA A LOS KUROI!
¡Eso es!-gritó
Yamibara alzando y apretando un puño-¡Por un futuro radicalmente innovador…GLORIA
A LOS KUROI!
Por un futuro
lleno de innovaciones, ciencia benevolente, orgullo y justicia.-lo corrigió
Yamiyuki-Por un futuro en el que nos adaptaremos al progreso y contribuiremos a
modelarlo con nuestras grandes capacidades mientras mantenemos nuestras más
finas tradiciones sin caer en el fanatismo del que eres presa. Por un futuro de
generaciones de cabelleras negras como la oscuridad que nos rodea y ojos rojos
como la sangre que con honor derramamos en el nombre del más sano egoísmo y la
más con él ambivalente justicia. Por un futuro en el que nuestro apellido
imponga el respeto, la admiración, el placer y el terror que siempre han
impuesto. Gloria a los Kuroi…sin ti, Yamibara. Aún no te conozco, pero creo que
eres un estigma para la familia…lo cual es aún más deshonroso si recordamos que
tus ojos son rojo molibdeno, señal de que puedes comunicarte con la Matriarca.
¿Ves a lo que me
refiero?-preguntó Yamibara-La familia tiene una mente cerrada…
No voy a negarte
que, por ser un clan muy antiguo y numeroso, nos aferremos a ciertas líneas que
no queramos soltar.-dijo Yamiyuki-No obstante, nuestras tradiciones están
enfocadas siempre a cultivarnos a nosotros mismos, y hemos desechado todo lo
que no nos servía o que nos perjudicaba. Hay países en los que “tradición” es
sinónimo de apuñalar a un animal en público…pero la familia Kuroi no es así.
Nos acercamos cada vez más a la perfección con nuestros propios métodos, lo
cual no veo negativo. Tampoco considero de tener una mente cerrada el profesar
la idea de que eres alguien negativo para el clan cuando levantas tu espada
contra tus familiares y ejerces la ciencia con fines malignos…la ciencia, una
de nuestras especialidades…
¿Por qué os
empeñáis todos en decir que mi producción científica está enfocada a ejercer el
mal?-preguntó Yamibara-¡No habéis visto mis trabajos!
Porque te
coaligas con Arianelle.-respondió Yamiyuki-En cualquier caso, está bien: te
daré un voto de confianza. Muéstrame tus trabajos. Enséñame tu ciencia. Dame
pruebas de lo que haces. Explícame hasta qué punto puedo considerarte un buen
científico o un psicópata.
¿Cómo quieres que
te lo enseñe?-preguntó Yamibara sonriendo.
En el campo de
batalla.-dijo Yamiyuki-Seguro que, aunque quieras remodelar el clan, te gusta
la tradición de medirte con tus parientes en un combate mano a mano, ¿verdad?
Siempre nos ha gustado luchar…no traiciones a tu sangre por encima de tus
posibilidades.
Está
bien.-concedió Yamibara-Me gusta la idea. Además, puedo enseñarte algunos de
mis trabajos aplicados al combate. ¿Te parece bien, primo?
Sí, pero no soy
tu primo.-dijo Yamiyuki.
Se miraron. Uno
frente a otro, se pusieron en guardia.
Tienes una buena
postura.-dijo Yamiyuki-Parece ser que también eres de los pocos que sigue
conociendo las artes marciales tradicionales en esta época.
Por
supuesto.-dijo Yamibara-Nunca se ha perdido entre los Kuroi. Tú tampoco lo
haces mal, pero…tu cuerpo es inferior.
Efectivamente…tu
cuerpo ha seguido la tendencia de nuestra familia: cada vez más altos y más
perfeccionados, pero…-dijo Yamiyuki-… ¿crees que tengo miedo de ello?
Sé que no.-dijo
Yamibara-Más no te preocupes… ¡voy a hacer que lo tengas!
¡No te tengo
miedo ni te lo tendré jamás!-exclamó Yamiyuki-¡Prepárate!
. . .
Una vez se
hubieron alejado de Yamibara, Metallurgy pudo transportar al grupo hacia las
máquinas con uno de sus aros. Por primera vez en mucho tiempo, se encontraban
en el siglo XXI, en la fábrica de Metallurgy. Los recuerdos pasaron por la
mente de Freya: hacía ya tiempo desde que se conocieron allí…desde que Yamiyuki
y ella lucharon contra la que ahora era su fiel compañera.
He dejado aquí
las máquinas para poder estar con mis hombres durante el proceso.-explicó
Metallurgy-Están desconcertados y me necesitan.
¡Jefa!-oyeron
gritar a un operario mientras corría hacia la joven.
¿Estáis todos
bien?-preguntó Metallurgy mientras observaba al trabajador que corría casi
llorando hacia ella seguido de otros tantos.
Entre balbuceos,
los hombres explicaban que habían intentado seguir todos los planes de
producción programados y que habían tratado de ser fuertes frente al caos, pero
no podían evitar tener miedo y sentirse inseguros.
No os
preocupéis.-dijo Metallurgy-Voy a estar con vosotros algo de tiempo. Como
podéis ver, he traído unas máquinas gigantescas y las he almacenado en una de
las salas multiusos vacías, donde hace poco dejé también un tanque de
contención. Vamos a quedarnos allí haciendo una labor muy delicada de nuestro
trabajo, así que, por favor, manteneos alejados por vuestra seguridad.
Aprovechad la protección que mis compañeros y yo os brindaremos para trabajar
con seguridad, sin olvidaros de tomar vuestros descansos y recordando que hoy,
por ser un día especial de reencuentro… ¡cocinaré para todos vosotros!
Los operarios
cambiaron sus semblantes. Parecían mucho más tranquilos y contentos.
¿Por qué tenemos
que velar por la seguridad de esta gente?-preguntó Aquanika.
“Esta gente” son
mis operarios, y no permitiré que les pase absolutamente nada,
¿entendido?-Metallurgy parecía cambiar de personalidad cuando la seguridad de
sus hombres entraba en juego.
Haréis como dice
Metallurgy.-pidió Freya tajentemente.
Jefa…-se aventuró
uno de los operarios-… ¿puedo preguntar qué son esas pantallas que os
persiguen?
Oh…-Metallurgy
reparó en las vistas de Marah y Yurika-…son dos camaradas. Tenemos que
vigilarlas y comprobar que se encuentran a salvo hasta que puedan volver. No os
preocupéis: nadie que intente causar problemas en mi imperio saldrá impune ni
ileso. Cuando tengáis un momento, por favor, derivad una de las cintas
transportadoras que atraviesan los muros para volcar una camilla de emergencia
en la sala donde estaremos trabajando, gracias.
¿Es para esta
cosa?-preguntó Itami mientras arrastraba el cuerpo de Ayame como si fuera un
saco.
Sí.-respondió
Metallurgy.
Los invitados de
la fábrica siguieron a su anfitriona, Metallurgy, hacia las instalaciones donde
iniciarían sus nuevas misiones: el tratamiento de Ayako y el aprovechamiento de
Ayame.
AGGGGGGGGGGGGGGGG yo quiero saber que pasa con el "primo traidor" de Yami :/
ResponderEliminarPero lo bueno de dejar capítulos es que no voy a tener que esperar MUAHAHAHAHAHAHA
¡Buena estrategia! ¡Más respuestas en los siguientes episodios! Me alegro de que estés disfrutando, ¡es un placer!
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