TAIMANIN
YAMIYUKI
Episodio 21: Las
lágrimas de Seika
Kuroageha entró con mucha prisa en el Instituto de Gokuruma.
Sus alumnos aventajados estaban esperándola. Al llevar las mejores notas de la
promoción, Seika y Veena siempre estaban más pendientes de ella por lo que
pudiera suceder, por lo cual se acercaron al verla entrar.
¡Kuroageha!-exclamó Veena-¿Qué ha sucedido?
Se los han llevado…-murmuró la profesora-…otra vez… ¡maldita
sea!
El rostro de Seika se desfiguró. Veena la rodeó con sus
brazos para darle apoyo, pero entendía que lo que pretendía en aquel momento
era muy difícil: le habían vuelto a quitar a su querido hermano.
Sé que me lo han pedido, pero creo que no es lo mejor
dejarlos a su libre albedrió.-dijo Kuroageha-No voy a hacer caso omiso de todos
sus ruegos, pero creo que tomar cartas en este asunto forma parte de mi trabajo
como Taimanin. Chicas…creo que es hora de que dé un paso importante. Sed
fuertes, por favor…
No lo dude, profesora.-respondió Veena-Si nos disculpa…
Kuroageha asintió y dejó que las chicas se fueran juntas.
Pensó que probablemente necesitarían hablar a solas. Tras separarse de sus
alumnas, miró por la ventana porque le pareció escuchar alboroto. Para su
sorpresa, habían llegado tropas Mazoku. Parecían bastante humanos, pero sus
cuerpos tenían una musculatura de aspecto artificial y un tono de piel de color
marrón óxido que tampoco indicaba naturalidad. Antes de dejarles causar
estragos, saltó por la ventana dispuesta a hacerles frente.
¡Fuera de nuestras tierras!-exclamó la profesora mientras
sacaba sus armas.
Cayó grácilmente y de pie en el suelo, adoptando una pose
tan elegante como amenazadora. Ataviada con su traje de combate, la hermosa y
seductora profesora comenzó su ataque. Emitió unos pitidos muy agudos con la
flauta, causando que los invasores perdieran el equilibrio, lo cual aprovechó
para tirarlos al suelo a base de patadas bajas. Su sorpresa fue notable cuando
vio que no podía tirarlos incluso estando desequilibrados: tenían una inercia
desmedida.
¡Kuroageha!-exclamó un Taimanin que estaba herido en el
suelo-Hemos intentado pelear contra ellos, pero son…demasiado…fuertes…
La profesora recordó las palabras de los jóvenes Taimanin.
Hagane e Inuhito le habían explicado que habían recogido y analizado una droga
experimental del doctor Karistus. Ambos chicos le explicaron los efectos que
tendría dicha sustancia en un objetivo viviente y cómo se podría distinguir a
la vista. La hipertrofia muscular y la coloración marrón de la piel eran claros
símbolos de los individuos drogados. Asimismo, dejaron grandes reservas de un
antídoto sintetizado por ellos mismos que, según comentaron, tenía la capacidad
de revertir los efectos de la droga y de impedir que la misma haga efecto en organismos
no drogados y previamente inoculados con la sustancia fabricada por los
Taimanin. Sabiendo esto, Kuroageha había preparado una buena cantidad de dardos
inyectores llenos de esa sustancia y, al parecer, había llegado el momento de
hacer la prueba experimental. Con ayuda de su cerbatana, disparó varios dardos
hacia los hombres, que se llevaron las manos con dolor a los puntos donde se
les habían clavado. A los pocos segundos, estaban tosiendo sangre y perdiendo
musculatura a la vez que el color de su piel cambiaba al tono de una piel
natural.
¡Funciona!-pensó
Kuroageha-Tendré que mantener alejados a
estos invasores entonces…
Sin darles tregua, la chica se lanzó a por los individuos
desintoxicados y comenzó a darles patadas. Esta vez, sus golpes eran efectivos,
de tal manera que pudo desestabilizarlos y, con gran maña y movimientos muy
elegantes, terminó con sus vidas castigándolos con las cuchillas de su flauta y
su cerbatana.
. . .
No puedo más…-dijo Seika sin poder levantar la cabeza de
entre sus manos.
Seika y Veena se habían sentado en un banco de un pasillo
alejado. La situación era apremiante, pero Veena tenía claro que no podía dejar
pasar la situación que estaba atravesando su amiga sin más.
Vamos, Seika…-intentó animarla su amiga-…tu hermano es muy
fuerte. Seguro que consigue salvarse… ¿no confías en él?
¡Claro que confío en él!-respondió Seika agobiada mientras
hundía más la cabeza entre sus manos-Pero…no puedo evitarlo. Veena, ¿tú…tú
crees que de verdad podré ser una Taimanin? Entreno mucho, saco buenas notas,
estoy a punto de graduarme y todo lo que tú quieras, pero… ¿de verdad voy a ser
una buena Taimanin si cada vez que pasa algo serio me vengo debajo de esta
manera? No sólo estoy preocupada por mi hermano…también estoy tan enfadada
conmigo misma por no ser capaz de mantenerme en pie en estos momentos tan
duros…y se supone que es un requisito indispensable para luchar por la
justicia…tanto o más que la formación y las notas.
