REACTION
† WORLDS COLLIDE III †
Episodio VI · EL HOSPITAL FURUHANA
Marah había
preparado una modesta caravana para que todo el grupo pudiera dirigirse con
prontitud al hospital Furuhana, donde podrían continuar su búsqueda de los
enemigos, empezando por la bióloga Arianelle Blanchoret, así como buscar
posibilidades para salvar a Ayako. Gracias a ese vehículo, se encontraban
frente a la puerta del enorme complejo hospitalario, preparados para lo que
pudiera suceder. El trayecto, además de corto, había sido tranquilo y libre de
altercados: Metallurgy no quiso hablar de aquel hombre y se alejó de los
asientos de los demás en la caravana, tal vez para pensar en algo de lo que
guardaba en su silencio. Por su parte, Dalton se encerró en un pequeño despacho
para redactar el informe que le había prometido a Marah sobre la tarea de
reconocimiento, diagnóstico y tratamiento de Ayako. Los demás se limitaron a
esperar sentados pacientemente, con una conversación ciertamente cotidiana,
tratando de darse a conocer ante su nueva compañera y de conocerla ellos.
Antes de
atravesar la entrada, Marah se adelantó, seguida de Dalton.
Entraré delante
para saludar…-explicó Marah-…si es que hay alguien dentro. A mí me conocen por
haber trabajado aquí algunas veces.
¿Este hospital es
público?-preguntó Freya.
Lo es.-respondió
Marah-Esto hace que la visita se aleje mucho de una misión de infiltración o de
exploración…pero también plantea una dificultad, y es que los laboratorios no
están abiertos para los pacientes. Idearemos un plan de acción acorde con lo
que encontremos dentro. Por supuesto, las puertas están abiertas y no hay que
hacer nada especial para entrar.
Marah se puso
delante de las puertas, que se abrieron automáticamente, como las puertas de
los establecimientos públicos de la época de Yamiyuki, Freya y los demás. Entró
decididamente seguida de su compañero sentimental, y no tardaron en volverse
hacia los demás, que se aproximaban también.
Como imaginaba…-dijo
Marah-…no hay nadie. ¿Alguna idea de lo que ha pasado, Dalton?
Sólo se me ocurre
que se haya producido una evacuación masiva tras el caos del pliegue temporal y
el golpe de Estado.-respondió él-No obstante, puede que haya alguien más allá
de este recibidor…el edificio es muy grande, al fin y al cabo.
Por
supuesto.-asintió Marah-No vamos a escatimar en esfuerzos para rastrear, pero
es muy extraño que no haya absolutamente nadie en el recibidor.
Está claro que
algo no va bien.-concedió Dalton-Ya no únicamente por esta vista, sino por el
hecho de que el país está como está ahora mismo. Pacientes, informadores,
médicos, científicos, encargados…hay muchos grupos de personas en un hospital
contemporáneo, así que tal vez haya algún miembro de alguno de ellos.
Oyeron un
estruendoso golpe. Acto seguido, comenzaron a escuchar un rítmico golpeteo más
suave, pero sin dejar de ser imponente. Parecían los pasos de una criatura
grande y fuerte acercándose a paso raudo.
¡Viene
algo!-exclamó Dalton-¡Preparaos para lo peor!
De uno de los
pasillos asomó una gigantesca criatura cuadrúpeda que comenzó a correr
salvajemente por el recibidor, destrozando lámparas, bancos, puertas,
ventanillas y demás mobiliario e instalaciones.
¡Un
monstruo!-exclamó Freya-Esperad…esto no es muy…natural…
Se fijaron en que
la criatura no tenía cabeza. Tampoco ninguna cola o apéndice. Sólo un enorme
lomo del que salían cuatro patas. Podía apreciarse la construcción de ese
cuerpo, pues no tenía nada de piel, ni pelo, ni plumaje, ni escamas, ni nada similar:
era una estructura de fibras muy gruesas de color marrón entrelazadas y
enroscadas. Encima de su lomo había un gigantesco capullo de color morado.
¿Eso son…-intentó
inferir Yurika-…raíces?
Eso
parece.-respondió Freya, que era una auténtica experta en flores-Y lo de su
espalda…supongo que será una flor. Parece un monstruo vegetal…aunque no siento
vida en él…
¿Es un engendro
artificial?-preguntó Yurika.
Perfectamente
podría serlo.-contestó Freya.
