TAIMANIN
YAMIYUKI
Episodio 9: Problemática
Tras pasar un primer día libre separados, el segundo de los
días de recompensa por el hundimiento del Moist Desire transcurrió tal cual los
chicos desearon. Invirtieron el día en divertirse juntos fuera de casa,
viviendo por unas horas como chicos normales, disfrutando de su tiempo libre,
de su juventud y de su amistad. Después de una jornada muy completa y
memorable, llegó el día siguiente, en el cual volvieron a incorporarse al
trabajo. Como no tenían ninguna misión programada, los seis chicos estuvieron
en las principales instituciones de Gokuruma haciendo diversos trabajos,
generalmente de gestión y administración. A las pocas horas de comenzar el
turno matutino, lo que parecía que iba a ser un día pacífico y llevadero
amenazó con convertirse en un caos.
Shirubei se desplazó hacia el despacho en el que Yamiyuki
estaba desempeñando su labor. Tras llamar a la puerta y recibir permiso para
entrar, el chico irrumpió ante su líder y amigo.
¡Yamiyuki!-exclamó Shirubei-¡Tenemos problemas!
Tranquilízate, Shirubei…-pidió Yamiyuki taimadamente-…siéntate
y cuéntame qué sucede.
Inteligencia…-comentó Shirubei entre jadeos-… ¡han sido
interceptados!
¿Qué?-Yamiyuki se sorprendió.
Hemos recibido un comunicado del único miembro del escuadrón
de investigación de campo que ha conseguido escapar.-explicó Shirubei-Han sido
atrapados y confinados en el laboratorio del doctor Karistus…al parecer
contaban con una tecnología de detección y alarma totalmente puntera entre los
Mazoku…y las pertinentes bestias guardianas no parecen haber faltado.
¡Maldita sea!-exclamó Yamiyuki.
Ese tal Karistus experimentará con ellos, seguro.-dijo
Shirubei fríamente-Tiene toda la pinta de ser un matarife de sangre gélida…no
quiero ni imaginarme qué clase de modificaciones corporales les puede implantar…a
qué clase de torturas les puede someter…
No dejaremos que eso pase.-dijo Yamiyuki-Dejaremos el
papeleo a los funcionarios subordinados contratados a tal efecto y buscaremos
una manera de llevar a cabo una operación de rescate.
Está bien.-dijo Shirubei-Será lo mejor…
¿Lo saben los demás?-preguntó Yamiyuki.
No.-respondió Shirubei-Como acabo de enterarme, he preferido
que fueras tú el primero en saberlo.
Vamos a comunicárselo.-dijo Yamiyuki-Les enviaré un mensaje,
pero tienes que hacerme el favor de dejarlo todo hablado en estas oficinas.
¡De acuerdo!-respondió Shirubei despidiéndose con la mano.
Yamiyuki cerró todas las ventanas de su ordenador y abrió un
canal de comunicaciones secreto al que se accedía con varias contraseñas. Tras
ello, inició una videoconferencia con Rito, Aoi, Hagane e Inuhito.
¿Hola?-saludó Aoi dubitativo-¿Sucede algo?
Buenos días de nuevo.-terció Hagane-Yamiyuki, te veo
concentrado de más…
Parece que ha pasado algo…-respondió Inuhito.
Karistus ha atrapado a los especialistas de Inteligencia que
habían ido a investigar su laboratorio.-dijo Yamiyuki-Shirubei está abriendo
las vías burocráticas para que todo lo que hagamos a continuación no se
considere saltarse nuestro trabajo original. Confiando en su agilidad
administrativa, podemos ponernos manos a la obra con la prioridad principal de
idear una operación de rescate.
El primer paso será hablar con Asagi-sama, ¿verdad?-preguntó
Hagane.
Voy a ir a buscarla.-dijo Yamiyuki-Shirubei está resolviendo
los papeles de los seis, pero, de todas formas, avisad en vuestros puntos de
trabajo de la aparición de esta nueva prioridad. Evitad que cunda el pánico.
