REACTION
† WORLDS COLLIDE III †
Episodio
III · SOBERANO
Esta mujer es…la
generala Nokanys Lithzaladrell, la tercera persona más poderosa de su planeta y
de toda su especie.-las palabras de Dalton se asentaron firmemente en el
entendimiento de sus compañeros.
La segunda.-lo
corrigió la propia mujer, que parecía responder al nombre de Nokanys-¿No
recuerdas aquel bonito episodio?
¿De qué está
hablando?-preguntó Aquanika extrañada.
Es una noble en
su planeta.-explicó Dalton-Era la segunda al mando del ejército real, y la
tercera persona más poderosa del planeta, sólo superada por el jefe de dicho
ejército y el propio rey. No obstante, hace no mucho tiempo…mató a la mano
derecha del rey, convirtiéndose en jefa de la guardia real y…sí, la segunda
persona más poderosa de su especie.
Qué bonita
carrera profesional…-comentó Yurika.
Hablad de mí,
vamos, hablad de mí…-les dijo Nokanys-…es lo máximo que podréis alcanzar con
respecto a mi persona.
Me estás poniendo
enferma, sargento…-dijo Ayako, que se había incorporado y se acercaba de nuevo
a la noble militar.
Las máquinas no
enfermáis…os estropeáis…como me encargaré de que te pase ahora mismo.-respondió
Nokanys haciendo ademán de chasquear los dedos.
Con decisión,
Nokanys chasqueó sus dedos. Tras el resonante chasquido, se produjo una
explosión de llamas que barrió el cuerpo de Ayako y la volvió a propulsar
pasillo abajo.
¡AYAKO!-bramó Nikola.
Maldita seas…-escupió
Ayako mientras se levantaba-… ¡voy a joderte!
La mujer robótica
extendió sus brazos y juntó las manos, apuntando con ambas palmas hacia el
suelo a la vez que estiraba y separaba sus piernas formando un vistoso
triángulo con el suelo. Sus alas se abrieron hasta pegarse completamente a sus
hombros y comenzaron a brillar, dejando que de ellas aflorasen pequeños objetos
metálicos. Estas pequeñas masas flotantes se extendieron y tomaron forma: eran
unos contornos metálicos en forma de mariposa en cuyos centros había núcleos
electromagnéticos que inundaban los cuerpos de las mariposas de electricidad.
Oh, oh…-dijo
Metallurgy-…tengo una lectura un poco extraña en uno de mis aparatos de
bolsillo, puedo sentirlo vibrar…me parece que eso no es ninguna broma.
¡THUNDER
BUTTERFLY!-chilló Ayako.
Las mariposas
salieron disparadas, formando una especie de nube que avanzaba arremolinándose
hacia Nokanys.
¡A
cubierto!-exclamó Metallurgy, que había sacado el aparato de una de sus botas y
podía ver el aviso de la lectura.
Ibara e Itami
saltaron hacia atrás, Yurika hizo lo mismo, casi obligada por Metallurgy,
mientras que Aquanika dio varias volteretas alejándose y Dalton se tiraba al
suelo agarrando a Nikola consigo. Yamiyuki apretó los puños, pero Freya le hizo
un gesto para que se apartara y desplegó una barrera mágica que los protegió a
todos menos a Nokanys. Las mariposas comenzaron a impactar contra la militar,
así como contra las paredes laterales, el suelo y el techo. Además de dejar
imponentes arañazos, explotaban muy violentamente al contacto.
¡Esas pequeñas
cosas podrían ionizar el interior de un volcán en plena erupción, incluso yendo
contra su propia energía!-exclamó Metallurgy-¡Freya, es demasiado peligroso que
te quedes ahí! ¡Las explosiones tienen un radio ingente! Si tiran tu barrera…
No van a
tirarla.-dijo Freya-Apenas tintinea.
Entre el humo de
las explosiones vieron que Nokanys se giró hacia Freya y le sonrió con sadismo.
Apuntó a la barrera con la palma de la mano y la deshizo mágicamente,
permitiendo que las mariposas se acercaran al grupo, para sorpresa de todos.
¡ZORRA!-exclamó
Freya mientras se alejaba con piruetas a toda velocidad.
