COALESCENCE
†
WORLDS
COLLIDE II †
Episodio XIV · PODER ORGANIZADOR
No
perdieron ni un segundo. Lo primero que hicieron fue recorrer el edificio
guiados por Dalton.
En esta
sección están los dormitorios.-dijo Dalton al pasar por un enorme pasillo lleno
de puertas idénticas-Son unipersonales y lo suficientemente cómodos. Podéis
ocupar el que queráis, pero es aconsejable que estemos cerca los unos de los
otros por si nos sorprende el peligro en medio de la noche. Cada dormitorio tiene su propio cuarto de
aseo, incluyendo sanitarios, duchas y cualquier otro útil de uso cotidiano.
Podréis usar el terminal de configuración para que aparezca vuestro nombre en
la placa que hay fuera, lo que nos permitirá identificar nuestras habitaciones.
Tras
visitar los dormitorios, que eran mucho más grandes de lo que esperaban, Dalton
les enseñó los enormes depósitos de información, las cocinas, los estudios, los
salones de entrenamiento y el resto de instalaciones significativas.
¿Esto
es un refugio o un hotel de lujo?-preguntó Ibara mientras caminaba junto a los
demás.
Como os
decía, para vosotros esto puede ser más de lo que acostumbráis a recibir en
alojamientos de pago.-respondió Dalton-Nos llevamos unos cinco mil años…o en
eso concluimos la última vez que hablamos. Nuestros hoteles más lujosos son
infinitamente más grandes y cómodos que esto, si bien esto tampoco está
construido para ser incómodo.
Hay una
instalación más que me gustaría ver.-señaló Freya.
Será un
placer.-respondió Dalton asintiendo con la cabeza.
El
hangar.-dijo Freya-Hemos accedido al edificio por él, pero no hemos podido ver
los vehículos de los que dispones. Tal vez sea pedirte demasiado, pero
necesitaremos acercarnos a diversos sitios para retomar nuestras pertenencias.
Tras un
corto paseo, llegaron al hangar. Como todos esperaban, no reconocían los
vehículos que había estacionados, y había una gran variedad: para una persona,
para varias personas, aéreos, terrestres, polivalentes…
¿Podríamos
disponer ahora mismo de transportes ligeros, poco llamativos y
rápidos?-preguntó Freya.
Desde
luego.-dijo Dalton-Si estáis acostumbrados a trabajar con maquinaria o a
conducir vehículos, no creo que tengáis problemas en su manejo: su diseño está
pensado para ofrecer un control intuitivo, seguro y preciso.
¿Alguien
de los presentes no sabe conducir?-preguntó Freya para cerciorarse.
Nadie
respondió.
Me
alegra ver eso.-continuó Freya-Nuestros puntos clave son nuestros hogares:
sería conveniente que viajásemos hacia ellos para ver en qué condiciones están,
especialmente la fábrica de Metallurgy, por cuestiones de logística.
Me
atrevería a decir que mi edificio está a salvo.-dijo Metallurgy-Si no fuese
así, nada de lo que saco de él estaría en el sitio donde pienso que está y, por
tanto, mis técnicas no funcionarían. Si soy capaz de sacar un soplete o un
martillo con mi magia es porque sé dónde los guardo en su lugar de almacenamiento,
así que…creo que no ha pasado nada. No obstante, me pasaré a ver qué ha sucedido.
Iré sola, si no es molestia. Y aprovecho para hablar con Yamiyuki de un asunto
que, aunque no sea de máxima prioridad, nos acabará viniendo bien…
¿De qué
se trata?-el chico se inclinó hacia su compañera.
¿Podría
hacerle un pedido a tu empresa para mi fábrica?-preguntó Metallurgy-Necesitamos
varios camiones llenos de circuitos integrados de las características que tengo
apuntadas en esta hoja de inventario…
Con su
magia, la chica permutó un folio lleno de datos y se lo tendió al chico.