Entonces…arderá,
¿cierto?-Yurika sonrió pícaramente.
Si lo prendes
tú…-dijo Freya-…seguro que sí.
Yurika asintió y
saltó. En el aire, se vio envuelta en una cortina de llamas que la fusionó con
el alma de la salamandra ardiente que llevaba en su interior. Al comenzar a
caer, apuntó a la criatura con una patada voladora. Mientras la joven veía a
los demás compañeros tratando de contener a la bestia, su pie se prendía en
llamas que se hacían más y más voluminosas. Finalmente, atravesó a la bestia
como si de una saeta se tratase, prendiéndole fuego por completo. Cuando las
llamas quisieron llegar al capullo, éste
comenzó a brillar y se abrió, dejando que de él saltaran, antes de que sus
pétalos se quemaran por completo, un montón de criaturas verdes antropomorfas
del tamaño de personas adultas.
Ahora, el
recibidor estaba lleno de unos extraños y monstruosos hombres verdes que
parecían estar constituidos de tallos entrelazados y retorcidos, con flores en
las muñecas y en los tobillos, ojos en todos los resquicios que había entre los
múltiples tallos y dos hojas anchas sobre los hombros con un ojo en medio,
atado entre ramas, a modo de cuello y cabeza.
¿De dónde han
salido estas cosas?-preguntó Marah extrañada.
No lo sé, pero
explican bastante bien por qué no hay nadie aquí dentro.-respondió Nikola
mientras se acercaba a Dalton y a ella con la guardia alta.
Parece que les
extraña ver aquí a estas cosas…-susurró Freya-…pero no niegan reconocerlas. Si
fueran criaturas mágicas, estarían preguntando de qué se trata… ¡ergo son
artificiales!
¿Pasa algo,
Freya?-preguntó Metallurgy con un tono preocupado.
Sólo estaba
reflexionando en voz alta.-dijo Freya apretando los puños-¡Acabemos con estos
indeseables!
Los hombres de
tallos se defendían bastante bien con sus duras extremidades y disparando hojas
cortantes y ramas espinosas. Aprovechando el poderoso impulso de su
transformación, Yurika se puso a la cabeza en ese combate, haciendo cenizas a
los enemigos a base de patadas y magia de fuego.
¡Ánimo,
Yurika!-exclamó Metallurgy mientras utilizaba un soplete para quemar a algunos
enemigos más.
Itami corría
entre risotadas detrás de aquellas extrañas criaturas mientras les disparaba
con un lanzallamas, mientras Ibara hacía caer bolas de fuego del techo con su
danza erótica sobre el bastón. Yamiyuki, que podía controlar el fuego, no
dudaba en explotar la debilidad de la materia vegetal igual que sus compañeros.
¡Open Ether Circuit!-exclamó Marah-¡Dex Ether Fa!
Un prisma rojo
aprisionó a un grupo de hombres verdes, quemándolos en el acto.
¡Ether Drive!-la
respaldó Dalton-¡Inferno III!
Unas explosiones
de fuego diezmaron a las criaturas que los rodeaban.
Yo no tengo nada
para quemaros…-dijo Nikola sujetando dos espadas láser-… ¡pero no me
subestiméis!
Con rápidas y
elegantes combinaciones, comenzó a cortar en pedazos a cuantos se le acercaban.
¡YIIIIIIIIIIIIHAAAAAAAAAAAAA!-exclamó
Aquanika despendolada mientras se colgaba de una lámpara del techo con una
cadena y disparaba desde el aire.
Llevaba en la
mano un lanzagranadas equipado con una carga de granadas incendiarias, que
estallaban en llamas al colisionar con algo sólido.
¡Ogre
Flamedance!-exclamó Freya mientras maniobraba con su bastón mágico.
Un chorro de
fuego golpeó a uno de los hombres verdes, provocando una explosión que se
extendió a varios más.
Mientras se
deshacían de aquella numerosa horda, Freya se dio cuenta de que el cuerpo del
portador gigante no dejaba de arder. Lanzó un chorro de agua con su magia,
logrando apagar una pequeña porción de las llamas, pero volvió a prenderse a
los pocos segundos.
Hay algo en el
cuerpo de esa bestia.-advirtió Freya.
¿Por qué no lo
investigamos después?-preguntó Yamiyuki-Hay demasiados incordios como para
hacerlo ahora con tranquilidad. ¡KOUENKYAKU!