¡Llenad el
pasillo de protecciones!-exclamó Yamiyuki-¡ES UNA ORDEN!
El chico fue el
primero que intentó interceptar a las mariposas haciendo brotar un muro de
rocas con su poder de la tierra. Detrás de él, Ibara tendió una intrincada
malla de espesos eslabones de hielo con sus poderes naturales, seguido de una
brillante barrera mágica de Aquanika, un Ether protector de Dalton y una fuente
de campo de fuerza de Metallurgy recién sacada de su fábrica.
Aun con eso, los
ensordecedores impactos comenzaron a oírse. Las barreras eran fuertes, pero no
tanto como la magia maestra de Freya. Una a una, las barreras fueron devoradas por las mariposas, que se acercaban
amenazadoramente.
¡Vamos a tener
que adelantar esa investigación, doctor Tesla!-exclamó Yamiyuki mientras creaba
un nuevo tipo de barrera, esta vez de magma flotante.
¿La del control
por líquido?-preguntó Nikola mientras se alejaba de los amenazadores
proyectiles de quien fue su amada.
Sí.-dijo
Yamiyuki-¿Tienes claro cómo modificar el Emperor’s Flask para conseguir el
efecto que te proponía antes?
Tengo unas ideas
muy factibles.-dijo Nikola-No obstante, estoy lejos del laboratorio.
Eso nunca ha
importado.-dijo Yamiyuki-¡Voy a ir contigo ahora mismo!
Como obedeciendo
un comando, Metallurgy se irguió ante ellos y estiró un brazo, apuntando a la
pared con la palma de su mano. Un brillante aro dorado se dibujó.
Sólo tengo que
tener bien mentalizado el sitio al que deseo llegar con mis portales.-dijo
Metallurgy-Yo también te acompañaré.
¡Me encargaré de
enviar periódicamente nuestras coordenadas para el momento de vuestro
retorno!-exclamó Dalton-¡Cuidad muy bien de Nikola!
Está en buenas
manos.-asintió Yamiyuki-¡Vamos!
Yamiyuki,
Metallurgy y Nikola se fueron de allí, cerrándose el aro tras de ellos.
Bien…-dijo Freya-…ahora
sólo falta aguantar hasta que vuelvan.
Menuda…-oyó Freya
detrás de ella-…puta…mierda…
Ibara estaba
encaramada a su bastón, haciendo movimientos obscenos y lascivos. Trataba de
utilizar su control de las fuerzas electromagnéticas para absorber los impactos
de las explosiones y anular así la peligrosidad de las mariposas de Ayako, pero,
aun obrando su magia, aquello era complicado. Las demás mariposas que iban
llegando se veían rodeadas de un aura blanca y comenzaban a volar en círculos,
sin impactar contra nada: Aquanika había hecho un hechizo que le permitía
moverlas a voluntad.
¡Hay que
contraatacar!-dijo Aquanika-¡No podemos estar así toda la puta vida!
Freya asintió y
echó a correr hacia las enemigas mientras hacía gestos a los demás para que
aguantaran.
Ahora que Nikola
no está…-pensó Freya-…no hará falta que nos contengamos con Ayako. Si vuelve y
se la encuentra hecha trizas, se lo achacaremos a esta tal Nokanys y mataremos
dos pájaros de un tiro…porque esa mujer también forma parte de la estrategia…si
ni una ni otra son huesos que se dejen roer… ¡haz que se roan entre ellas!
En medio de su
carrera, Freya saltó hacia Nokanys, aprisionó su cuerpo con sus larguísimas y
fornidas piernas y, con un vigoroso movimiento de cadera, lanzó a Nokanys por
los aires contra Ayako.
Bien pensado…-dijo
Nokanys con sorna-…pero inútil, al fin y al cabo.
La militar dio
una voltereta aérea y cayó en el suelo ilesa, pero al lado de Ayako, quien no
dudó en dirigirle una patada. La llave de Freya no había dañado nada a Nokanys,
pero sí había cumplido el fin estratégico que la autora le había dado: Nokanys
y Ayako se habían vuelto a enredar en su pelea, quedando ellos libres y,
además, habiendo parado el lanzamiento
de aquellas peligrosas armas voladoras.
