TAIMANIN
YAMIYUKI
Episodio 77: Choque de puños y acero
Grant aún tenía la cabeza dolorida
por el fortísimo golpe que Rito le había dado contra la pared.
Me acabas de llamar incompleto
porque he pasado por una cirugía de extirpación.-recapituló el soldado-¿Cómo
vas a llamarte a ti mismo una vez cuentes todas las partes que te van a faltar
cuando acabe contigo?
Rito Sonozaki, como llevo
llamándome dieciocho hermosos años.-respondió el Taimanin cruzándose sonriente
de brazos.
O lo que quede de ti, mejor
dicho.-lo corrigió Grant mientras se ajustaba las gafas con una mano-Y ya te
anuncio que será poco.
No adelantemos acontecimientos.-repuso
Rito-Aún no hemos empezado a darnos de golpes.
Eso tiene fácil arreglo.-respondió
el militar con una sonrisa arrogante mientras apuntaba a su enemigo asiendo su
bastón como si fuera un estoque.
Esa cosa hace mucho daño.-recordó el Taimanin-Al no haberlo tenido nunca en mis manos, no sé qué tecnología puede
tener, pero, si nuestras teorías son ciertas, quedamos en que excitaba los
nervios produciendo dolor intenso que no podría justificarse con la mera fuerza
del impacto del bastón. Tendré que andarme con cuidado y no dejar que esa cosa
me toque. Por suerte, mi arma personal permite mantener las distancias mucho
mejor que la suya por su longitud.
Rito asió su doble maza y se puso
en guardia.
¡Arreglémoslo entonces!-invitó a
su adversario a atacarle.
Punishing Strike!-bramó Grant.
(¡Golpe castigador!)
Rito paró el golpe de Grant con un
movimiento de su doble maza. Tal cual había previsto, su fuerza no era la
clave: al interceptar el bastón de su enemigo con un arma, un objeto insensible
al dolor, el forcejeo quedaba reducido a una competición por ver quién de los
dos era más fuerte a nivel muscular, y estaba claro que el soldado no era rival
para el Taimanin en aquel aspecto.
Has parado el primer golpe, pero,
¿y los demás?-advirtió el soldado.
Deslizó su bastón sobre la
superficie de contacto con la maza de Rito y trató de golpearle con la punta en
el pecho, pero el otro chico no estaba dispuesto a dejar que aquello sucediese,
por lo que giró la maza sobre sus manos y desvió el bastón, alejándolo de su
cuerpo. Acto seguido, lanzó un golpe circular a media altura que acertó fuertemente
a Grant en la cadera.
Los demás irán todos para ti.-Rito
se sonrió.
Tras golpear a Grant, Rito apartó
la maza de delante de él y lanzó una patada giratoria con suma elegancia. Aquel
movimiento de gran belleza parecía imposible para un cuerpo tan ancho y robusto
como el del chico de pelo verde, pero, aun así, lo hizo, golpeando a Grant en
el plexo solar y acorralándolo contra una pared.
Parece que quiere hacerme creer que fuera de su mala leche y su bastón
maldito es una mosquita muerta, pero no voy a confiarme.-pensó Rito-Esto está resultando demasiado fácil y estoy
seguro de que es una de sus estrategias. En cualquier caso, he de aprovechar
ahora para reducirlo.
¡YAAAAAAAAAAAAAAAAH!-gritó el
Taimanin.
Lanzó una patada frontal,
empujando con la planta del pie al soldado contra el muro, golpeándolo
fuertemente. Acto seguido, se preparó para golpearle en la cabeza con su arma
con un movimiento vertical, pero el militar se recuperó antes de lo que había
estimado y le golpeó con el bastón en las costillas.
¡Mierda!-maldijo Rito para sus adentros mientras se llevaba una
mano a la zona donde había sido golpeado.
Tratando de ignorar el dolor, el
Taimanin se dio cuenta de que Grant preparaba otro golpe con su peligroso
bastón. Con un vigoroso movimiento, lo desvió de un mazazo.
¿Te duele?-preguntó Grant con
sorna.
¿A ti qué te parece?-respondió
Rito en tono burlesco.