Haré lo
posible por suministrarlo en breve.-dijo Yamiyuki-No sé cómo estarán las cosas
en la K.E.I. ahora mismo, y tendría que hablar con los jefes de la empresa en
persona para cerciorarme en este momento tan crítico.
Te lo
pagaré bien.-Metallurgy sonrió-¡Gracias!
Siguiente
punto: la universidad de Yurika y el libro.-continuó Freya-Sea como sea,
tendrás que tener ese instrumento cerca si no quieres enfermar…o algo peor…mientras
estamos lejos de nuestras vidas normales.
Iré a
la universidad a cogerlo.-dijo Yurika-No tengo más que tomar prestada una de
esas motocicletas voladoras y valerme de un GPS para encaminarme. Con el
revuelo que se ha montado, dudo que tenga demasiada oposición en el camino.
Mi casa
está en buen estado.-dijo Ibara-Hemos pasado Itami y yo por allí para cambiarnos
y echar un polvo.
Ya que
Itami y tú hacéis un gran equipo, dudo que os importe pasar algo de tiempo por
vuestra cuenta.-dijo Freya-Iréis a vuestros hogares, a los dos, y los
revisaréis en profundidad. Para terminar, Yamiyuki y yo iremos cada uno a donde
consideremos pertinente echar un vistazo: el pluriempleo y las vidas múltiples
nos van a pasar cierta factura para ponerlo todo en orden, pero no será nada
que no podamos resolver.
Creo
que tengo algo que os va a gustar.-dijo Dalton-Observad.
Dalton
extendió la mano, activando un contenedor de almacenamiento invisible del que
salieron múltiples aros de aspecto metálico atados a pares con un pequeño
cable.
¿Qué es
eso?-preguntó Metallurgy con curiosidad.
Mecanismos
de acceso rápido.-explicó Dalton-Rompéis el cable que los ata y colocáis cada
uno de los aros en los dos puntos que queráis intercomunicar, permitiéndoos
teletransportaros de un lugar a otro.
Cada
uno de los miembros del grupo tomó un par de aros.
Tal vez
me abstenga de usar el mío por motivos de seguridad.-dijo Freya-Además, sé
teletransportarme con magia. No obstante, agradezco mucho tu cooperación y
estoy segura de que nos serán útiles. ¿No le has dado unos aros a Nikola?
Puedes
cogerlos, no hay ningún problema.-dijo Dalton girándose hacia su amigo-Respecto
a tu duda, Freya, me complace informarte de que los aros tienen un sistema de
captación e identificación de impulsos cerebrales que los hace de uso personal
e intransferible, de imposible hackeo.
¿Dónde…-preguntó
Nikola.
Abajo.-dijo
Freya-¿No tenías un laboratorio? Podremos valernos de la totalidad de la
extensión de las alcantarillas, ahora indefensas y deshabitadas, para extender
tus instalaciones total y absolutamente como tú desees. Cuanto más, mejor.
Una
consideración muy inteligente.-dijo Nikola-Entonces, ¿voy abajo a ver qué puedo
rescatar?
Sí.-asintió
Freya-Dalton, me sabe mal dejarte solo, pero, por otra parte, has hecho tanto
por nosotros que no creo que pueda pedirte más…
Si no
os importa, voy a trabajar por mi cuenta en una cosa.-dijo Dalton-Tengo que
revisar las armas que hemos tomado y comprobar su funcionamiento. Como experto
en artes cíbridas, no dudaré en incorporar a mi equipo cuantas vea adecuadas
para mi manejo.
Está
bien.-Freya sonrió-¿Nos desplegamos?
Todos
asintieron. Metallurgy se dirigió a un vehículo pequeño de color blanco que
parecía bastante ligero. Al echar a andar, se chocó con Nikola, que había
emprendido una marcha en sentido contrario.
