[TY] Episodio 20: Estrategia de riesgo

TAIMANIN YAMIYUKI

Episodio 20: Estrategia de riesgo

Bombonas vacías, informes de horarios del camión de la basura, documentos falsos, informes de cuentas de funcionarios jubilados con portadas sugerentes…-enumeró Hagane-…tenemos todo lo que tenemos que “devolverles”, ¿verdad? ¡Mañana se van a enterar!

Suponiendo que los encontremos…-respondió Inuhito-…establecieron el lugar de encuentro de una manera muy críptica, aunque no creo que haya lugar a equívoco…

Es el paraje descampado que creemos que es, estoy seguro.-terció Rito-¿Cuánto creéis que tardarán en darse cuenta de que todo esto es mentira?

La pregunta es si no lo saben ya.-dijo Shirubei-De alguna manera se tienen que estar enterando de lo que hemos hecho.  Habrán torturado a Yamiyuki, pero eso no procede en este caso porque ni él sabe todo lo que hemos preparado estos días en el instituto…

No os preocupéis.-dijo Aoi-Los bienes serán falsos, pero nosotros no. Nos quieren tanto o más que a todas estas cosas…podremos arriesgarnos en caso de que todo falle.

Kuroageha entró en la sala en la que los chicos estaban preparando su movimiento.

¿Vais en serio con esto?-repitió la chica-No soy vuestra madre, ergo no voy a reteneros, pero…de verdad, chicos, podemos hacerlo de otra manera. Podemos rodearlos y…

Kuroageha, te agradecemos esa intención tanto que nos dolería enormemente que te pasara algo por nuestra culpa.-la rebatió Rito-No queremos que nadie más sufra por nosotros...ya está sufriendo Yamiyuki y una persona me parecen demasiadas.

Podrás no estar tan cerca de nosotros como él, pero siempre has sido, eres y serás una gran amiga.-añadió Inuhito-Proteger Gokuruma esta vez es nuestra misión.

¿Creéis que yo no os considero amigos?-preguntó Kuroageha-¿Pensáis que os repito tanto esto porque he vuelto a ser profesora y ejerzo el correspondiente rol sobreprotector? ¡Santo cielo, quiero ayudaros! Ya no por cuestiones oficiales, profesionales o jerárquicas, sino también a título puramente personal, como una amiga… ¿os dais cuenta de lo fácilmente que pueden discutir los amigos por esto? ¿Quién quiere ayudar más a quién? Estamos haciendo lo mismo…

Te entendemos.-respondió Aoi-Sin embargo, Kuroageha, es decisión nuestra asumir este riesgo para protegeros a los demás aunque sólo sea ganando algo de tiempo. Además, tienes otra misión asignada, ¿verdad? Tú también estás participando activamente en esta guerra…y nos has salvado la vida una vez.

Entonces…-insistió Kuroageha-…dejadme que os ayude a perfilar vuestro plan hasta que os vayáis. No haré nada más allá de eso, pero dejadme que os apoye de manera táctica. Tengo una idea para hacer más creíble ese truco de las bombonas…

. . .

Belladonna y Delphine brindaron con unas copas de lo que parecía ser vino tinto.

¡Mañana es el gran día!-exclamó el hombre-Por fin vamos a tener a esos Taimanin a nuestros pies. Dejadme al travesti, tengo grandes planes para él…

Desde luego, querido, puedes elegir al que quieras.-respondió la noble-Yo ya tengo claro que el mío será el gran líder…el que ahora mismo nos mira con los ojos llorosos… ¡JAJAJAJAJA!

Volved al infierno del que os escupieron.-les espetó Yamiyuki desde la otra punta de la sala-Las únicas lágrimas que soltaré por vosotros serán las de alegría cuando os aniquilemos, escoria.

Estás hecho polvo y no puedes moverte.-le explicó Belladonna-Tu percepción del dolor ha sido incrementada y te hemos metido todo tipo de toxinas en el cuerpo. ¿Crees que estás en situación de plantarnos cara?

Mira cómo me muevo, víbora.-respondió Yamiyuki.

Con gran fuerza, arrancó la columna a la que estaba atado y la lanzó arqueando su espalda. Delphine saltó ágilmente y Belladonna se deshizo en llamas azules, evitando ambos el impacto. Cayeron frente a Yamiyuki.

No sé por qué te quedan fuerzas todavía, maldito niñato presuntuoso…-dijo Delphine apuntándole con su espada-…pero más vale que permanezcas quieto…casi me tiras el vino…

Pues no bebas, ¿no te jode?-respondió mordazmente Yamiyuki-¿Esperáis que me comporte como un esclavo o como un sumiso asustado? Tendréis que matarme si queréis que me calle.

No es mala idea…-dijo Belladonna-…las caras de sorpresa de sus amigos cuando vinieran y lo encontraran muerto serían placer para mis ojos.