Freya se giró
hacia sus compañeros para decir algo, pero volvió a girarse al oír un fuerte
golpe. Nokanys había inmovilizado a Ayako con una llave y estaba castigando una
de sus piernas con una técnica de luxación de rodilla y cadera.
¡Maldita
sargento!-escupió Ayako.
¡Cierra el
pico!-le espetó Nokanys mientras forzaba su pierna-¡No puede dolerte, eres una máquina!
Es cierto, no
siento dolor…-Ayako sonrió mientras intentaba levantarse del suelo, cargando
con su propio peso y el de su contendiente-…pero tú sí, y voy a asegurarme de
darte a probar un poco…
¿Ah, sí?-se mofó
Nokanys-¿Tú y cuántos más?
De las manos de
la noble brotó una corriente eléctrica plateada que se condujo rápidamente por
todo el cuerpo de la robot, impidiendo sus movimientos.
Las máquinas os
calentáis.-dijo Nokanys-Pronto vas a quemarte. ¡De nada!
¡Eso ha estado
muy bien pensado!-elogió Yurika a Freya-Si se matan entre ellas, nos dejarán en
paz.
Hemos solucionado
un problema de este combate, pero se ha creado otro.-dijo Freya-Vamos a tener
que proteger a Ayako de Nokanys un poco para que no la destruya.
¿Qué estás
diciendo?-terció Itami.
¿Quieres que
perdamos a Nikola?-respondió Freya con dureza-¿Quieres eso?
Tal vez no sea
necesario hacer nada…-Ibara señaló a las dos combatientes.
Ayako se había
librado a duras penas del tormento de Nokanys, pero sus movimientos habían
perdido mucha calidad: era más lenta, más débil y menos certera. Seguía lanzado
vigorosas patadas y múltiples ataques electromagnéticos, pero la militar podía
evadirlos y burlarlos con facilidad.
Menuda mierda de
juguete…-se burlaba Nokanys mientras golpeaba a Ayako con rodillazos.
Creo que está más
que constatado que Nokanys es mucho más fuerte que Ayako…-dijo Freya-…vamos a
tener que terciar.
¡No me
subestimes!-bramó a Ayako apartando a Nokanys de sí con dos patadas-¡Voy a
borrarte del mapa! ¡Robot Spin!
Ayako hizo el
pino, separó sus piernas y comenzó a girar sobre sí misma a un ritmo frenético.
Mientras obligaba a Nokanys a bloquear tal sarta de patadas repetidas, lanzaba
rayos láser a través de las botas.
Insolente…-bufó
Nokanys cubriéndose con el faldón de su vestido, anulando con él todos los
impactos como si de una pared impenetrable se tratase.
La cola de ese
vestido antes no era tan grande como para cubrirla entera…-se fijó Ibara.
No es un vestido
común.-la informó Dalton-Es…
¡Penthesilea!-exclamó
Nokanys-¡Vamos a darle el golpe de gracia!
La mujer rubia
lanzó la cola de su vestido contra Ayako. En el lanzamiento, el trozo de tela
se hizo enormemente largo y ancho, aplastando a la androide contra la pared
como si la arrastrara una ola.
¡Hiyaaaaaah!-gritó
Nokanys.
Giró sobre sí
misma como si bailara y, agitando la cadera, condensó la cola del vestido en un
filamento estrecho y muy largo, como un gran látigo, con el que fustigó a Ayako
en el abdomen.
Mierda…-maldijo
Ayako, cuyo cuerpo había quedado empotrado en la pared.
¿Penthesilea?-Ibara
estaba extrañada.
Una larga
historia…-dijo Dalton.
¡Inútil!-gruñó
Nokanys-¡Voy a enseñarte lo que es bueno!
Introdujo las
manos en dos bolsillos secretos y sacó dos piedras bastante grandes, de un material
que nadie de los presentes reconocía. Las apretó un poco y comenzaron a brillar
y a transformarse hasta adquirir la forma de dos hachas.
Eso ha sido…-murmuró
Freya-… ¿alquimia?
Sí.-dijo
Dalton-Son muy dados a ella en su planeta. Puede jugar con la materia a placer.
En medio de una
cruel risotada, Nokanys cercenó las alas de Ayako con dos brutales hachazos,
dejándolas hechas añicos y difícilmente reconstruibles. Acto seguido,
transformó las hachas de nuevo en piedras vírgenes y volvió a guardárselas.