Esto no ha hecho más que empezar.-amenazó
el soldado.
Me decepcionarías si no fuera
así.-le reprochó el Taimanin arqueando una ceja.
Grant continuó esgrimiendo su
bastón, pero no estaba lo suficientemente cerca de Rito como para burlar la
defensa que su ponía su maza de gran longitud y masa, por lo que todos los
golpes fueron bloqueados.
¿Por qué no te dedicas a otra
cosa?-preguntó Rito-No vas a poder acertarme ni por asomo.
No me subestimes.-respondió Grant
taimadamente-Voy a darte una lección esta noche.
Con tanta violencia como
elegancia, el soldado lanzó una patada giratoria inversa alta contra la maza de
Rito, impulsándose para encaramarse a ella, saltar por encima y caer sobre su
dueño con un bastonazo. El golpe, que le acertó entre los hombros, fue tan
doloroso para el chico que hizo que cayera al suelo.
Ya lo tengo donde quería.-pensó Grant con satisfacción-Ha perdido el combate.
Te voy a hacer una última pregunta
antes de acabar contigo.-dijo el soldado-¿Sabes por qué tu oponente soy yo y no
cualquier otro de los hombres de la sargento Phoenix o de la teniente Johnson?
El dolor que Rito sentía invadía
su espalda y no podía incorporarse. El arma de Grant era realmente peligrosa.
¿Porque eres el único con
suficiente complexión para aguantar un golpe mío?-preguntó Rito mientras hacía
por levantarse.
Porque te regeneras.-respondió
Grant con una sonrisa macabra-Si Delacroix te volase un brazo con sus
explosivos, te volvería a crecer. Si fueras atravesado por los arpones de
Silver, tus agujeros se cerrarían. Nos han explicado la naturaleza de tu poder
en las reuniones estratégicas. ¿Cómo vas a regenerarte cuando algo no está
dañado? ¡Sólo yo puedo infligirte un dolor que no tiene nada que ver con una
cura! ¡Eres mío!
Aprovechando que Rito seguía en el
suelo, Grant comenzó a golpearlo con su bastón en todas las partes del cuerpo.
El dolor invadía el cuerpo del Taimanin, impidiéndole todo tipo de reacción.
¡TE LA ESTÁS GANANDO, HIJO DE
PUTA!-el joven ninja no podía sino gritar, fruto del dolor y la rabia.
¡No puedes hacer nada para
pararme!-exclamaba Grant entre risotadas-¡No se puede regenerar lo que no está
roto! Sólo tengo que seguir causándote dolor hasta que pierdas el conocimiento,
¡JAJAJAJAJA! Pensaba que este combate iba a ser fácil para mí, pero jamás
imaginé que fuera a ser TAN fácil.
¡MALDITO CABRÓN!-gritaba Rito
mientras aguantaba los golpes-¡NO TIENES NI IDEA DE LO QUE ES MI PODER EN
REALIDAD!
Estás perdiendo la cabeza del
dolor, ¿verdad?-se mofó el chico con gafas-¿Quién es el incompleto ahora?
¡RAAAAAAAAAAAGHHHHHHHHH!-gruñó
Rito.
Con su dolorido y entumecido brazo
derecho, el ninja agarró el bastón de Grant, pudiendo frenar la cadena de
golpes. Sentía que su mano iba a explotar, pero decidió continuar así el tiempo
suficiente como para lanzar un potente puñetazo contra el soldado para, por
fin, quitárselo de encima.
¡HIYAAAA!-gritó el Taimanin
victorioso mientras lanzaba al soldado por los aires.
Se levantó y apretó los puños en
señal de insumisión.
Un desgarro muscular.-comentó
entre jadeos-Justo lo que necesitaba para burlar tu mierda de estrategia
sádica. Ninpô – Fushikakuzei!
(¡Arte ninja! ¡Despertar del inmortal!)
Rito se cubrió de una luz verdosa
que regeneró las heridas internas que se había hecho al mover los brazos con
tanta fuerza teniéndolos agarrotados y magullados. Esto logró que
desaparecieran todos sus dolores.
¡Maldito psicópata!-bramó Grant
mientras se masajeaba la mandíbula con una mano por el golpe que le había dado
Rito-¿Te has hecho daño a propósito para regenerarte?