Yamiyuki prendió
fuego a su pierna y lanzó una vigorosa patada giratoria alta contra un enemigo,
lanzándolo contra la pared más lejana mientras ardía.
No, no hay
demasiados…-dijo Metallurgy mientras se atrincheraba para recargar el gas de su
soplete-…hay siempre los mismos. ¡Se están regenerando!
¡Esas cenizas
recuperan el verdor al poco de caer al suelo y hacen que los hombrecillos
tocapelotas crezcan de nuevo!-exclamó Ibara, que, al estar a tanta altura desde
el bastón, podía ver el suelo con claridad.
No podremos
avanzar si no nos dejan en paz…-dijo Marah-… ¡Open Ether
Circuit! ¡Fire Bolt II!
Prendió fuego a
un hombre verde que le había arañado con bastante fuerza en una pierna.
¡Marah!-exclamó
Dalton-¿Estás bien?
Perfectamente.-dijo
la chica-Soy más dura de lo que parezco…
¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!-gritó
Yurika.
Girando sobre sí
misma constantemente, intensificaba el fuego de sus piernas para patear en
cadena a varios enemigos.
¡Cambio de
estrategia!-exclamó Freya-Si el problema es que no paran de crecer…vamos a
frenar ese crecimiento.
¡Lo he entendido
perfectamente!-exclamó Ibara, que dejó de bailar momentáneamente.
En cuanto se puso
a bailar de nuevo, provocó una granizada cuya fuerza comenzó a tirar al suelo a
las criaturas vegetales.
¡Ether Drive!-exclamó Marah-¡Blizzard III!
¡Ether Drive!-la respaldó Dalton-¡Dex Ether Ra!
Un prisma azul hecho
por Dalton atrapó a varios de los enemigos, congelándolos, a la vez que Marah
hizo lo propio con los aledaños.
A pesar del
granizo, el cuerpo gigante no dejaba de arder. Al calor del fuego, las piedras
de granizo se derretían y contribuían a formar un charco…un charco que tampoco
apagaba el fuego, sino que se evaporaba antes de conseguirlo.
¡Gracias por
haber entendido la idea tan rápido, chicos!-los elogió Freya-Tratad de
detenerlos, voy a ver qué puedo hacer con esa masa de llamas. ¡Yurika, Yamiyuki, venid conmigo!
Yurika, que había
vuelto a su forma humana porque la forma de fuego la hacía más sensible al
frío, y Yamiyuki, se acercaron a Freya.
Está bien,
Yurika…-dijo Freya-…al empezar, parecía que este combate iba a ser tuyo. No
obstante, las tornas han cambiado. Sin embargo, va a acabar siendo tuyo. Ahí
dentro hay un alma…un alma que podrás absorber para fusionarte con ella.
Yamiyuki, necesito que desvíes las llamas sin parar: necesitamos generar un
instante, aunque sea diferencial, en el que el cuerpo no arda.
¿Podremos crear
suficiente tiempo para Yurika?-preguntó Yamiyuki.
Sólo necesitamos
que esa cosa deje de arder.-respondió Freya-El alma pasará a Yurika de manera
instantánea y la aceptará.
Yamiyuki asintió
y comenzó a mover el fuego lejos del cuerpo. Como esperaban, conforme las
llamas eran arrancadas, iban apareciendo más y más. Freya aprovechó la
velocidad y el potencial del chico para apagar el fuego rápidamente con
hechizos creadores de charcos mientras éste todavía se estaba generando. Tras
varias repeticiones, vieron, en el tiempo de un parpadeo, aquella masa vegetal
ennegrecida sin ninguna llama. Un rayo azul saltó desde ella hasta el pecho de
Yurika, quien resistió el impacto y permaneció de pie…extrañamente fortalecida.
¿Qué ha sido eso?-preguntó
Metallurgy, que estaba disparando nitrógeno líquido con una manguera y un
tanque construidos por ella.
¡El nuevo poder
de Yurika!-exclamó Freya-Adelante, hazlo…como lo acabas de hacer. Te saldrá
bien.