Tras ello, alzó su pierna izquierda, tras lo cual convirtió su bota en una
afilada y peligrosa púa cónica con la que, tras saltar hacia la altura de su
enemiga, comenzó a patearla rápidamente sin bajar el ritmo.
¡La está
vapuleando!-exclamó Dalton-Si Nikola llega y la ve en ese estado, tendremos un
grave problema…
Nokanys estaba
disfrutando pateando a Ayako, pero una de sus patadas se vio duramente
bloqueada. Una suela gigantesca interceptaba su pie. Miró hacia arriba y vio a
Freya aprovechándose de su gran altura para encajarse entre la pared y el
techo, logrando un apoyo suficiente para repeler su ataque.
¡Maldita
estúpida!-escupió Nokanys mientras aterrizaba de pie.
¡No puedo dejarte
que destruyas a Ayako!-exclamó Freya-¡Lo siento! ¡HAAAAAAAAAAAAAAH!
Con un vigoroso
grito de guerra, Freya se lanzó en picado hacia Nokanys y pisó brutalmente su
cara con los dos pies en una coz aérea con la que rebotó y se colocó frente a
su ahora contendiente.
Voy a hacer que
te arrepientas de haber nacido…-dijo Nokanys mientras lanzaba estocadas con sus
guantes convertidos en hojas cortantes.
Con las manos
desnudas, Freya comenzó a burlar los ataques de Nokanys y a responderlos con
llaves y proyecciones de Hapkido, Judo y Aikido entre otros estilos, pero casi
siempre la noble se teletransportaba antes de caer al suelo para aparecer
encima o detrás de Freya y responder con feroces ataques físicos valiéndose de
su vestido cambiante.
¡Tengoku no
Seiken!-exclamó Nokanys lanzando un golpe con el puño envuelto en una brillante
energía blanca azulada.
Freya agarró el
puño de Nokanys con la palma de su mano derecha, haciendo añicos la envoltura
energética.
¡No puede
ser!-pensó Nokanys-El Tengoku no Jutsu es una de las artes marciales más nobles
y destructivas de mi planeta…una terrícola normal no puede burlar un ataque de
ese estilo así…
¡CAE!-chilló
Freya mientras le hacía una llave tan rápida y súbita como el golpe de un
pistón en un motor.
Nokanys por fin
estaba en el suelo. Freya aprovechó para inmovilizarla con unas maniobras de
bloqueo articular, pero, al intentarlo, tuvo que saltar rápidamente lejos de
ella: su cuerpo se había vuelto corrosivo al contacto.
¿Sorprendida?-preguntó
Nokanys levantándose dignamente.
Su magia es muy…-susurró
Freya-…
¡Gózalo
ávidamente!-bramó Nokanys apuntando a Freya con la palma de su mano izquierda.
Un enorme rayo de
agua salió disparado a gran velocidad hacia la chica de cabello azul.
…
¡salvaje!-terminó de describir.
Freya comenzó a
conjurar magia con sus manos, parando el impacto y dividiendo el rayo en
múltiples chorros desbocados que comenzaron a congelarse y a llenar los
aledaños de Nokanys de bloques de hielo.
Has desafiado a
la maga equivocada…generala Nokanys.-dijo Freya terminando la grácil danza
mágica que había ejecutado para desviar y congelar el rayo.
Cuando, en medio
de su giro, sus ojos se cruzaron con los de la noble, Freya chasqueó los dedos,
provocando que todo el hielo explotara y arreciara contra Nokanys, que se vio
fuertemente empujada lejos del grupo.
¡Bien
hecho!-exclamó Dalton-¡Vamos a asegurar a Ayako ahora!
¡Y UNA REAL
MIERDA!-bramó Ayako despegándose de la pared-¡VOY A ACABAR CON TODO!
Con un rostro
lleno de expresiones psicópatas, la malograda Ayako saltó al suelo y, de pie,
comenzó a hacer brillar todos los cristales de su cuerpo.
¡ES HORA DE
PONERSE REALMENTE SERIOS!-Ayako chillaba como una posesa-ETHER LOOP EXECUTION:
¡A2-MODE! ¡ETHER SPEAR! ¡DEFFENSIVE! ¡OFFENSIVE! ¡ETHER SHIELD!