Es algo que puedo permitirme.-respondió
Rito-¡Soy inmortal!
Tienes que estar bromeando…-el
soldado se llevó las manos a la cabeza.
Una broma es lo que te va a
parecer el infierno cuando te mande allí después de la paliza que te acabas de
ganar.-lo amenazó Rito-¡Quítate las gafas si no quieres que acaben hechas
polvo!
Grant se preparó para recibir a
Rito, que avanzaba corriendo hacia él, con un golpe seco de su bastón, pero el
ninja lo rodeó, lo agarró por la espalda y lo sometió contra el suelo con una
brutal llave de lucha libre.
¡ARGH!-gritó el soldado-¡Un Suplex! ¡No eres ningún principiante!
No conforme con aquello, el
Taimanin cambió de posición, agarró a su enemigo de diferente manera, saltó y
lo volvió a estampar contra el suelo con una llave aérea.
¡No saborearás un Power Bomb como éste todos los
días!-exclamó el chico de pelo verde orgulloso.
El Taimanin cambió de estilo y,
una vez hubo reducido a Grant en el suelo, le atrapó un brazo con una técnica
de Aikido con objeto de causarle una luxación.
¡Despídete del brazo con el que agarras
ese bastón del demonio!-bramó Rito.
¡No te lo permitiré!-le rebatió el
soldado.
Haciendo un movimiento de tijeras
con sus piernas, fustigó a Rito, rompiendo la tensión en su agarre y pudiendo
así sacar su brazo de tan peligrosa situación.
Voy a anularte totalmente.-amenazó
Grant mientras volvía a agarrar su bastón.
¡A callar!-Rito hizo caso omiso de
las amenazas de su oponente.
El Taimanin levantó la pierna
izquierda y dejó caer el talón sobre la cabeza de su oponente, dejándolo
doblado unos segundos, el tiempo suficiente como para hacerle una llave de Judo
y colocarlo de nuevo en el suelo.
¡Despídete!-gruñó el ninja
dispuesto a pisar con fuerza el estómago de su enemigo.
Grant levantó una pierna y chocó
su pie con el de Rito, parando el pisotón.
¡Qué fuerza!-maldijo el soldado para sus adentros-¡Me va a partir la rodilla si sigue así!
Es su pierna contra la mía.-pensó Rito-Si me pasa algo, me regeneraré. Si le pasa algo a él, estará
fastidiado.
El soldado vio un atisbo de
esperanza: su bastón estaba en el suelo al alcance de sus manos. Lo agarró y,
con él, lanzó una estocada recta con la que acertó al Taimanin en la
entrepierna, aprovechándose de que tenía las piernas separadas para el pisotón.
¡AGH, MIS HUEVOS!-gruñó Rito-¡ESO
ES JUGAR SUCIO, HIJO DE PUTA!
¡Todo es válido en el campo de
batalla!-se jactó Grant mientras se levantaba-¡Has aguantado bien, pero SE
ACABÓ!
Rito fue golpeado fuertemente en
el cuello con aquel bastón amplificador del dolor. Cayó de espaldas contra una
pared y rápidamente fue golpeado en todas las articulaciones.
Antes le he dejado que se moviera.-pensó Grant-Si soy lo bastante rápido como para castigar todas sus articulaciones
con una sarta veloz de golpes, no podrá relajársele ninguna lo suficiente como
para golpearme, no sufrirá ningún desgarro muscular y, por tanto, no se
regenerará. Aún puedo dejarlo sin conocimiento. ¡Este combate es mío!
Ingenuo.-pensó Rito mientras las lágrimas de dolor amenazaban por
salir de sus ojos-Hazme más daño, vamos.
No podré moverme durante tu paliza, pero no lo necesito para devolvértela. No
sabes nada, incompleto de mierda.
¡La picadura de un mosquito es más
dolorosa que tus golpes birriosos!-el ninja provocó al soldado-¿No vas a
golpearme en serio? ¡Así no vas a conseguir nada, gruñón penoso!
¡NO TE BURLES DE MÍ!-Grant
reaccionó con un grito impositivo e intensificando sus golpes.
