TAIMANIN
YAMIYUKI
Episodio 4: Moist
Desire
El amanecer del sábado no fue todo lo tranquilo que podría
esperarse de un fin de semana. La noticia de la escaramuza de la noche anterior
corrió como la pólvora, y los Taimanin implicados tuvieron que ir a entrevistarse
con sus superiores.
Menos mal que ha pasado rápido…-dijo Shirubei entre
resoplidos cuando salieron de la reunión-…y menos mal que no le aguamos la
noche a Kuroageha…
¡Y nos han felicitado por nuestro trabajo!-destacó Aoi con
satisfacción-Aunque, sinceramente, preferiría que no hubiera sucedido lo que
sucedió…
Es hora de que entremos en acción.-dijo Yamiyuki-Ya casi ha
llegado el día de la inauguración del Moist Desire…esa noche nos infiltraremos
en Yomihara: esa noche haremos la limpieza. Respecto al tema de la viuda de
Edwin Black, parece que no hay nada en las bases de datos…
Dicen que nos mantendrán informados…-comentó Hagane-…me
enorgullece que cuenten con nosotros, pero me da muy mala espina la información
que nos puedan dar…averigüen lo que averigüen, no será nada bueno…
Seamos optimistas, chicos.-pidió Rito-En estos momentos,
necesitamos mantener la guardia alta y armarnos de voluntad…podremos con lo que
nos propongamos, ya lo veréis.
Rito tiene razón.-comentó Inuhito-Seguro que la noche
inaugural del Moist Desire nos abre muchas puertas…no debe de ser muy
complicado de manejar este asunto si lo asimos con tiempo. Me refiero a que
prácticamente no se están moviendo en el otro lado…si les paramos los pies
ahora que están empezando, podremos contener y erradicar las amenazas.
Espero que así sea.-comentó Yamiyuki-Será mejor que vayamos
a preparar la misión. Hay que poner a punto el equipo y tenemos que debatir las
estrategias de realización.
. . .
Llegó el día de la inauguración de aquel lugar de dudosa
legalidad. Como se trataba de un centro
de horario nocturno, estuvieron haciendo los últimos preparativos durante el
día.
Entonces…-dijo Yamiyuki mientras trazaba una línea con un
rotulador rojo en una pizarra blanca portátil-…Inuhito y Rito, interceptaréis
las cajas cortando las trayectorias enviadas por Aoi, que monitorizará el
proceso desde esta azotea y se encargará de aniquilar a posibles
francotiradores desde la distancia. Hagane, serás el encargado de explorar el
local por dentro haciéndose pasar por una mujer y Shirubei y yo estaremos patrullando
las calles circundantes desde las sombras para mantenernos cerca del campo de
acción, siempre dispuestos a desplazarnos hacia quienes lo necesitéis, esto es,
seremos comodines en caso de que cualquiera de las otras partes tenga problemas
en su radio de acción.
Hagane asintió y se acercó a la pizarra. Yamiyuki se cruzó con
él y le tendió el rotulador mientras sentía el persistente olor de su amigo. Su
perfume olía a cereza y a caramelo con unas notas de chocolate, otorgándole un aroma dulce y fuertemente
atractivo, con unas notas parcialmente ocultas que aderezaban la mezcla con un
olor altamente vivo y masculino, creando una ambivalencia al olfato.
De manera sigilosa y siempre con cien ojos…-Hagane continuó
la explicación-…iré estudiando la arquitectura interna del lugar. Llevaré una mini-cámara
oculta que subirá las imágenes a nuestra nube en tiempo real, pero no garantizo
un resultado excelente en una primera aproximación, y más teniendo en cuenta
que no sé con quién me voy a encontrar allí dentro.
En base a esas imágenes, intentaré trazar unos
planos.-explicó Aoi-Llevaré un ordenador portátil de tipo industrial
acondicionado para trabajos ingenieriles, así que contaré con una gran potencia
de cálculo y procesamiento. No obstante, en base a imágenes en las que se
sacrifica la resolución en compromiso con la velocidad de distribución, los
planos no podrán ser definitivos, por lo que diferirán mucho de los del
arquitecto que los diseñara en su día. Además, tendré que estar pendiente de
posibles enemigos, por lo que mi atención estará dividida. No obstante, lo haré
lo mejor que pueda.
Recordad que tenéis que estar siempre preparados para un
cambio rápido de indumentaria del uniforme de combate a ropas de mimetismo y
viceversa.-dijo Yamiyuki-Aprovechar que no nos conocen nos dará ventaja en la
misión. ¿Alguna pregunta?
. . .