¡Ay!-Metallurgy
se apartó, llevándose una mano a la nuca-Lo siento…
No te
preocupes, no ha sido nada.-Nikola esbozó
una sonrisa-Oh, se te ha caído esto…
Nikola
se agachó y agarró una herramienta de Metallurgy. Antes de devolvérsela, la
observó con curiosidad.
¿Qué es
esto?-preguntó Nikola extrañado mientras se la tendía.
Es una
llave fija de dos bocas.-dijo Metallurgy con una sonrisa mientras jugueteaba
con ella-Se trata de una herramienta básica.
Nikola
no dejaba de mirarla pensativo.
Has
dicho que tienes una fábrica, ¿verdad?-preguntó Nikola.
Sí, así
es.-Metallurgy sonrió ampliamente-¡Mi orgullo!
¿Podrías…-preguntó
Nikola algo cohibido.
Mientras
dialogaban, todos los demás se habían dispersado, quedando ellos dos y Dalton
en el hangar.
No
habrá mayor problema.-dijo Metallurgy-Nos vemos pronto, espero…
Claro
que sí.-Nikola asintió con la cabeza.
La
chica tomó el vehículo que le había gustado y echó a volar. Acostumbrada a
manejar grúas, apisonadoras, tuneladoras, excavadoras y demás maquinaria
pesada, aquello le parecía sencillo. Por su parte, Nikola tomó un vehículo
bípedo terrestre y lo hizo correr hacia las alcantarillas. Dalton se quedó solo
y comenzó a descargar las armas que habían introducido en el vagón de
emergencia, que estaba estacionado al final de un riel de entrada en
condiciones precarias.
Ya
está.-dijo mientras movía los sofisticados instrumentos a una mesa de trabajo
autopropulsada que los llevaría a un taller de manipulación y análisis-Ya
puedes salir a saludar.
Mientras
la mesa se iba sola hacia el lugar indicado por el chico, el silencio envolvía
el ahora mucho más vacío hangar.
Te he
oído chasquear los dedos mientras los demás se iban.-dijo Dalton al aire-No sé
qué maniobra habrás o habréis puesto en marcha, pero sé que no estábamos solos.
Desconozco cómo has podido entrar, pero… ¡sabré cómo vas a salir porque te voy
a echar!
Notó un
calor inexplicable en la zona que estaba detrás de él. Se giró y se apartó a
tiempo para no ser devorado por un chorro de fuego violeta. Tras él estaba su
autor: el chico que era igual que Dalton pero algo más alto y con el cabello y
los ojos de distinto color.
¡Oh,
no, mierda!-exclamó Dalton-¡Tú!
El
joven misterioso sonrió y se lanzó a por Dalton con una combinación de
peligrosas patadas que liberaban arcos de corrosiva oscuridad. Con ágiles
volteretas, Dalton esquivaba los impactos y planeaba un contraataque.
¡Open Ether Circuit!-exclamó-¡Aura Blast!
Una explosión
de luz blanca golpeó al joven de ropas negras, pero no surtió ningún efecto.
. . .
¡Bendita
cobertura!-le decía Freya a Yamiyuki por el móvil-Mi casa está intacta. ¿Qué
tal la tuya?
Todo en
orden, aunque la masa urbana que la rodeaba se ha convertido en…futuro.-dijo
Yamiyuki-Voy a tomar algunas pertenencias, a ducharme, a cambiarme de ropa y de
vuelta al edificio común. ¿Alguna pega?
Para
nada.-dijo Freya-Yo voy a hacer lo mismo. Voy a visitar también todos los
lugares donde trabajo…me encargaré asimismo de mover hilos en tu universidad
para que podamos seguir trabajando en lo que de verdad importa: la salud del
Universo. Harás bien en volver: no me gusta la idea de estar separados y solos
en estos momentos, si bien era necesario hacerlo para ahorrar el tiempo que
habríamos perdido yendo todos juntos a todos los lugares que necesitamos
visitar.