Sigue así.-pensó Rito-Vamos,
continúa. Excita mis nervios tanto que al menos uno de ellos llegue a
deformarse por exceso de impulsos eléctricos. La mínima desviación permitirá
que mi regeneración se active y, entonces, ¡OH, POBRE DE TI!
El soldado continuó golpeando al
joven Taimanin.
¡Caerás derrotado por el
dolor!-gruñía Grant.
¡POR FIN!-gritó Rito con lágrimas
en los ojos-¡ME HAS QUEMADO UN NERVIO! NINPÔ – FUSHIKAKUZEI!
La luz verde en la que se envolvió
Rito para curarse de su rotura interna empujó a Grant lejos de él.
¿Qué diantres…-Grant se
sorprendió.
Si excitas mis nervios con
impulsos no deformadores pero abusas de la intensidad y/o de la frecuencia,
puedes llegar a crear una modificación negativa en mi cuerpo y, por tanto,
forzarme a regenerarla.-explicó Rito-El hecho de haber elegido combatir conmigo
“porque me regenero” no hace que puedas vencer mi habilidad natural. Tal vez
puedes durar más contra mí que otros con armas destinadas a destrozar cuerpos,
pero eso no te librará de la amarga derrota que vas a sufrir hoy. ¡QUE TE DEN
POR EL CULO!
Rito saltó y embistió con gran
fuerza a Grant con los dos pies. El golpe sonó atronador, y el soldado voló por
los aires. Por su parte, el Taimanin cayó de pie al suelo con una elegante
voltereta. Sin dejar que el aturdido soldado se recuperarse, Rito se acercó a
él corriendo y lo atrapó con una violenta y fugaz combinación de puñetazos.
¡Te voy a hacer harina,
cabrón!-gritó el Taimanin.
A Grant, que se le había vuelto a
caer el bastón, no le quedaban muchas opciones, así que decidió lanzar
puñetazos él también. Tras un largo y doloroso intercambio de golpes, el
soldado decidió desequilibrar a Rito con
un rodillazo en el abdomen y, acto seguido, someterlo con varios puñetazos.
No eres del todo malo.-reconoció Rito-No
obstante, aún me duelen los huevos por culpa de tu mierda de bastón y no voy a
perdonar ninguna ofensa a las partes más sagradas de mi cuerpo. ¡Feliz vuelo
sólo de ida!
El Taimanin agarró al soldado de
los hombros, lo zarandeó y, tras golpearlo varias veces contra el suelo y las
paredes, lo lanzó muy lejos. Con una agilidad impropia de alguien tan magullado
y castigado, Grant agarró su bastón en pleno vuelo, asegurándose de que caía
con él en la mano. Lo clavó en el suelo para amortiguar la caída y lo usó como
apoyo para incorporarse. Acto seguido, tocó un botón oculto que llevaba en el
mango, el cual comenzó a brillar y a abrirse amenazadoramente.
Tenía esto reservado en caso de
catástrofe, pero creo que ésta es una causa sobradamente justificada.-dijo
Grant-Éste es el auténtico adiós. Hidden Punishment!
(¡Castigo oculto!)
Del mango del bastón salieron
varios misiles de pequeño tamaño que volaron amenazadoramente hacia Rito.
¡Ni tu regeneración podrá salvarte
si las explosiones te hacen cenizas!-gritó Grant cantando victoria.
Ninpô – Dôton no Jutsu! Nessa no
Senpuu!-exclamó Rito.
(¡Arte ninja de la tierra! ¡Remolino de Arena Tórrida!)
El chico asió su maza, comenzó a
girarla y produjo un enorme tornado de arena a muy alta temperatura. Los
misiles no pudieron vencer la ingente fuerza de aquel temporal, por lo que
volaron en sentido contrario y acabaron por explotar, liberando unas
catastróficas olas de fuego y energía, demasiado grandes para el pequeño tamaño
de los misiles. Así, Rito se salvó de un ataque mortal y Grant quedó atrapado
entre las ondas expansivas, siendo finalmente sepultado en el suelo.