¿Necesitas que te acompañemos?-preguntó Rito-Yo tengo
bastante movilidad ahora mismo…
Agradecería que al menos uno de vosotros viniera
conmigo.-dijo Yamiyuki-Cuantos más seamos, más rápido nos dejarán pasar a donde
sea que tengamos que dirigirnos.
Voy contigo, no te
preocupes.-dijo Rito-Te recojo en la puerta del edificio en el que estás.
Una pregunta, chicos.-terció Aoi-¿Quién ha dado esta
noticia?
Según Shirubei, el único miembro de la brigada de
Inteligencia que ha conseguido escapar de la trampa de Karistus.-explicó
Yamiyuki.
Y…-se preguntó Inuhito-… ¿no lo saben ya en Dirección?
Seguro que sí.-infirió Hagane-Agilizaría el proceso, la
verdad…
Rito y yo nos encargaremos de comprobarlo.-dijo Yamiyuki-Los
demás centraos en salir del trabajo sin despertar alarmas y en prepararos para
lo que pueda suceder.
Ya que no es necesario que nos juntemos todos ya…-dijo Aoi-…
¿podrías venir conmigo, Inuhito?
Lo intentaré nada más salga.-dijo Inuhito-¿Qué puedo hacer
por ti?
Se ve algo desde esta ventana…-dijo Aoi-…algo que tú podrás
dilucidar mejor que nadie.
Joder…-suspiró Inuhito-…me da muy mala espina eso.
A mí también.-respondió Aoi-Será mejor que nos movamos ya.
Eso es, chicos.-dijo Yamiyuki-A por ello. ¡Corto!
Tras cerrar todas las comunicaciones, Yamiyuki apagó el
ordenador y salió del despacho. Casi se chocó con Shirubei, quien se disponía a
entrar.
¡Todo listo!-avisó Shirubei-¡Vámonos!
Rito nos espera abajo.-explicó Yamiyuki tras asentir con
satisfacción-Nos vamos al instituto.
¿Voy con vosotros o quieres que haga alguna otra
cosa?-preguntó Shirubei.
Acompáñanos al instituto.-dijo Yamiyuki-Algo me dice que las
cosas allí dentro van a estar revueltas…
Al salir del edificio se encontraron con Rito. Los tres se
dirigieron juntos al instituto. Cuando no llevaban ni la mitad del camino
recorrido, escucharon una gran explosión. La sacudida que experimentaron les
dio a entender que dicho fenómeno había sucedido muy cerca.
Oh, oh…-dijo Shirubei.
¡¿Un ataque?!-se alarmó Rito.
Se giraron. A su derecha había un trozo de bosque que ardía
con llamas azules. Entre la arboleda se veían grietas y amagos de cráter en el
suelo, lo que parecía indicar que había sido el epicentro de la explosión.
¿Fuego azul?-preguntó Yamiyuki-¡Eso es magia Mazoku! ¿Cómo
han entrado en esta tierra sagrada? Tendrían que haber explotado al contacto…
Se me ocurren dos posibilidades.-dijo Rito.
A mí también.-añadió Shirubei.
Exacto:-corroboró Yamiyuki-Que hayan lanzado el ataque desde
fuera y hayan conseguido que traspasara las barreras…o que se hayan hecho con
el control de los maestros de las barreras.
En cualquiera de los dos casos…-dijo Rito-…han tenido que
utilizar un hechizo muy, pero que MUY poderoso para lograr este impacto.
Los chicos se adentraron en el malogrado bosque. No había
nadie.
Quienquiera que haya causado esto se ha esfumado de
aquí.-dijo Yamiyuki-¡Será mejor que corramos hacia el instituto!
Su camino se ensombreció. Miraron hacia el cielo y vieron a
un enorme pájaro cubierto de llamas moradas volando en dirección al instituto.
Por suerte para los chicos, aquella amenaza fue interceptada por un enjambre de
armas arrojadizas. Parecía que los pelotones ocultos de defensa estaban
movilizándose.