Los Ether
fortalecedores comenzaron a resplandecer alrededor de Ayako, cuyas alas intentaban
regenerarse.
Si utiliza un
Ether curativo, se recuperará y nuestros esfuerzos habrán sido en vano…-dijo
Dalton algo nervioso.
¡Eso no
sucederá!-exclamó Yamiyuki tras aterrizar elegantemente a su lado.
Dalton miró hacia
atrás: de un aro mágico recién dibujado salía Nikola, seguido de Metallurgy.
Perdonad por el
retraso…-dijo un fortalecido Nikola-…pero lo bueno se hace esperar. Os presento
el trabajo conjunto de la doctora Metallurgy Watanabe, el doctor Yamiyuki Kuroi
y un servidor, el doctor Shogun Nikola Chou Tesla.
Metallurgy los
saludaba a todos con las manos alegremente, intentando reconfortarlos, mientras
que Yamiyuki se sonreía con satisfacción. Con solemnidad, Nikola sacó un matraz
de su bolsillo con una forma algo distinta. El líquido de su interior no era
rojo, era rosa fucsia, y brillaba con intensidad.
Ayako…-dijo
Nikola en un tono casi inaudible-…te amo.
¿Preparados?-preguntó
Yamiyuki con confianza y seguridad.
¡Vamos,
Nikola!-lo animó Metallurgy.
¡Sovereign’s
Flask!-gritó Nikola mientras lanzaba el matraz hacia lo que quedaba de la mujer
que amaba.
De tres matraces
invertidos en aquella cruenta pelea, aquél fue el primero que Nikola lanzó con
sus propias manos. El líquido no empapó a Ayako, sino que se coló por
todos los resquicios que Nokanys le había hecho, sin dejar ni una mancha, ni
siquiera una gota. Los cristales de la armadura de la androide se apagaron,
permitiendo a Dalton anular todos sus Ether con una secuencia de borrado.
Esperando…-dijo
Ayako temblorosa-…órdenes.
Éste es un
contrato vitalicio.-dijo Nikola-¿Obedecerás a este científico contratante siguiendo
las leyes de la Robótica de Sir Isaac Asimov?
Así lo
haré.-respondió Ayako taimadamente.
Está bien.-dijo
Nikola con una sonrisa y lágrimas en los ojos-Ahora duerme. Duerme, Ayako, y
recupérate…o, mejor, espera…porque te recuperaremos.
Metallurgy hizo
un gesto, y uno de sus aros de transporte apareció detrás de Ayako. Un enorme
contenedor abierto fue empujado desde el otro lado, atrapando a la mujer
robótica en su interior y sellándose automáticamente. Se hizo el silencio.
¡Bingo!-exclamó
Metallurgy levantando el gigantesco contenedor con una mano, sin miedo a
sorprender a nadie por su exagerada e inexplicable fuerza física-¡Nuestro
trabajo ha sido un éxito! ¡Yamiyuki, Nikola, enhorabuena!
Igualmente.-respondió
Yamiyuki con una sonrisa.
Metallurgy hizo
pasar el contenedor por otro de sus aros, haciendo desaparecer del combate
definitivamente a la problemática Ayako.
La dejaré abajo
hasta que salgamos de aquí y podamos trabajar con ella.-dijo Metallurgy con una
sonrisa amable.
Maldita bruja…-dijo
Nokanys, que se había recuperado del golpe mágico anterior y se estaba
levantando.
Ah, te
equivocas.-dijo Freya sonriendo-Yo sólo soy una maga. La bruja es la chica del
cabello rosa.
¡Generala!-exclamó
Dalton-¡Éste no es el camino correcto! ¡No tenemos que pelear entre nosotros!
¡Podría haber
vuelto a mi planeta sin cruzarme con vosotros!-bramó Nokanys-¡No tendría ganas
de mataros de haber sido así!
¿Es lo que
quiere?-preguntó Dalton-¿Desea volver a su planeta?