Chúpate ésa, cabrón desequilibrado.-dijo
Rito con satisfacción-Y venga ya, que he jugado a muchos videojuegos y sé que
en estos casos SIEMPRE se levanta el enemigo que se da por derrotado en primera
instancia.
Es curioso que pienses en algo tan
trivial cuando estás jugándote la vida en un combate…-dijo a duras penas Grant
mientras se levantaba.
Lo sabía.-se limitó a comentar
Rito.
Mi bastón nunca hará que Rito Sonozaki caiga inconsciente, me lo ha
demostrado negando las dos únicas posibilidades que tenía.-pensó Grant-Mis misiles ocultos Hidden Punishment son de
un único uso y tengo que recargar en el cuartel general porque no puedo llevar
esa munición tan peligrosa encima. Esto hace que sólo me quede una opción.
El soldado se bajó la cremallera
de la chaqueta. Acto seguido, se desabrochó los pantalones.
Haciéndome un striptease no vas a
lograr que me apiade de ti.-dijo Rito con seriedad.
No es mi cuerpo desnudo lo que
está debajo de este uniforme.-respondió Grant-Es mi verdadero arsenal de
combate.
El joven soldado lanzó su ropa por
los aires, revelando lo que llevaba debajo. Una camiseta negra sin mangas de
fibra elástica muy ajustada. Pantalones rectos de camuflaje negro, rojo, gris,
plateado y blanco. Botas altas de color negro metalizado por fuera de los
pantalones con una tira de algo que parecía neón rojo en las suelas. En las
manos llevaba unos mitones negros con el mismo tipo de neón rojo que las botas. Al ir tan destapado y apretado
en comparación con su anterior indumentaria, holgada y poco reveladora, la
forma de su cuerpo podía apreciarse claramente. Era bastante musculoso, sus
brazos estaban muy bien trabajados y se le marcaban los pectorales y los
abdominales. Probablemente sus piernas serían también musculosas, aunque no se
veían con los pantalones, cuyo diseño de camuflaje parecía brillar
extrañamente. Inexplicablemente, sus gafas seguían intactas, sin absolutamente
ningún rastro del feroz combate. Ceñida
a la camiseta llevaba una correa en diagonal de color rojo de la que colgaban
unas piezas redondas de color gris metalizado que parecían granadas.
¡Bonito look!-comentó Rito con una
sonrisa-¡Y mira qué músculos! Me encanta, tío, tienes un cuerpazo.
¿Podrías dejar de hablar como si
fuéramos amigos?-preguntó Grant cortantemente.
Lo siento, macho: cuando veo unos
músculos así, me emociono.-respondió Rito encogiéndose de hombros-Te han debido
de costar muchas horas de entrenamiento. ¡Enhorabuena!
¿Te ríes de mí?-inquirió Grant.
¡Lo digo en serio!-respondió Rito
con fingido compañerismo.
No hay que tener un doctorado para
ver que tienes el triple o el cuádruple de masa muscular que yo.-dijo Grant
tajantemente-Parece que te estás burlando de que tenga menos… ¡como si tu
cuerpo de culturista te hiciera superior!
No me burlo de ti.-dijo Rito-Tu
cuerpo me parece realmente bonito. No me enseñarías las ingles, ¿verdad? Seguro
que se te marcan como cortes de una katana en una plancha de acero… y me
encanta eso, joder.
¡Basta de bromas!-bramó el
soldado-¡Me tienes harto! Veamos si puedes con mis manos expertas en infligir
dolor ahora que no tengo una ocupada sujetando un bastón.
Sin ese bastón no eres más que un
enclenque al que puedo vapulear a placer.-Rito le guiñó un ojo-¡Toma esto!
Y veamos si mi hipótesis sobre esas luces de su traje es cierta…-pensó
mientras lanzaba un puñetazo.
Grant paró el puñetazo con la
palma de una mano. No necesitó hacer mucha fuerza, pues, al tocar la mano de
Rito, éste empezó a sentir un gran dolor.
¿Sorprendido?-preguntó Grant con
una sonrisa.
Lanzó una patada giratoria alta,
impactando en la cara del Taimanin y lanzándolo por los aires, causándole, de
nuevo, gran dolor.