Una pena que después de eso fuesen a matarnos por incumplir con las órdenes.-dijo Delphine-Si nosotros fuéramos la jefatura suprema de los Neo-Nómadas, ten por seguro que ya estarías muerto.

Tristes esbirros…-comentó Yamiyuki-…voy a tener que agradecer a vuestra comandancia el dejar que me ría de vosotros como me salga de las narices… ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA!

Estúpido insolente…-susurró Delphine.

¡CÁLLATE!-se oyó una voz.

Vrutha irrumpió en la sala, detrás de Yamiyuki. Le pisó la espalda y lo estampó contra el suelo, donde le dio varias patadas.

¡Aprende a comportarte, plebeyo!-le espetó la princesa orco.

Dijo el cántaro a la jarra…-dijo Yamiyuki desde el boquete que Vrutha había abierto en el suelo con su cuerpo.

¿De verdad no podemos matarlo y desentendernos?-preguntó Vrutha.

No, Vrutha…-respondió Belladonna con resignación-…podemos torturarlo pero no causarle lesiones graves ni matarlo…

Es decir, que podéis perder el tiempo TOOOOOOOOOOOOOOODO lo que queráis.-se interpuso Yamiyuki.

¡Cállate, hijo de puta!-bramó Delphine.

A nadie se le ocurre ponerse a celebrar una fiesta teniendo a tu peor enemigo como decorado…-respondió Yamiyuki-…no sé, llámame raro… ¿o el raro eres tú, vejestorio de piel gris?

Ya me tienes harto.-respondió Delphine-Te voy a dar una buena medicina…

Delphine pinchó uno de los hombros de Yamiyuki con su espada.

¡Qué débil eres!-respondió el chico.

A estas alturas…-dijo Delphine-…ya deberías saber lo que es capaz de hacer mi espada. Y no soy ningún anciano, ¿sabes? Tengo 38 años…

Pues aparentas más.-respondió Yamiyuki-A lo mejor sólo eres feo…

Es cuestión de tiempo que el colmillo de mi espada te muerda.-respondió Delphine intentando serenarse.

Si no lo ha hecho las veinte veces anteriores, ¿crees que ésta sí?-preguntó Yamiyuki-No sé muy bien qué clase de poder tienen los pinchazos de tu espada, pero es normal que no lo sepa porque, sea lo que sea, nunca funciona. ¿No hay nadie competente aquí?

¡Vrutha, llama a los orcos!-bramó Delphine-Es hora de que lo violen.

De acuerdo.-dijo la princesa orco mientras se retiraba-Pero antes…yo también quiero brindar.

Tomó la botella de vino de la que Belladonna y Delphine se habían servido y se la bebió de un trago, arrojándola después contra la cara de Yamiyuki.

¿Hay muchos orcos homosexuales en nuestras filas?-preguntó Belladonna.

Seguro que sí.-respondió Vrutha.

No serán del todo necesarios…-intervino Karistus mientras entraba en la sala-…podemos convertir a este hijo de puta en una puta per se… ¿qué os parece?

¿Tenemos autorización de arriba?-preguntó Delphine.

Acabo de pedirla…-dijo Karistus-…y de recibirla inmediatamente. Es hora de convertir a este hombre caído en toda una mujer…

¿Y si lo hacemos una vez hayamos atrapado a los demás?-preguntó Belladonna-Si lo ven en directo, seguro que se echan a llorar… ¡JAJAJAJAJAJAJAJA!

No me parece una mala idea.-respondió Karistus-De cualquier manera, voy a ir preparando el laboratorio. Que lo lleven hasta allí los soldados. ¿Llamamos a Virgo y le ofrecemos un trago?

Ya está avisada.-respondió Delphine-Ha salido con Kazark para ayudarle a cargar no sé qué maquinaria para sus jueguecitos…en fin, brindaremos cuando lleguen. Si la mujer en la que convertiremos a Yamiyuki sale guapa, ¿podré alquilarla en mi tienda a distancia?

Desde luego.-respondió Karistus.

Sigo pudiendo moverme…-pensó Yamiyuki-…mi cuerpo tiende a rechazar las mierdas que me inoculan de una forma bastante eficiente. Les daré una sorpresa de la que no podrán olvidarse. Seguro que si me hago el asustado reaccionarán como yo quiero…

Creo que…-susurró Yamiyuki-…la he jodido…

Los demonios se callaron. Se miraron los unos a los otros y luego clavaron sus ojos en Yamiyuki. Estallaron en carcajadas.

Necios.-pensó Yamiyuki-Laboratorio al que me llevéis, laboratorio que me cargaré.

. . .

Y pasó el día. Al amanecer, los cinco Taimanin se personaron en el lugar acordado. Llevaban consigo un carro lleno de bombonas y otro lleno de documentos y memorias extraíbles para ordenadores.

