TAIMANIN
YAMIYUKI
Episodio 51: Atarashii
Agotados, los Taimanin llegaron a
Gokuruma tras una larga travesía.
Ya estamos en casa…-suspiró
Shirubei.
No me lo creo…-añadió Aoi.
Hijo mío, es hora de que te tomes
un descanso.-dijo Meiou-Tu madre y yo tenemos cosas que hacer antes de poder
relajarnos.
Nosotros también nos vamos.-añadió
Kinnosuke-¡Sigue siendo un fiera, hijo!
Los dos matrimonios se retiraron
hacia las oficinas administrativas. Sólo las hermanas de Yamiyuki se quedaron
con el grupo de los chicos.
Tenemos que retirarnos.-dijo Kouen
con un susurro-Esperamos tenerte en casa para una comida familiar próximamente,
Yamiyuki. Me gustaría hablar contigo de muchas cosas…pero la guerra no va a
esperarnos. Cuídate, hermano. Te queremos.
Volveríamos a enfrentarnos a los
demonios en su propio cuartel si fuera necesario para asegurar tu salida a
salvo del mismo.-añadió Kaen-No lo olvides. La familia Kuroi siempre estará
unida. Tenemos que irnos…id a casa a descansar de momento. Ya recibiréis algún
aviso para el siguiente paso de nuestra batalla contra los Maozku…
Las hermanas de Yamiyuki se
despidieron con un saludo y se alejaron. Los seis chicos se quedaron a solas de
nuevo.
¿Sigue en pie lo de las pajas,
Rito?-preguntó Shirubei.
Si no te importa que por lo menos nos
dé tiempo a ducharnos antes, no veo por qué no.-respondió éste-Vámonos a casa…ya
hablaremos con Asagi-sama después de poner nuestras mentes en orden.
Echaron a andar. No tardó en
salirles al paso una persona.
Alto ahí.-les dijo una voz
femenina.
Los chicos se pararon en seco.
Clavaron sus ojos en la persona que había aparecido para interceptarlos. No
tardaron en sonreír…y la mujer les devolvió la sonrisa.
Ya era hora, ¿no?-preguntó
Kuroageha fingiendo de manera sobreactuada estar molesta y con los brazos en
jarras.
¡Kuroageha!-exclamó Yamiyuki con
una sonrisa-¿Estás bien?
La chica llevaba su uniforme de
Taimanin. Aquello podría significar que estaba lista para entrar en combate si
fuera necesario.
¿Que si estoy bien?-preguntó la
chica-¡Estoy totalmente recuperada! Siento haberos causado todos estos agobios
y entuertos…la doctora Himehagi me ha curado de una manera tal que parece que
nunca hubiera sufrido la puñalada de Layla Phoenix. ¡Voy a vengarme de esa
zorra la próxima vez que la vea!
Se te ve animada…-comentó Inuhito-…me
alegro mucho de que te hayas recuperado.
¡Estoy como nunca!-Kuroageha
parecía extremadamente feliz-Y, con esto, el equipo Kuroageha vuelve a la carga…
La joven chasqueó los dedos. De
detrás de ella aparecieron Seika, Veena y Shiena.
Los he visto más rápidos,
primo.-Shiena le guiñó un ojo a Rito-¿Te pesan los músculos?
¿Te enseño lo que de verdad me
pesa?-Rito arqueó una ceja.
Madre mía…-suspiró Shiena.
Los dos primos eran expertos en
romper el hielo. Su atmósfera de camaradería y calidez era constante, y querían
expresar la alegría de volverse a ver, así como tranquilizar a los demás y mentalizarlos para un merecido descanso.
Bienvenidos de nuevo a casa.-dijo
Veena sonriendo-Sentimos no haberos acompañado en la batalla…
No te preocupes, Veena.-Hagane se
sumó a la conversación-Hicisteis bien en quedaros con Kuroageha: no habríamos
podido luchar a pleno rendimiento sabiendo que no tenía a nadie para cuidarla.
Lo importante es que ya está bien y que todos estamos juntos de nuevo.
Eso es.-respondió Seika con
seguridad-Me alegro mucho de que hayáis vuelto sanos y salvos. Cuando sentimos
la invasión demoníaca, Asagi-sama no tardó en enviar a los veteranos a los
cuarteles de los Neo-Nómadas. Estamos muy contentos de haber tenido éxito en
todo lo que hemos hecho.