Seika, ¿te has vuelto loca?-Veena la agarró de los hombros y
la zarandeó suavemente-¿Te estás oyendo? ¿Estás pensando lo que dices? ¡A
cualquiera le afectaría ver que sus seres queridos están en peligro! ¡A
CUAL-QUIE-RA! Eres fuerte, inteligente, trabajadora y muy racional… ¡claro que
serás una buena Taimanin! Y no sólo eso… ¡serás buena en todo lo que quieras!
Sólo tienes un defecto, Seika, y es que, a pesar de ser tan racional, entierras
esa capacidad en preocupaciones cuando las cosas se tuercen. Sólo tienes que
mantener la cabeza fría…y se puede entrenar igual que entrenamos el cuerpo con
las artes marciales o el acondicionamiento físico. Además…déjame decirte que si
aprendes a mantener tu cabeza fría y a analizar las cosas sin mirarlas con la
lupa del miedo aprenderás a tener el orgullo que una personalidad como la tuya
merece, por lo que no tienes dos grandes defectos, sólo uno, ya que tu falta de
autoestima se iría también al solucionar ese problema. Piénsalo, por
favor…estás cerca de convertirte en todo un icono…puedes y lo sabes…vamos…no
puedo verte así, me duele a mí también…eres una amiga importantísima para mí,
me hiciste sentir como en casa cuando llegué desde mi país y gracias a ti nunca
me he sentido insegura por haber dejado la India para cumplir mi sueño de ser
una Taimanin. Estamos a punto de lograr esa meta…las dos juntas…así que
brillemos, Seika, brillemos juntas. No hay nada que no puedas hacer. Eres
grande.
Veena…-murmuró Seika mientras se destapaba la cara y miraba
a su amiga.
Vamos…-la chica india sonrió.
Temblorosa, Seika abrazó a su amiga. No pudo evitar echarse
a llorar.
Tu hermano volverá sano y salvo…-dijo Veena antes de
morderse el labio inferior con una expresión de dolor.
Seika no podía verla, pero su amiga Veena había puesto una
cara de verdadera angustia.
Creo…-balbució Seika-…creo que voy a ir a hablar con
Murasaki-sensei… ¿podrías acompañarme hasta la puerta de su despacho?
¡Por supuesto!-respondió Veena enterrando su cara de
angustia en una sonrisa.
. . .
Yamiyuki se encontraba atado con correas a una camilla, pero
se habían ido todos los que se encontraban en el laboratorio y se encontraba
solo.
¿En serio me dejan
aquí solo?-se preguntó mentalmente-¿Pretenden
dejarme escapar? En cualquier caso, no voy a quedarme aquí parado…si es verdad
eso que les he oído decir al otro lado de la pantalla de que cada Neo-Nómada se
va a quedar con uno de mis amigos para torturarlo, mi divide y vencerás se
habrá completado: dejarme torturar para ganar tiempo para mis amigos y que luego
éstos separen a mis enemigos de manera eficiente. Son cinco y van a dejar a un
enemigo suelto…que será Belladonna con casi total seguridad porque me la tiene
jurada. Realmente esto ha sido una estrategia colectiva…ellos saben bien cómo
actuar y cada uno de los seis pensamos siempre en qué harían los otros cinco en
la misma situación. Esto saldrá bien…si mis cálculos no fallan, podremos
deshacernos de buena parte de la amenaza Neo-Nómada en esta batalla. Es hora de
hacerme el indefenso hasta que pueda volver a Gokuruma…con todos ellos…porque
está claro que no se van a dejar torturar. Además, si los planes de Dirección
han salido bien, puede que esto se resuelva con aún más facilidad…
. . .
¡Definitivamente se va a hacer!-exclamó Kuroageha al
encontrarse de nuevo a Seika y a Veena por el pasillo.
¿Sí?-preguntó Veena-De acuerdo. Espero que todo salga bien.
Saldrá bien.-Kuroageha sonrió-¿Puedo saber qué teníais
pensado hacer ahora mismo?
Quiero…-susurró Seika-…intercambiar unas palabras con
Murasaki-sensei. Veena sólo estaba acompañándome.
Estamos prácticamente al lado de su puerta.-dijo
Kuroageha-Pasa a hablar con ella, está dentro y no está reunida. Mientras
tanto, tengo que discutir unos asuntos con Veena…
De acuerdo.-respondió Seika-Gracias, Kuroageha…
Finalmente, Seika entró al despacho de Murasaki. Después de
un formal saludo, la chica se sentó al estilo tradicional, sobre el suelo, sin
silla, con las piernas dobladas y sentada sobre sus talones.
Te escucho.-la invitó la subdirectora.