Esa cosa que brilla en tu ropa es
el material, la tecnología o lo que cojones sea que lleva tu bastón para
amplificar el dolor, ¿verdad?-Rito lanzó su reflexión en voz alta.
¿Cómo lo has averiguado tan
rápido?-se sorprendió el soldado.
Bueno, soy demasiado inteligente
para cualquiera de vosotros.-explicó el ninja-Me disculparía, pero no tengo
motivos.
Ahora que casi todo mi cuerpo es igual que mi bastón, las superficies
de contacto con el enemigo son más grandes.-pensó Grant-¡Seguro que así consigo dejarlo sin
conocimiento! ¡Es la única forma de parar a esta bestia! Normalmente, las
personas tan entregadas a su cuerpo no cultivan tanto su mente porque no reúnen
tiempo, pero este tipo es tan fuerte como inteligente… ¡Rito Sonozaki es un
monstruo aunque me duela admitirlo! En cualquier caso, ¡no está todo perdido!
Rito se preocupó por volver a
agarrar su maza para contraatacar todos los golpes de Grant, quien no tardó en
utilizar sus manos y sus pies para lanzar ágiles y feroces golpes. Si conseguía
golpear al Taimanin al menos una vez, lograría someterlo de nuevo, esta vez con
una intensidad sin igual. No obstante, él no se dejaba avasallar y
contraatacaba todos los golpes usando su doble maza como si fuera un palo
largo.
Tengo que tener cuidado de no golpearle en las piernas ni en las manos.-pensó
Rito-Me haré más daño del que podré
hacerle a él. A partir de ahora, debo lanzar sólo ataques altos… ¡como éste!
En un momento de descuido de
Grant, Rito usó su maza como pértiga y se propulsó hacia él con una patada
aérea. El soldado aprovechó inteligentemente la distancia que su contendiente
había logrado y saltó hacia él, agarrándose a su cintura haciendo una pinza con
las piernas. Al estar todo su pantalón recubierto de la fibra brillante que
causaba el dolor intenso, la franja que Grant recubrió en el cuerpo de Rito
comenzó a arder.
¡Este dolor es mucho peor que el de antes!-pensó Rito sintiendo de
nuevo sus lágrimas intentando brotar-¡Menudo
psicópata! Sin embargo, ahora no puede castigarme los brazos, por lo que… ¡se
va a ir a la mierda!
¡FUERA!-chilló Rito mientras
propulsaba a Grant hacia arriba de un codazo ascendente.
En pleno vuelo, el Taimanin lo
interceptó y lo lanzó lejos de él de un puñetazo. Grant apoyó las manos en el suelo y se colocó
como si estuviera haciendo flexiones de pecho, posición desde la que se
incorporó de nuevo.
Que sepas que ahora la distancia
no es problema para mí.-dijo Grant arrancándose una de las piezas metálicas que
colgaban de la correa de su pecho.
Lanzó aquel objeto que parecía una
granada. Explotó, pero no liberó fuego ni llamas, sino una onda electromagnética
de gran radio que atrapó a Rito que le causó grandes dolores en todo el cuerpo.
¡Mierda!-pensó Rito-¡Vuelvo a
no poder moverme!
Cambiando intensidad por área tengo que ser capaz de hacer que se
desmaye sin deformarle los nervios y que se vuelva a regenerar.-pensó
Grant-Si castigo todo su cuerpo a la vez
con una onda que se conduce por la propia electricidad de sus nervios, ¡tengo
que conseguirlo!
El joven soldado lanzó más de esas
granadas hacia Rito. Las ondas electromagnéticas lo atraparon en una pesada y
desoladora espiral de atroz dolor.
¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARGHHHH!-gritaba
el Taimanin.
¡Lo conseguí!-pensó Grant-¡Un
golpe en la cabeza y haré que esa bestia se duerma!
Grant se colocó al lado de Rito,
que estaba en el suelo retorciéndose, y se preparó para patearle la frente con
el talón, pero el Taimanin dio un cabezazo contra el suelo, provocándose una
pequeña brecha que le permitió disparar sus poderes regenerativos. De esta
forma, rodó por el suelo para evitar el talonazo de Grant y se levantó de
nuevo.