Si todo esto hubiera sucedido unos
meses atrás, Seika habría estado llorando a lágrima viva en el momento de aquel
emotivo reencuentro. Aunque aún era corta, su experiencia como Taimanin la
había hecho madurar, crecer y fortalecerse.
Me han contado que habéis
negociado con un demonio y que habéis luchado codo con codo.-dijo
Kuroageha-Quiero oír esa historia completa…porque me resulta chocante. Está
claro que ha tenido que ser un buen plan para que haya salido todo a pedir de
boca, pero nunca había visto algo así.
Kuroageha…-dijo Yamiyuki-…ese
demonio…evitó que murieras desangrada cuando te tuve sobre mis hombros en la
gruta de los túneles…
De eso me han hablado mis chicos
porque participaron en la batalla.-respondió Kuroageha-No obstante, quiero que
me contéis todo lo que habéis pasado al respecto. ¿Habéis sacado algo en claro
de vuestra expedición al cuartel de los Neo-Nómadas o sólo habéis devuelto el
favor que os ha hecho el Mazoku?
Kazark está muerto.-respondió Aoi
con presteza.
¡SÍ!-exclamó Kuroageha-¡Uno menos!
¡Ese ogro pendenciero y engreído nunca me cayó bien! Hablando de muertes bien
empleadas… me han contado que los propios Neo-Nómadas se han cargado a la puta
de Belladonna…
En efecto.-respondió Shirubei-La
tiraron hacia el portal a la destrucción de una patada. No creo que vuelva…
Una menos.-respondió la recién
recuperada líder-¿Qué más podéis contarme?
Kuroageha decidió invitar a los
chicos del equipo Yamiyuki y a sus tres compañeros de equipo a su casa. Los
diez llevaban sus uniformes de Taimanin, unos porque llegaban de una misión y
otros porque estaban en estado de máxima alerta incluso encontrándose en la
seguridad de sus tierras.
. .
.
En el hogar de Kuroageha, pudieron
tomar unas bebidas calientes. Aún ansiaban una ducha y un cambio de ropa, pero
se encontraban mejor y habían podido sentarse por primera vez desde hacía
bastante tiempo. Se habló de todo lo que había sucedido: la identidad y la
historia de Philell, el rol de Uro Oswald, la ayuda inesperada de Vega, la
muerte de Kazark, la traición de Tigres contra Belladonna, el hundimiento del
hotel Rakuen en venganza por la herida de Kuroageha, la aparición de más
soldados en ese ejército y la existencia y posterior aparición de Braulio
Cromwell.
Kuroageha tomó nota de los hechos.
Necesitaban quitarse al ejército de en medio, llegar finalmente a la ONU y
desatar la fuerza de los países sobre los Mazoku. Además, Inuhito aportó algo
importante a la conversación gracias a sus finos oídos: los Mazoku y Estados
Unidos habían hecho algún tipo de pacto. No obstante, aquél no era el momento
ni el lugar para ponerse a cavilar acerca de todo eso. La anfitriona decidió
concluir aquella reunión de manera contundente.
Bueno, chicos…-dijo-…esto lo
hablaremos más detenidamente cuando llegue el momento, probablemente sentados
alrededor de la misma mesa que Asagi-sama. ¿Qué tal si hablamos de otras cosas…como
la fiesta de esta noche?
¿Hay una fiesta esta
noche?-preguntó Yamiyuki.
¡Una fiesta a la que estáis todos
invitados!-exclamó Kuroageha-¡Se celebra en el bar Atarashii!
¿Bar Atarashii?-preguntó Hagane-No
me suena…
Kuroageha sacó seis tarjetas de
visita y las repartió entre los chicos. El bar era nuevo y la dirección en la
que ponía que se situaba era…la del Nishi.
¿Esto es lo que creo que
es?-preguntó Rito con una sonrisa.
Los chicos comenzaron a comentar
entre ellos con entusiasmo. Kuroageha sonreía con satisfacción.
¡Sí, así es!-exclamó la joven-¡Mi
bar ha vuelto! Ahora se llama Atarashii, que significa “nuevo” en nuestro
idioma, el japonés, porque han pasado muchas cosas y creo que todo lo que
estamos viviendo es nuevo para nosotros, tanto lo bueno como lo malo… ¡esta
noche es la inauguración! ¡ABRO ESTA NOCHE! ¡Acabo de recuperarme de una
puñalada en la barriga y ya voy a bailar en la barra y a servir las mejores
bebidas sin alcohol hasta que raye el alba! ¡FIESTA!