Al llegar a las inmediaciones del instituto, el panorama no
mejoró. Como si de una pelea callejera vulgar se tratase, montones de orcos
estaban acosando y atacando a los lugareños, quienes tenían la suerte de poder
defenderse por ser en su totalidad Taimanin graduados o aprendices de Taimanin.
¡Asquerosos!-siseó Yamiyuki.
El chico se cambió rápidamente a su ropa de combate con un
destello llameante. Sin dilación, se introdujo en la pelea y comenzó a
despachar a los orcos con elegantes patadas en el cuello, en el pecho o en el
esternón estratégicamente aplicadas para cortarles la respiración. Al girarse
desde un orco hacia el contiguo, cerró la cadena de golpes con un fuerte
puñetazo en las mandíbulas de este último.
¡Yamiyuki!-oyó que decían algunas personas-Tan fuerte y
apuesto…ha venido a ayudarnos…
¿Qué estáis haciendo aquí, basura?-preguntó Yamiyuki con
desdén-¿Quién os ha dado permiso para entrar en Gokuruma? Y lo más importante…
¿CÓMO habéis descubierto Gokuruma? ¡Hablad, sacos de mierda!
Sabía que era una mala idea venir aquí…-dijo uno de los
orcos-…nos van a matar…
Además de asquerosos…-resaltó Yamiyuki-…cobardes y
derrotistas. ¿Para qué servís los malditos orcos? Ah, no me lo digáis: ¡PARA
FOLLAR! Si vuestra capacidad reproductiva no fuera tan elevada, os habríais
extinguido…pero dejadme que os diga dos cosas: la primera es que dais asco por
todo lo que hacéis…y la segunda...es que si no os habéis extinguido por
selección natural… ¡lo haréis por selección Taimanin!
No nos queda otra posibilidad…-dijo otro orco-…si estos
chicos de los que nos advirtieron no hubieran aparecido, nos habríamos llevado
a todas estas mujeres para convertirlas en carne esclava, pero ahora…no tenemos
más remedio… ¡a la carga!
Los orcos se abalanzaron contra Yamiyuki tras recuperar la
respiración. Shirubei y Rito se cambiaron también de manera instantánea e
interceptaron a las hordas demoníacas. Las garras de Shirubei comenzaron a
segar las vidas de varios orcos con cada tajo, mientras que Rito los mandaba a
volar con vehementes golpes de su bastón. La fracción que se salvó de la criba
llegó hasta Yamiyuki, quien tenía preparada una sorpresa para ellos.
Ninpô – Bara no Jutsu!-exclamó.
(¡Arte ninja de las
rosas!)
Una explosión de pétalos de rosa sacudió la zona. La
fragancia floral atontó a los orcos, dando a Yamiyuki carta blanca para
asesinarlos a sangre fría: a algunos les rompía el cuello, a otros les clavaba
cuchillos kunai, a otros los decapitaba… hasta que, de pronto, llegaron muchos
más y los rodearon, tanto a los tres chicos como a los que ya estaban allí
forcejeando previamente.
¡En Gokuruma somos muy responsables con la gestión de
residuos y basuras!-bramó Yamiyuki-¡Que alguien me explique cómo ha podido
juntarse tanta mierda en nuestra tierra en tan poco tiempo!
Qué elocuente.-dijo una voz desconocida.
Entre la muchedumbre de orcos sobresalía una figura. Su
estatura la hacía fácilmente reconocible. A la vez que hablaba, se acercaba al
centro del círculo en el que habían quedado rodeados los Taimanin. Ninguno se
esperaba lo que vio a continuación: una mujer casi dos cabezas más alta que la
mayoría de los orcos. La forma de su cara, con los colmillos inferiores
sobresaliendo hacia arriba, y su complexión robusta daban a entender que
también pertenecía a la raza de los orcos. A diferencia del resto de sus
congéneres, que tenían pieles verdosas, grisáceas o azuladas, ella tenía una
piel oscura y rojiza de un tono parecido al del cinabrio oscurecido. Ostentaba
una larga melena blanca y unos músculos desarrollados y prominentes en todo su
cuerpo. Tenía unos pechos generosamente grandes y de aspecto duro, recubiertos
por una coraza negra con revestimientos metálicos. De cintura hacia abajo iba
cubierta por una falda larga de cota de cuero negro y unas botas del mismo
color. En sus muñecas había fijados brazaletes con adornos de colmillos.