Yurika dio un
paso al frente, se concentró y…una turbulenta burbuja la envolvió, creando
cortinas y cortinas de agua alrededor de su cuerpo, transformándola. El agua se
congelaba, se volvía a descongelar, se evaporaba, se condensaba…hasta que,
finalmente, Yurika volvió a dejarse ver, con toda la piel de color turquesa,
una falda vaporosa y larga de color aguamarina con adornos blancos, pulseras de
cristales de hielo en las muñecas y en los tobillos y una media capa de color
grisáceo encima de unas placas azules que sostenían sus senos. Su cabello se
había vuelto blanco y sus ojos, verdes azulados.
¡Qué guapa!-la
alabó Metallurgy con una sonrisa.
Está buena
siempre, la verdad…-susurró Itami.
Marah no daba
crédito a lo que veía.
Ésta es la magia
de la que te hablaba.-explicó Dalton-Lo mismo que usa Metallurgy para
transportar sus armas, y lo mismo que hace Freya en muchas ocasiones, así como
los efectos de los…llamativos…bailes de Ibara. Aquanika e Itami también usan
magia, aunque a él nunca lo he visto usarla.
Cuando quieras te
la enseño…-dijo Itami con una risotada.
¡JAJAJAJAJA!-rió
Ibara-Qué doble sentido tan cierto.
Obviemos eso,
Marah.-pidió Dalton-Son así.
Con elegancia y
solemnidad, Yurika lanzó una patada alta que generó una enorme onda de agua con
tal potencia que arrastró a todos los enemigos y los estampó contra la pared.
En esa posición, los cubrió con un perfecto prisma de agua que se mantenía
sobre sí mismo y que no tardó en congelarse. Finalmente, apuntó al bloque con
la palma de la mano e hizo que estallara en pedazos. Tras ello, volvió a su
forma original, algo cansada.
Estoy mucho mejor
que la última vez…-dijo Yurika.
Eso es buena
señal.-dijo Freya en señal de apoyo-Significa que te estás acostumbrando a tus
poderes.
Bueno…-intervino
Marah-…me encantaría conocer más a fondo todo lo que me habéis enseñado tan
gráficamente en este combate, pero me temo que el tiempo apremia. Algo grave
está pasando en este hospital, y temo por si hay más de esas criaturas. No dudo
de que podamos derrotarlas, pero sí me preocupa el pensar que podrían haber herido
a los pacientes o al personal…
Vamos a
dividirnos.-propuso Dalton-El edificio es demasiado grande como para ir todos
juntos punto por punto: necesitamos investigar las plantas de los pacientes, la
sala de monitorización, los bancos de información y las entradas a los
laboratorios, princpalmente.
Dividámonos en
cuatro grupos entonces.-asintió Freya-Como siempre, los grupos se harán con las
personas que mejor se compenetren entre sí. Somos diez, así que, de entrada,
seremos dos parejas y dos grupos de tres, ¿os parece bien?
Los demás
asintieron, algunos sinceramente y otros por inercia.
Está bien.-Freya
sonrió-Dalton, Marah y Nikola, iréis al ala de los pacientes: sois amigos de
toda la vida y tenéis a la persona más involucrada con los heridos. Aquanika,
irás con Ibara e Itami a las zonas de monitorización: nada mejor que una hacker
como tú para hacer el mejor rastreo en busca de señales de actividad, y así
controlarás que esos dos no dejen su trabajo por la pasión mientras ellos
controlan que tú no dejes tu trabajo por la concupiscencia pura. Yurika,
Metallurgy, vosotras iréis juntas a los archivos y demás almacenes de
información: la tecnología con la que contaréis será más que suficiente como
para hacernos con las ideas clave de la actividad de este lugar. Finalmente,
Yamiyuki y yo nos adentraremos en los laboratorios, pues parece lo más
peligroso…por no decir que estas criaturas apestan a trabajo de Arianelle
Blanchoret, a quien me gustaría partirle la cara en persona.
Es cierto…-dijo
Marah-…por eso no me he sorprendido demasiado al ver a esa cosa.
¿Conformes con la
organización?-preguntó Freya.
Nadie objetó:
sabían que Freya era implacable, y la mayoría estaban contentos con su grupo,
salvo Ibara, Itami y Aquanika.
En ese
caso…-Freya arqueó una ceja-… ¡manos a la obra!
Mola cada vez más Yurika, echo de menos el lado maternal de Metallurgy aunque se sigue viendo a veces en su relación con Yurika *_*
ResponderEliminarItami e Ibara siempre tan "pervertidos" jejeje
xDDDDDDDDDDD
Las buenas costumbres no se pierden. ¡Me alegro de que estés entretenida con esto!
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