Los chicos vitorearon y
aplaudieron a Kuroageha.
¡Tengo ganas de ver a mi primito vestido
en plan fiestero y elegante!-exclamó Shiena sacándole la lengua a Rito.
Asegúrate de no manchar el espejo
del baño con desodorante.-respondió Rito.
¿Serás capullo?-saltó Shiena.
Me lo dicen a veces…-dijo Rito-…
¡bah! Yo también quiero ver cómo te pones guapo, seguro que es todo un show…
¡Seika!-exclamó Veena-¿Quedamos
para arreglarnos juntas como en las películas de colegialas?
Veena…-dijo Seika algo cohibida-…
¿en serio? Bueno, puede ser divertido…
Seika ha mejorado mucho.-pensó Rito observando a su hermana-Estoy orgulloso de ella.
Creo que a este tipo de fiestas es
imposible negarse.-dijo Yamiyuki-¡Taimanin, tenemos una misión!
¿Ponernos guapos?-preguntó
Shirubei con entusiasmo.
No exactamente…-respondió
Yamiyuki.
¿Ponernos despampanantes?-se
aventuró Inuhito.
¡Correcto!-exclamó Yamiyuki contento-¡Esta
noche lo pasaremos bien!
Ya nos hacía falta…-comentó Aoi
con una sonrisa.
Shirubei, que estaba sentado justo
al lado de Inuhito, le dio un codazo a éste.
Mira que eres políticamente
correcto.-dijo Inuhito-No necesitas que acerque la oreja para susurrarme, oigo
hasta el roce de tu rodilla con el uniforme.
Soy economista…-dijo Shirubei-…tengo
que vender una imagen. ¡JAJAJAJAJA! En cualquier caso… -comenzó a susurrar- …
¿y esas pajas para cuándo?
Inuhito comenzó a reírse. La verdadera
intención de aquella proposición no era sexual, sino simplemente hacer reír a
aquel amigo que llevaba tanto tiempo alicaído por las batallas contra
Benibatsu. Por una vez, Inuhito se estaba riendo. Parecía que las cosas iban a
subir de nuevo.
¡Cuando tú quieras!-respondió-Si
son con vosotros, a la hora que haga falta y las que hagan falta.
¿Qué os pasa a vosotros
dos?-preguntó Kuroageha con una sonrisa.
No quieras saberlo…-respondió
Shirubei con jocosidad.
Kuroageha rió. Por fin estaban
todos juntos de nuevo. Aquella fiesta no se la iba a quitar nadie.
. .
.
El Atarashii era un bar enorme y
majestuoso. Había cambiado algunos elementos de su decoración y distribución en
planta, pero la clientela que había acudido a la inauguración era la misma que
solía ir al Nishi los fines de semana por las noches. La dueña, Kuroageha, ya
llevaba puesto su micrófono.
¡Buenas noches a todos!-exclamó-¡Bienvenidos
al Atarashii! ¡Inauguramos con la primera de la que será una larga historia de
noches de fiesta! ¡La primera ronda es gratis para todo el bar y la primera
actuación será la mía!
Kuroageha salió de la barra y se
dirigió a la tarima de las actuaciones. Llevaba un precioso vestido chino de
color amarillo hasta la altura de sus rodillas, zapatos de tacón con plataforma
a juego y guantes de rejilla, también amarillos. Se agarró a una barra metálica
vertical que había en el centro de la tarima y comenzó a ejecutar un hermoso y
sensual baile de barra al ritmo de una melodía que había elegido expresamente
para aquel número. La segunda ronda no tardó en comenzar a correr, y ya no era
gratuita. En los primeros minutos de la noche se estaba almacenando auténtico
dinero en la caja del Atarashii. A lo largo de la noche salieron varias
personas a actuar, incluidos algunos clientes que la dueña siempre prometía
remunerar. Shirubei hizo un número de contorsionismo con música, Yamiyuki hizo
un tórrido y sensual baile de barra vertical, Veena ejecutó una danza india
tradicional…todos salían a divertirse y a demostrar la belleza de sus
movimientos, de sus personas y de sus conocimientos y logros. La noche
continuaba. Aquella noche era su regalo, el regalo por el triunfo de la última
batalla. ¿Qué podría suceder a continuación? Nadie puede predecir el futuro.
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