¿Hasta qué punto llega tu
masoquismo?-preguntó Grant.
No voy a darte el gusto de caer
ante tus patéticos ataques.-dijo Rito-Manipulas el dolor porque no tienes
fuerza, porque no tienes capacidad para vencer en un combate sin un arma que no
esté trucada. ¡Ya me has hartado!
Grant se fijó en que en el lugar
donde Rito se había dado el cabezazo a propósito no había ni una gota de
sangre. Tal y como le habían explicado, la sangre de aquel chico siempre volvía
a su cuerpo.
Incluso cuando mi táctica parece que va a surtir efecto, él encuentra
una forma de burlarla.-pensó Grant apabullado por la situación-Es formidable, y yo estoy jodido.
Por tu cara podría leer tus
pensamientos.-dijo Rito con una gran sonrisa-Te he dejado sin trucos bajo la
manga, ¿verdad? No hay nada que puedas hacer para vencerme… ¡y menos ahora que
me has terminado de tocar las narices! Por culpa de tus estúpidas granadas, las
ondas de dolor han recorrido TODO mi cuerpo. ¡TODO! Justo cuando el picor de
huevos que me has causado estaba remitiendo, vas y lo reactivas. ¡Eres un
auténtico cerdo!
Lo reduce todo a bromas sobre sus genitales, exactamente igual que un
niño, con la misma sonrisa candorosa.-pensó Grant-¿Tal es su nivel de genialidad que me toma por un juguete, por una cosa
de niños? ¿A mí, a Grant Steeler? En la vida me había sentido tan humillado…
¡Gracias por quedarte como un
pasmarote mirando las musarañas!-gruñó Rito mientras corría hacia
Grant-¡TRÁGATE ESTO Y MUERDE EL POLVO DE UNA VEZ!
El joven Taimanin hizo una
increíble pirueta en el aire y, con ella, agarró el cuello del soldado con las
dos piernas haciendo una pinza, arrastrándolo con la pirueta y terminándola
estampándolo en el suelo.
Qué increíble Frankensteiner…-susurró Grant entre toses.
Te equivocas, hijo de puta con
cuerpazo.-le corrigió Rito-Eso no ha sido un Frankensteiner, ha sido un Hurricanrana.
¡ESTO es un Frankensteiner!
Rito saltó por encima de Grant con
las piernas abiertas, le cayó sobre los hombros, apoyando cada pierna en uno de
los hombros, entrecruzó los pies para atraparle el cuello y dio una voltereta
hacia atrás, apoyando las manos en el suelo y catapultándolo contra una pared
lejana con la que se chocó de cabeza.
No puede…-gimió el militar-…ser…
¿estoy… acabado…?
Sí.-respondió Rito secamente antes
de quitarle el conocimiento con una patada en la cabeza.
Tras acabar el combate, el
Taimanin agarró el cuerpo de Grant y lo colocó en una posición conveniente. Le
quitó un mitón.
Me llevo esto para investigar qué
clase de material es éste con el que puedes causar tanto dolor.-dijo Rito en
voz alta.
Tras ello, le quitó las gafas.
Me llevo tus gafas para
analizarlas y saber qué las hace indestructibles.-continuó hablando con el
soldado inconsciente-Y…
Con cuidado de no dañarse las
manos, le desabrochó el cinturón y le retiró ligeramente los pantalones hacia
abajo. Se quedó mirando las marcadas ingles del militar.
¡Lo sabía!-exclamó Rito con una
sonrisa-¡Son preciosas! Entre la paliza que te he metido, lo que hemos sudado y
el cuadro que me has pintado, creo que me voy a hacer la paja de mi vida cuando
toda esta mierda acabe. Tengo curiosidad por ver cómo tienes el miembro, pero
no voy a exponerlo: tienes derecho a la intimidad. Soy mejor persona que tú. Tú
sólo eres un hijo de la gran puta.
Tras terminar su discurso, Rito
volvió a dejar los pantalones de Grant perfectamente colocados y ajustados, con
el cinturón abrochado. Acto seguido, echó
a andar en busca de sus compañeros. No muy lejos de él, vio saltar chispas en
el aire y caer un rayo.
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