En
menos de lo que canta un gallo volveremos a estar planificando nuestra
estrategia de avance.-dijo Yamiyuki con optimismo-Espero que no pase nada fuera
de lo normal y nos veamos todos pronto…
Lo
mismo digo.-respondió Freya-Será mejor que colguemos y sigamos con nuestras
tareas.
. . .
Nada
nuevo en mi casa.-decía Ibara mientras caminaba junto a Itami-Menos mal que la
tuya está cerca…
Puedo
verla desde aquí.-respondió Itami oteando el horizonte-Se adivina intacta, pero
será mejor que nos esperemos a verla por dentro.
Mientras
caminaban a paso ligero, sintieron dos presencias.
Hombre
y mujer.-dijo Itami-Tres metros a la redonda. Altura no superior a siete
metros.
Encima
y detrás de nuestras cabezas.-añadió Ibara-Clásico, pero inútil.
Se
están reubicando constantemente.-dijo Itami mientras olfateaba el aire-Creo que
están describiendo círculos muy rápido para caer sobre nosotros por donde menos
nos esperemos.
Tendría
que haber cogido los dildos de mi casa.-dijo Ibara-Los habría convertido en
coladores con ellos…
No
gastes tus juguetes demasiado, Ibara…-dijo Itami-…huelen a las típicas personas
que están buenas pero que no valen una mierda más allá de eso.
¿Niños
de papá?-preguntó Ibara-¿Lerdos? ¿Falsos? ¿Incompetentes?
Una
extraña y repulsiva mezcla de todo…-dijo Itami-…los conocemos…los hemos visto
hace poco…y… ¡aquí vienen!
¡Ya
tardabais en aparecer, pequeñas manchas de mierda!-exclamó Ibara mientras
sacaba una larguísima cadena del escote.
La
chica blandió la cadena y comenzó a girar sobre sí misma como una bailarina. El
larguísimo instrumento metálico describió un círculo que barrió sus alrededores
con una larga y afilada punta piramidal en el extremo. Pegado al cuerpo de su
novia, Itami se resguardaba de ser fustigado. Dos masas ágiles y decididas
cayeron del cielo como rayos, chocándose contra la cadena y viéndose obligados
a saltar hacia atrás y recuperar el equilibrio en el aire para aterrizar en el
suelo.
No
puedo creerme que seáis partícipes de toda esta mierda sólo para perseguirnos…-dijo
Itami-… ¿sois conscientes de hasta qué punto estáis siendo patéticos? Ibara,
vamos a darles una paliza, ¡me tienen harto!
Totalmente
de acuerdo, mi dulce y sarnosa mascota.-dijo Ibara mientras tensaba la
cadena-¡Al infierno con vosotros!
Creo
que estáis sacando conclusiones precipitadas…-dijo la chica.
¡Cierra
tu boca de pija ignorante!-le espetó Ibara-¡Sé a por lo que has venido y quiero
demostrarle al mundo que, por no coincidir tu edad mental con tu edad física,
no te das cuenta de que NO TE PERTENECE!
Tan
dura como siempre, Ibara…-añadió la chica.
La
última vez que te salté encima de esa cabeza hueca dejé bien claro que no
quería volver a verte.-le respondió Ibara-Ni a ti ni a tu amiguito.
La
chica tenía una larga melena verde botella recogida en una trenza con un lazo
blanco. Sus ojos, de color ámbar, eran afilados. Era alta, pálida y de figura
pronunciada, con caderas anchas y grandes pechos, aunque no tanto como los de
Ibara. Vestía un traje de ejecutiva de chaqueta y pantalón blancos, camisa rosa
y corbata marrón. Zapatos de tacón alto negros.
Ibara,
reina, no hemos hecho nada para que te pongas así…-intervino el chico.
¡Ni se
te ocurra llamarla reina!-le gritó Itami-¿Qué confianzas son ésas?
Ibara
fustigó el suelo con la cadena.