Murasaki-sensei…-dijo Seika-…sufro de angustia…me veo
incapaz de contener mis emociones, incapaz de verme apta para resolver los
problemas que la vida plantea y eso hace que me enfade conmigo misma, lo que,
sumado a la tristeza que se apodera de mí por el secuestro de mi hermano y sus
amigos, hace que mi angustia se incremente en una realimentación positiva.
Seika comenzó a llorar a lágrima viva como si hubiera vuelto
a ser una niña. Estuvo un rato desahogándose y contándole sus problemas a la
subdirectora. Tenía tanto dolor concentrado en el cuerpo que no podía evitar
sollozar e incluso moquear, por lo que no podía soltar un pañuelo que llevaba
en las manos.
Seika, ¿es esto todo lo que querías contarme?-preguntó
seriamente la subdirectora.
Sí…-respondió Seika sintiéndose débil-…por favor, necesito
ayuda…
Levántate.-ordeno la subdirectora.
Seika se levantó. Murasaki se levantó de su silla y se
colocó frente a su alumna, ambas en pie la una enfrente de la otra. Sin
miramientos, la profesora le dio una sonora y fuerte bofetada en la cara a su
alumna.
¿Qué os digo siempre?-preguntó enfadada-¿No me escuchas
cuando doy clase? ¿Qué os tengo dicho? ¡Nunca, repito, NUNCA, es decir NUNCA,
JAMÁS, lo cual significa EN LA VIDA olvidéis vuestro orgullo como Taimanin!
¡Somos luchadores! ¡Guerreros! ¡Somos aliados de la justicia, estamos en el
bando ganador por idiosincrasia y antonomasia! Eres brillante, Seika, una
alumna impecable y, probablemente, la mejor de la promoción, así como Yamiyuki
Kuroi lo fue en la pasada: superas con creces al resto de alumnos aventajados
con Matrícula de Honor, eres buena en todo y tienes un corazón que no te cabe
en el pecho. ¿Por qué, Seika, por qué? ¿Por qué no te quieres? ¡Hazte valer!
¡Mírate a un espejo y dite lo grande que eres! ¡Necesitas ser consciente de lo
que vales! ¡No tienes claro tu lugar! Y me da mucha rabia, Seika, porque has
sacado unas notas tan buenas que casi habrías podido cursar artes específicas
con Asagi-sama…cosa a la que sólo ha llegado Yamiyuki en los últimos diez años.
Eres la mejor alumna personal que he tenido en AÑOS. Sólo tu hermano te puede
hacer sombra, pero, ¿sabes por qué? Tu hermano puede ser más fuerte que tú o ha
podido sacar mejores notas, pero la gran diferencia entre vosotros es que Rito,
también alumno personal y aventajado de mi tutoría, es una persona altiva y
orgullosa, que se quiere y se respeta. ¡Seika, eres alta, voluptuosa y
atractiva! ¡Inteligente, valiente y con una personalidad única! Lee mis labios:
YA ERES UNA MUJER. ¡TODA UNA MUJER! ¡EMPIEZA A VERTE COMO TAL! ¿Quieres que tus
nubes se disipen? Bien…quiérete, hazme caso, madura de una vez en ese aspecto y
tus nubes no se disiparán… ¡LAS HARÁS HISTORIA CON TU LUZ PROPIA! Me duele
decirte esto, Seika, pero… ¡eres una tonta! ¡Tienes que cambiar eso de ti o
jamás podrás sacar el máximo partido a lo que la naturaleza te ha dado! Si no
me quieres hacer caso como profesora…hazme caso como miembro de tu familia que
soy…o incluso como amiga… ¡pero hazme caso de una maldita vez o a la próxima
que me vea obligada a golpearte te prometo que agarro el hacha! Todos los
Sonozaki de vuestra generación estáis pidiéndome formación personal y
específica, pero ninguno ha resultado ser tan introvertido como tú. Aprende de
tu hermano, de tus padres o incluso de tu primo pequeño. Nuestra familia está
llena de grandes personas y creo que todos los que he mencionado son ejemplos
dignos de seguir. Deja de ser una estúpida, Seika. La virginidad no es lo que
diferencia a una niña de una mujer: es el valor, la fuerza, el poder, el
orgullo, la personalidad. ¡Lo tienes todo menos la consciencia de que lo tienes
todo! ¡ABRE LOS OJOS!
Seika estalló en lágrimas de nuevo. Había escuchado el
discurso de su profesora con entereza y había recibido el golpe sin inmutarse,
pero el peso de una verdad tan grande venció su fuerza y le jugó una mala
pasada. No obstante, algo en su cabeza pareció moverse.
Venga Seika OSTIA PUTA, rendirse no es una opción,
ResponderEliminarLa ostia se la merecía por llorona y débil. Ahora que le eche un par de ovarios y demuestre que es digna de ser una Taimanin.
Que se deje de lloros y salve a su hermano ¬¬
Así me gusta, que lo viváis. ¡Esta parte puede solucionarse antes de que os deis cuenta! ¡Ánimo! ¡Gracias por el apoyo!
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