Llegó la noche. Todos los planes y cálculos estaban hechos,
y nadie dudaba de su cometido en aquella importante operación. Aoi había subido
a la azotea más alta de los alrededores del bar. Como no iba a acercarse a
ningún individuo, trabajaba con el uniforme de combate puesto. Al ser el
especialista en herramientas y maquinaria del equipo de Yamiyuki, Aoi valoraba
mucho su ropa de combate y los casi infinitos bolsillos ocultos de la misma, en
los que guardaba todo tipo de artilugios de gran valía para las misiones. Apoyó
en una superficie segura lo que parecía un maletín tosco y pesado que, tras
pulsar un botón, se abrió, revelando ser un ordenador reforzado. Su objetivo
era captar las señales procesadas por las cámaras de los lugares cercanos y
copiarlas en su sistema para poder ver las imágenes de vídeo que estaban
fluyendo por las redes. La parte en la que Aoi trabajaba era importante, pues estaba
encargado de leer los movimientos de los traficantes que descargarían armas y
drogas en el recién inaugurado bar para poder adelantarse a ellos y enviar a
sus dos compañeros y amigos, Inuhito y Rito, a interceptarlos. Mientras el
ordenador procesaba las órdenes de su maestro, éste miraba a su alrededor
girando constantemente el cuello. Lo único destacable que vio fue el propio
bar. La fachada era de color marrón oscuro, hecha de algún tipo de material
cerámico ornamental similar a algunos azulejos de las gamas más caras, y su
rótulo combinaba neón y LEDs, ambos amarillos pero en diferentes tonalidades,
para escribir en letra pomposa el nombre “Moist Desire”. Cientos de personas
rodeaban el edificio deseando entrar. Entre ellos, distinguió a una chica…
Con un vestido negro, unos zapatos rojos de tacón alto, unos
senos de disfraz y su melena suelta con algunos tirabuzones, Hagane se disponía
a entrar al local. Solía maquillarse por gusto, si bien lo hacía de manera muy
personal y atípica, pero aquella vez lo había hecho a conciencia para parecer
una chica. La puerta del local estaba custodiada por un individuo que tapaba su
cuerpo con una capa gris y una capucha. No se distinguía muy bien de qué tipo
de ser se trataba, pero era de estatura alta y corpulento, típico de un portero
de discoteca. Cuando la muchedumbre le dejó entrar, se vio cobijado por las
cuatro paredes del antro más rococó que había visto en su vida. Lámparas de
araña, remaches dorados en todos los muebles, luces amarillas y doradas,
decoración pomposa, muebles caros…parecía una recreación cinematográfica del
siglo XVIII europeo más que un bar de ambiente gay, aunque esto último podía
deducirse del hecho de que era la única “mujer” presente en la inauguración.
Sonaba una música muy animada, tal vez demasiado para ser un local de negocios
sucios. Además de hacerse pasar por mujer y sentirse bastante único en aquel
lugar por eso, Hagane también notó que era el único ser humano de aquel local:
orejas puntiagudas, colmillos, garras, pelaje animal, alas, escamas y demás
elementos eran lo más familiar entre los visitantes de aquel sitio.
Efectivamente, había hombres bailando muy pegados, besándose, bebiendo juntos e
incluso con prolegómenos sexuales. Lejos de asustarse por ello, se acercó a la
barra: no bebería nada de lo que le sirvieran ni aunque le pagasen, pero tenía
que pasar desapercibido si quería averiguar algo dentro de aquel sitio. Como si
fuera una damisela refinada, se sentó en un taburete y cruzó sensualmente sus
delgadas y tonificadas piernas…nada que no hiciera normalmente. Pronto se
acercó a él un individuo. Se parecía bastante a un hombre humano en forma y
complexión, si bien el color gris de su piel ya afirmaba lo contrario. Su
cabello era blanco y liso, con un flequillo tupido de medio lado y un atisbo de
media melena que tapaba su cuello por detrás. Vestía unos pantalones de campana
de color gris marengo, botines metálicos, un chaleco abierto y cortado a la
altura de las costillas a juego con los pantalones sin nada debajo, mostrando
su delgado y marcado cuerpo, y unos brazaletes cilíndricos. Llevaba también
unas gafas rectangulares de montura fina que constituían la antesala a sus ojos
grisáceos.
Buenas noches, señorita.-dijo cortésmente-¿Qué se le ofrece?
Buenas noches.-Hagane forzó una sonrisa antes de mostrar el
asco que le producía aquel demonio cuyo olor le resultaba muy
familiar-Enhorabuena por la inauguración, ¿es usted el dueño?
Sí, así es.-dijo el demonio-Mi nombre es Delphine. Me
resulta curioso que seas la única mujer en el local…y vaya ocultación…pareces
una humana de verdad…
Hagane se rió fingiendo que se sentía adulado.
Póngame…-el chico sentía asco hacia lo que esos demonios
pudieran beber, así que decidió asegurarse-…un vaso de agua, por favor.