Emperatriz,
tirana…zorra…-dijo Ibara-…será lo único que pueda asociar conmigo cuando
hayamos acabado con él y con esa…pelandrusca.
El
chico tenía el pelo de color verde azulado, bastante largo y liso, repartido en
mechones colgando a ambos lados de su cabeza. Sus ojos eran de un color rosa
muy intenso, casi rojo, como un caramelo de fresa. Vestía un chaleco negro
abierto con plumas alrededor de los hombros, un pantalón asimétrico con una
pernera gris y recta y otra acampanada de cuadros de distintos tejidos y
colores y botas negras militares. Vendas grises en las manos.
Nos han
prometido que tendremos todo lo que queramos si luchamos y ganamos.-dijo el
chico-Somos personas incapaces de rendirnos. ¡Valientes y perseverantes hasta
el final!
Tienes
más estilo que la pija de tu amiga, pero gozáis de la misma cabeza hueca.-soltó
Itami-¿De verdad os habéis unido a ese canalla para revivir mierdas del colegio?
¿Cómo
puedes ser tan insensible?-preguntó la chica-¡Son nuestros deseos, nuestros
sentimientos, nuestras metas! ¿Habéis abandonado vosotros las vuestras? ¡NO!
¡Estáis luchando para cumplir vuestros sueños! ¡No podéis echarnos en cara el
hacer lo propio con vuestras vidas! Eres muy insensible, Itami, ¿lo sabes? No
obstante, yo…aún te…
No
termines esa frase.-siseó Ibara-No lo hagas. No es lo que pretendáis o lo que
vengáis a hacer…no, no…LO QUE ME ESTÁ QUEMANDO EL COÑO ES QUE SEA LEGAL QUE EN
ESTE PUTO MUNDO DE MIERDA GENERALIZADA PUEDA EXISTIR GENTE TAN ESTÚPIDA E
INMADURA COMO VOSOTROS. ¡ESTÁ MUY BIEN TENER SUEÑOS, PERO NO OFUSCARSE CON
GILIPOLLECES!
¡No es
ninguna tontería, Ibara, no sabes lo que sentimos!-exclamó la chica de pelo
verde.
Mira,
pija de mierda…-dijo Ibara-…ofendes a quien te mire, y no lo digo por tu
carencia de estilo al vestir, que también tiene lo suyo…ofendes el concepto de
sueño, de meta, de objetivo… ¡estáis estancados con una MIERDA de niños
pequeños! ¡Pasad la puta página!
Pija
esto, pija lo otro…-repitió indignada la joven de la trenza-… ¿no sabes decirme
otra cosa? ¿Te digo yo a ti gótica, steampunker, visual o como narices vistas
cada día con ese gigantesco armario lleno de estilos? Te he llamado por tu
nombre: Ibara. A diferencia de ti, no me importa lo que seas, sino a quién
representas en mi vida…
A mí
también me da igual que vistas de una u otra manera, pero me gusta demostrarte
de manera explícita y pesada lo infantil que eres al picarte por todo...-respondió
Ibara-Ikaruga. Porque era ése tu nombre, ¿no?
Lo
recuerdas perfectamente.-dijo la chica, que parecía llamarse Ikaruga-Ayame,
creo que no van a atender a razones… ¡es hora de darles duro! ¡Vamos a
demostrarles lo que hemos aprendido desde que no nos vemos!
Vamos a
hacerles un desgarro anal que no se les pueda curar.-dijo Itami-Tanta estupidez
me nubla.
. . .
La
universidad estaba desierta y llena de carteles sensacionalistas. Yurika echó a
andar hacia la biblioteca sin encontrar a nadie a su paso. Al llegar a la
dependencia, se la encontró tan vacía como el resto del campus. Se acercó a
donde estaba el libro que la tenía atrapada, maldiciendo el momento en el que
se topó con él. Conforme se acercaba, notaba que la temperatura de la sala
aumentaba leve pero notablemente. ¿Habría encendido alguien la calefacción? ¿Se
trataría de algún refugiado enloquecido que se había hecho una hoguera con
libros? Tras pocos pasos negó todas esas suposiciones a la vez que deseaba que
así hubieran sido: el libro estaba flotando en el aire, abierto, emitiendo una
luz muy caliente y brillante que estaba absorbiendo a sus compañeros de
aventuras, a los que también estaban malditos por el libro.