Sabes que odio la
Tierra.-le respondió-Así que…aprovechando que ha habido un pliegue de cinco de
vuestros milenios…he decidido aprovechar la evolución tecnológica para largarme
de aquí para siempre. ¡Por fin una nave de mi planeta! ¡No dejaré que
estropeéis mi regreso a casa!
¿Un pliegue?-se
extrañó Yamiyuki-Entonces…Nokanys aterrizó en la tierra… ¡¿en nuestros días?!
¿Cómo es que
conoce tan bien a Dalton de ser así?-preguntó Freya-Se supone que tienen
relaciones diplomáticas…
Se hizo el
silencio de nuevo.
Creo que Nokanys
existe dos veces.-dijo Freya-Es demasiado complicado como para hablarlo en
territorio enemigo. ¿Por qué no atravesamos la puerta que custodiaban Verónica,
Ayame e Ikaruga?
Hecho.-dijo Yamiyuki
después de hackear el control de apertura.
Nada más abrir la
puerta, los recibió una ingente explosión.
¡Maldita
sea!-oyeron y vieron maldecir a Shiroi-¡Ha salido mal! ¡Nos han descubierto!
¡Será mejor que
nos vayamos de aquí!-respondió Arianelle.
¡Están todos
ahí!-exclamó Yamiyuki-¡Es la hora de la batalla final! ¡Vamos a aplastarlos!
¡SÍ!-exclamaron
todos los demás a coro.
Entraron en
tropel en la sala y vieron en su centro un enorme núcleo verde con forma
esférica que estaba girando sobre sí mismo y absorbiendo los muebles y todo el
instrumental que había en la sala.
¡No tenemos
tiempo para jugar con vosotros!-gritó Shiroi-¿Y el juguetito?
¡Con lo bien que
me había quedado!-protestó una voz masculina.
Se giraron y
vieron a un hombre que no habían visto nunca. Metallurgy quedó conmocionada.
¡Tú!-exclamó la
joven de cabello blanco-No puede…ser…
¿Con lo bien que
le había quedado?-preguntó Nikola alzando la voz-¿Tú has hecho esa atrocidad
con Ayako?
La esfera verde
hizo implosión, causando una vorágine en la sala.
¡Eso ha sido una
bomba de absorción!-exclamó Dalton-Es un arma usada por… ¡por ellos!
¿Quiénes son “ellos”?-preguntó
Freya.
El AUTÉNTICO
ejército de defensa.-dijo Dalton-Amigos, aliados, verdaderas personas justas.
Mi guardia personal, los que nunca se corrompieron. ¡Han venido a acabar con
esta guerra!
Como si lo
hubieran oído, varios robots armados de gran tamaño comenzaron a ametrallar las
ventanas de la sala, que, al parecer, daban al exterior, al cielo.
¡Vámonos
fuera!-exclamó Verónica mientras abría un círculo de sombras-¡Por aquí! Nos
llevará al lugar de reunión que ya sabéis.
Freya chasqueó
los dedos. Un brillo momentáneo en sus ojos le provocó una feroz sonrisa: el
portal de oscuridad que había abierto fue cerrado súbitamente.
¡ALTO
AHÍ!-exclamó la piloto de uno de los robots a través de una potente megafonía,
revelando que era una mujer por su timbre de voz-¡Estáis arrestados!
¡Las cosas no
pueden ir a peor ahora mismo!-Shiroi golpeó una pared de un puñetazo.
¡Eso tendría que
decirlo yo!-le espetó Nokanys.
¿Quién coño eres
tú?-respondió Shiroi con muy malas formas.
¡Tu peor
pesadilla, hijo de…-intentó responder la noble.
Una bomba
cegadora fue arrojada en el interior de la sala. Tras el momentáneo destello,
vieron a una mujer…a la que asociaron rápidamente con la voz que sonó a través
de aquella máquina de combate. No tardó en mirar a Dalton y sonreírle, y éste
no dudó en devolverle la sonrisa.
Muy energético el capítulo, me gusta que hayan salvado a Ayako, creo que uede serles útil.
ResponderEliminarPor cierto creo que hay un error. Pones que el líquido rosa empapó a Metallurgy pero será que empapó a Ayako no?
Voy a por el siguiente cap.
Sí, es un error. ¡Muchas gracias, tanto por el error como por leerme y comentar siempre! ¡Que sigas disfrutando!
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