¡De acuerdo!-respondió Delphine con una cordial sonrisa.
Hay algo peculiar en
ese tipo…-pensó Hagane-…no huele a
demonio…no al menos a los demonios que hemos conocido anteriormente. Huele…a
naturaleza, por alguna razón. Un aroma almizclado muy extraño…y me recuerda a
cuando estaba estudiando…
Lo relacionado con la naturaleza captaba rápidamente el
interés de Hagane. A su corta edad, su brillante inteligencia le había
permitido ser licenciado en Biología, graduándose como el mejor de la
titulación. Le gustaba mucho el estudio de los seres vivos, de los genes, de
los ecosistemas y de muchas otras ramas similares. Pese a que lo hizo por
voluntad propia, el tener estudios superiores era requisito indispensable para
ser miembro del equipo de Yamiyuki, quien avisó en su día que no ablandaría su
elitismo ante sus amigos, y que no le preocupaba mantener tal postura porque
confiaba en la valía intelectual de todos y cada uno de ellos, que también acabaron
licenciándose a nivel universitario antes de graduarse como Taimanin. Cuando el
camarero y dueño del local puso el vaso encima de la mesa, el chico hizo un
gesto de agradecimiento y comenzó a mandar mensajes a Aoi.
Esto parece demasiado
normal…-escribía con un terminal portátil-…no me huele nada bien. ¿Tienes algo de los traficantes?
Traen un camión.-respondió Aoi-Nada discreto, pero, poniéndonos en su
lugar, no necesitan serlo en un territorio en el que suponen que sólo están
ellos. Todavía no ha arrancado, pero hay una cámara cerca que me permite
estudiar la inercia de las ruedas para predecir cuál será su dirección inicial.
Perfecto.-contestó Hagane-El dueño del lugar parece simpático, y eso
me crispa. Los que fingen lo que no son terminan siendo los peores. ¿Te están
sirviendo las imágenes que capta mi cámara?
. . .
Un silbido anunció el tiro que acabaría con la vida de aquel
matón. Asomado a una ventana con una pistola en las manos, fuera quien fuere,
no fue rival para la puntería de Aoi, quien le clavó un kunai en el corazón.
Sí.-escribió a su
amigo tras sacudirse un poco las manos-Estoy
trazando unos alzados y unas plantas que parecen bastante típicos en la
edificación contemporánea, lo que me lleva a pensar que no va a ser un trabajo
tan impreciso como en un principio pensamos. Trata de moverte un poco por el
lugar si puedes…no sé, haz como que bailas o cualquier cosa…y, después, te
tocará entrar más allá de las zonas de acceso restringido para personal
autorizado…
. . .
Yamiyuki y Shirubei, que paseaban por las calles de aquella
zona de libertinaje, se pararon un momento.
Parece que la comunicación que hay abierta entre Hagane y
Aoi está muy activa.-dijo Yamiyuki-Infiero que eso significará que progresan
sus investigaciones como estaba previsto.
Me alegra saberlo.-respondió Shirubei-No obstante, nos
mantendremos ojo avizor por si se nos requiere en alguna parte.
Exactamente.-Yamiyuki contestó a modo de corroboración y
elogio-Incluso podríamos tener que separarnos si nos requieren en dos lugares a
la vez…pero no sería nada que no hubiéramos hecho antes.
Claro, sin problemas.-Shirubei se encogió levemente de
hombros-¿Una calle más antes de dar la vuelta?
Yamiyuki asintió con la cabeza y echaron a andar.
. . .
¡El camión se está
moviendo!-escribió Aoi para poner en marcha a sus compañeros-¡Os mando una traza del camino que está
siguiendo! Sé que habría sido mucho más fácil esperar a que el vehículo
arrancara y seguirlo hasta el final… ¡pero no sabíamos dónde estaba el camión,
ni siquiera si iba a ser un camión! Desde vuestra posición, será fácil
interceptarlo. ¡Ánimo!
Tras enviar el último mensaje, se giró. No necesitaba nada
más que sus instintos y sus sentidos de Taimanin para notar que se habían
subido a aquella azotea para rodearlo. Había llegado el momento de cambiar de
posición…
Vaya, vaya…-dijo un mercenario-… ¿qué ven mis ojos? ¿Un
Taimanin jovencito?
Mercenarios Mazoku…-murmuró Aoi-… ¿qué hacéis últimamente
tan a la vista?
Nada que os importe a ti y a tus camaradas.-respondió el
mercenario-¡Cogedlo y destrozad el ordenador!
De eso nada…-dijo Aoi seriamente.
Tres de los mercenarios se lanzaron a por él, pero los
repelió con dos puñetazos y una patada.