¡Yurika!-gritó
uno de los chicos al verla llegar-¡Sálvanos! ¡Tú eres la más fuerte de
nosotros! ¡No dejes que nos engulla! ¡Lo hemos oído! ¡No nos soltará!
¡Hay un
escritor!-añadió una chica-¡Nadie está a salvo!
¡Chicos!-exclamó
Yurika-¿Hay algún monstruo dentro? ¿Entro a luchar?
¡NO!-gritó
el chico del principio-¡Sácanos desde ahí! ¡Tira de nosotros! ¡La magia nos
conectará!
Al
intentar acercarse a ellos para coger sus cada vez más hundidas manos, el libro
se cerró de golpe, apagándose y ahogando los desesperados y resonantes gritos
del grupo de jóvenes.
No
puede ser…-Yurika se llevó las manos a la cara.
El
libro voló, pero no se posicionó en su hueco de la estantería, sino que pasó de
largo con respecto a la joven, que se giró y vio que había aterrizado en la
mano de un niño de corta estatura. Llevaba puesta una camisa blanca algo
arrugada, pantalones rojos, calcetines blancos y zapatos marrones. Un corto y
desordenado cabello de color verde hierba. Piel pálida y ojos de color rosado
con dejes anaranjados.
¿Quién
eres tú?-gritó Yurika.
El niño
se limitó a sonreír macabramente.
¡Devuélveme
ese libro!-exclamó Yurika-¡No es para niños! ¡No es un juguete!
La
sonrisa de aquel niño tan bajo se intensificó, por lo que Yurika pensó que
tenía algo que ver con todo aquello.
¿Quieres
el libro?-el chico habló. Su voz era muy infantil, tanto por su corta edad como
por su marcada personalidad juguetona e inmadura-¡Quítamelo!
Un
renacuajo como tú no tiene fuerza suficiente como para vérselas conmigo.-dijo
Yurika con seriedad-Tiéndeme ese libro y hablaremos con calma, ¿vale?
¡Dale
una patada!-exclamó el chico-Podrá salir volando de mi mano…y tú eres famosa
por tus patadas, ¿no es así, maga de las piernas metamórficas?
¡Maldito
crío!-gritó Yurika-¡Seguro que eres un monstruo disfrazado de niño intentando
engañarme! ¡Trágate ESTO!
Yurika
transformó su pierna izquierda en una pata de armadura muy pesada con una gran
bota e intentó golpear al niño en el estómago, pero éste abrió el libro y
provocó que la pierna de la chica volviera a su forma original a la vez que un
aro de magia negra la estrangulaba dolorosamente. Entre gemidos, la chica
intentó arrancarse aquella cosa con las manos mientras caía arrodillada al
suelo, notando cómo le faltaba cada vez más aire.
Adoro a Metallurgy ¿Por qué? porque es leal y adorable. La sinceridad de Ibara me mata "Hemos ido a echar un polvo" JAJAJAJAJAJA puta diosa!!! Freya es que es perfecta, que mente pensante joder, todo calculado al milímetro no se le escapa ni una. Nikola también es adorable, debería hacer pareja con Metallurgy, dos mega adorable juntos y sería el colmo, podría vomitar arcoiris. Y quién es esa pareja nueva?
ResponderEliminar¡Me llena de orgullo y satisfacción leer este comentario! Veo que Nikola también está calando entre el público...me alegro, me alegro...y respecto a la pareja y al niño que me has dicho en Twitter... ¡lo sabremos en próximos episodios! Tienen tela todos...
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