Sujetaba dos enormes hachas de doble filo, una en cada mano.
¿Quién coño eres tú, fea?-le espetó Shirubei.
¡Muestra más respeto ante la nobleza!-le espetó la mujer
orco apuntándole con un hacha-¡Soy Vrutha, la princesa de los orcos! ¡Te haré
recordar mi nombre!
¿Princesa?-preguntó Shirubei entre risas-No sabía que los
orcos tuvierais algo así. En cualquier caso, si has venido buscando pelea, seas
princesa o pueblerina, vas a durar poco. ¿Estás preparada?
Los Taimanin sois unos pretenciosos, sí.-dijo Vrutha-Tenéis
esa fama entre nosotros, y no es para menos. Os enseñaré algo de humildad.
¡Hombres, acabad con ellos!
Los orcos comenzaron la ofensiva. Algunos con sus puños,
otros con armas blancas y otros con armas de fuego, todos lanzaron ataques con
todas sus fuerzas. Su corta inteligencia los llevó a un asalto caótico en el
que se herían más entre ellos que a sus objetivos.
¡Son muchísimos!-se quejó Rito mientras repelía los ataques
de tan numeroso ejército.
¿Por qué os veo tan bonitos en este momento?-se preguntó
Shirubei mientras atacaba-Los orcos sois horribles, pero…veros sufrir y sangrar
de esta manera a mis manos…por algún motivo que escapa a mi conocimiento…me
resulta bello. ¡Jodeos, escoria, jodeos! ¡Voy a hacer vuestros últimos segundos
de vida un infierno inolvidable!
Veo que mis hombres son demasiados para vosotros…-dijo la
princesa orco-…al final va a resultar que no sois para tanto, ¿no es así?
¿Quieres que lo probemos?-la retó Yamiyuki-Chicos, limpiad
esta mitad del campo en tiempo récord…que nuestra invitada aprenda a no
menospreciarnos.
Rito y Shirubei sonrieron con cierto sadismo.
Ninpô – Suiton no Jutsu! Shimetta Yubi!-exclamó Shirubei.
(¡Arte ninja del agua!
¡Dedos Húmedos!)
Ninpô – Dôton no Jutsu! Nessa no Senpuu!-bramó Rito.
(¡Arte ninja de la
tierra! ¡Remolino de Arena Tórrida!)
Shirubei colocó los dedos índice y corazón de su mano
derecha entre sus dos ojos. Como por arte de magia, se convirtieron en una masa
de agua que pequeño tamaño. En ese instante, el chico sopló y lo que antes
fueron sus dedos salió volando en forma de un fino chorro de agua a presión,
como un rayo. Golpeó en el pecho de un orco, que se rió ante la pequeñez del
impacto…pero pronto entendió el verdadero horror de aquel ataque: la presión
del agua en un chorro tan delgado era tal que pronto atravesó todo su cuerpo y
reventó su corazón, saliendo por su espalda en busca de un nuevo objetivo,
propagándose como una cadena viral. Por su parte, Rito hizo girar su enorme
bastón, generando una corriente de arena caliente que barrió a todos los orcos
a su paso a la vez que les causaba algunas quemaduras. Con estos dos ataques de
gran potencia, la mitad de los orcos que habían llegado con Vrutha cayó.
¡No me asustáis!-bramó la mujer-¡Preparaos para sentir mi
fuerza!
Vrutha comenzó a lanzar hachazos contra los tres chicos.