No me obliguéis a haceros daño de verdad, ¿de acuerdo?-pidió
Aoi-Haced como que no habéis visto nada y tal vez os perdone la…
Tuvo que dejar de hablar para esquivar un mandoble: los
mercenarios eran hábiles con la espada.
En las azoteas y balcones de las cercanías se habían colocado
francotiradores que, con seguridad, estarían colaborando con los otros
mercenarios. Aoi comenzó a esquivar los disparos, dejando que impactaran contra
los mercenarios que lo rodeaban. Cuando sólo quedaron los francotiradores, el
joven Taimanin decidió optar por una táctica segura que acabaría con todos
fueran cuantos fueren y en las posiciones que ocupasen.
Ninpô – Raiton no Jutsu: Kaminari no Rensa!-exclamó el
chico.
(¡Arte ninja de la
electricidad! ¡Cadenas de Relámpago!)
De la mano derecha de Aoi emanó un fino rayo azul de
electricidad que impactó contra el francotirador más visible. El cuerpo
electrocutado de aquel objetivo emanó un rayo que impactó contra el
francotirador siguiente más cercano, y así sucesivamente hasta que dejaron de
emanar rayos, señal de que ya no quedaban más enemigos en la zona.
Así aprenderéis…-susurró Aoi antes de plegar su ordenador y
alejarse de allí saltando entre las azoteas.
. . .
Las comunicaciones con
Aoi se han cortado…-pensó Hagane-…
¿cómo tengo que interpretar eso?
El chico había capturado prácticamente toda la extensión del
local con la cámara oculta y ya empezaba a aburrirse. Delphine había dejado a
varios camareros a cargo de la barra y estaba ejecutando espectáculos diversos
en una tarima. Tras una danza erótica hizo cambiar la música y realizó una
exhibición de esgrima contra un empleado que manejaba una espada parecida a una falcata. Por su
parte, el dueño de aquel local utilizaba un estilo similar a la esgrima
española, si bien su arma era muy diferente: se trataba de una espada de color
azul con ribetes dorados enjoyados, larga como un florete, del ancho de un
estoque y con la ligera curvatura de un sable de caballería. Su manejo con la
espada parecía muy ágil y eficiente, y el público vitoreaba a ambos. El Taimanin
travestido intuyó que les atraería ver a dos hombres sudando y moviéndose
salvajemente. Aprovechó la distracción de Delphine para entrar clandestinamente
en la zona de acceso restringido. Con sus ágiles y sigilosos movimientos, llegó
al lado de la puerta sin ser descubierto, y la forzó con una ganzúa para entrar
rápido y cerrar tras de sí, simulando su simple desaparición del local. Dentro
había un empleado que no tardó en extrañarse.
¡Oye!-gritó-¿Puede saberse qué estás…
¡HAAAAAAAAH!-gritó Hagane.
Girando sobre sí mismo, noqueó al empleado de una patada en
la cara. Antes de avanzar, volvió a lanzar un mensaje.
¡Inuhito!-escribió-¡No recibo a Aoi! ¿Ha pasado algo?
No lo sabemos.-respondió
Inuhito-Estamos siguiendo la traza que
nos mandó antes de desaparecer. Nosotros tampoco lo recibimos. Puede ser que
haya tenido que moverse de sitio. En cualquier caso, no creo que se haya dejado
atrapar tan fácilmente. ¿Tú estás bien?
Sí.-respondió
Hagane-No puedo decir que me esté
divirtiendo pese a estar en un supuesto local de ocio, pero no tengo problemas.
Me he colado en la zona de trastienda, os mantendré informados. ¿Y vosotros?
¿Cómo estáis?
Sin problemas.-respondió
Inuhito-Estoy con Rito y todavía no hemos
tenido que interactuar con nadie. Todo va perfectamente. Estamos bastante cerca
del camión y puede que dentro de poco tengamos que entrar en acción seriamente,
así que te encargo el avisar a Yamiyuki y a Shirubei si sucediese algo con Aoi.
Ellos no nos interrumpirán con ninguna comunicación a no ser que necesiten
ayuda en lugar de poder ayudarnos a nosotros. Tenemos que movernos más rápido,
ya nos informaremos.
Antes de que Hagane pudiera guardar su teléfono móvil, la
puerta que había forzado hacía unos instantes se abrió súbitamente tras de él.
Jajajajaja lo bueno es que no tengo que esperar para saber como sigue, si no la intriga sería demasiado grande jajajajaja
ResponderEliminarAmo a Inuhito ¿te lo dije? ME PONE.
Bien, bien, eso me gusta, que te vaya poniendo la gente, de eso se trata. Jo, con estos comentarios me estoy sintiendo muy orgulloso de mi historia...llevaba muchísimo tiempo queriendo escribirla y tengo ideas muy ambiciosas...ya te digo que irá para largo...
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