Vieron que un grupo de figuras se acercaba desde el horizonte. Belladonna Rubidium, el doctor Karistus, el esclavista Delphine, la princesa Vrutha, la forzuda Virgo y el ogro ingeniero Kazark habían llegado.

Vaya, vaya…-dijo Shirubei-…la élite de los Neo-Nómadas…qué honor…

Lo robado.-dijo Virgo secamente-¡Ahora!

Hagane le dio una patada al carro de los libros y lo lanzó directo al grupo enemigo.

¿Esto es todo?-insistió Virgo-¿Y ese carro lleno de bombonas?

¿Y Yamiyuki?-le espetó Inuhito.

Las preguntas las hacemos nosotros.-terció Belladonna.

Esas bombonas son un compuesto que hemos fabricado para combatir ciertos cuerpos extraños de uso habitual en vuestras prácticas y que humildemente os cedemos junto con nuestras vidas para que nos devolváis a Yamiyuki.-respondió Aoi-Así que… ¿y Yamiyuki?

Aquí.-señaló Vrutha.

Un aro de fuego trazado por Belladonna apareció donde Vrutha señalaba. En el interior del aro se veía, como si de una grabación por cámara se tratase, la imagen de Yamiyuki atado con correas en una camilla.

Voy a operarlo mientras os obligo a ser el público.-explicó Karistus-¡Kazark!

El ogro llevaba un enorme armazón metálico en la espalda. Lo agarró y se lo lanzó a Karistus, que lo interceptó al vuelo con ambas manos, girando sobre sí mismo para evitar caer al suelo por el peso.

Ese tío es muy fuerte…-pensó Rito-…con una figura tan promedio, tiene que tener algún truco escondido para poder agarrar esa cosa tan gigantesca él solo, y más cuando ha necesitado a un ogro de cuatro metros aproximadamente para cargarla.

El objeto tenía botones. Karistus pulsó varios e hizo que el armazón se desplegara, formando un cañón bastante grande. De él sacó dos tubos que alimentó con dos frascos cilíndricos de un líquido rosado que sacó de los bolsillos de su bata de laboratorio. Enganchó los cilindros a los laterales del cañón para que se sujetaran solos y apuntó a los Taimanin.

¡Feliz droga!-les gritó-Arma calculada, diseñada y fabricada por Kazark, munición sintetizada por mí… ¡JAJAJAJAJAJAJA!

El cañón disparaba muy lejos a su frente y cubría un rango muy ancho, de tal manera que los chicos no pudieron evitar ser rociados con sólo ladearse.

¡Contened la respiración!-bramó Aoi tapándose la nariz y la boca con sus manos-¡No habléis a menos que sea estrictamente necesario y no lo hagáis sin taparos la boca!

Los chicos intentaban escapar del chorro, pero el científico movía el cañón de una manera tal que les era imposible. Su única posibilidad era saltar, pero la droga ya se lo estaba impidiendo: parecía absorberse también por la piel y estaba resultando muy potente.

¡Contramedida!-bramó Shirubei.

¡Marchando!-contestó Inuhito.

Inuhito pateó el carro de las bombonas y lo dirigió contra los Mazoku. Rito sacó un kunai impregnado de una sustancia combustible, lo frotó contra una roca áspera, le prendió fuego a la punta y lo lanzó contra las bombonas, causando una enorme explosión que detuvo el chorro de droga y barrió a los Neo-Nómadas violentamente.

¡Guau!-pensó Hagane-¡Kuroageha se ha portado rellenando esas bombonas!

Pese al golpe casi letal que habían asestado a sus enemigos, a los Taimanin no les duró mucho la alegría: comenzaron a desfallecer. La sustancia con la que habían sido rociados les estaba causando estragos. Dolores, mareos, debilidad, pérdida gradual del conocimiento…aquello los estaba quemando rápidamente.

¡Casi nos matan!-pudieron escuchar que gritaba Delphine antes de perder el conocimiento.

Dejaremos a ese Yamiyuki para el final entonces…-propuso Belladonna-… ¡primero los inutilizaremos a ellos de uno en uno, asegurando que ese insolente deje de tener su protección para siempre! ¡Ya no podemos perder!

¡Me parece bien!-respondió Vrutha.

Hemos conseguido…-pensó Aoi en sus últimos segundos de consciencia-…algo positivo…no…tocarán…a Yamiyuki…mientras sigamos…vivos.

Comenzaron a cargar con sus cuerpos para empujarlos al otro lado del aro.

¡Mierda!-pensó Kuroageha, que había estado observando desde las sombras-¡Sabía que no tenía que haberles dejado hacer esto! ¡Mierda, joder, mierda! Vamos a tener que tomar cartas en el asunto de otra manera…