Yamiyuki hizo una señal para que Shirubei y Rito se encargaran de ella, ya que
él nunca pegaba a mujeres.
¿Qué te pasa?-preguntó Vrutha mientras forcejeaba con los
dos chicos-¿Eres el supuesto líder y no vienes a enfrentarte a mí?
No sería justo que todos nos centráramos en su majestad la
princesa y nadie les sirviera una bebida a sus lacayos…-dijo Yamiyuki con
sorna.
¡Lo único que vais a poder beber, desgraciados, va a ser la
sangre de vuestros congéneres muertos!-escucharon que decía una voz familiar.
Inuhito había llegado. Con ayuda de su aro gigantesco, se
abrió paso entre los orcos. Lo acompañaba Aoi, con quien había quedado
anteriormente. Éste acortó su látigo y comenzó a propinar golpes a corta
distancia con él para abrirse camino.
Esto era lo que veía…-dijo Aoi a modo de saludo-… ¡una
invasión!
Estos demonios odiosos no saben dónde se han metido…-dijo Inuhito-… ¡han cavado su
propia tumba! ¿Quién es ésta, por cierto?
Otro orco.-respondió Shirubei-Nada de lo que preocuparse.
Lleva falda, pero no es más que uno de estos asquerosos inútiles sebosos.
¡Tu lengua sucia será tu perdición, innoble
pendenciero!-bramó la princesa.
Estoy deseando ver eso.-dijo Shirubei a modo de reto.
Vrutha se lanzó de nuevo al ataque. Entre los forcejeos, el
chico pudo ver que una fuerte corriente de viento empujaba a los orcos que
quedaban en las inmediaciones. Una figura se movía entre ellos a gran velocidad
y los cortaba por la mitad.
¡Perdonad por el retraso!-exclamó Hagane mientras agitaba
sus abanicos-¡Me he visto envuelto en el escenario de un secuestro! Esta líder
orco no es la única representante Mazoku importante que ha venido hoy…hay al
menos un objetivo invocando monstruos desde el interior del bosque, otro
colocando trampas mecánicas y otro raptando a personas…
Una llamarada violeta se alzó desde el corazón del bosque.
En su cúspide estaba posada una pequeña figura cuya imagen comenzó a
proyectarse mágicamente por todo Gokuruma.
¡Saludos, Taimanin!-dijo la artífice de aquel conjuro-¡Somos
los Neo-Nómadas, y hemos venido a arrasar vuestra tierra, Gokuruma, como
venganza por las afrentas al noble clan Black!
Toda la aldea se conmocionó. ¿Quedaba algo del ejército que
Asagi y las suyas aniquilaron en su día? ¿Realmente era cierto lo de la esposa
del difunto Edwin Black?
Esa mujer…-murmuró Aoi-… ¡Belladonna Rubidium!
Si ella está aquí…-conjeturó Inuhito-…entonces el tal doctor
Karistus puede andar cerca.
Los Neo-Nómadas somos una élite guerrera, social y económica
entre los Mazoku.-se jactó Vrutha-Habéis hecho enfadar a la gente equivocada…la
demolición del bar de Delphine fue una petición firmada de eutanasia que nos
entregasteis sin demora alguna.
Os maldecimos por pisar nuestra tierra.-le espetó Hagane-No
obstante…ahora que os tenemos aquí, entre nosotros, aprovecharemos para exterminaros
de una vez por todas.
Vrutha lanzó dos hachazos encadenados contra Hagane, quien
intentó contraatacar con los abanicos pero sólo consiguió evitar salir herido.
Cayó al suelo ante la abrumadora fuerza de la guerrera orco.
Eso ya lo veremos.-respondió con orgullo la princesa.
Acción de nuevo!! repartiendo justicia!!
ResponderEliminarA ver que vamos averiguando sobre la viuda y demás. *_*
¡Próximamente! Estoy algo tasado de tiempo estos días, pero te aseguro que viene algo muy grande por aquí... ENORME.
Eliminar